MORFOLOGÍA DEL BARRIO EN EL SIGLO XVI
Los anderos del Cristo de la Salud sacaron Santo Domingo |
Hasta finales
del siglo XVI, el Arrabal Viejo debió
formar una amplia unidad territorial a la hora de repartir los cuarteles o barrio
entre los regidores en el célebre
cabildo de suertes porque se distinguía
claramente el cuartel de Santo Domingo entendido en su amplio territorio,
con espacio delimitado con respecto a de San Juan, San Blas, San Sebastián y el
Dulce Nombre de Jesús que correspondía a la zona del Llanillo[1].
Como
manifiesta el profesor Rodríguez Molina al referirse a la fisonomía ciudadana
este es el paisaje urbano de toda la fortaleza, y, por ende, del Arrabal Viejo:
“Estructurada la Mota como una fuerte ciudad,
quedaba defendida por grandes muros y torreones, al abrigo de los cuales se
apiñaba, en reducidas dimensiones y estrechos espacios, una nutrida población
de gobernantes, clérigos y guerreros. Su fama de bastión inexpugnable es recogida por A. de Palencia
en estas breves definiciones de la villa: ‘Alcalá la Real , fortísima por
naturaleza, pero más respetable por su
proximidad a Granada` Las necesidades de
protección y defensa la convertían en un baluarte inexpugnable con un
espacio estrecho y sobreocupado[2]”.
Pero, por
una memoria de la capellanía de la
parroquia de Santa María la
Mayor , podemos
hacernos una idea del aspecto urbanístico que ofrecía este barrio: la
vivienda se unía con la tienda, y, esta, a su vez, con otras viviendas a través de los miradores de
sus alturas, aspecto muy similar que
deberían ofrecer las partes altas del barrio de Santo Domingo, como la calle
del Postigo cercano a la Puerta
de la Imagen ,
las calles linderas con el Gabán por la parte baja, y las viviendas de la Puerta Zayde[3]
“Ana Martínez Pareja vivía en casas, tiendas
y dos moradas a ellas anejas en las Entrepuertas, que los miradores suben al
Albaicín, linderas con tiendas de Catalina de Aranda y Teresa de Ávalos”.
Curiosamente,
el mismo día que se tomó Granada, los Reyes Católicos emitieron un cédula real a la ciudad de Alcalá la Real , fechada en Córdoba y otorgaba al la ciudad la posibilidad de
vender solares, hacer hornos y censos para que, con sus ganancias, se pudieran
sufragar los propios de la ciudad, que permitían afrontar los servicios a la Corona. Antes de iniciar esta
operación urbanística, tan sólo se
encontraban el Mesón de Yeguas, el mesón
de la Torre , el
Mesón de Hernando de Aranda, la
Alhóndiga y las cantarerías.
El mecanismo
de adquirir los solares se iniciaba con la petición vecinal, la zona de
ubicación solía ser dentro de la fortaleza, si la hubiere, y en el Arrabal y,
sobre todo, en la Era
de los Palacios. Tras la conquista se pagaron muchos solares en el Arrabal Nuevo y surgieron los primeros escollos de la población, porque
hubo casos de malversación de fondos a la hora de la venta y distribución de
los solares.
El Arrabal
Viejo y sus alrededores ofrecían, a veces, un aspecto desalentador en sus
exteriores, con muladares por doquier,
acumulación de excrementos de animales,
basura y
desechos del matadero dando un aspecto maloliente, tal como señalaba el
libro de Ordenanzas a principios del
siglo XVI:
“Item
por quanto en la ordenanza antesdicha, de da lugar a los dichos
menuderos de la dicha carnicería que puedan vaciar las dichas panzas, cuajares e
tripas del adarbejo a esa parte , e
podía que sobiese del dicho adarbejo, se volviese a la calle real o llegase al
camino por debajo, ordenamos e mandamos
que , en ellegando a emparexar el estiércol con el dicho adarbejo o al camino
abaxo, los dichos obligados hagan a los dichos menuderos a las personas que dieren cargo de limpiar el
dicho matadero , que se eche el estiércol
en el mirador de la ciudad o en
las hazas a la redonda donde le dieren lugar de manera que pueda volver el
estiércol a la calle Real[4]”.
El Matadero
era un edificio primordial de este lugar, donde se encontraba un compartimiento con un
solo cuerpo, donde se romaneaba, un patio con varios nogales, y, otros cuartos de encerramiento para los animales y se llevaban a cabo los
primeros momentos de la matanza de animales.
A partir del
reinado de los Reyes Católicos, se amplió la ciudad desde la puerta del Arrabal de Santo Domingo, con diversos
arrabales, entre ellos el Arrabal Nuevo, donde se encontraba las calles Cava y de los Mesones, y, por la parte de la puerta de Granada, el Rastro y
Matadero, el entorno de la
Puerta Nueva y el barrio de San Bartolomé. A través del
estudio de varios documentos del Archivo
de la Chancillería Real
de Granada María José Guerrero y Lorenzo de Castro, sacaban estas conclusiones
con las que estamos de acuerdo para el periodo comprendido entre finales del siglo XV y principios del
siglo XVI:
“Sin duda, el aumento de población determina
que el concejo diera solares para la construcción de viviendas a todos aquellos
que los requería. Desde tiempo inmemorial, la ciudad de Alcalá la Real tenía potestad para
otorgarlos a los pobladores de dentro y
fuera de la Mota. En
el primer caso, siempre que hubiera un solar público. Todos los terrenos que en
torno a 1520 ahora están edificados e los
arrabales habían sido concedidos por el concejo a los vecinos y este
además había señalado por donde iban las calles, y que la anchura podría
oscilar entre ocho y nueve pies”[5].
De ahí que
muchas zonas del Arrabal de Santo Domingo se vieran afectadas por esta política
municipal urbanística y su aspecto
semiurbano anterior había quedado definitivamente urbanizado con varios viales
y la edificación de las viviendas en
torno a las calles del Postigo, Pie del Torre de la Cárcel , Francisco de la Torre , de la Puerta del Arrabal en torno
a los pies de la roca y el muro de la ciudad fortificada; las calles e Hernando
de Moya, d la
Escaleruela. de
Sánchez de la Guardia y
otra calles en torno al adarmillo de Moya, y en su interior, desde la Iglesia de Santo Domingo
hasta la muralla que daba a las puertas
de Cambrón / Granada, las calles de Pedro
Jiménez de Martos, y de Pedro
Fernández Torrevejano
Pero, donde se
amplió el espacio urbano fue en la parte exterior de la muralla del barrio de
Santo Domingo, lo que los anteriores historiadores ponen claramente de
manifiesto:
Por la
zona de la puerta de Martín Ruiz, había crecido mucho el barrio. Unos
treinta años antes aquella parte era un muladar
y en el momento a que nos referimos estaba muy edificada, aún mucho más
habitada, y construida la Era
de los Palacios, donde se habían levantado más de cien casas. También habían
aumentado las obras en la calle de los
Mesones y junto al adarve de la puerta del Arrabal”
[1] AMAR. Acta de 22 de junio
de 1597.
[3] APSM Fecha de la memoria
25 de marzo de .1597.
[5] GUERRERO LAFUENTE, Mª Dolores Y DE CASTRO MARTÍNEZ, Lorenzo
Evolución urbanística de Alcalá la
Real en el siglo XVI. Notas para el estudio. Cuadernos del
Amar. I. Pág. 93-96.Año 1993.
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