Desde Miramota
al mirador del Tiro de la Barra, se recorre un agradable paseo a través de la Corredera, por donde parece como si uno jugara al escondite con la fortaleza de la Mota. De
pronto pasas, un trecho por entre muchas viviendas de dos plantas, a la antigua
ordenanza, blancas como el pañal y
salvando el desnivel de las calles empinadas; y, en seguida, se abre sin darte cuenta una
calle-, Juan Jiménez, Pajarejos, Zalamea Pintor y Espinosas, calles con nombre de
gente y oficios del pueblo, artesanos, labriegos, arrieros- por donde se te ofrece una vista parcelada del damero
urbano de Alcalá la Real con la Mota al
fondo
En este
recorrido, siempre muy seductor, se muestra una ciudad que separa la trama
urbana de la parte parcialmente urbanizada
del barrio de las Cruces y de la Verónica, entre solarines, huertos familiares,
escalinatas empinadas, pendientes supremas y casas que jalonan esta
circunvalación alcalaína. Dejando atrás todos los terrenos que antaño fueron el
Corral del Concejo, donde se guardaron los animales de consumo antes de sacrificarlos
en las Carnicerías y contemplando el depósito de agua de arquitectura racionalista inaugurado en tiempos de Primo de Rivera, el terreno invita a alcanzar la altura y
disfrutar, desde las nuevas Cruces, del
paisaje urbano de Alcalá.
En la subida r por
una de las calles del Vía Crucis-o Calvario de siglos que era como le
llamaban-. se encuentran todavía algunos jalones de aquellas estaciones de
la piedad pasional destacando una de
ellas incrustada en la calle de Subida de las Cruces. Parece como si el
espíritu de la leyenda del corregidor Hilarión de Guevara ( personaje que nunca
existió en nuestra tierra, engendro de los escritores del siglo XIX) o el duende gitano de la familia Flores todavía
permanecieran en aquellos parajes transformados en una bella escalinata repleta
de plataformas-miradores desde donde se contempla privilegiadamente la ciudad de la Mota. Con razón se ha ganado
el reconocimiento internacional y el de los moradores que es el más importante.
Por estos lares, los caballeros
campeaban y se preparaban para guerra de la frontera lanzando el tiro de la
barra o jabalina; por estos peñascos las familias humildes arañaron a la
naturaleza el solar de su casa a principios del siglo XX,; y por estos lugares
, una cruz y una era fue bautizada con el nombre del Toro de la Bara, tal como
recoge una fotografía de 1910.
Hoy, con la ciudad a los pies, en tiempos de
Navidad, Alcalá la Real se asemeja a un gran y auténtico, Belén sin necesidad de escamotear muchos esfuerzos. Al fondo el
castillo de Herodes ha sido aventajado con la mole de la fortaleza de la Mota y
su estrella luminosa de Oriente; el
Pretorio ocupa el centro de la ciudad, y ha sido sustituido con el magnífico conjunto formado por las Casas Consistoriales,
Plaza y Casas de Enfrente. La Jerusalén terrenal y sus campos y caseríos se perciben con un
simple golpe de vista que otee desde la Camuña hasta el Cerrico Vilches. Las
tierras de labor se han transformado en amplios olivares, peros os caminos,
los puentes y los arroyuelos abundan
desde el antiguo romano del Guadalcotón y Palancares hasta los nudos de carreteras de la N432. Falta la ganadería que se alberga
en los rediles de los derredores de la ciudad y de las aldeas, los oficios
abundan en talleres convertidos en naves
industriales de los polígonos de Retamal, Moraleja, Llano Mazuelos, Biedma y
Villalobos. Los comercios y lugares de ventas se encuentran muy adornados por
estas fechas y con luces de colores desde el Llanillo hasta el Llano de las
Aves Frías. Más que un Belén hebreo se
asemeja a un foro romano o un zoco
medieval, pues este pueblo de Belén andaluz es inquieto como ninguno : nace un
establecimiento comercial a las primeras de cambio. Y lo curioso si a alguien se le ocurre la idea de una
inmobiliaria, al día siguiente se abre una docena, si hay otro le vino a su
mente abrir una tienda de informática no hay calle en la que aparezcan tiendas de las nuevas tecnologías; y no
digamos los bares que, aunque se encuentran en momento de reestructuración, y sustituyendo a las antiguas tabernas; también abundan a
pares por metro cuadrado. Y eso que falta esa taberna o mesón de los vinos de las tierras que caracterizaría
muy bien al Belén alcalaíno.
. Pero ¿dónde están el portal, los pastores,
los reyes magos, los ángeles? De seguro
que no hay que echar mucha imaginación
para completar el escenario con
estos personajes. Es verdad que los pastores, soldados romanos, reyes magos,
ángeles, judíos, y los gentiles son los
que más han cambiado la vestimenta, la forma de ser pensar y actuar, y el mundo
de sus valores ; y casi no se les reconoce . Pero, si hurgamos un poco, representan
en la sociedad actual el mismo rol que
hace más de dos mil años. O ¿acaso no han aparecidos muchos reyes magos en los
últimos tiempos? Lo que sí parece que se
ha perdido es la escena del portal, simula que no se ha perdido , está desenfocada, y, sin
embargo, se ha hecho realidad de nuevo por
estas fechas. La veo iluminada con la luz de la luna. ¿ Acaso no pueden ser
los rostros de aquel belén una familia
viviendo en una a casa semiderrumbada del barrio alto, unos emigrantes que no tienen otra cosa en sus bolsillo sino
un pañuelo, o una pareja que te tiende
la mano para tener luz y agua porque su
cueva se ha quedado oscura?
