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martes, 16 de agosto de 2016

SEGUNDA PARTE DE MURES Y LAS TIERRAS DE LA CARTUJA.

Deseando felices fiestas en honor de San Roque, cortamos el año pasado de 2015 el momento en el que los frailes de la Cartuja comenzaron a ocupar las tierras  en el entorno de Mures, allá por el tercer decenio del siglo XVI. Vamos a  partir de un pequeño plano de dos siglos y medio posterior para explicar la evolución de este territorio.

Por este tiempo se presentaba en  las tierras del partido de campo de  Mures como núcleo central la gran dehesa que lindaba con diversos elementos naturales conformando un rectángulos perfecto.

                                   LA PARTE DEL CAMINO DE IZNALLOZ

Además de las orientaciones que ofrecen dos direcciones hacia el sur incompatibles, porque uno debe ser la norte y otra la del sur o mediodía, el  camino de Iznalloz  cerraba al mal denominado sur, el norte del término,  y se  describía con un amplio camino carretero, ya que desde aquí se conectaba con las estafetas de la zona de Granada en los siglos anteriores; el puente sobre el río de las Riberas atravesaba al río ( en otras ocasiones de tiempos de frontera, denominado de Huéscar o  Guéscar;  con frecuencia de las Riberas aludiendo a su paso por estos  partidos de campo; y más reciente de Frailes o Velillos, incluso al llegar a las tierras granadinas); en el mapa se distingue el camino de Iznalloz con otro más amplio  de  uso pecuario denominado Colada Alta, que se atraviesa con un puente sobre el río mencionado; y proviene del cortijo del Río. Esta zona denominada actualmente como Vegas de Paz ofrecía la ferocidad de las tierras de riego y alamedas y el encanto  o embrujo de muchas leyendas de brujas.

Entre el río   y la presa,  la colada abajo se extendía una gran dehesa que solía arrendar el cabildo municipal de Alcalá la Real para sacar dinero de sus frutos, principalmente de la bellota como alimento del ganado, sobre todo de cerdo.
            Cerca del puente del río. a unos cuantos metros se levantaba una Venta ( que en el siglo XVIII denominaron  de Callava  por el nombre de su propietario) , era una mansión de dos pisos con puerta de arco de medio punto y dos ventanas  dinteladas en su fachada, que correspondían a la vivienda de los transeúntes. Hasta llegar las tierras linderas con el arroyo de Frailes no se ofrece sino un paisaje casi desértico , de monte bajo mediterráneo y en la parte orientada hacia el río algunos chaparros, fresnos y quejigos. Confluye al final del camino por estas tierras con el camino que proviene del don Pedro, en honor de don Pedro Pineda , que pasó de las manos de los Pinedas a los Arandas en tiempos de los Reyes Católicos.  A la derecha de esta tierra, se encuentran las tierras de Mures sin roturar. si nos adentramos en los tiempos del emperador Carlos V, esta zona tuvo que ser repartida en varias parcelas o suertes.







POR EL PONIENTE


 
El susodicho  río   parte las tierras entre la dehesa y las que lindan con el arroyo del Salogral, se describen como tierras de la labor, salvo las parte de monte bajo;  la vegetación es más variada. Al sur la ciudad recibió un cortijo denominado Medianil a mediados del siglo XVI. Gran parte de esta zona fue comprada por loa  monjes de la Cartuja en 12 de septiembre de 1557 siendo prior Fray Alonso y con el dinero destinado a la limosna de los pobres como ordenaba el legado testamentario del licenciado Cuenca . Era una tierra de 90 fanegas , en su mayoría de tierra calma que  pertenecía a Alonso de Alva y su mujer,  y se pagaron 191.273 maravedíes por su adquisición. Un año después de Miguel Sánchez de Arjona, le vendió al monasterio al mismo prior, una  tierra denominada Raso de los Azores, en la cantidad 17 fanegas y medio celemín por precio de 52.500 maravedíes. Este lugar hace referencia a un lugar de este entorno llano, donde predominaba este animal cercano al halcón y gavilán. Pero , siendo prior don Bernardo de Castro en 1574, en una operación de compraventta  con el labrador alcaláino Martín Ruiz Nieto, a quien se e compraron unas hazas  en la senda del Caballo, y otra que  estaba hipotecada  en el mojón de la Parrilla por el convento de la Trinidad de Alcalá la Real, fue vendido el  Cortijo del Salogral ,  y el monasterio de la Cartuja tuvo que recompensar al legado de los pobres del licenciado Cuenca con la misma cantidad.
           




