HERMANDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DE
Alcalá la Real -Jaén-
Se imprimió este Vía Crucis de la Mota , el Viernes de Dolores de 2016, con motivo del nuevo itinerario que llegó a la ermita de San Blas y se celebró través de la Fortaleza de la Mota.
A.M.D.G.
Edita: Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud de Alcalá la Real
Textos de contexto: Francisco Martín Rosales
Fotografías: Francisco José Heredia
Portada: Francisco José Heredia
Música de Cámara de Castro del Río.
Imprime: Tres Impresores Sur. 953 58 43 94
INTRODUCCIÓN
El presente Vía Crucis se ha hecho partiendo del cambio de itinerario motivado por las nuevas obras de San Blas y la Santísima Trinidad y , una vez completadas, se ha modificado en las primeras estaciones. Se ha hecho más patrimonial sin que desaparezca el recogimiento y donde se confunde el rezo con la piedra perenne que simula la tradición de una oración universal. El paraje ahora es más singular, y sigue siendo un homenaje a nuestros antepasados que dieron la vida por Cristo y le siguieron en los difíciles momentos del mundo de la frontera y de la pobreza. Se basa en textos elaborados y apropiados para contextualizar cada una de las estaciones y en el "Vía Crucis en Misericordia" de Cuaresma de 2016, editado por la Vicaría de Pastoral de la Diócesis de Jaén, que se recoge en su página web.
Este Vía Crucis en Misericordia está compuesto en cada estación por pensamientos del actual papa Francisco en torno al Año Jubilar de la Misericordia. Y las oraciones de cada una de ellas, son tomadas del cardenal Joseph Ratzinger (futuro Benedicto XVI) para el Vía Crucis del Coliseo de Roma en el año 2005.Las intenciones de cada estación van a ir siguiendo por las obras de misericordia tanto corporales como espirituales. Este Vía Crucis en Misericordia ha recogido el propósito de destino para los miembros de las cofradías penitenciales, pero lo hemos impreso para todos, que en tiempo de cuaresma se suele llevar a la práctica este modo de oración tan popular, y al mismo tiempo tan bíblico.
Por ser un modelos más breve, y pensado para ir caminando por la calle, se ha cambiado el texto de años anteriores. .
Nuestro agradecimiento especial a Francisco José Heredia y a Manuel Aguilera Peña, amigo y colaborador fotográfico, por sus aportaciones gráficas a esta obra. También, al Ayuntamiento de Alcalá la Real , primordialmente a la Concejalía de Patrimonio por su desvelo para el buen fin de este acto religioso y obra.
Los caminos de la cruz, el Vía Crucis, son
estaciones de amor, es un itinerario compasivo, repleto de escalas y peldaños
que nos conducen a la
Resurrección. Los caminos de la Mota , piedra desgastada en
medio de leyendas y vida de frontera son vivencias de gente humilde que
hicieron el camino.
El vía crucis y el pasado se
entrelazan, mientras la piedra se perfuma con el incienso sublimado y una
cadena humana se desgarra en oraciones de misereres, penitencias nazarenas y,
también, de teas de amor. Sirvan estas palabras del papa Francisco, referidas a la Cuaresma en este
Miércoles Santo , y sacadas De la
Bula Misericordiae Vultus (nº 17) para el Año Jubilar de la Misericordia
promulgada por el papa Francisco:
“La Cuaresma
de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para
celebrar y experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura
pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro
misericordioso del Padre! Con las palabras del profeta Miqueas también nosotros
podemos repetir: Tú, oh Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y
perdonas el pecado, que no mantienes para siempre tu cólera, pues amas la
misericordia. (cfr 7,18-19)”.
I
Estación: Jesús condenado a muerte.
Lugar: Placeta de San Blas
Frente a los restos de la antigua ermita de San Blas, Estamos en una encrucijada de caminos, y junto al Santo de la gargantilla que cambió
el mensaje del falso apóstol Judas en obras de misericordia. Cerca, las
antiguas Escalerillas de Santo Domingo, escalones bruñidos de leyendas,
callejón del ahorcado, del capitán traicionero, hálitos del alma rediviva.
Hemos concurrido como otros harían ante el juicio de la Justicia Mayor.
Como aquella caterva que te acompañaba, sin conocerte . pasando desapercibidos,
nosotros nos vemos inmersos en el anonimato de las masas; y , en este lugar,
absortos en el escorzo estético, no profundizamos en la tragedia que está
desarrollándose. Es la primera estación,
Jesús ante Pilato.
II Estación: Jesús con la cruz a cuestas.
