UN DOCUMENTO ENTRE DOÑA JOSEFA DE TORRES Y SEBASTIÁN SOLANO DE LUQUE Y OTROS ANTE EL ESCRIBANO JOSÉ GUTIÉRREZ. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL. 7 DE ENERO DE 1786.
Francisco Solano de Luque
Fue apodado "el pulsista", nació en Montilla el diez de noviembre
de 1684 y murió en Antequera el 30 de marzo de 1738. y se le considera un famoso médico e investigador español.
Fue atraído por la Medicina y en la Universidad de Granada en 1704 , obtuvo grado de bachiller en filosofía y medicina entre 1707 y 1708.Luego se graduó en medicina en 1709, doctorándose después.En 1710 alcanza la investidura de licenciado en Medicina y enseguida ocupa la plaza de Illora, pueblecito granadino en el que pronto alcanza justa fama, que se difunde rápidamente a todas las poblaciones de la comarca, desde donde es llamado en repetidas ocasiones para asistir a enfermos. No fueron ajenas a su insistente nombradía las investigaciones esfigmológicas que, iniciadas en sus años de estudiante en Granada, continuara después en Illora donde comenzó a cimentar toda una doctrina pulsística, a la que después nos referiremos, que por atractiva y novedosa caló profundamente en los que tuvieron la oportunidad de conocerla. En esta etapa granadina de su vida profesional alcanza el nombramiento honorífico de catedrático sustituto de la Universidad de la ciudad del Darro y el de socio correspondiente de la Real Sociedad de Medicina de Sevilla, a la sazón refugio de todas las grandes figuras médicas que mantenían abierta contestación con las facultades de Medicina, de típico corte escolásticogalénico. Estando aún en Illora, contrae matrimonio con doña Josefa de León y Navajas, natural y vecina de Rute, de la que tendría hasta quince hijos. Entre 1712 y 1717, , fue médico de esta insigne villa cordobesa. Allí nacieron algunos de sus hijos, siendo el último bautizado por un antequerano como símbolo de su siguiente lugar de trabajo.Por estos años también, es editado en Córdoba su primer libro, titulado Triunfo de la crisis epidémica sevillana... A este respecto comenta el Dr. Salas y Vaca que es «... un hecho indicador de las actividades de la época, que eran compatibles con las investigaciones, trabajos y labor de Solano en su profesión de médico y marido...».En 1717 recala en Antequera para ocupar una plaza de médico numerario, en la que permanecerá hasta su muerte. En sus veinte años de estancia en la ciudad malagueña, compartiendo con su diaria dedicación a los enfermos, coronará sus investigaciones sobre el carácter de las enfermedades crónicas que resumirá en su libro Origen morboso... y quintaesenciará su doctrina esfígmica que daría a conocer en sus obras Lapis Lydos..., la más importante y trascendente y Observaciones sobre el pulso, complemento y aclaración de la anterior. Su fama llega a la Corte, siendo nombrado, a causa de un notable éxito logrado allí, médico honorario del rey Felipe V y de su familia, pero cuando verdaderamente su nombre y su obra comienzan a difundirse, será a partir de la llegada a Antequera del médico irlandés Jaime Niheli, en 1737. Este, que residía circunstancialmente en Cádiz, atraído por la doctrina solaniana que había podido entrever en el Lapis Lydos... publicado seis años antes, decidió conocer de los propios labios del autor todo su profundo pensamiento, para lo cual permaneció dos meses en Antequera aprendiendo y experimentando con el «Pulsista».