MEDIODÍA

             Esta es la parte que se dirige al Sur y se completa por una gran extensión de tierra, que era propiedad privada, ya de los antiguos caballeros o comprada por los cartujos ( actualmente desamortizada y propiedad particular).  Forma un ángulo recto cuyo vértice era el Molino de las Juntas , empezando por el actual paraje de la Media Luna y sus lados los brazos del río y del camino de don Pedro que la cerraba por  el poniente.
            La presa fue una construcción que data más allá de tiempos de la conquista y controlaba las aguas del río ,mediante un caz que conducía las aguas al molino de la Juntas para almacenarse en el cubo del molino y mover las piedras de la molienda .
            Este era una casa, de grandes dimensiones con dos plantas, la primera con un corredor de tres arcos para entrada de los animales con la carga de trigo para convertirla en harina y una segunda planta con los artilugios y aperos de la maquinaria, el alero se corona con una cruz de la portada de la casa, que es de arco de medio punto, contrasta la primera planta con la  segunda, el dintel y el mediopunto. Cercano a este paraje se encontraba el cortijo de Valenzuela, cuyos propietarios tuvieron que afrontar varios pleitos con el municipio alcalaíno por invadir terrenos de propios.



Por esta zona y el mediodía , sobre todo ya en la provincia de Granada, los cartujos abundaron en la compraventa  de tierras. Pero pasaron de la adquisición de grandes cortijos de los primeros tiempos a minifundios, correspondientes a las repartidas a peones y caballeros. Fueron , en total,  63 peonías y dos caballerías, que alcanzaban la cifra de 277.09 Has, incluyendo las linderas con los municipios de Granada, Montefrío e Íllora. La razón no era otra sino redondear los cortijos anteriormente adquiridos. Aunque era de tierras granadinas pero por su relación con algunos parajes de las tierras Mures, claro ejemplo fue, en 13  de agosto de 1526,  la adquisición del convento cartujano de seis fanegas  de tierra, roza y  monte en el pago de la Fresneda de Acequia, perteneciente a Gonzalo de Aguilar, porque  eran tierras que eran necesarias para evitar conflictos con los propietarios circundantes, tanto de los términos de Granada como los propietarios de los cortijos alcalaínos, en este caso de Lucas Gutiérrez y el propio de Acequia de la Cartuja. Con el amojonamiento de las tierras , se iniciaba una vida en paz entre nuevos  y antiguos propietarios. 
            Como es lógico, no nos vamos a detener a las tierras cercanas de Moclín o de la Ermita Nueva actual, pero podemos distinguir varios tipos de compraventa, que nos ilustran con un paisaje mediterráneo que vamos a resaltar:
            -Compra de grandes cortijos. este es el caso de las tierras de Melera en tiempos del segundo mandato del rector Juan de Salazar. La operación  y documentación de la adquisición del cortijo muestra la historia de  unas tierras, que fueron concedidas por lso Reyes Católicos a los conquistadores que le acompañaron para terminar con el reino de Granada. En este caso, el propio rey Fernando hizo merced de  sus 300 fanegas al caballero  Benavides por sus actos de valentía, y este las traspasó  al licenciado Alonso Sánchez de Cuenca  por varias escrituras notarial  de 1526 y 1527. El cortijo, que  se componía de casa, tierras y monte en  torno al paraje de Melera,  fue adquirido por la cantidad 30.600 maravedíes. Un año después la tomaron y amojonaron los cartujos y se sirvieron de los servicios del medidor alcalaíno Juan de Ibáñez, gran conocedor de estas tierras, pero ante la presencia de los alguaciles granadinos  Hernando el Zegrí y Andrés de Coello. Las tierras eran linderas con las concedidas po rlos reyes anteriores a los conquistadores alcalaínos, en esta ocasión a las del cortijo  del alcalaíno Francisco de  Aranda. Los quejigos, las encinas y los fresnos  