Un nuevo renacimiento en el siglo XIX
Con la decadencia del vino, el cereal fue predominante en el siglo XIX,
ya que era una fuente de ingresos de muchos propietarios. En primer lugar, como
medio de manutención de la población, el trigo era esencial para el alimento de
una población, jornalera, que dependía en su mayor de él y generaba su única fuente de ingresos
con su trabajo . En segundo lugar, por ser un producto comercial, ya que los
labradores solían tener un fructífero mercado, que realizaban con Granada y
Málaga en este intercambio. Muchos arrieros trasladaban sus cosechas a Vélez
Málaga, y, en compensación, la vuelta venían cargados del pescado de la Costa.
Así lo reflejaban los cantos de los verdiales y otras canciones como ésta:
Segador,
qué bien siegas
La
hierba buena,
Mientras
tu zagala
Hace
la cena.
Segador,
qué bien siegas
Con
el rocío,
Mientras tu zagala
Lava
en el río.
Ya
vienen los segadores
En
busca de amores,
Después
de segar
Y
segar y segar.
No obstante, en este siglo, a pesar de la entrada de vinos de
Valdepeñas, la comarca exportaba vino a los pueblos de Córdoba. Y claro reflejo
de una cultura incardinada en el viñedo son las tradiciones y leyendas que
vamos a comentar.
A lo largo de esta comarca, abundaban
por el siglo XIX, las cofradías de las ánimas que habían conservado unos cantos
que se denominaban de animeros, los hermanos del pecado, solían acudir a las
casas de los hermanos, que residían en los cascos urbanos y rural( los cortijos
y aldeas). Iban con una campanilla para pedir par las misas de difuntos y para
invitar al vecino a las fiestas nocturnas. Solían hacerlo al toque de ánimas.
Solían ser invitados y, al mismo tiempo, recibían una limosna.
Levántate
de la cama,
Que
vienen los animeros,
Que
Dios os lo pagará
Y
la Reina de los cielos.
En el aguilando navideño se encuentra una de las fiestas de esa
sociedad de demandantes que abundaban en la comarca:
El aguilando real
Son tres Kilos de tocino,
Cuatro de bacalao
Y arroba y media de vino.
El vino era un elemento esencial
de las reuniones navideñas, en las que las familias acababan entonando los
mismos cantos que aprendían en las ermitas e iglesias o, incluso, escuchaban en
pequeños autos, llamados el Coloquio de los Muchachos que reflejaban los ciclos
de la infancia de Jesús. Es curiosa la presencia de muchos romances de esta
época, en la que la versión seria se ha dulcificado con la presencia de
estrofas burlescas, irónicas o de humor, en las que se observa la influencia
del vino y. Así lo han transmitido muchas personas sexagenarias. Por ejemplo,
en la negación de la posada a Jesús y a su familia por el mesonero, se incluye
estos versos:
Se acordó el posadero
Que le tenía que echar
A las bestias de comer
Para ir a trabajar.
Y al bajar la cuadra
La luz se apagó
Y cayó un porrazo
Y se escalabró
Salió dando gritos
Muy desesperado
Y gritó la perra
Y le tiró un bocado
Ya está castigado
Tu mal pensamiento
Por llamar la Virgen
Y no haber abierto.
En el Tema de la Anunciación,
cuando San José recibe el anuncio del embarazo de María es donde el ingenio
popular logra las sutilezas más curiosas, como nos contaba Ceferino Aguilera de
Fuente Álamo:
Cuando vino San José,
Y el vientre se le
aumentaba,
Le empezó a tomar celo
Sin saber lo que pasaba.
San José decía:
-Dios mío, qué hecho,
Mi esposa se ha pasado
En su juramento.
Tarda la Virgen del Carmen,
Me voy a tener que ir,
Porque no quiero que hablen
La gente de ti y de mí,
Por lo que me ha pasado,
Esposa querida.
Me voy a un incierto
Y a pasar mi vida
Y no sólo eran canciones
religiosas, los romances más populares se cantaban en estas reuniones. Este,
conocido por la pedigüeña, asaltada por un galán, muestra que unos de sus
deseos era:
Y en medio de aquella
casa,
Ha de poner una fuente,
Con cuatro caños de vino
Pá emborrachar a la gente.
Desde mi casa a la iglesia
Has de poner una parra,
Para que cuando vaya a
misa
No me dé el sol en la
cara.
