En este
periodo, se acrecientan también las
advocaciones de los crucificados, generalmente los devocionales con un
apelativo variado según el contexto, el fin devocional y su origen. Los hay que
hacen referencia al propietario de la capilla, es el caso de la capilla de
Alcaraz de la iglesia de Consolación , probablemente recogiendo la imagen del
patronato de Pedro Fernández de Alcaraz;
un caso especial es el Cristo de la Salud, que responde a su tipología
advocacional de la salvación corporal y muy frecuente divulgada por todos los
pueblos de Andalucía en tiempos de epidemias, pestes y pandemias y cuya
propagación de culto se basó en una memoria o fundación, en este
caso ligada con la familia de los Garrido y Mora, se propagó a toda la
población a lo largo del siglo XVIII y alcanzó su culmen en el siglo XX como
hermandad pegujarera.
A pesar de que los
abades de la Ilustración llevaron a cabo
una redoma de muchas cofradías y, por parte de las autoridades eclesiásticas,
se promovió el alejamiento de este tipo de
piedad popular pasional rechazando en muchas ocasiones la representación
de muchos pasos de las cofradías
semanasanteras, la imagen del Crucificado completa el ciclo pasional y se
incorpora con mensaje pasional la noche del Miércoles Santo de la mano de la
cofradía de la Oración en el Huerto y Señor de la Humildad . Cuando
constituyeron sus estatutos entre la cofradía y los hermanos del gallardete del
Cristo lo hicieron con estas palabras que manifiestan su sentido iconológico
procedente de la lejana Contrarreforma. “.. en servicio de Dios Nuestro
Señor , y para honra y culto y por alentar la devoción cristiana y desterrar
las invasiones de los comunes enemigos, han determinado el que, desde este convento, ha de salir de
la Oración del Miércoles Santo cada año y vaya la imagen del Santo Cristo
Crucificado” . Este mismo
sentimiento se proclama a través de
la fe testamentaria del hombre sencillo
de aquel tiempo que manifestaba su declaración de fe a través de su testamento,
en el que repetía una serie de formularios, en el que radicaba su religiosidad.
En primer lugar declaraba su creencia en el Misterio de Trinidad (
Padre, Hijo y Espíritu Santo, " tres personas distintas y un solo
Dios verdadero") y como hijo de la iglesia católica, la que
consideraba su Madre, se manifestaba "en todo lo demás
que tiene cree y confiesa esta". Antes de su partida de esta vida, manifestaba que
había tenido con como norma el seguimiento de Jesucristo y de su Madre,
resaltandola e invocándola en la advocación de Concepción. para
que se interpusiera con su Hijo e invocarla como abogada con el fin de
que, por los méritos de su pasión, ponga su alma en
cabeza de su salvación". Su convencimiento total radicaba
en la redención de su alma
por Jesucristo, que "le crió y redimió con su sangre" Es
un hombre que temía a la muerte y preveía todo lo que dejaba tras su óbito. Son
varios casos en los que declara que sea sepultado en las bóvedas de
las iglesias la localidad, los únicos cementerios de estos tiempos. Abundan los
que lo hacen en el convento de Consolación; sólo se entierran en las
una capilla propia, los que tienen reservada la bóveda por ser patronos
en los conventos franciscanos, San Juan, y las monjas dominicas y
trinitarias; menos frecuentes son los que lo hacen en la iglesia de ,
a donde se entierran los cuerpos de los vecinos de muchas aldeas.
Santo Domingo, y Santa María de , recogían principalmente las
familias hidalgas.
[1] Este dato muy interesante, es el
inventario de la Iglesia donde se ubicaba Jesús Nazareno y María Madre de
Dios del Rosario. Lo conocemos a través de la pieza 26 del legajo cinco del
Archivo Municipal de Alcalá la Real y se realizó años antes de la
exclaustración de los dominicos, en torno al 1820. Y, en el Archivo de las
Cortes Españolas, está el legajo 20
/número 57 y con fecha del 23 de junio de 1813 se titula” Escritura sobre
entrega de su convento a religiosos de Santo Domingo de Guzmán de aquella
ciudad” Para el estudio de los crucificados, subrayamos en negrita “Ocho santos de bulto, seis escaños, dos cajones, ocho
puertas nuevas de una bandera, un confesionario, una silla de baqueta, dos
asientos de terciopelo, un facistol, una cajonera rota con dos cajones,
dos atriles, un pie de cirial, dos ciriales, una banderola, una escalera para el
sagrario, dos frontales viejos, una vidriera grande, nueve candeleros,
dos cruces de cristal, un cajón envevido en la pared, una camilla de un
crucifijo, nueve farolas chicas y grandes, nueve lienzos con marco, otros
dos sin él, tres marcos grandes dorados, un pedazo de retablo con otros varios
de lo mismo, un friso sin dorar, una mesa de altar, un cajoncillo de
Sagrario, una puerta de alacena, otras de farolera, un quarterón, tres
cruces de madera, cinco cuadros grandes rotos, la sillería del coro con
puerta de dies y siete, el armazón de madera del órgano y dos fuelles, una
campana de la torre, otra pequeña en la Sacristía, una mesa, dos lámparas de
metal, quatro cerrajas de quadros, una efigie de Nuestra Señora de bulto, seis
horquillas, cuatro almohadillas, un frontal, quatro aras, un San Miguel, un
quadro de lienzo, otro grande, un Crucifijo y dos láminas, veinte y
seis libros, un trono de la Virgen del Rosario, una banderola y un
crucifijo, dos cojines dos candeleros, y dos cruces, dos láminas, una
campana pequeña, una lámina de Dolores, un retablo y cristaleras, una lámpara,
ostiarios y yerros de hostias, una cruz de guión y dos cruces, dos
cortinas de Sagrario, un frontal y un paño de púlpito, tres almohadas, un
ornamento encarnado, cuarenta y ocho manípulos, cinco manteles, seis frontales,
dos paños de púlpito, cuatro capas, treinta y un collares, cincuenta y una
estolas, dies y seis paños de cáliz, doce bolsas de corporales, dos
hijuelas, doce sobrehostias, cuatro mangas de cruz, cinco cíngulos,
veinte y nueve casullas dalmáticas, tres paños de atriles, un velo morado y dos
banderolas, dos cajones de la Sacristía, doce llaves, .
[2] I
DOCUMENTO SOBRE EL CONVENTO DE CAPUCHINOS DE ALCALÁ LA
REAL Archivo del Congreso de los Diputados. Legajo 20 /nº 56. Se
titula “Alcalá la Real, cinco de junio de 1813. Escritura sobre entrega de su
convento a los religiosos capuchinos de aquella ciudad”
Es una copia
de una escritura realizada por el notario González de Lara Reflejaba
el momento histórico de la devolución a los frailes del convento que se
les había desamortizado años antes. Dicho acontecimiento partió de la
nueva política real de devolución de bienes a las comunidades religiosas
desamortizadas a partir de la Real Regla promulgada el 14 de enero de 1813 y
que en las provincias ejecutaron los intendentes, nombrando administradores de
bienes nacionales en cada partido judicial. En el caso de Alcalá, se cambiaron
a los antiguos administradores afrancesados( Vicente Mirasol) por otros nuevos,
precisamente fue Manuel Durán y el acto de toma de posesión y entrega se llevo
a cabo el dos de abril del mismo año. El Intendente de Jaén extendió el decreto
de la obligación de levantar ante el notario el documento de restitución de
bienes con fecha de 30 de mayo de 1813 y días más tarde, el cinco de junio se
hizo en Alcalá la entrega al guardián del convento.
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