LITOGRAFÍAS
DE LA VIRGEN DE LA AURORA EN EL MUSEO DE SAN JUAN
El año
pasado celebramos el milenario del
nacimiento de Santo Domingo y contribuimos a ello con el estudio de su imagen a
través de seis litografías del patrón de
Alcalá.. En el mismo año, se cumplía el CCC aniversario de la llegada de la
imagen de la Virgen de la Aurora a nuestra localidad y su ubicación en la iglesia de la Veracruz. Pudimos hacer alguna
reseña por estar muy ligada a nuestra hermandad en los momentos de la
reorganización, allá por los años treinta del siglo XX. Pero, lo reservamos
para el presente año. En nuestro museo, se encuentran seis
litografías: de ellas cuatro son de tamaño de folio, (de 30 por 40); otra tiene aproximadamente el tamaño de medio
folio (30 por 20), que es la que más abunda en las casas familiares de los
devotos antiguos de la hermandad, y una tercera, algo más de un cuarto ( 25 por
15 cm), muy escasa. También en la iglesia de san Antón, existe una de mayores
dimensiones, de 0´80 cm. de largo y 60 cm.de ancho, incluido el marco, y en una
casa particular, una de cuarenta y cinco centímetros de largo y treinta y cinco de ancho. Muy original.
En la litografía más pequeña, ya
se nos representa la imagen de la Virgen de la Aurora, con motivo de las fiestas
del segundo domingo de Septiembre, cubierta con un manto, entre un arco de
flores, simulando el resplandor de la Virgen de las Mercedes, el estandarte en
su mano derecha, coronada de plata y un
trono de basa sin que aparezcan los
ángeles. Responde a la representación mariana de la Virgen sedente en el trono
de la gloria y triunfante en el cielo, esperando a los pecadores con su
estandarte en mano derecha y cetro de plata en la izquierda, en cuyo centro está la misma imagen- como signo
de victoria ante la muerte y en la lucha contra Satanás. Es una representación
que se diferencia de la de la Madre de
Dios con el Niño entre sus brazos o la de la Inmaculada. Ni qué decir la
influencia clásica en la composición de
la figura, que se asemeja a una imagen
de Juno o de una Minerva romana, no sólo por su estilización estética sino por
el parecido con algunas muestras de la
escultura grecorromana atribuidas a estas diosas, y por el propio nombre de la
advocación, que responde al amanecer del día que ya los clásicos lo bautizaron
con el nombre de Eos o Aurora, la de los dedos rosáceos. No es una mujer más,
es la mejor expresión de la belleza soberana, que no puede tener parangón en la
tierra, llena de dulzura y encanto. A partir de esta litografía el resto de ellas
no son sino variantes de la original.
Unas se ven acompañadas de un arco o de la Hornacina del retablo, y otras sin
ningún aditamento salvo los candelabros de la fiesta. Merece la pena la
litografía que tiene bajo sus pies el pueblo de Alcalá.
Esta representación iconográfica
de la Aurora tuvo, en el barroco granadino, concretamente, en los hermanos
Mora, su mejor ejecución artística, y a ellos son atribuidas las de Alcalá,
-desaparecida en 1936 -, la de Priego y Carcabuey. También hay constancia de muchas
de ellas en tierras granadinas. De su gubia, se capta el volado y voluminoso plegado de la túnica y
manto, de color azul, formando un zigzagueante escorzo, que se equilibra con el
movimiento a la izquierda de la cabeza de la Virgen y, en compensación, se ofrece la extensión del brazo derecho con el estandarte. No responde a la
vestimenta del siglo XVIII, salvo los adornos floreados, que otras veces
aparecen lisos del estofado, pues probablemente, algunas partes del vestido
pudieran ser de mezclas de encolado frente al elemento esencial que sería una
talla de madera. El Ave María, los angelotes y la corona son complementos de
plata que realzan la figura
No se presenta más que un solo
plano, generalmente sin otro reflejo del cielo que algunos resplandores, o
corona de estrellas, los ángeles, o unas nubes y ángeles, salvo en la que
aparecen dos planos, una con lo referido anteriormente, y otra con la ciudad de
Alcalá la Real del siglo XIX. Claro testimonio de que una va dedicada a la plegaria y devoción familiar, más
intimista y en otra, adquiere una dimensión de protectora de la ciudad.