Su hijo Pedro Solano de Luque fue médico de Alcalá la Real y se casó con doña Josefa de Torres, vecina de Alcalá la Real, con la que tuvo varias hijas María Josefa, Isabel Nicolasa, Manuela Antonia, Jerónima y Francisco José. todos hidalgos. Estos quedaron muy jóvenes huérfanos, porque la madre se hizo cargo de ellos y se los trajo a Alcalá la Real y fue la tutora de sus bienes y haciendas hasta la mayoría de edad. También recibió en herencia una obra médica manuscrita que conservaba en su casa de Alcalá por el año 1790. Según un documento del Archivo Histórico Provincial ante le notario José Gutiérrez, estaba insinuada por el dicho Francisco Solano « conteniendo según informes y noticias cosas provechosas a la salud públicas y adelantos de los facultativos en el arte de la medicina ha determinado que se imprima a beneficio de todos los interesados . Le dio la obra ara que se imprimiera poderla usar a su cuñado Sebastián Solano de Luque y al catedrático Joaquín Esquera del colegio de San Isidro de a Villa y Corte.
OBRA Y APORTACIONES
- Como médico se hacen estas valoraciones «Era su postura clínica muy avanzada para la época en cuanto al concepto de enfermedad y terapéutica. Su negativa a utilizar los métodos tradicionales (purgas y sangrías), su celeridad por aplicar sin demora los tratamientos específicos siempre que ello fuera posible y, en especial, su rechazo a recetar la polifarmacia habitual, hicieron de él un médico prudente y poco común». Cuentan que fue muy famoso, pero para subsistir aceptó la plaza de médico titular en Mora, donde casó en 1711. En 1717 recibió la designación de médico de número en Antequera. Y en 1718 escribió Origen morboso común y universal generante de los accidentes todos que fue editada en Málaga. Su incansable dedicación a la observación de esta constante vital le valió el sobrenombre con el que ha pasado a la posteridad: el pulsista. De ahí este comentario :Pese a sus probados conocimientos sobre el pulso, en los grandes centros urbanos donde se desarrollaba la investigación médica sus pronósticos sólo constituían motivo de burla para otros colegas.Menos mal que el el doctor J. Nihell, médico de la colonia inglesa de Cádiz, lo reivindicó. Pronto este pronunciamiento favorable arrastró el del holandés Gerard Van Swieten y el apoyo de los franceses Bordeu y Lavirott. Llegó a convertirse en uno de los clínicos más importantes de Europa de su tiempo, como así lo reconocieron los miembros de la Escuela de Viena como Albrecht von Haller, Anton de Haen y Leopold Auenbrugger.
No es extraño que se le considere un adelantado de su tiempo «la obra de Solano pone de relieve la importancia del pulso, que con el paso de los años resultará decisiva, en el diagnóstico de las enfermedades. En España defendieron sus descubrimientos Benito Jerónimo Feijoo, Carlos José Gutiérrez de los Ríos y J.L. Roche, entre otros.
Cádiz intentó captarlo, pero Solano rehusó salir de Antequera, donde acabó sus días. Hasta su muerte publicó numerosas obras traducidas a muchos idiomas cultos de su época. Entre sus publicaciones destaca Lapis Lydos Appollinis, editada en Madrid, 1731, y, la que su familia alcalaína conservó Observaciones sobre el pulso (Madrid, 1787). La obra fue conservada por la mujer de Francisco Solano Manuela Navajas, que la entregó a su hijo Cristóbal para llevarla a la impresión, pero murió pronto. Entonces recogió la obra su hijo Pedro que mantuvo en arca bien guardada la obra e hizo algunas gestiones para publicarla, y lo consiguió gracias al corregidor de Antequera Francisco de Milla en Madrid. Pero , su dedicación como médico en Antequera y, luego en Alcalá, con otras ocupaciones se lo impidieron . Muerto Pedro, también su esposa Josefa de Torres logró el objetivo como tutora de sus hijos en 1787 ofreciéndole a su cuñado Sebastián Solano..
Recogiendo estas palabras de la biografía crítica de Pablo García Hediondez Hé aquí su descripción: Observaciones sobre el pulso. Obra
póstuma del Dr. D. Francisco Solano de Luque, Medico Honorario
de la Real Familia, Catedrático substituto que fue en la
Universidad de Granada, Socio de la Real Sociedad de Sevilla,
Medico y vecino de la ciudad de Antequera. Publicada de orden
de S. M. Madrid en la Imprenta Real. tjSj.