de los cerros servían para marcar el amojonamiento con cruces incisas en los troncos, pero, cuando lo requería el terreno, se colocaban montones de piedras en forma de triánguelo. Este cortijo ofrecía un  perímetro y flora, que comenzaba  desde el cerro Bermejo y acababa con  las tierras junto a al río Moclín , que estaba junto al tierras del monasterio y la ladera de la Salvia, que era mojonera de Alcalá y Granada,  Este paraje destacaban varios cortijos de grandes extensiones, situados entre arroyos y cerros, con una torre vigía de comunicación en cerro de la Melera. El arbolado es quejigo y encinar, y en  el monte bajo suele existir cambroneras. Hay zonas algunas  lacustres.
            -La mayoría de las tierras que compran a partir de  1528 los frailes cartujos fueron peonías, que hace referencia a las porciones de tierra que, después de conquistado un país, solía asignarse a cada soldado de a pie para que se estableciese en él. Suelen rondar la extensión de seis fanegas y media. y su precio rondada entre 442 y 750  y 1.125 maravedíes, se componía el terreno de monte, roza,  y tierra de sembradura y de hortaliza junto al río.  La mayoría de las tierras se encontraban en el paraje, cabezada  y camino de Almaguel, término árabe que se refiere a al-magid, en castellano canal de riego, que en torno al río de Frailes, Moclín o Velillos, junto al camino del Moclín,  también por aquellos parajes y el camino que se dirigen al Moralejo a través de los caminos nuevo y viejo y , por otra parte , desembocaban en los altos de Malabrigo. Se compraron a Antón López Relimpio, a las viudas ( Ana Fernández, Beatriz de Haro, Elvira Sánchez de Torres, Inés Martínez, Juana Díaz, Mari Grande, Constanza Rodríguez., Quiteria López, Magdalena García,  ),  Martín Sánchez,  Martín Sánchez de Sososalvos, , Bartolomé Sánchez Palmero, Juan de Contreras, Juan Ruiz de Gil Fernández, Luis Y Diego González de Jaén.  Benito López de Córdoba, Alonso González de Aviles , Bartolomé González de Montemolín, Batolomé Jiménez de Huelte, Antón Hernández de Huelte , Francisco Fernández Calzado, Pedro Jiménez de Vacas  y a los vecinos del Castillo ( el alcalde Martín Sánchez Izquierdo, Juan Gil, Domingo Galán, Barolomé Hernández del Postigo, Gonzalo García Soto, Alonso Hernández). Estas tierras fueron repartidas por el emperador Carlos V siendo corregidor Francisco de Alarcón por la cuadrilla de Gonzalo López de Baena.
  . Entre los oficios de los vendedores y propietarios se encuentran madereros, carpintero, ventero, alcalde, un santero, militares ( caballero y  ballestero)  ; sus apellidos muestran el lugar de origen: Jaén, Linares, San Millán de la Cogolla, Sotos Albos, Granada, Córdoba, Bedmar,  Avilés, Jaén que se habían avecindado en Alcalá la Real.
-Pero en 1529 el  fraile Pedro de Arévalo  compró el punto más importante de esta zona, para su abastecimiento, el molino de las Juntas, que era propiedad del alcaide  y regidor don Juan de Aranda y Beatriz Serrana. Se componía de una casa tejada y un pedazo de tierras de riego adquirida por los hidalgos alcaláinos de Luís González Hormicedo, linderas con el río de las Juntas y arroyo de Mures,  y el camino que de Alcalá a Moclín. Por este lugar se repartían varias peonías a otros vecinos de Alcalá Felipe Sánchez y  los hijos de Jordán.,
En los años treinta del siglo XVI , se compraron tierras a Juan López de Monturque en las Juntas, que curiosamente lindaba con el arroyo de la Fuente del Rey ( así llamaban al Palancares) y las covezuelas de Juan Luque; y a Bartolomé López Montijano nada menos que 20 peonías de tierra y monte a descabezar en las Juntas, que alindaban  con tierras de Gonzalo López arroyo de Palancares y a descabezar el cerro de Malabrigo  en 1531, en 1539 compraron en Almaguel, a Miguel Fernández de Figueras y Pedro Gómez de Moya. . Ya avanzado el siglo la de Pedro García Canalejo en 1545.