Ni
qué decir que cada tipo de estampas correspondía a la recompensa que daba el
demandante a los que daban limosnas en
especie de fanega, media, o cuartilla de trigo o cebada, arroba de aceite o en
dinero, recogidos por las calles de Alcalá, en las salves y en su función de
Iglesia, tal como aparece en un estado
de cuentas del 1842 por el hermano mayor Manuel Vega[1].
La hermandad desarrollaba una actividad religiosa con 150 misas a lo largo del
año que pagaba a su capellán; en el tercer domingo de septiembre realizaba la función de iglesia, rosario y
procesión con iluminación, y misa acompañada
de unos lujosos faroles y una capilla que cantaba aves marías y música marcial
durante la manifestación pública. En la víspera de la fiesta había cohetes y
ruedas de fuegos. Por la mañana del rosario de la Aurora los despertadores,
solían ser de la familia de los Vega que recibían en recompensa el pago de los zapatos. ,
LITOGRAFÍA
DEL 1874
La más antigua data del año
1874, se realizó en la fábrica de Francisco Casado de Granada en la calle
Campillo. Eran malos momentos los que corrían en la ciudad por el hecho de que
se había instaurado la primera república en España con gran carga ideológica,
pues sus dirigentes eran muy anticlericales e irreligiosos. La iconografía de
la virgen de la Aurora no se asemeja a la original, parece más bien una
representación de la mujer republicana, sedente, pero fría en su rostro, bella,
pero decimonónica, imponiendo autoridad más que dulzura. No refleja ningún
escorzo, ni movimiento, el manto está sobre la túnica y no cubre los pies de la
Virgen ni tiene adorno alguno. El contraste en entre el color más negro de la
túnica. No se asemeja tampoco el rostro ni se ha copiado de la original. y fue
una recreación del dibujante Está sobre un trono de nubes con un ángel central y dos
laterales, encima de una peana de planta con muy pocos adornos. Se encuadra en
un arco de medio punto, sobre pilastras de tipo toscazo, En la parte inferior,
se abre entre un cortinaje, el pie de la litografía con esta inscripción.
El molde parte de 1874 y estuvo
vigente al menos un decenio.
NºSº DE LA AURORA Que se venera
en la hermita de la Caridad de la Ciudad de Alcalá la real. Se costeó a
expensas de su hermandad, siendo hermano mayor don Rafael Zamora. Año 1848
Se litografió a deboción de los
debotos AÑO 11874.
LITOGRAFÍA DE 1903
Es color marrón de fondo y similar a la anterior del 1898. La única diferencia
es la corona de nueve estrellas de la Virgen. Fueron los oficiales
el hermano mayor Juan Parera y depositario Manuel Gallego. Está enmarcada con
un recuadro lineal de doble línea y otro con esquinas y centro con remates de
hojas de color marrón..
LITOGRAFÍA DE 1910
LITOGRAFÍA
DEL 1914
No ofrece otro comentario, que se
imprimió con colores más oscuros que la anterior, y su hermano mayor fue
Jacinto Vega Hinojosa y el depositario Antonio Sánchez Romero.
LITOGRAFÍA DEL AÑO 1924
Idéntica a la
anterior. Los encargados fueron el hermano mayor, Manuel Vega Hinojosa y el
depositario Agustín Sánchez Romero. Se diferencia el fondo con nubes en todo el
cuadro, y el enmarque totalmente dintelado por tres líneas, dos negras y una
dorada.
FOTOLITOGRAFÍA DE 1928
Es una foto
coloreada en rosa, que reproduce a la imagen natural, pero, no se puede
contemplar en toda su belleza, porque está cubierta con un manto de damasco,
bandas y orla de flores y sólo se
percibe su rostro singular y apolíneo. Se adornó con dos macetas en lugar de
los dos candelabros de plata, y muestra la sencillez del templo en la que se ubicaba,
que es el de san Juan. Manifiesta que la hermandad se había abandonado y fue
reorganizada por señoras y caballeros de la ciudad, entre ellos Francisco
Hueltes Granda y familia de los Vegas, que contactaron con los auroros de
Priego.
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