En su primer año, también varias compañías del, tercio de Nápoles se alojaron en la ciudad al frente de
Lope de Figueroa, en 1583, nada menos
que diez banderas del Tercio de la
Liga al mando del lugarteniente Lázaro de la Isla y al capitán Ferrer.
Hubo un alarde general en el mismo año,
porque 20 navíos iban de Sicilia y
Cerdeña a Argel y al año siguiente .
Su labor normativa en Alcalá se centró en una serie de ordenanzas referentes
al Pósito, que se basaron en las de
Jaén, y pretendían controlar el precio del trigo, mediante la prohibición de
hacerlo el Pósito en la
Alhóndiga y en la plaza, llevarlo a cabo directamente con los
vecinos de la ciudad ([1]). En Loja, por su parte, el
cabildo ofreció treinta ducados a una persona que sacara el traslado de las
Ordenanzas municipales, pues hacía doce años que se mandaron recopilar[2]
Y en la labor de gobierno, se resume en el enfrentamiento con los
regidores por las penas de ordenanzas, las
anteriores y del Pósito, el repartimiento de la sal a los oficiales del
cabildo, las secuelas del juez de cuentas, que habían apelado los regidores, y
la llegada del nuevo abad don Maximiliano de Austria ([3]). En Loja, hay mucha
preocupación por las costumbres morales, y con motivo de la peste y su reverdecimiento
en 1583, se dictaron normas de conducta moral y honesta sobre el hecho de
apartar las mujeres de los hombres para enmienda dee pecados y, como curiosidad en los escaños de la Iglesia Mayor , donde
“ el desorden descomedimiento, desvergüenza y desacatos que ay...por
personas que con pretensiones deshonestas y vanas de arrimarse alas mujeres, que a los pies de dichos
escaños se sientas..” [4]
El funcionamiento del Pósito no convencía
al corregidor, pues estaba en manos
de mayordomos expertos en el comercio del trigo y, con ello,
implicados en no aplicar el carácter de control de este organismo. Por una lado, el trigo de
Alcalá se vendía a Jaén, Priego y a la
comarca, mientras el mayordomo del año 1583 compraba para el pósito y para
Granada en la alhóndiga. El corregidor, se oponía a ello y creía que debía primar su venta al posito de
la ciudad ([5]).
Incluso, llegó a mantener un conflicto con los regidores encarcelándolos por el
nombramiento de mayordomo.
La labor normativa
se centró en la revisión de las ordenanzas de los montes para adaptar la corta
de leña a las frías temperaturas y al uso artesanal de las carretas ([6]), la
venta de aceite sin calentar, la
regulación de los jornales de podadores, cardadores y yeseros ([7]). en
las ordenanzas de jaboneros, del Pósito y la partes de las penas de Ordenanza,
a las que se envió al regidor Francisco de Góngora a la Corte ([8]).
En los años 1581 y 1584 hubo una gran sequía y la
consiguiente esterilidad de los campos, provocando hambre entre los más
necesitados, pobres, viudas y pasajeros. En el primer año, tuvo que afrontar
además la petición del corregidor de Gibraltar doctor Feliches para que se le enviara n remesas de trigo, cebada,
tocino, carnero, habas, garbanzos etc en una ciudad que estaba desabastecida y
había comprado del reino de Murcia donde se gastaron doce mil dudado de
censo y se habían juntado 12,000
fanegas Alonso Nino, ante la oposición
de los regidores, se vio obligado a pedir ayuda del abad de la ciudad, hermano del conde de
Chinchón, don Andrés de Bobadilla que le ofreció 50 fanegas y 1.500 ducados y
se envió al doctor Verdugo una remesa de 700 fanegas de trigo y 200 de cebada
por orden del teniente corregidor. por una carta de la Corte.[9]
En 1584, La ciudad
solicitó una provisión para conseguir un censo de 20.000 ducados con el fin de
comprar pan que aliviara la situación, dicho censo se cargó
sobre los propios y los bienes de los miembros del cabildo en una cuantía de
doce mil ducados que le concedió Felipe II por cédula de doce de junio del
mismo año[10].
Todavía andaba pendiente el
asunto de los moriscos, pues el cabildo
alcalaíno recibió un edicto en el que se
le ordenaba la expulsión de todos
los moriscos del reino de Granada, que emanaba de una provisión real dirigida
al corregidor Niño para que los moriscos ,que hubiera en la comarca, de
Alcalá, Loxa y Alhama, sacarlos de ella y entregarlos al comisario, qu, al,
caso, había de conducirlos y llevarlos a las
partes e lugares donde an de estar; ([11])el cabildo alcaláino, y,
lo mismo hicieron el resto de las ciudades del corregimiento intentaron por
todos los medios que se mantuviera. Por ello, a continuación solicitó al Consejo, a través de la Chancillería , que se quedaran
en Alcalá, al menos, los que eran libres, y envió un regidor, Juan de Aranda Figueroa, que
mantenía muchos amigos en la
Corte , por su contacto con los capitanes en la guerra de
Granada, para que intercediera con el secreratio de Estado, los amigos del conde
de Alcaudete, y al abad , al arzobispo
de Granada en Loja, y al nuevo corregidor que ya estaba nombrado. ([12]).
