FINAL DEL OLIVAR . EL PLAN DE ESTABILIZACIÓN
Al olivar de esta zona no le
han afectado las medidas del Plan de Estabilización Nacional del 1969 que
pretendía una mayor racionalización capitalista de explotaciones( concentración
de dimensiones y reforma de grandes fincas), sino que, desde 1972 hasta 1979
tan sólo se han llevado algunas líneas de actuación basadas en la prestación de
auxilios técnicos y económicos a las explotaciones, algún que otro estudio de
la nueva tecnología en las explotaciones colaboradoras sin gran éxito y el
Inventario Agronómico del Olivar. Como decía Agustín López Ontiveros[1]:
“El Plan de
Reestructuración y Reconversión de 1972 ha sido exclusivamente experimental y
se puede hablar de un plan piloto, pero , en modo alguno, ha significado una
mejora apreciable y sensible de las viejas estructuras de nuestra
olivicultura!”
Incluso el Plan de Reestructuración de 1980 no ha
surtido efectos en cuanto a lo que se refiere en los objetivos de la
reconversión del olivar marginal para
convertirlo en una superficie de otro
aprovechamiento secundario ni en cuanto a la intensificación del olivar
mejorable para aumentar el rendimiento por Hectáreas, sino que nuevas zonas
hasta ahora no olivareras y de monte bajo han sido reconvertidas en terreno
olivarero, incluso, las tradicionalmente, de secano. Por otro lado, los
cultivos del olivar son los que, como hemos dicho, alcanzan la mayor extensión e importancia de todas las zonas.
En el caso de Alcalá la Real, con datos de la Cámara Agraria en el año 1993
superaba el 50 % del total del municipio, ocupando mayormente la parte más
occidental del mismo `por ser la zona
más abrupta y predominando las variedades más frecuentes de picúo, picual y
hojiblanco, cuya mayoría sobrepasan los 100 años de edad, salvo las de la aldea
de San José de la Rábita, cuya antigüedad
oscila entre 50 y 60 años y cuya densidad por explotación ronda los 100 olivos por hectárea y de 15 a
35 Kilogramos por árbol. También ,
existen algunas zonas de cultivos con inclusiones de cerezas intercaladas entre
el olivar, sobre todo al sureste de las Grajeras[2].
Los antiguos molinos de aceite se han transformado en
el régimen de administración y gestión en cooperativas, las de Martínez
Montañés en el casco y en la mayoría de
las aldeas ( San Antonio, Santa Ana, Charilla, la Rábita,. Fuente Álamo, Ribera
Alta) quedando solamente los molinos particulares en algunas aldeas y en el
casco (Benito Fuentes, Hortichuela, Pedriza, Valdegranada, dos en Mures, una en
Ermita Nueva, otra en Caserías, Rábita, San José, Santana y Grajeras). Lo mismo en el Castillo, Alcaudete ( dos cooperativas y tres
almazara), Frailes, Valdepeñas y los Villares , prácticamente ha desaparecido
la iniciativa privada molinera a favor del sistema cooperativista.
La media de producción ronda los cuarenta millones en cada uno de los
dos municipios más importantes, variando de acuerdo con las circunstancias
climatológicas. Por los datos del
Consejo económico y Social de la provincia de Jaén [3]de
1997/98, la comarca de la sierra Sur tiene una superficie de 45.245 Has de olivar sin incluir un municipio
como Alcaudete que suele ser integrado tradicionalmente en la Campiña Sur de
Jaén y una producción de 292.808
toneladas de aceituna y 59.560 kg de aceite con un rendimiento del 20.34
%.
En los últimos años, con motivo de los Planes de
Reconversión del Olivar, se han hecho nuevas plantaciones o replantaciones de olivar en marcos de 5x 7
y 7 X 7 y casi exclusivamente con la variedad de Picual. En muchas zonas es
frecuente la asociación con almendros e, incluso con cerezos, con marcos de
plantación más amplios. Prácticamente ha desparecido la siembra de cereal en las plantaciones
viejas de olivos.
Sin embargo, están produciéndose
nuevos cambios en el sector olivarero. Pues comienzan a surgir las cooperativas
de segundo grado para conseguir una mejor comercialización, las explotaciones
de regadío también son ya realidad y
emergen en nuevas explotaciones, el predominio de las pequeñas extensiones y la agricultura como actividad
secundaria ha dado lugar a un nuevo modelo de lo que denominan agricultura de fin de semana en muchas capas de la sociedad que no es otra cosa
que la agricultura a tiempo parcial. La tecnología comienza a formar parte en muchas explotaciones, incluso, en las
pequeñas y medianas, sobre todo en el transporte y en la recogida de la aceituna y el aumento de
almazaras es constante en la zona, como se observa en la mejora entre el
desfase de la molturación y la entrada de aceituna que cada vez se va
reduciendo y, con ello, se obtiene una mayor calidad. Se ha superado la fase intervencionista del FEOGA y
la comercialización es un tema candente entre los productores,
provocando una mejora en las condiciones de obtener los diversos tipos de
aceite, así como la obtención de los máximos beneficios de todo lo relacionado
con el olivar. Este cuadro correspondiente a las ayudas de la producción del la campaña 1997/98 resume la expansión
del olivar en todos los municipios:
Municipio
|
Declaraciones
|
Olivos
|
Importe
|
Alcalá la
Real
|
3.893
|
1.401. 965
|
1.849.083.643
|
Castillo
de Locubín
|
3.757
|
1.772.759
|
2.082.221.911
|
Alcaudete
|
2.071
|
692.629
|
799.057.944
|
Frailes
|
695
|
183.508
|
184.241.841
|
Fuensanta
|
1.373.
|
322.644
|
415.233.193
|
Noalejo
|
432
|
93.518
|
53.554.236
|
Valdepeñas
|
1.200
|
246.148
|
336.205.709
|
Los
Villares
|
1.432
|
495.921
|
777.847.671
|
La reforma de la OCM de junio de
1998 ha supuesto la desaparición de la intervención del sector público, y ,
ante las amenazas de un futuro del
olivar, sugería el incremento de la oferta, debido a las nuevas plantaciones y
las mejoras realizadas en el olivar, y con ello, una cualificación del aceite
ante el nuevo mercado que se introduce en los años futuros. Para ello, las
denominaciones de Origen pueden prestar este punto de arranque ante el nuevo
reto que se impone en el comercio del aceite. Valdivia García comentaba sobre
ellos que solamente podrá aspirarse a conseguir
mayores precios n el producto final cuando se produzca suficiente cantidad de
aceite cualificado, es decir, que no puede esperarse que los
beneficios obtenidos se vean en los primeros años de su
funcionamiento... se considera que no es probable que la Denominación de Origen tenga éxito si no hay comercialización en
común de una parte importante del
aceite. Para ello se recomienda que las almazaras de esta zona se planteen la
formación de una A.P.A, en el ámbito futuro de la dnominación”
En conclusión, como el resto de la
provincia de Jaén, la ampliación de las tierras dedicadas al olivo ha sido contínua en la Sierra Sur desde
el 1750, incluso anteriormente a mediados del siglo XVII. Pues las tierras más
fértiles estaban en cultivo y los olivares , según el Deán Mazas, se reservaban
al pie de los cerros, en la peor tierra de jurisdicción. Por otro lado, fue esta ampliación escasa,
en el siglo XVI; lenta hasta finales del siglo XVIII, tuvo ciertos avances a
mediados del siglo XIX con las desamotizaciones, y, como consecuencia de ellas,
se aceleró a finales del siglo XIX.
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