El tiempo de la aceituna, últimamente ha impregando preciosas canciones
basadas en el cultivo del olivar, pero quedan algunos residuos del cultivo del
viñedo, pues muchas veces coincidían el tiempo del remate o el gasto como lo
llamaban en la comarca. Allí se formaban fiestas, que acaban con pequeñas escenas, en las que el aguardiente,
el vino y otras bebidas, el típico arresolí condimentaban una comida más
suculenta que la normal. Por la tarde en el baile, incluso, se formaban
comparsas que llegaron a constituir las comparsas de carnaval, que constituían
el gremio del campo y posteriormente intervenían en el del Castillo o Alcalá. Una canción
recogida del Castillo, hace referencia
al vino:
El
carnaval de hogaño,
Es
un carnaval cochino,
Que
no tienen las mozuelas
Ni
para un vaso de vino.
Y esta de un corte un tanto machista:
Eres fea, chata
Tienes color de vinagre,
¡Qué lástima de mal rato
que por ti paso tu madre!
En
la comarca, esta canción castillera refleja cómo estaba
impregnado el vino en las relaciones sociales que hemos recogido de un cortijo
cercano al naciminto del río San Juan por las hermanas García:
Van
a quitar las tabernas,
Tío
Juan, tío Juan,
¿qué
van a hacer los borrachos?
Tío
Juan, Tío Juan,
Darse
con la esquina
Y
no mojarse los labios.
Tío Juan, Tío Juan.
Con esta variante, promovida por un momento de restricción moral que se cantaba en la misma localidad:
Dicen que van a cerrar
las tabernas y barberías,
que cierren lo
que quieran
menos las
panaderías.
En esta misma línea, esta propensión de que la taberna era el rincón
social que atraía a las personas, se manifiesta en la común canción, que
incluso hemos visto interpretada con cantos de auroros y hemos recogido de la
familia Conde en San José de la Rábita:
A la iglesia no voy.
Porque
estoy cojo,
Ya
a la taberna voy,
Poquito
a poco.
Los
dineros que gastas
En
la taberna
A
tu mujer le faltan
para la cena.
Incluso en las modas infantiles también la cultura impregnaba el canto
de los muchachos como en esta canción de la Pulga y el Piojo, recogida de
finales de siglo, que solía interpretarse con el coro de los presentes a la
fiesta y la interpretación monódica de
cada uno de ellos. El primero siempre era :
Al rum, rum,
Del alma,
Rum, rum.
Que era continuado por cada una de
estas estrofas:
Respondió el tamo:
-Carne ya tenemos,
Por falta de vino
No nos casaremos.
Respondió el mosquito
Desde su tinaja:
-Que sigan las bodas,
yo daré una carga.
Respondió el tamo.
Respondió
el tamo:
-Vino,
ya tenemos,
por
falta de bodega
no
nos casaremos.
Respondió
la araña:
-desde
su telar.
Que
siga la boda
Yo
saldré a bailar.
Respondió
el tamo:
-Bodega
tenemos,
por
falta de padrinos
no nos casaremos.
Respondió el ratón
Con desatino:
-Que siga la boda,
yo seré el padrino.
Respondió el tamo:
-Padrino tenemos,
por falta de cura
no nos casaremos.
Respondió el gato:
-Con tanta pintura,
que siga la boda
yo soy el cura.
Respondió el tamo:
-Cura, ya tenemos,
vamos a la iglesia
y nos casaremos.
Se van a la iglesia
Tristes y afligidos
De ver que el cura
Se comió al padrino.
En las ferias, suelen
existir, además del intercambio de ganado, algunas casetas de madera, que se
colocaban en los aledaños de la calle Real, donde la gente solía comprar vino.
La fiestas de aldea ofrecían un lugar para refresco y
degustar el vino. Proliferaban los diálogos,
dirigidos por un personaje curioso, cual era Dominguito Zahorí o los de don Juan Tenorio, las relaciones, . La
interpretación de pequeños sainetes estereotipados al estilo de los carmina
fescenina o las fábulas atelanas, basados en los romances famosos de Gernildo,
el Conde de Olinos, de Moros y cristianos ......
Y además de estas fiestas se mantenían las de las romerías, que eran
antiquísimas la de San Isidro, San José, Santa Ana, y la Virgen de la Cabeza.
En ellas, lo mismo que en las fiestas de las aldeas, este cuadro campestre se
desarrollaba:
Grupos de familias bailando ; otros engullendo sendos trozos de salchichón y descomunales
vasos de vino; borrachos fastidiando a los concurrentes; vendedores de arropia, garbanzos tostados y
avellanas americanas. Perdonavidas adornados de terribles y mortíferas facas;
jóvenes que para el celebrar el santo le hacen una descarga cerrada demás de
cuarenta tiros; novios que muerden de celos; novias que varían de amores, con la misma facilidad que
cambian las veletas de posición según que corre el viento; madrecitas que
refunfuñan porque sus hijas están finas con zetanito, que le es antipático y
grosero; jamonas que se pican porque las muchachas les corren el velito de sus
ilusiones, y se encuentran de patittas
en la triste realidad de la vejez; y maridos y madres, que cual otro Job a todo
dicen amén.
