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martes, 16 de diciembre de 2014

NACE EL BARRIO DE SANTO DOMINGO DE SILOS


MORFOLOGÍA DEL BARRIO EN EL SIGLO XVI

 

 
 

Los anderos del Cristo de la Salud sacaron Santo Domingo
Hasta finales del siglo XVI, el  Arrabal Viejo  debió  formar una amplia unidad territorial  a la hora de repartir los cuarteles o barrio entre los regidores  en el célebre cabildo de suertes porque se distinguía  claramente el cuartel de Santo Domingo entendido en su amplio territorio, con espacio delimitado con respecto a de San Juan, San Blas, San Sebastián y el Dulce Nombre de Jesús que correspondía a la zona del Llanillo[1]. 

            Como manifiesta el profesor Rodríguez Molina al referirse a la fisonomía ciudadana este es el paisaje urbano de toda la fortaleza, y, por ende, del Arrabal Viejo:

 

Estructurada la Mota como una fuerte ciudad, quedaba defendida por grandes muros y torreones, al abrigo de los cuales se apiñaba, en reducidas dimensiones y estrechos espacios, una nutrida población de gobernantes, clérigos y guerreros. Su fama de bastión  inexpugnable es recogida por A. de Palencia en estas breves definiciones de la villa: ‘Alcalá la Real, fortísima por naturaleza, pero más respetable  por su proximidad a Granada` Las necesidades de protección y defensa la convertían en un baluarte inexpugnable con un espacio  estrecho y sobreocupado[2]”.

 

Pero, por una  memoria de la capellanía de la parroquia de Santa María la Mayor, podemos  hacernos una idea del aspecto urbanístico que ofrecía este barrio: la vivienda se unía con la tienda, y, esta, a su vez, con  otras viviendas a través de los miradores de sus alturas, aspecto  muy similar que deberían ofrecer las partes altas del barrio de Santo Domingo, como la calle del Postigo cercano a la Puerta de la Imagen, las calles linderas con el Gabán por la parte baja,  y las viviendas de la Puerta Zayde[3]

 
BELEN DEL PATÍN DE  SAN JUAN CON TAMAÑO NATURAL. AÑOS NOVENTA.

“Ana Martínez Pareja vivía en casas, tiendas y dos moradas a ellas anejas en las Entrepuertas, que los miradores suben al Albaicín, linderas con tiendas de Catalina de Aranda y Teresa de Ávalos”.

Curiosamente, el mismo día que se tomó Granada, los Reyes Católicos emitieron un  cédula real a la ciudad de Alcalá la Real,  fechada en Córdoba y  otorgaba al la ciudad la posibilidad de vender solares, hacer hornos y censos para que, con sus ganancias, se pudieran sufragar los propios de la ciudad, que permitían afrontar  los servicios a la Corona. Antes de iniciar esta operación urbanística, tan sólo  se encontraban  el Mesón de Yeguas, el mesón de la Torre, el Mesón de Hernando de Aranda, la Alhóndiga y las cantarerías.

El mecanismo de adquirir los solares se iniciaba con la petición vecinal, la zona de ubicación solía ser dentro de la fortaleza, si la hubiere, y en el Arrabal y, sobre todo, en la Era de los Palacios. Tras la conquista se pagaron muchos solares en el  Arrabal Nuevo y surgieron los  primeros escollos de la población, porque hubo casos de malversación de fondos a la hora de la venta y distribución de los solares.

