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miércoles, 28 de marzo de 2018

CAPÍTULO I. LOS APÓSTOLES EN UN TEATRO RELIGIOSO EN LA CALLE. LOS DISÍCIPULOS DE JESÚS Y APÓSTOLES EN LAS COFRADÍAS DE LA VERACRUZ Y DE LA ORACIÓN EN EL HUERTO.


LOS DISÍCIPULOS DE JESÚS Y APÓSTOLES EN LAS  COFRADÍAS DE LA VERACRUZ Y DE LA ORACIÓN EN EL HUERTO.
                                                                       
                                                       I


   LOS APÓSTOLES  EN UN TEATRO RELIGIOSO 

EN LA CALLE

           

Decíamos, hace años en el libro Pasos, que “ debieron representarse en Alcalá la Real, pequeños autos con motivo de la Navidad, Semana Santa y el Corpus Cristi. Claro testimonio de ello son las Constituciones Sinodales de Juan de Ávila en el año 1542, que en muchos apartados, como luego haría el abad Moya en el siglo XVII, recogía anteriores capítulos de las constituciones de los abades Gómez de Padilla y Ordóñez de Villaquirán”. Incluso recogimos  la alusión a estas representaciones : 
"Somos informados que en algunas Iglesias y hermitas de esta nuestra abadía se hagan algunas representaciones, juegos o remembranzas: otras cosas semejantes no muy honestas y porque de los tales actos se ha seguido y sigue muchos inconvenientes y traen escándalos en  los corazones de algunas personas ignorantes o no bien instructas en nuestra sancta fe cathólica, viendo los desórdenes  y excesos que en ella passan  por ende o p.sc.et.a. statuimos y mandamos a todos los beneficiados y curas y a otros clérigos  in sacris que no hagan las tales representaciones ni den lugar que en las dichas iglesias se haga ni consientan que se hagan velas en las iglesias perroquiales sopena de dos ducados por cada vez que las hiziere o consintiere hazer alguna cosa de las susodichas aplicadas la mitad para la fábrica de tal iglesia y la otra mitad para el juez y el acusador"[1].