.
Lugar: Antigua Cruz del Cristo de la Piedra
TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS,
PUES POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO Y A
MÍ, PECADOR.
Aquí se acababa
la calle de la Cruz
de Piedra, testigo de un duelo de amor entre dos caballeros alcalaínos, que se
vieron arrastrados por la pasión, y cayeron en la primera de cambio, no
supieron resistir, porfiaron y sus espadas entablaron la pugna fratricida.
Pero, ahí estabas tú, con tus brazos abiertos, que hiciste recapacitar en la
lid medieval; los transformaste. Pasaron de fieros homicianos de frontera a
portavoces de tu palabra y de tu cruzada de amor. Aquella cruz marcó este lugar,
con sus brazos abiertos desprendía amor y fijaba en tierra su dolor. Y se
incardinó en el alma popular. Asidero ante las calamidades humanas mostraba a
Jesús cargando con el pecado del hombre. El primer descanso de la imagen de
Jesús Nazareno, cuando subía a hacer la estación de las Trinitarias.
III Estación: Jesús cae bajo el peso de la cruz
Lugar
: En el Arrabal Nuevo.
Aquí hubo viviendas, cuevas como las del pueblo hebreo, y, en la
fría noche alcalaína, se nos muestran seres huidizos, evasivos, escondidos y
mirándote entre las rendijas de los ventanales que nuestros antepasados
horadaron en la piedra arenisca. Por encima, la Puerta de la Imagen se nos manifiesta
imponente, un ciprés nos detiene ante esta tercera estación de Pasión. Te han
vestido con nuevas ropas; sobre tu hombro, una cruz. Todo el poder, en tierra,
humillado hasta no poder más. Todo un escenario majestuoso para un esfuerzo y una
descarga de intenso amor. En este paraje, este templo externo, nos aporta la
entrega de tantos cristianos por salvar a muchos hombres. Pasamos
desapercibidos, pero, a lo mejor, el escenario se ha comido la escena.
IV
Estación: Jesús encuentra a su Madre.
Lugar: Junto al Pósito
Desde las ruinas del Pósito y actual Rincón
de los Poetas, se podía ver la ciudad que crecía a las afueras de la Mota ; tras este lugar se encontraba el antiguo
Hospital del Dulce Nombre de Jesús, que acogía a los pobres, enfermos y
peregrinos en la Sala
de la Virgen
presidida por la Madre
Coronada , de la
Caridad o de los Desamparados; ante nuestra vista se extendía
el barrio y la ermita de San Sebastián, uno de los patrones de Alcalá y el
santo mártir. Símbolo para los cristianos en su militancia contra los que
niegan a Cristo además de protector contra las epidemias y pestes, bello
símbolo de nuestro tiempo, en el que seguimiento a Jesús nos convierte en la
reencarnación del seguimiento de este santo.
V Estación: Simón ayuda a Jesús a llevar la cruz.
Lugar:
Ruinas de Antiguo Huerto Moriana o Albaicín
Bajo esta muralla del Castillo, la primera entrada por la
desparecida puerta barbacana para acceso
de la fortaleza de la Mota ,
entraban y salían muchos vecinos de la ciudad a trabajar la tierra, como aquel
campesino Simón de Cirene, o como Santiago, el apóstol predilecto, un caminante
que te seguía y te acompañó en el camino de la Cruz.
VI
Estación: La Verónica
limpia el rostro de Jesús.
Lugar: Plaza Baja
Aquí, en las
tiendas de la Plaza
Baja , se descansaba tras el camino, o se renovaban las
fuerzas para emprender nuevos itinerarios hacia nuevos lugares de
evangelización, probablemente el rostro se desfiguraba, tras el cansancio, como
el tuyo convertido en la imagen de Varón de Dolores, y que quedó fijado para la
posteridad. como una imagen que tan sólo se acercaba en parte a tu sufrimiento,
como decía Isaías.
VII Estación: Jesús cae por segunda vez.
Lugar:
Junto a las puertas de la
Alcazaba de la
Mota
Es el lugar más
alto de la ciudad de Alcalá la
Real , de fondo está la triple arcada de pasos de culturas:
primero musulmana y luego reconstruida por los cristianos, vigía de muchos que
dieron su vida por extender su fe. Nos recuerda la segunda caída de Jesús, por
los sufrimientos que debieron pasar tantas personas que regresaban de tierras enemigas
s tras la dura caída en las cárceles y en los tormentos más crueles.
