ICONOLOGÍA DE LO
CRUCIFICADOS ALCALAÍNOS
El
misterio de la salvación del hombre a
través de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo es una vivencia perrsonal y pública que integra a todas las épocas
de los vecinos de la ciudad de la Mota.
Lo testifican mucho mejor que
la manifestación pública, el testimonio
personal de las personas sencillas y
los documentos de las personas ilustradas y privilegiadas con mayor
ornato y profundidad. Se constata
que la representación iconográfica de la Virgen, la Señora Santa Ana y otros
santos como Santo Domingo de Silos
suelen superar con creces y por
notoriedad a la representación de los ciclos pasionales y de los momentos de la Pasión , Muerte y
Resurrección a lo largo de la historia abacial. No obstante, esta confesión
testamentaria de fe de una mujer ilustra muy
bien est vivencia religiosa en
cualquier persona“ y tomando como tomé
por mi e intercesora a la gloriosisima nuestra madre Virgen, Santa Madre de
Dios conçebida sin pecado original , ellas que es madre e digna de rogar a su precioso hixo me quiere perdonar mis
culpas e pecados e mi anima quiera
llevar a la gloria(...) encomiendo mi anima a Dios Nuestro Señor que la crió y
redimió por su preciosa sangre y el cuerpo a la tierra de donde y adonde fue finado” [1]. Y, del mismo modo aparece en las escrituras de
concierto para fundar hermandades pasionales entre las cofradías matrices,
hermandades o pasos y clero regular y secular, como en esta de la Compañía de
los Soldados del Viernes Santo: “que le consta que se saca la imagen de
Jesús Nazareno en memoria de la Muerte y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo,
haziéndose preciso el que asista la Compañía de Soldados en la Sinagoga”[2]. Como es
frecuente, suele representarse esta creencia de los católicos con
la representación de la
cruz, los crucificados y los
calvarios, ya que la tradición cristifera se remonta a los primeros cristianos
de la comarca de modo que su primera
representación diocesana de Jaén
tuvo lugar en nuestra comarca con las diversas cruces que aparecen en la
inscripción funeraria datada por el
padre Sotomayor en la epoca
paleocristiana ( siglo V-VII). Allí,
Potencio, se
autoidentificaba como “famulus Christi”y
colocaba varias cruces intersilábicas para hacer profesión del
Cristianismo. No hay nuevos datos ni de
cruces ni de crucificados hasta
la conquista alcalaína por ls tropas castellanas del rey Alfonso XI.
LOS SIGNOS DE LA SALVACIÓN EN EL MUNDO
DE LA FRONTERA
Varios periodos pueden establecerse en la presencia de los
diversos tipos de la simbología salvífica en
Alcalá la Real. En primer hay que poner de manifiesto la época de
frontera (1341-1492), momento que se caracterizaba por un impulso importante de
identificación de los cristianos frente
al pueblo musulmán. Por un lado
la ciudad se encontraba encerrada dentro de la ciudad fortificada , donde se
ubicaban las dos parroquias de Santa María la Mayor y la de Santo Domingo de Silos. Por otro
lado, la propia frontera física, que
recorría desde la Cañada de Ámbar hasta Trujillos y Noalejo pasando por el
Camello, arroyo de Mures y otras montañas del sur jiennense, venía marcada por una serie de mojones, colocados en troncos de árboles y montones de piedra y de tierras,
identificados con la cruz tallada, incisa y levantada para definir el terreno. La propia
cruz de cantería o de hierro se colocaba
en puntos significativos de la ciudad : son las cruces de caminos, ermitas,
oratorios, puertas de la ciudad,
humilladeros y edificios religiosos. La leyenda del Cristo de la Piedra, en torno a la carrera
vieja de los Caballeros está relacionada con la presencia de un Crucificado y
dos caballeros que porfían por una dama musulmana, pero, al final, se identifican
como el prototipo de los militantes cristianos al convertirse en patrono de
convento y soldado de la conquista para implantar el cristianismo en España.
En este periodo, predominaba la simple cruz,
como se manifestaba en el remate de muchos retablos y en los paramentos
de las iglesia de Santo Domingo de Silos; también hay presencia del
crucificado, pero no se ha podido identificar un espectro amplio para poder
definir su tipología y la simbología.
Tan sólo, hay una simple referencia
a la capilla de un Cristo Crucificado, denominado del Perdón, que cubría
el ciclo salvífico con otra capilla dedicada al Cristo de la Columna. No hay
referencia fotográica de este Cristo a
no ser que probablemente fuera un Cristo gótico donado por algunos de los
abades.
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