Para el cabildo, su postura se definía en que
de Alcalá no salieran los moriscos libres, ni esclavos ni gaçís, por ser esta
ciudad fuera del reino de Granada y el número de ellos son muy pocos, asimismo
estaba dicha ciudad diecisiete o dieciocho leguas del mar, por la parte más
cerca, y la granjería y el trato principal que esta ciudad tenía del vino, y
los moriscos gacís son muy necesarios para los trasiegos del vino así como del
mosto en tiempos de la vendimia ([13]). Tampoco debía olvidares
el comercio de la seda, que por este tiempo abundó en telares e incluso, se
frecuentó al exportación a las Indias. Y, no sólo, influían en la economía alcalaína, este tipo de moriscos,
sino los asentados en los cortijos rurales, cercanos a zonas de riego, en los
que debían ser muy expertos y transmitieron sus conocimientos en una sociedad
que comenzaba a desvincularse de la ganadería para dedicarse en muchos aspectos
a la agricultura. Tenemos constancia de su presencia en la zona del a Riveras
del Velillos, que fueron afectados por la medida dos familias. Por el
inventario de bienes, no ponían sino en la casa arrendada, sino algunos frutos
en la cámara, lago de ganadería vacuna para la yunta y los enseres básicos de
cama y vestir ([14]) No debió tener mucho efecto, pues el Consejo
de Guerra continuó con toda la tramitación
obligaron a salir todos los moriscos del corregimiento, salvo los
esclavos, y llevando a cabo un exhaustivo registro, del que no se libraron ni
los enfermos , pues fueron vendidos sus bienes conducidos a Lucena y de allí se
trasladaron a Toledo. Tan sólo la medida
libró a las moriscas menores de treinta ños que sabían hilar la seda
porque no decayera la artesanía de este producto en la comarca ([15]).Del registro se constató
la presencia de 173 moriscos, incluyendo niños y mujeres en Alcalá, 28 de
Loja..Los caballeros y regidores inventaron mil argucias para que
permanecieran, pues muchso de ellos provenía de la parte del quintado real durante
las guerras de la Alpujarra, cuando fueron recogidos niños y jóvenes o como
botín de los soldados alcalaínos ([16])
[1] AMAR. Acta del cabildo del uno
de marzo de 1583.
[2]
AHML.Acta del 20 de marzo de 1582.
[3]
AMAR. Actadel cabildo del 15 de abril de 1583
[4]
AHML. Acta del 15 de marzo y 10 de mayo
de 1583-
[5]
AMAR. Ibidem
[6] AMAR. Acta del 27 de enero de 1580.
[7]
AMAR. Acta del cabido del cuatro de marzo del 1581. se regulan a reales por día
ia a los podadores, tres reales y medio sin merienda, dos reales y comer a
cardadores, y doce a yeseros.
[8]
AMAR. Acta del cabildo del uno de mayo
de 1583
[9]
AMAR. Acta del cabildo del 27 de junio de 1581.
[10] AMAR. Caja 157 legajo. 2. y AHML. Actas del cabildo del 8 , 14, de enero.
[11]
AMAR. Ibidem.Traslado de Cédula del 28
de noviembre de 1583.
[12] AMAR. Acta del cabildo
del 8 de enero de 1584. en ella aparece en primer lugar el edicto. Por orden
y mandato de Su Majestad y Señor del Consejo de Guerra el problema que Su
Majestad tiene en Granada está entendiendo de recoger y aislar los moriscos,
hombres, mujeres e niños del reino de Granada, libres e mudejares, que en esta
ciudad ay,y acerca de ello haga su merced las diligencias, que tiene conforme a
la orden. Madrid . 6. de octubre a los dichos señores
[13] CARO BAROJA, Julio los
moriscos del reino de Granada. Ediciones Itsmo. Madrid 1976. Para este
auto, entre los distintos tipos de moriscos, los gaçís, que eran los más numerosas
de Alcalá junto con los esclavos , se definirán “Eran moros de África,
esclavos o cautivos liberados luego que se establecieron en las montañas del
Sur y emparentaban con los naturales, después de verificada la conquista de
Granada por los cristianos. Much os de estos “gaçis”, hacia 1568,tenían ya
hijos y aún nietos casados y formaban linajes diferenciados al parecer.
[14] MARTÍN ROSALES, F. Algunas
curiosidades para la historia de la Ribera Alta de Alcalá la Real.Inédito Publicado parcialmente nen los programas de 1998-99. El
documento de los moriscos se encientra en la caja 65 . pieza 3. AMAR. Y, en concreto dice así. Que eran naturales ambos dixeron ser de ïllora y el dicho
Francisco Hernández de treinta e ochos años y la dicha Isabel de treinta e quatro años, traxeron consigo su
hija María de edad de doce años, y
Andrés de nueve años y Juan de cinco
años, Francisco Hernández, labrador ortelano, y no tiene más bienes que algún
frutoi en una casa en la Ribera ,
término de esta ciudad , y sus vestidos y cama... El dicho Manuel declaró ser
de edad de treinta años, poco más o menos , y natural de Guadix, y la dicha
Elvira Hernández, de veinticuaro años, poco más o menos que era natural de
Cadiar, y el dicho Manuel de Medina es labrador e los bienes que tiene son
quatro vacas pardas e un novillo y una cámara de peros, en que hay seisicientas
arrobas, y los muebles y las mantas de su casas de la Ribera , que estaba aquí
con licencias que yienen para ello..
[15] MARTÍN ROSALES,
Francisco. Revista Tregua. Las hilanderas de la seda. Relato Histórico.
Alcalá la Real.
2001.
[16]
AMAR. Legajo 31 Pieza 16. Año 1584. Legajo 65 Piezas 3,4.57,89,
10.11, 12,13, 14,17,, 18 1584. Y para el 1611, Pieza 15. Se nos hace una
extensa relación de este asunto, sobre las cuentas del traslado, la situación
de muchos de ellos, reclamación de lospropietarios, las hilanderas de la seda,
editos reales, ... en1626 Pieza 18.
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