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domingo, 6 de marzo de 2016

EL SIGLO XVII. EL CRUCIFICADO EN LOS PASOS REPRESENTADOS.


A partir del siglo XVII, famosos escultores de la Escuela Andaluza de la imaginería nacieron en Alcalá la Real y crearon modelos de la imagen del Crucificado para muchos rincones de España y América: Pablo de Rojas y Juan Martínez Montañés fueron artífices de los mejores crucificados del Naturalismo y Protobarroco de modo que no es de extrañar que se acreciente la presencia del crucificado y del calvario en detrimento de la presencia de la cruz en muchos lugares religiosos de Alcalá la Real. Sin olvidar que la Puerta de los Álamos recibiera y despidiera a los vecinos y pasajeros del camino de la Corte con una cruz en la hornacina del segundo cuerpo, se mantiene la representación del Crucificado sin otorgarle advocación alguna en los campos de la pintura, escultura y artes menores ( desde la cruces parroquiales hasta las que coronan las cúpulas de las iglesias pasando por los sagrarios, los púlpitos y hostiarios). Entre aquellos, en pintura destaca el Cristo de la Misericordia del convento de los capuchinos, que , con el paso del tiempo, dejará en olvido al Cristo Nazareno de Santa María la Mayor, que se denominaba de la misma manera; pues como constata Guardia Castellano “la historia de la capillita brilla allá abajo , entre las nieblas de los boscajes de los bajos del Paseo de los Álamos, como faro de salvación, y a donde van nuestras paisanas en las plácidas noches del estío, formando cordón interminable, como perlas un de collar luminoso, a cumplir con las àlabras costumbre legada por nuestros mayores, de rezar un credo al Señor de la Misericordia”1.

También, se completan algunos calvarios o pasajes de pasión como en la manifestación religiosa y cofradía de la Oración en el Huerto y, luego, del Señor de la Humildad, donde aparecía un crucificado y su gallardete con sus correspondientes hermandades.2 En la del Dulce Nombre de Jesús, hay momentos de la presencia de un crucificado en su manifestación procesional de la mañana del Viernes Santo completando el paso de la Lanzada. Los miembros importantes del cabildo eclesiástico encuentran un panorama muy desalentador, donde la mayoría de la población, que es analfabeta y sin formación religiosas. Para ello, realizan un esfuerzo evangelizador y catequético mediante a presencia de grandes predicadores para asistir

en las ceremonias religiosas; también se permitió la instauración de conventos regulares de las dos importantes ordenes religiosas : Santo Domingo de Guzmán con la fundación del monasterio de Nuestra Señora del Rosario; y los franciscanos con la venida en el siglo XVI y la fundación de dos monasterios de su orden, el de San Francisco y el de Nuestra Señora de Consolación. Y un tercero de San José de Capuchinos en el tercer decenio del siglo XVII. Estos prolongarán su labor catequética a la calle mediante la representación de los pasos pasionales dentro de un contexto posterior al Cocilio de Trento y en defensa de los valores católicos de la Contrarreforma.
Estas mismas órdenes religiosas ( en el caso de Alcalá franciscanos y dominicos) promocionaron este modo de evangelizar, y, como dijimos, “ las representaciones, en forma de misterio o autos sacramentales o imágenes, en sus orígenes tratan de que el devoto consiga aprender el misterio de la Pasión de Cristo como una historia viviente y hecha vida en el mundo del teatro en la calle, Lo que no podía conseguirse e los templos mediante la persuasión de la palabra , trataban de alcanzarlo con una mayor difusión ante una mayor presencia de oyentes que en el templo. Y esto en un contexto , en el que todavía quedaban restos de la convivencia con otras religiones ( los moriscos y los judíos), y la iglesia se vacunaba contra la amenaza del protestantismo en su Contrarreforma, tan defendida por la jerarquía católica 3”. Y a esto hay que añadir la gran preocupación del clero abacial de la Época Moderna por que se alcanzara una mayor práctica religiosa y vida espiritual entre sus fieles debido a que muchos fieles no acudían con asiduidad a los templos y el sermón quedaba ausente de muchos fieles. Muchos son los testimonios de abades que tratan de pastorear con la palabra, desde Juan de Ávila hasta el abad Sánchez Mata, pero nos quedamos en estas palabras referidas al abad Diego Castell de Ros”como buen pastor , deseando se salvasen todos. Desde el día ocho del mes de junio de 1698, empezó a explicar la doctrina cristiana públicamente por su persona en la Santa Iglesia Mayor de esta ciudad, fue continuando todos los domingos y fiestas de guardar, y en los años siguientes los explicó en los restantes lugares de la Abadía.4”. Y hasta la llegada de este abad era frecuente que subieran a los púlpitos los predicadores del clero regular, pero, a partir del siglo XVII los solemnes sermones de la Semana Santa se reservaron para los abades o sus vicarios. Era la catequesis para preparar y formar al pueblo que se iniciaba con estas piezas oratorias del Miéroles de Ceniza y alcanzan su cenit en el Sermón del Mandato en la tarde del Jueves Santo. Este tipo de sermón se concebía como si la palabra se se prolongara en la calle de tal modo que existe un guión titulado EL SERMÓN DE LOS PASOS REPRESENTADOS, que un cura castillero redactó para llevar a cabo ese diálogo entre el pueblo y los personajes de los pasos. No tiene desperdicio alguno sus palabras del exordio para valorar el sentido pastoral:
Pueblo católico, al veros reunidos esperando con atención la representación de estos inefables misterios, no quisiera que vuestro intento fuese el ver practicar estas ceremonias por mera curiosidad , y, como quien entra únicamente de pasar el rato en una representación teatral, lejos de todo buen cristiano, una intención, que ella sola sería una horrible profanación de lo más santo y misterioso, que jamás se obró sobre la tierra : vuestro intento ha de ser aprovechar las lecciones del Salvador y sus palabras, con una viva fe y con buen deseo sincero de mostrarse agradecidos a sus finezas, enderezadas a nuestras satisfacción”5.
Pero, en este periodo, se asiste a una aumento de la práctica pietista que tiene como centro la imagen del Crucificado. En esta difusión tuvo un gran impacto la Escuela e Cristo, obra del italiano San Felipe de Neri, que se instaló en la ciudad , primero en la iglesia de San Blas, luego en San Juan, haciendo también estación en San Francisco, para acabar con una ubicación propia de oratorio en el antiguo corral y cementerio de la la Cofradía de la Santa Cruz, ubicada junto a la iglesia del mismo nombre. No es de extrañar qie muchos personajes importantes de la ciudad- desde el abad hasta los hijosdalgos- figuraran como miembros de esta asociación religiosa bajo la égida del Obediencia, un sacerdote que dirigía todas las reuniones y prácticas religiosas en torno a un Crucificado, que solía ser el de ñas ermitas, conventos o templos donde se ubicaba. El de San Blas, el de la capilla del compás de San Francisco y el del Cristo de las Penas en la iglesia de la Veracruz.
Otro aspecto de la piedad devocional se practica durante estos dos siglos: nos referimos al acto de la Vía Crucis, curiosamente expandido por la gente sencilla y humilde que logŕo erigir las catorces estaciones de la Pasión de Cristo en la Cuesta del Cambrón a finales del siglo XVI y, a partir del tercer decenio del siglo XVII, lo levantó en el Cerro de las Cruces o del Calvario, del que hay referencia que está formado por catorce cruces y sus correspondientes oratorios o capillas, que fueron renovados a principios del siglo XX y destruidos en los años treinta del mismo sigo, actualmente se han recuperado y formado un bello paraje urbano.6

