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lunes, 14 de marzo de 2016

EN LA REVISTA DE SEMANA SANTA

EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD



            Para el  estudio de la actual imagen del Cristo de la Salud, hay que partir del estudio de su advocación, que hace referencia a la petición humana del  auxilio de Dios en los momentos de terremotos, calamidad, peste y epidemias. Y como se manifiesta en muchas ocasiones y en diversos documentos,  este amparo viene motivado por la misericordia de Dios que acude para salvarlo ante el pecado que ha provocado esta situación calamitosa, según la creencia legendaria de nuestros antepasados. No hay constancia de la presencia de esta imagen en procesiones y rogativas hasta finales del siglo XIX  pero otro tipo de cultos relacionados con lo anterior  debieron celebrarse en la ermita de San Blas desde la llegada de su imagen en el siglo XVII. La iglesia ha renovado el sentido de la advocación de acuerdo con los tiempos,  y actualmente el Cristo de la Salud, en el sentido de su étimo latino, alude a la versión salvífica del hombre de todos las desgracias materiales y espirituales.  

I
LA ANTIGUA IMAGEN

Es evidente  que la antigua imagen del Cristo de la Salud se encontraba en la ermita de san Blas desde mediados del siglo XVII y no hay duda que se hallaba con un camarín  y retablo  desde el siglo XVIII.  Por el  testimonio documental de la familia del licenciado  Francisco Garrido Espinosa de los Monteros, fue edificado un retablo en 1730, de acuerdo con esta manda testamentaria: " Mando trescientos  ducados en dinero para que se distribuyesen por mis albaceas en un retablo para el altar del Santísimo Cristo de la Salud, que está en la hermita de san Blas, sobre cuia execución y distribución encargo la conciencia a dichos mis albaceas, y  para que lo hagan con la maior decencia y culto de Su Magestad ". Los obligaba a que lo hicieran con toda presteza e, incluso, comprometió al vicario Diego de Guzmán y Bolaños  para que les "precise a que se cumpla mi voluntad"[i].   A partir de este momento, nació una hermandad que celebraba los cultos a su titular y  por parte de la familia recibiendo donaciones, memorias y censos para adorno de la capilla, entre ellos el cura José Ramírez " declaro poseo propia una haza de una fanega menos un quartillo de tierra calma en el sitio de la Fuente del Conejo (...) la qual es mi voluntad de mandar a la Sagrada Imagen del Cristo de la Salud que se venera en la iglesia del Señor San Blas de esta ciudad, en propiedad y usufructo para que con el fruto que anualmente diere , se dé culto a dicha Sagrada y se convierta en adorno de su Capilla y doi y confieso el poder necesario al Hermano mayor de su hermandad  entre y tome posesión de dicha haza[ii]". A lo largo de este siglo,  funcionó esta hermandad como Obra Pía  del Santísimo Cristo de la Salud,  y así la recogió en la declaración de bienes de José Ramírez ante el notario EN 1761. Y diez años  después,  por parte de  su hermano mayor de la cofradía José de Medina se hizo constancia de la pieza donada por el anterior clérigo ante la instrucción  de la Real Junta de Hacienda  [iii]. En 1795, se llevó a cabo su camarín[iv], donde la imagen se mantuvo dentro de la ermita hasta 1927 .  
Es muy interesante un grabado del Cristo de la Salud  realizado por esta  época dentro de su camarín. Ilustra del contexto religioso de su devoción y, a pesar de que su0 imagen  no se acerca, ni por casualidad,  a la realidad y se dibuja mucho más  esquemática e infantil que la nube de los ángeles que le circundan, el camarín encierra la imagen de un crucificad rodeado de la corte celestial de los típicos angelillos barrocos, bajo una bóveda de media naranja sobre una planta hexagonal cuyas limpias pechinas angulares  la reciben; muy típico del barroco son sus cornucopias y esta iconografía del Cristo relacionado con las almas del purgatorio , que se extendió a partir del los primeros decenios del siglo XVII. Completa la escena el  Cristo que se yergue sobre una peana ( conservada durante muchos años en el museo de San Juan), con juegos de flores y hojas de acanto y una leyenda escrita en latín  " Domine Deus Salutis, me clamavit et nocte coram te..." , que responde a los primeros versículos del Salmo 88, Señor Dios de la  Salud me llamó gritando y de noche ante su presencia... . Esta se coloca en la parte delantera del banco y predela del retablo, donde en su frontal aparece   la leyenda Santo Cristo de la Salud se venera en la hermita de San Blas de Alcalá la Real. Típico de los retablos hornacina, se flanquea con dos estípites de capitel corintio ( cuyas partes del fuste en forma de cartelas y  planos de cuerpo y la base recogen tallados los signos de pasión de la manopla, escalera, columna, clavo , gallo  y martillo en la parte derecha y tenazas, lanza, túnica y manopla en la izquierda   ) y se corona con un frontal redondo, en cuyo tímpano se halla el anagrama a IHS ( Iesus Hominum Salvator, Jesús Salvador de Hombres).  La imagen del Cristo, simplemente representativa, insinúa su curvatura de piernas y cuerpo que se contrarresta con el movimiento inverso de la cabeza hacia abajo denotando un Cristo muerto, se cubre con un faldellín ( las senagüillas que aludían los antiguos cofrades y que se conservan dentro de  los fondos de la hermandad)  que  oculta al antiguo sudario; no se percibe muy claramente su peluca, tan solo la corona se ve entrelazada con su amplia cabellera postiza, no pueden describirse más rasgos como la expresión de su rostro salvo los tres clavos , la cruz arbórea  y el INRI en forma de cartela apergaminada con los bordes vueltos en sentido asimétirico. 
Este precedente se conforma con la primera litografía que conocemos del Cristo de la Salud, datada en 1875, siendo hermano mayor   Domingo Álvarez Barrio y dibujada por un artista que responde a las siglas  "P.P" e impresa  en la conocida empresa de Litografías  Casado de Granada. la imagen del Cristo de la Salud confirma una tipo de crucificado de mediana dimensiones, protobarroco[1], con elementos manieristas en su composición y elaboración propias de las Escuela granadina.  Posteriormente, le fueron adosados varios adornos:  la cabellera postiza de pelo natural que data de finales del siglo XIX[v], las potencias desaparecidas,  el sudario morado y bordado que cubría con su terciopelo los  paños del perizoma original, unos cordones morados y Además, pendía del travesaño de la cruz arbórea de las que cuelgan  unas cortinas de encaje, y, en el madero vertical  tenía fijado el INRI ( Iesus, Natharenus Rex Iudeorum). Sobresalía  la mirada del Cristo que  se fijaba en el orante. Y su manierismo se reflejaba en un movimiento de su rostro hacia la derecha  que se compensaba con el del cuerpo y el de las piernas hacia la izquierda . Ya no se insinúa, era una realidad escultural.  Muy equilibrado, y muy  al estilo de la época del círculo de Pablo de Rojas no es de extrañar que la Escuela de Cristo , esta congregación fundada por san Felipe de Neri la acogiera  en 9 nueve de septiembre de 1663 como   su imagen y su capilla de lugar de culto en los primeros años de iniciación o introducción de esta asociación religiosa dentro de la demarcación de  la Abadía. Lo que nos confirma que la imagen se remonta a mediados del siglo Siglo XVII con motivo de las diversas epidemias de peste que tuvieron lugar en 1639,y, sobre todo, la más cruel comprendida entre los años 1676 y 1682, cuya intensidad y consecuencias mortales fueron muy significativas en la comarca alcalaína, en concreto el Castillo de Locubín. Por estas fechas la imagen del Cristo, como en muchas otra ciudades, debió llegar a la ciudad de la Mota  y se albergó en la  Iglesia Mayor para bajar luego ubicarse en  la ermita de San Blas, donde este Crucificado recibió el nombre de la Salud, como era frecuente y relacionado con la salvación humana en tiempos de Peste. Ya comentamos en años anteriores, muchas cofradías, sobre todo la granadina del Cristo de la Salud que tuvieron el mismo origen. La antigua hermandad de San Blas fue dejando paso, en el siglo XVIII,  a la nueva constituida del Cristo de la Salud, de tal modo que está fue la encargada del mantenimiento de la ermita y de sus cultos hasta la desaparición de la ermita en siglo XX.