ViiI. OCTAVA ESTACIÓN. Jesús
encuentra a las mujeres de Jerusalén
Lugar: En el
pórtico de la iglesia de Santa María Mayor de la fortaleza de la Mota
Dice la lectura
de su friso, que se encierra en el interior del arco carpanel, “HIC NISI ALIUD
QUOD DOMUS DEI ET PORTA COELI”. Un templo dedicado a una mujer, a María, su
madre; y un texto de lectura, “aquí no hay otra cosa que la casa de dios y la
puerta del Cielo”, es decir lo que debieron percibir aquellas mujeres, cuando
en el camino de la Cruz ,
tu les respondías con palabras de amor hacia ellas.
IX Estación: Jesús cae por tercera vez
Lugar:
En el claustro de la
Iglesia Mayor , junto a la capilla del Deán
En este rincón,
se reunía el cabildo eclesiástico, se enterraba a los fieles bajo su suelo y se
hacía el recorrido de las procesiones claustrales. Este claustro resonó con
canciones, salmos y misereres del amor de Cristo por los demás; aquí, el reino
de Dios se presentaba a los fieles, y Jesucristo en su tercera caída soportó
todo por nosotros, fue el agnus dei qui tollit
pecata mundi (el cordero de Dios que quita el pecado del mundo):
X Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.
Lugar:
Puerta de la Imagen
de Nuestra Señora
La imagen del
Cristo de la Salud
ha llegado a uno de los puntos más emblemáticos de Alcalá, esta monumental
puerta, en cuya pared interior se adosaba una imagen de Nuestra Señora, con la
que marcaba en otros tiempos la identidad cristiana de la fortaleza y el nombre
de este rincón, puerta tan austera como el despojo que sufriste en los últimos
momentos; la mayor injusticia en este lugar que también se denominó de la Justicia
XI Estación: Jesús es clavado e izado en la cruz.
Lugar:
Puerta de las Lanzas
Esta puerta de
las Lanzas, reconstruida a mediados del siglo XVI, se levanta junto al barrio
comercial de entrada a la fortaleza de la Mota , lugar de tránsito, testigo de tratos, e
infidelidades; su nombre recuerda justas anteriores. Pero , también la lanza
como la caña se levanta erguida y no la mueve ni el viento, el testimonio del
camino de la Cruz
se ha plasmado en realidad. Tú, Señor, te has convertido en símbolo para la historia
de la humanidad.
XII Estación: Jesús muere en la cruz.
Lugar: Espaldas del antiguo convento de las RR.MM.
Trinitarias
“Existió en este lugar una cruz. Una antigua trinitaria
debió prefigurarla; es la duodécima”.
Y, aquí decíamos “La ciudad se nos extiende
a nuestro alrededor. Desde lo alto , la humanidad de esta colmena humana se nos
presenta a la vista. En el madero, sabes perfectamente lo que has hecho y por
qué has llegado al final. Siguen mofándote de ti como un crucificado más. No te
comprenden. Tu lenguaje es distinto al de los demás. Los demás entienden sólo
con palabras. Para ti lo más importante es la cruz, desnuda, sencilla, sin que
nadie se compadezca de ti. Tu muerte abandonado por todos, me pregunto ¿no te
habremos abandonado también nosotros?”
XIII Estación: Jesús en brazos de su Madre.
Lugar:
Escalerillas de la calle La
Zubia o actual Romancero
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Este antiguo convento de las RRMM Trinitarias, construido
a mediados del siglo XVI, fue un lugar de
oración, de personas dedicadas a la vida contemplativa y a rezar a Dios por
todos nosotros y por las necesidades del mundo a Dios. Junto al huerto del
antiguo monasterio, las tres Marías te acogen y son acogidas por Cristo. Tres
mujeres y el discípulo amado en el trance final, en la agonía de la expiración.
Y la imagen, envuelta en una oración trinitaria, alienta el seguimiento de este
caminante.
Lugar: Convento restaurado de Nuestra
Señora de los Remedios( Monjas Altas)
Jesús es bajado de la cruz
Jesús es bajado de la cruz
XIV
Estación: Jesús es sepultado.
Lugar: Fachada de los pies de la Iglesia de San Juan
Cruz final , junto al sepulcro, el templo de
San Juan. Y el Cristo se muestra distinto. Insisto tozudamente, Cristo de la Salud. Como una
palanca, este apelativo de su advocación hace rodar la piedra que guardaba su
sepultura…Días después, Cristo del camino de la Salvación , el de la Salud en el arrabal del
amor…el de los silencios anteriormente bordados de reflexión. Ahora comprendo
por qué murió por nosotros, por amor.
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