corregida
DESDE EL TIRO DE BARRA POR NAVIDAD
. Pero ¿dónde están el portal, los pastores,
los reyes magos y los ángeles? De seguro que no hay que echar mucha
imaginación para completar el escenario con estos personajes. Es verdad
que los pastores, soldados romanos, reyes magos, ángeles, judíos, y los gentiles son los que más han cambiado la vestimenta,
la forma de ser pensar y actuar, y el mundo de sus valores ; y casi no se les reconoce . Pero, si hurgamos un poco, representan
en la sociedad actual el mismo rol que
hace más de dos mil años. O ¿acaso no han aparecidos muchos reyes magos en los
últimos tiempos? Lo que sí parece que se
ha perdido es la escena del portal, simula que no se ha perdido, está desenfocada, y, sin
embargo, se ha hecho realidad de nuevo por
estas fechas. La veo iluminada con la luz de la luna. ¿ Acaso no pueden ser
los rostros de aquel belén una familia
viviendo en una a casa semiderrumbada del barrio alto, unos emigrantes que no tienen otra cosa en sus bolsillo sino
un pañuelo, o una pareja que te tiende
la mano para tener luz y agua porque su
cueva se ha quedado oscura?
corregida
DESDE EL TIRO DE BARRA POR NAVIDAD
Desde Miramota
al mirador del Tiro de la Barra, se recorre un agradable paseo a través de la Corredera, por donde parece como si uno jugara al escondite con la fortaleza de la Mota. De
pronto pasas un trecho por entre muchas viviendas de dos plantas, a la antigua
ordenanza, blancas como el pañal y
salvando el desnivel de las calles empinadas; y, en seguida, se abre sin darte cuenta una
calle-, Juan Jiménez, Pajarejos, Zalamea Pintor y Espinosas, calles con nombre de
gente y oficios del pueblo, artesanos, labriegos, arrieros- por donde se te ofrece una vista parcelada del damero
urbano de Alcalá la Real con la Mota al
fondo
En este
recorrido, siempre muy seductor, se muestra una ciudad que separa la trama
urbana de la parte parcialmente urbanizada
del barrio de las Cruces y de la Verónica:solarines, huertos familiares,
escalinatas empinadas, pendientes supremas y casas jalonan esta circunvalación alcalaína. Dejando
atrás todos los terrenos que antaño fueron el Corral del Concejo, donde se
guardaron los animales de consumo antes de sacrificarlos en las Carnicerías y
contemplando el depósito de agua de
arquitectura racionalista
inaugurado en tiempos de Primo de Rivera, el terreno invita a alcanzar la altura y
disfrutar, desde las nuevas Cruces, del
paisaje urbano de Alcalá.
En la subidar por una de las calles del Vía Crucis-o
Calvario de siglos que era como le llamaban-. se encuentran todavía algunos
jalones de aquellas estaciones de la piedad pasional destacando una de ellas
incrustada en la calle de Subida de las Cruces. El espíritu de la leyenda del
corregidor Hilarión de Guevara ( personaje que nunca existió en nuestra tierra,
engendro de los escritores del siglo XIX) o
el duende gitano de la familia Flores todavía permanecieran en aquellos
parajes transformados en una bella escalinata repleta de plataformas-miradores
desde donde se contempla privilegiadamente
la ciudad de la Mota. Con razón se ha ganado el reconocimiento internacional
y el de los moradores, que es el más importante. Por estos lares, los caballeros campeaban y se
preparaban para guerra de la frontera lanzando el tiro de la barra o jabalina;
por estos peñascos las familias humildes arañaron a la naturaleza el solar de
su casa a principios del siglo XX,; y por estos lugares , una cruz y una era
fue bautizada con el nombre del Tiro de la Barra, tal como recoge una
fotografía de 1910.
Hoy, con la ciudad a los pies, en tiempos de
Navidad, Alcalá la Real se asemeja a un auténtico, Belén sin necesidad de escamotear muchos esfuerzos. Al fondo el
castillo de Herodes ha sido aventajado con la mole de la fortaleza de la Mota y
su estrella luminosa de Oriente; el
Pretorio ocupa el centro de la ciudad, y ha sido sustituido con el magnífico conjunto formado por las Casas Consistoriales,
Plaza y Casas de Enfrente. La Jerusalén terrenal, sus campos y caseríos se
perciben con un simple golpe de vista que otee desde la Camuña hasta el Cerrico
Vilches. Las tierras de labor se han transformado en extesos olivares, pero los caminos, los puentes y los arroyuelos abundan desde el
antiguo romano del Guadalcotón y Palancares
hasta los nudos de carreteras de
la N432. Falta la ganadería que se alberga en los rediles de los derredores de
la ciudad y de las aldeas, los oficios abundan
en talleres convertidos en naves industriales de los polígonos de
Retamal, Moraleja, Llano Mazuelos, Biedma y Villalobos. Los comercios y lugares
de ventas se encuentran muy adornados por estas fechas y con luces de colores
desde el Llanillo hasta el Llano de las Aves Frías. Más que un Belén hebreo se asemeja a un
foro romano o un zoco medieval, pues
este pueblo de Belén andaluz es inquieto
como ninguno: nace un establecimiento comercial a las primeras de cambio. Y lo
curioso si a alguien se le ocurre la
idea de una inmobiliaria, al día siguiente se abre una docena, si hay otro le
vino a su mente abrir una tienda de informática no hay calle en la que
aparezcan tiendas de las nuevas tecnologías;
y no digamos los bares que, aunque se encuentran en momento de reestructuración,
y sustituyendo a las antiguas tabernas;
también abundan a pares por metro cuadrado. Y eso que falta esa taberna o
mesón de los vinos de las tierras que caracterizaría
muy bien al Belén alcalaíno.
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