En Marzo, se celebraban estas fiestas, según las constituciones del abad Moya a partir del XXX decenio del siglo XVII:
Sólo en la ciudad de Alcalá, el día uno la fiesta del Ángel Custodio, el día diecinueve la fiesta del glorioso san José, instituida por la Bula de Gregorio XV, el día veinte, la de San Joaquín, también por bula; y el día veinticinco la de la Anunciación de Nuestra Señora.
En este día se obligaba a la asistencia de misa y a la observancia del precepto de no trabajar, se cerraban todo tipo de comercio y trabajo artesanal y las tabernas y mesones no se podían abrir hasta la salida de la misa de la Iglesia Mayor. Tan sólo se permitía que en algunos lugares se pudiera traficar el comercio, relacionado con los molinos por estar apartados de los núcleos de población.[1] En el año 1754, se recibió una prohibición real en la que se impedía trabajar los días de fiesta.
Este calendario se completaba con las fiestas particulares de hermandades y cofradías, de aldeas y otros núcleos rurales. Por ejemplo, San Miguel en Charilla, santa Lucía en Frailes, san José en la Rábita , san Juan en las Riberas y en Cantera Blanca.
Durante algún tiempo del siglo XVII, el centro neurálgico de la ciudad será la calle Real y el Paseíllo de la Mora , el Llanillo y la Placeta de las Trinitarias, fueron los espacios abiertos donde se proclamaron los actos festivos y levantaron los tablados, y de confluencia de vecinos en las manifestaciones religiosas.
Muy ligado con el fenómeno anterior, es el nacimiento de nuevas ermitas, iglesias, parroquias y ayudas de parroquias, que tienen lugar en el propio casco (La Iglesia de San Juan, dependiente y parroquia de Santa María la Mayor ; la de la Veracruz , de la de Santo Domingo de Silos). Es el caso de la parroquia de Frailes, o de las aldeas, Charilla, Las Riberas, San José de la Rábita , Mures, Valdegranada, la Pedriza y Ermita Nueva.
LUMINARIAS
La palabra luminaria sufrió en Alcalá la Real una evolución de su significante y significado a través de su historia léxica. Primero se hizo una síncopa lum(i)naria. a continuaría el grupo mn ( como en la palabra hominem, homne y hombre) evolucionó a lumbraria o lumbrera, pero de una palabra de su campo léxico luminata, pasó lumnata, SE SONORIZÓ lumnada, Luego evolucionó a lumbrada. Y, para máss inri, en el dialecto andaluz lumbrá.
Como muestra de anuncio y publicación de las fiestas, se hacían luminarias, que eran hogueras que solían encenderse en los distintos sitios señalados de la ciudad, el castillo de la Mota , las Casas de Cabildo, por los siglos XVI y XVII, en la calle Real, y en algunas casas de vecinos. Las encendían durante tres noches repetidas en cuanto se produjera la noticia del acontecimiento. En la Iglesia Mayor , de acuerdo con el señor abad por medio de dos comisarios se celebraba una función de iglesia, en la que acudían todo el clero de la ciudad- beneficiados, capellanes, curas y frailes de los distintos conventos-. Y los más interesante, se dedicaban a la Señora Santa Ana, porque , según aducían :
Y sabiendo que, por especial protección, que asiste en Santa Ana, patrona de esta ciudad, para el alumbramiento de las mujeres preñadas, como se ha experimentado y para que conciban, desde luego esta ciudad se le dedique y consagre fiesta para el fin del feliz alumbramiento deseado de Nra. Sra la Reina.
Nació una hermandad de SAN jOSÉ, QUE YA HEMOS COMENTADO, en la capilla de este santo de la iglesia de de Consolación, con imagen, fiesta a del santo y familia que protegía y pagaba capilla y fiesta. Para ello dedicaba los rendimientos de sus bienes ( casa o fincas) a pagar los gastos. De entre las casas de vecinos que conservaron esta tradición se encuentra la h casa de la hornacina de la calle la Peste ( la de la Arretopa carnero tu lo eres) con un cuadro del siglo XVIII, que recoge la tradición de un devoto de san José, que dejó su casa para honrarlo y celebraba con fiesta, de modo que mantuvieron a lo largo del siglo XX los vecinos de la calle Abad Palomino. Y ACTUALMENTE, SOBRE TODO JUAN REY.
Y la de la calle Ancha, esquina de la calle Oteros, que se remonta a una anterior hornacina de la casa y taberna de Pablo Roldán, donde celebraban con convite de vino terreno la fiesta de un San José, que se adquirió de un recovero por los años cuarenta y cambió de ubicación.
Más reciente es la de Huerta de Capuchinos que no alcanza los XV años, y se dedica a San José de la Iglesia de Capuchinos y organiza Huerta de Capuchinos.
MÁSCARAS
Son los desfiles de los caballeros a caballo con las chirimías y atabales en las distintas luminarias y plazas. Provienen del siglos XVI y XVII y se mantienen en el siglo XIX. El lugar de los caballeros lo ocuparon las bandas de las tropas alojadas en la ciudad.Así relatamos:
A las doce del mismo día tenía lugar una compañía enmascarada y a caballo, compuesta de unos veinticinco jinetes recorrían las calles de la población iniciándose por la plaza y anunciando el baile vespertino.
Y, a mediados del siglo XX, la Banda Mixta de Nuestro Padre Jesús y la escuadra de judíos que recorrían las lumbrás.
Me encantan estas tradiciones y la explicación que nos das de todo esto.
ResponderEliminar