El Arrabal Viejo y sus alrededores ofrecían, a veces, un aspecto desalentador en sus exteriores, con  muladares por doquier, acumulación  de excrementos de animales, basura  y  desechos del matadero dando un aspecto maloliente, tal como señalaba el libro de Ordenanzas  a principios del siglo XVI:

“Item  por quanto en la ordenanza antesdicha, de da lugar a los dichos menuderos de la dicha carnicería que puedan vaciar las dichas panzas, cuajares e tripas  del adarbejo a esa parte , e podía que sobiese del dicho adarbejo, se volviese a la calle real o llegase al camino  por debajo, ordenamos e mandamos que , en ellegando a emparexar el estiércol con el dicho adarbejo o al camino abaxo, los dichos obligados hagan a los dichos menuderos  a las personas que dieren cargo de limpiar el dicho matadero , que se eche el estiércol  en el mirador de la ciudad  o en las hazas a la redonda donde le dieren lugar de manera que pueda volver el estiércol  a la calle Real[4]”.

El Matadero era un edificio primordial de este lugar, donde se encontraba un compartimiento  con  un solo cuerpo, donde se romaneaba, un patio con varios nogales,  y, otros cuartos de encerramiento  para los animales y se llevaban a cabo los primeros momentos de la matanza de animales.

 

A partir del reinado de los Reyes Católicos, se amplió la ciudad desde la puerta del  Arrabal de Santo Domingo, con diversos arrabales, entre ellos  el Arrabal Nuevo, donde se encontraba las calles Cava y de  los Mesones, y, por  la parte de la puerta de Granada, el Rastro y Matadero, el entorno de la Puerta Nueva y el barrio de San Bartolomé. A través del estudio de  varios documentos del Archivo de la Chancillería Real de Granada María José Guerrero y Lorenzo de Castro, sacaban estas conclusiones con las que estamos de acuerdo para el periodo comprendido  entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI:

“Sin duda, el aumento de población determina que el concejo diera solares para la construcción de viviendas a todos aquellos que los requería. Desde tiempo inmemorial, la ciudad de Alcalá la Real tenía potestad para otorgarlos  a los pobladores de dentro y fuera de la Mota. En el primer caso, siempre que hubiera un solar público. Todos los terrenos que en torno a 1520 ahora están edificados e los  arrabales habían sido concedidos por el concejo a los vecinos y este además había señalado por donde iban las calles, y que la anchura podría oscilar entre ocho y nueve pies”[5].

De ahí que muchas zonas del Arrabal de Santo Domingo se vieran afectadas por esta política municipal urbanística  y su aspecto semiurbano anterior había quedado definitivamente urbanizado con varios viales y  la edificación de las viviendas en torno a las calles del Postigo, Pie del Torre de la Cárcel, Francisco de la Torre, de la Puerta del Arrabal en torno a los pies de la roca y el muro de la ciudad fortificada; las calles e Hernando de Moya, d la Escaleruela.  de Sánchez de la Guardia   y  otra calles en torno al adarmillo de Moya, y en su interior, desde la Iglesia de Santo Domingo hasta la muralla que daba  a las puertas de Cambrón / Granada, las  calles de  Pedro Jiménez de Martos,  y  de  Pedro Fernández Torrevejano

Pero, donde se amplió el espacio urbano fue en la parte exterior de la muralla del barrio de Santo Domingo, lo que los anteriores historiadores ponen claramente de manifiesto:

Por la  zona de la puerta de Martín Ruiz, había crecido mucho el barrio. Unos treinta años antes aquella parte era un muladar  y en el momento a que nos referimos estaba muy edificada, aún mucho más habitada, y construida la Era de los Palacios, donde se habían levantado más de cien casas. También habían aumentado  las obras en la calle de los Mesones y junto al adarve de la puerta del Arrabal”

           




[1] AMAR. Acta de 22 de junio de 1597.
[2] AAVV. Alcalá la Real, historia de una ciudad fronteriza y medieval. Tomo II, pág. 14.
[3] APSM Fecha de la memoria 25 de marzo de .1597.
[4] AMAR.  Legajo 87. Pieza 1.
[5] GUERRERO LAFUENTE, Mª  Dolores Y DE CASTRO MARTÍNEZ, Lorenzo Evolución urbanística de Alcalá la Real en el siglo XVI. Notas para el estudio. Cuadernos del Amar. I. Pág. 93-96.Año 1993.

 

 

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