Dentro de la vigilia de la noche del Jueves Santo al Viernes Santo, se  prestaba a celebrar con  canciones y sermones de Pasión, que a veces se continuaban con otras actividades representadas. En torno al predicador se realizaban, sobre tablados, las escenas más significativas de la Pasión[2], en las que debieron participar los apóstoles dentro de las escenas de Pilatos, la Sinagoga, la Túnica, el Señor en la Columna, Ecce-Homo,  y, sobre todo, en la Santa Cena, Oración del Huerto y la Negación de Pedro. No se conserva más que un  texto de 1860 en el Castillo de Locubín, en la que se describe la Pasión  en forma de sermón acompañado de escenas pasionales ( se insiste a lo largo de las digresiones  en muchos detalles de representación y  sugiriendo  las escenas mientras el sacerdote lo declama).[3] En concreto está clara la presencia de los Apóstoles en este título del pequeño legajo “La Santa Cena y la Oración del Huerto, pasos que se representan  en la tarde del Jueves Santo”. El sacerdote comienza haciendo la introducción hasta la llegada de los apóstoles a la casa donde se celebraba la Pascua. Y, en este momento aparecía Jesucristo, rodeado de los Discípulos; a continuación, seguía describiendo la comida del cordero, que se complementaba con la escena de Jesús  repartiendo a los apóstoles los trozos del cordero mientras que el sacerdote  comparaba los trozos de carne con la pasión que iba a sufrir Jesucristo. Luego, anotado con epígrafe el Lavatorio de los Pies de Jesús a los apóstoles, lo recogía exhaustivamente, mencionando la traición, la reacción de los apóstoles y el acto del lavatorio. Y tras ella, con el epígrafe de la Cena Usual y diaria  y la institución del Santísimo Sacramento, se relataba el pasaje evangélico, mientras predicaba el sacerdote, en este caso un capuchino, con gran solemnidad, sobre todo la Institución de la Eucaristía con textos latinos. En la delatación del traidor Judas, se insiste en la postura de san  Juan como discípulo predilecto y la comparación con recibir la comunión con mancha. Se alude a la Venta de Jesús con otro epígrafe.   , la declaración del traidor, el intento de los apóstoles de defender a  Jesús ( mencionando “dos espadas” para defender a Jesús), y el Huerto eran escenas con el mismo formato entre discurso explicativo y montaje de escena mímico. Este último pasaje se describe apartando Jessie a Pedro , Juan  y Santiago, la  agonía y oración final, y la llegada del Ángel que le fortaleció ante la llegada de Judas con toda la caterva de soldados romanos, judíos y sacerdotes para entregarlo, la reacción de Jesús y pedro ( quem queritis y la violencia). 
En un capítulo aparte, se desarrollaba la Sentencia y la Sinagoga ante los Pontífices Anás y Caifás y la Negación de Pedro  con las accion es que realizaban los apóstoles o animales como el gallo ( canta). Señala que cambian  de tablado. Termina el acto con la Sentencia de Pilatos.  No nos debe extrañar que este tipo de represetnaciones frecuentaran en Alcalá, porque abundan las cofradías con la tradición de pagar a los predicadores por el sermón de dichos días en la iglesia de la Veracruz, en el convento del Rosario y de Consolación. 
Por otro lado, las procesiones se celebraban  el Jueves Santo con la de la Veracruz y el Domingo de Resurrección, oficial para la iglesia y el cabildo; su velada  y visita a los monumentos de las iglesias era una costumbre  obligada de cualquier tipo de cofradías, eran los elementos más importantes de la Semana Santa del siglo XVI. Y decíamos: “Aquella noche del Jueves Santo entre disciplinantes, rostrillos y penitentes era propicia a que se formaran altercados”.Y en 1569 en medio trajín de la guerra contra los moriscos se ordenó:  ×" será para bien que, en la noche del Jueves Santo para escusar algunos inconvenientes y algunas bellaquerías  que se podían facer,  se haga alistada de cien hombres, lo cuales por la orden de los comisarios , a quienes se acometiese , hagan guardia toda la noche, con los dichos cien hombres ciento cincuenta  y ronden y visiten toda la ciudad alrededor de ella y guardando las iglesias para escusar los dichos inconvenientes o cualquiera que pudiera acaecer"[4]. 
En el siglo XVII, con  la "Máscara", los caballeros anunciaban la fiesta en el día de la Víspera, mientras lucían sus hermosas vestiduras y cubrían  sus rostros con armaduras hasta que fue degenerando en forma de máscaras. De estas máscaras y de los rostrillos de los personajes del teatro y de los autos se pasará al de las representaciones de Semana Santa. En Semana Santa se pregonaban (kerigma)  las fiestas del Señor en medio de rostrillos  y la tropa de ciudad. Por lo tanto, repetimos para conocer el origen dramático de la Semana Santa,  el Paso de los Apóstoles “ A principios del siglo XVII observamos que el rostrillo de las máscaras y del Corpus, las representaciones de dicha fiesta, las desfiles de las mascaradas, la participación de los grupos y danzas en la festividad del Corpus así como la introducción de personajes simbólicos el día de la fiesta son los ingredientes  y elementos básicos del teatro pasional en el discurso procesional de la Semana Santa. A esto hay que añadir el inicio y expansión del teatro por medio de la Cofradía de la Veracruz en su corral de Comedias desde el año 1587 en tiempos del abad Andrés de Bobadilla”.