            Y por 1558,  se llevaron a cabo varias compras en torno a las propiedades de la familia Tudela, que eran vecinos de Alcalá y algunos se avecindaron en tierras granadinas de Albolote. Es interesante el documento de compraventa , porque nos ilustra del nombre y de algunos aspectos relacionados con esta familia que solo quedado el nombre de La Fuente Tudela. Poseían un cortijo con el nombre de los Tudela, que superaba las cien y estaba concentrado en torno a Malabrigo y Cabeza de los Ginetes y un lugar denominado la Cueva de Juan Luque.
Se vendieron en varias cartas en 1558,  y n propietarios los herederos  de los primeros Tudela. Eb concreto, con la cantidad de tierra vendida,  lugar y propietarios fueron los siguientes:  5 fanegas de Martín López de Medina y Catalina López en la parte de la Cabeza de los Ginetes; 8 fanegas y celemín de Pedro y Francisco Tudela en el sitio de Malabrigo; cuatrola Cabeza de los Ginetes; otras diez fanegas de Francisco de Tudela en la Cabeza de los Ginetes; otro de 31 fanegas de Francisco Gallardo y María Tudela, cinco fanegas de Pedro de Mena en ka Cueva de Juan Luque. En 1562 compraron a la viuda Isabel Fernández en este mismo paraje otras catorce fanegas de tierra y  tres celemines, con lo que redondeaban todos los terrenos . También redondearon  algunas tierras de Almaguel con la compra de 10 fanegas de los hermanos Alonso y Hernán López Jordán , vecinos del Castillo de locubín.  



fanegas y cuatro celemines de Ortega García y Mayor de Medina en
            En 1575, se llevó a cabo la remedida de todos los cortijos para llevar a cabo una operación de nuevos arrendamientos y , por esta parte  del mediodía y  poniente, sin  anotar los cortijos del partido de campo de Ermita Nueva, se formaron estas grandes extensiones de tierra y cortijos como propiedad de la Cartuja: el cortijo del Moralejo de 221 fanega y nueve celemines y  ocho de monte; el cortijo de Almaguer ( Garcihambre ?) de 140 fanegas, y 13 de monte; cortijo de Tudela, 118 fanegas sin monte; cortijo de Santa María de 160 fanegas, y 16 de monte; , cortijo de las Juntas de 310 fanegas y 30 fr monte.   
.....
Con la desamortización de Mendizabal pasaron a manos de los labradores que administraban estas tierras y a otros propietarios.
           
           
ORIENTE


Este mapa, al estar centrado en la dehesa de Mures, deja fuera muchas tierras que  dieron lugar al entorno de la actual Mures. Tan  sólo insinua que las tierras  venían atravesadas, en los siglos pasados hasta el siglo XVIII,  por el camino de don Pedro, que, a su vez, servía de lindero con la dehesa mureña. Debido al repartimiento del rey Carlos III y con motivo de las roturaciones de tierras concedidas a muchos campesinos a finales de este siglo y XVIII, se produjo un gran desarrollo rural y de asentamiento disperso. En primer lugar surgieron otros caminos que comunicaron con el Molino de las Juntas y el núcleo urbano de Mures; en torno al cauce se abrió un camino que fue habitado por casillas de nuevos colonos; otro camino se dirió y se mantiene con dirección al Coto  y cortijos de Tudela y Alcaide; se abrió el camino desde la Rivera hacia  Guadix y se mantuvo el de Alcalá a Guadix por Gumiel; varios caminos confluyeron en el nuevo núcleo rural de Mures, el de Alcalá, el de las Casillas, el de la s Riveras y el mencionado de las Juntas, y los accesorios del nuevo molino de Mures y del Cauce.


           



























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