4.0 Prólogo del Editor, 10 hojas. Declaración previa de don
Pedro Solano de Luque, 4 hojas. Prólogo del autor, 9 hojas.
Retrato del Dr. D. Francisco Solano de Luque, grabado en cobre
por F. Solma. Text o con su introducción previa, 357 hojas.
En el prólogo del editor manifiesta este por qué se ha dado
á luz la obra, teniendo en cuenta su particular mérito y la
extremada pobreza de la familia de Solano de Luque, exponiendo
brevemente sus ideas, aunque no deja de observar en
ellas algunas incorrecciones. En la declaración previa su hijo
D. Pedro nos refiere las vicisitudes de la obra, el motivo que
tuvo su padre al escribirla, el fallecimiento de este y los infructuosos
trabajos que dió para que se imprimiese, hasta que
por mediación del limo. Sr. D. Francisco Milla y de la Peña,
Regidor de Madrid y vecino por aquel tiempo de Antequera,
llegó á oid-js del Exctio. Sr. Conde de Floridablanca la noticia del libro, interesando á S. M. el rey Carlos III para su impresión,
como así se verificó por orden y cuenta suya.
Expone el autor en su prólogo.las razones fundamentales
que le obligaron á escribirlo, contestando á los redactores del
Diario He los Literatos Je España, quienes encomiaron su obra
en el tomo II, páginas 156, 184 y siguientes, tergiversaron los
conceptos de la misma, concluyendo por manifestar que era
gran lástima no fuese cierto lo que exponía.
Esfuérzate en probar que cualquier idea nueva, por muy
veraz que resulte, no puede en un momento dado desterrar las
antiguas y arraigadas preocupaciones de la estilar medicina, y
aunque comprende que su invento estará sujeto a errores, entiende
que siempre han de existir muchos más en la práctica
usual.
En la introducción refiere cómo el Dr. Nihell llegó á verle
en Antequera y lo satisfecho que ha quedado de su invento,
hasta el punto de hacer suyo el extracto que formó este médico
irlandés de sus crisis por el pulso, cuya exposición está perfectamente
sintetizada y expuesta al principio de la obra, en lo
referente al pulso, la diarrea, los vómitos, la orina, el sudor y
las crisis en general, todo lo que aparece firmado por él en 5
de Noviembre de 1737 en la ciudad de Antequera.
Consta el capítulo l.° de XXI observaciones sobre la hemorragia
narium,critica sintomática y precautoria.El 2/ deXXXVI
observaciones sobre la diarrea crítica y sintomática. El 3.*
XXVIII sobre el sudor critico y sintomático, IX sobre el movimiento
de orina, vómitos críticos y sintomáticos, terminando
con las cinco que presenta su hijo D. Pedro, en corroboración
de las teorías de su padre; también este segundo hijo del célebre
médico montillano, había ya fallecido á la publicación de
esta obra, siendo médico titular de Alcalá la Real.
En general el espíritu más moderno que se revela en este
libro, despojado de galenismos y de citas extemporáneas, en el
que aparece cada historia clínica con sus correspondientes reflexiones,
le hace más agradable al médico que desee penetrarse
bien de las doctrinas de Solano de Luque y de lo que
comprobó en su numerosa práctica. Esta obra parece que tuvo
una segunda impresión en 1797, la que no hemos podido encontrar.
O esta opinión:
Este es el Solano humilde y contestatario, candoroso y antidogmático,
generoso y firme en sus convicciones. Este es Solano de Luque, cuya presencia
en la medicina preilustrada significó, al menos, alguna luz sobre una
práctica, sumida entonces en un mar de obscuridades. En definitiva, este fue
el hombre que, aun en su condición de médico rural, representó a España
en las más relevantes clínicas europeas de su tiempo y que, sobre todo, supo
ser siempre un médico.
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