Pero, ya entrado el siglo XVII,  las  cofradías  y hermandades pasionales cambiaron de ser disciplinantes a penitenciales, lo que dio lugar a algunos momentos de enfrentamiento con las autoridades eclesiásticas. Así  el Abad Moya dispuso en sus Constituciones la prohibición del teatro dramático, misterios  o los autos dentro de las iglesia, porque se degradaron los elementos dramáticos hasta tal punto que se convirtieron  en objeto de burla y escarnio, sin el sentido original cuando nacieron. En este siglo se paso de de la representación de las insignias e imágenes a la representación humana, cuando los pasos se procesionan  y se introducen en la celebración de la manifestaciones religiosas. Y frente al carácter mayestático y devocional de los primeros momentos no extraña que algunos  abades publiquen edictos para limitar los abusos y los actos deshonestos que se producían en la Semana Santa, ya que  la marcha procesional no se mantenía con el fervor ni respeto que tales momentos requerían. Por un lado,  entre los penitentes "había risas, escándalos, e indecencias en los participantes y sus vestimentas": por otro lado, “ los cubiertos con rostrillo, se portaban cosas profanas e indecentes y realizaban acciones y gestos indecentes.[5]           


En el siglo XVIII, ya nos son las autoridades eclesiásticas las que se preocupan de esta salida de tono sino  la propia  ciudad se siente desbordada por los acontecimientos de modo que se ocupada  del mal uso de  vestimentas y  rostrillos semanasanteros  y acuerda esta  ordenanza "Otro sí prohibimos el destestable y pernicioso abuso de que en la fiesta y Octava del Corpus salen  por las tardes y en otras fiestas y procesiones muchas quadrillas de Diablillos, no sólo con ropas y rostros de tales, sino con los de los sayones de Semana Santa y otros ridículos y extraordinarios trages que no  vienen en al caso para el Culto, ni cosa de razón, sino para ejecutar lizenciosamente toda suerte de desórdenes ; y así mandamos que tan sólo aya ocho libreas  propias de la ciudad, y para una quadrilla que con lizencia  del Juez si quisiere  darla y reseñados los sujetos en el oficio del Cabildo, y asistidos de un ministro, y qualquiera que de otra suerte saliere, será multado en diez ducados, diez días de cárcel, y perdida la ropa o vestidos, y el que diere alquilados otros que de la Ciudad o prestados, los perderá y se serán sacados dos mil mrs., todo lo qual se executará con rigor indispensable"[6]. No obstante, abundaron en estos tiempos los pasos de tablados o en el decurso de la procesión de modo que en la primera mitad del siglo dieciocho e, incluso, algunas decenas posteriores se alcanzaron el  máximo auge de representaciones pasionales, el  renacimiento de cofradías, sobre todo, en la del Cristo de la Humildad que había desaparecido, y la multiplicación de pequeñas hermandades, pasos y gallardetes que instruyeron una nueva forma de organización cofrade. Simplemente, como una muestra dentro de la Semana Santa de Alcalá la Real, nunca falto el paso del apóstol San Juan. Por un lado, hay noticias que su imagen mantenía una hermandad, lo mismo que su gallardete dentro de la procesión de la Soledad que salía de la iglesia de San Francisco; incluso estos hermanos-43 en concreto- de gallardete firmaron en 1640 un acuerdo con la cofradía  para salir con ella con hachas de pabilo y recibiendo en compensación los derechos de sufragio y exequias[7].  En 1669, la cofradía del Dulce Nombre de Jesús firman un acuerdo parecido con los hermanos de San Juan, representados por Antonio y Lorenzo Calvo, Francisco Benavides, Joan Escobar, Joan de l Mármol, Manuel y Fernando González, Pedro Jiménez, Bartolomé de la Rosa y Pedro García de Almarja; incluso en 1749 hicieron un reglamento. En la Cofradía de la Veracruz, desde finales del siglo XVIII posesionaban imagen y gallardete, pero el reconocimiento formal no tuvo lugar hasta el cabildo de seis de mayo de 1776, siendo sus representantes  y padres de ánimas Nicolás López y Cristóbal de Frías, y se obligaban a llevar las andas de San Juan y desfilar como penitentes.    En medio de un siglo convulso, donde se sucedían  fundaciones, renacimiento, desapariciones y remodelaciones de gallardetes y pasos, a mitad de siglo , con la llegada del vicario y provisor de don Álvaro de Mendoza, don Pedro Pablo de Vera y Barnuevo, el espíritu de la Ilustración la emitió ordenó “que no se hicieran velas nocturnas en las Iglesias ni ermitas, procesiones de noche, prescribiendo la forma y modo que se deberá observar en las procesiones de Semana Santa, desterrando el abuso de las caras tapadas y otras indecencias".[8] Y no es de extrañar que  muchas hermandades y cofradías  desaparecieran, al interpretar un atentado con la liturgia todo este tipo de representaciones, “sucedió en el año 1782 con el Decreto del  Obispo- Abad Mendoza y Gatica. O más tarde, de una como manera más estricta, con la aplicación realizada por el espiritualista Abad Palomino en 1791, que provocó la desgraciada desaparición de una de las cofradías más importantes del acervo alcalaíno, la de la Santa Veracruz. Y, con ello, despareció también el Paso de los Apóstoles de esta cofradía.  Sin embargo la raigambre popular no se resistió y volvió a renacer aquellos pasos, cada vez más esfumados, quince años después, en 1797, con el mismo abad Palomino Lerena, pero continuaron difuminándose  hasta el siglo XIX.