L
1I  DOCUMENTO SOBRE EL CONVENTO DE CAPUCHINOS DE ALCALÁ LA REAL
 Archivo del Congreso de los Diputados. Legajo 20 /nº 56. amoprimeramente la Iglesia con siete altares y adorno de seis retablos, dos marcos de lienzo, trece quadros a la Vía Sacra,una cruz de madera con el Santo Cristo de la Misericordia,Reflejaba el momento histórico de la devolución a los frailes del convento que se les  había desamortizado años antes. Dicho acontecimiento partió de la nueva política real de devolución de bienes a las comunidades religiosas desamortizadas a partir de la Real Regla promulgada el 14 de enero de 1813 y que en las provincias ejecutaron los intendentes, nombrando administradores de bienes nacionales en cada partido judicial. En el caso de Alcalá, se cambiaron a los antiguos administradores afrancesados( Vicente Mirasol) por otros nuevos, precisamente fue Manuel Durán y el acto de toma de posesión y entrega se llevo a cabo el dos de abril del mismo año. El Intendente de Jaén extendió el decreto de la obligación de levantar ante el notario el documento de restitución de bienes con fecha de 30 de mayo de 1813 y días más tarde, el cinco de junio se hizo en Alcalá la entrega al guardián del convento. Por lo interesante del documento vamos a transcribir



2MARTÍN ROSALES, Francisco. Pasos. Historia de la Hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en la Columna. 1999.
33 MARTIN ROSALES, Francisco. Iconografía de los pasos de Semana Santa de la hermandad del Ecce-Homo y Jesús en la Columna de Alcalá la Real. Program del Ecce-Homo. 3012.
4 GARRIDO ESPINOSA DE LOS MONTEROS, Diego. Historia de la Abadía de Alcalá la Real.
5 Papeles de los autos del Castillo de Locubín, recogidos en el libro de los Pasos, de la Hermandad del Señor del Ecce-Homo Y Jesús en la Columna.

6 ACTA DE FUNDACIÓN DE LA CRUZ DEL SEÑOR DEL ECCE-HOMO.13 DE ABRIL DE 1649
"El licenciado Juan de Cuartas, presbítero, Francisco Hernández, tejero, Pedro Álvarez Baeça y su hijo Pedro Álvarez,, piden licencia a la ciudad para hacer Humilladero y  Oratorio junto a la primera cruz , donde empieça el Clavario , donde signifique donde a  nuestro Salvador y Redentor Jesucristo sentenciaron a muerte y le pusieron la cruz y, por 
lo visto, dan licencia a los susodichos que hagan el dicho oratorio , como lo ofrecen, no mudando ni quitando ninguna cruz ni paso que hoy está edificado en el dicho Calvario"

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