[1] DOMÍNGUEZ CUBERO, José. La escultura del Crucificado en el Reino de Jaén ( s.XIII-SXIX) IEG. 2009.



[i] MURCIA ROSALES, Domingo. Un retablo para el  Cristo de la Salud. Programa del Cristo de la Salud. 1987. Se complementa con un documento del ACOAR, datado en 1731 donde aparece una donación de ornamentos sagrados al administrador Esteban Hinojosa Moyano. La relación de la ermita con la familia de los  Garrido Espinosa de los Monteros, continua a lo largo de las mandas testamentarias de  sus descendientes. Incluso, la devoción al Crucificado se mantenía en sus propias casas, donde había uno  perteneciente a la familia y por las mandas testamentarias de Antonio Garrido Espinosa de los Monteros, se señalabas que valía unos doce pesos y no se había podido vender hasta  1743. Este último dato procede del Archivo Provincial de Jaén ante  Juan Miguel Guardia en el  registro segundo del folio 54 del año indicado.
[ii] AHPJ. Legajo 5228 Folio 557 y 561  Año 1760.
[iii] AMAR. Año 1761. Declaración  de los bienes de  la Obra Pía del Cristo de la Salud.    número 252. Folio 444, número 45  del I Tomo de Eclesiásticos. 5 Escribano  Victoriano Martínez. Confrontación de la operazión de la única Contribución de esta ciudad  para lo perteneciente a los vienes eclesiásticos, seculares y regulares de ella, su término y jurisdiccional. Posterior Declaración  cinco de marzo de 1771.
[iv] Este año, en concreto esta iglesia fue vendida a la familia alcalaína de Salvador Fernández Anchuela. Y hay noticias que se trasladaron todos las imágenes, ornamentos sagrados y objetos religiosos a la iglesia de San Juan. Pero se hizo un poco confusamente  de tal modo  que  en una sesión municipal del ayuntamiento alcalaíno se criticaba que algunas personas se habían quedado con algunos enseres.
[v] Fue obra de Antonio Blanco e importó veinte reales.



 

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