[1] CONSTITUCIONES SINODALES DEL ABAD JUAN DE AVILA. Año 1542. Título IV. Cap IX.
[2] Constituciones Synodales del Abad Moya. Año 1623. En la Constitución 13 Que la noche de la Navidad ni otro tiempo del año, no se haga cosas indecentes en los Oficios divinos. Prohibimos y mandamos , que la noche de Navidad no otro tiempo, ni Fiestas de entre año, no se digan, ni hagan cosas deshonestas, ni representadas, ni se hagan representaciones algunas, ni se canten villancicos, ni coplas sin nuestra especial licencia, y sin que primero sean por nos examinadas, o por la persona que nombraremos, para que se vea si en ellas se dize cosa deshonesta, falsa o escandalosa, o contra nuestra sancta Fe Cathólica, ni  se canten con viguelas o guitarras, ni otros instrumentos profanos, ni se prediquen sermones de noche en Jueves ,o Viernes Santo, ni ottro tiempo del año, sino antes que anochezca o después de amanecido: ni tampoco se hagan velas de noche en las Iglesias , ni Hermitas, salvo las noches de la mañana de Resurrección, por ser Fiestas tan principales, y estos días , y los demás que hubiere tinieblas, o Maytines en las Iglesias, a que acude el pueblo, mandamos que aya luzes en ellas, de manera que todo esté claro ".
[3] El texto original facilitado por  Francisco Juan. Largo sermón, con citas evangélicas,  interrumpido por las escenificaciones.
[4] AMAR. Libro de Cabildo de 1569.
[5] Murcia Rosales, Domingo. Curiosidades de la Semana Santa de Alcalá la Real. Ideal 31 de marzo de 1996.
[6] AMAR. Libro de Ordenanzas de 1751. 3º.Nota final.
[7] AHPJ. Lefajo 4269. Folio 534. 13 de septiembre de 1640.                                                                                             
[8] Espinosa Garrido de los Monteros, Diego. Historia de la Abadía de Alcalá la Real. Diputación Provincial de Jaén 1996.  


1 comentario:

  1. er útiles. La gran noticia es que los apóstoles no desean “servir a las mesas” (no es broma amigo lector, Hechos 6,2… aunque de seguro saldrá algún creyente alegando que hay que interpretar esa frase) o desatender a "las viudas griegas"… ellos quieren seguir adelante con l datafellows.net/vocacion-profesional-concepto-e-importancia-en-cifras/

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