En Alcalá, en Santo Domingo de
Silos, los misacantanos decían por primera vez misa y los jóvenes por su fiesta
comían vino con sardinas.
La
fantasía, provocada por el efecto etílico, ha dado
lugar a muchas leyendas de este momento del siglo pasado. No es raro que en el
camino de Alcalá y Frailes, se aparezca
a un labrador una noche una bruja cerniendo higos en el Portichuelo. O
que aprezca una bruja encantada volando
por los cortijos de la vega de Paz de la Rivera Baja o el Charro frailero. O en
la fuente del cortijo de las Semillas de las peñas de Majalcorón, salieran de
ella botellas de varios colores al ancochecer. O las leyendas del caballero de los Castillos que murió por una apuesta en
la taberna cuando trata de conseguirlo colgado en la puerta del arrabal. Anica
la de Ribera Alta me referirió el origen de varias cruces tras el sarao de una
fiesta, la fábula de los cerdos del cortijo del Albarracín, los cuentos de la Inquisición de la casa de
los molinos de la Rivera Alta, las Vegas de Paz... En la zona del Robledo,
A veces, la fantasía ha desbordado a
los poetas como a Gabriel Enciso que escribió una variante de la conocida
Leyenda de la Mora y el Capitán enamorado, imaginándose una comarca, en la que
la vid ocupaba un primer lugar:
_No
podré darte, dice Germán,
darte para tu regalo
diademas para tu frente
de rubíes y topacios.
...pero te daré un hogar,
en Castilla, limpio y sano,
con su parral a la puerta
de óptimos frutos cargado,
y dentro, sobre la mesa,
en manteles de damasco,
pan de trigo de mi tierra,
vino de tierra claro.
Tras del hogar, la viña
Del abuelo, que he heredado,
Y más allá de la ladera,
Junto al tomillar lejano,
Un aprisco de corderos,
Todos blancos, todos blancos-
-
Qué prefieres? El alcázar?
-
Yo no, el hogar castellano´.
-
.
-
En 1834, un informe de la ciudad al Gobernador demuestra que sólo se
cria vino para el consumo y se importa de la Costa de Málaga. La producción
alcanzaba los 7.000 arrobas. .
A mediados del siglo la filoxera,
esa epidemia tan terrorífica para las vides, afectó como en el resto de la
provincia a todos los viñedos. Prácticamente, era nula la producción de vinos en la comarca hasta tal punto los vinos del país llegaban a
costar de cinco a siete pesetas por arroba. Un informe de 1874, apuntaba a
10.000 arrobas de vino se producían en el país y dos mil de fuera.
De esta época, es una defensa de
la abstemia frente a la embriaguez como
en 1879, esta poseía de Tejada de un pretendiente que servía de modelo:
Y nos suelo embriagarme,
Con
los licores
Ni
con ron y aguardiente
Ni
otros alcoholes.
Pues
sólo bebo
El
agua de la mora
Que
me las pelo
No
soy neo ni subneo,
Ni
absolutista
Ni
conservagastado
Ni
progresista
Soy
del partido
De
que toda soltera
Tengas
marido.
O estas reflexiones que tratan
sobre la inmoralidad de la embriaguez:
El desprecio y el ridículo
alternan. Si habla nadie le escucha; si llama nadie le oye, si llora nadie le
compadece, y si le ve el erudito se indigna y el ignorante se porque le ponen
en lugar de los seres irracionales.
Decadencia
en el siglo XX
A
finales de
siglo XIX y principios de siglo, describíamos con el cronista Domingo Murcia
esta escena muy típica de la Sierra Sur:
Hay
un refrán en la tierra, que dice: ”Alcalaíno, borracho y fino”. Y es que no
escasean en la ciudad las tabernas y lagares, precisamente. Las hay que
permanecen abiertas todo el año y las hay de temporada. La cosecha del pasado
siglo diezmó las parras, aunque todavía hay una buena tradición en la
elaboración de los caldos. A finales de septiembre se ven regresar de los pagos
los mulos cargados de uvas y la chiquillería tras de ellos, demandando a coro
un racimico. Y como dice otro refrán: Para San Andrés, viejo es. Un manojo de sarmientos sobre la puerta de
los cosecheros es el reclamo para los bebedore. Aquí hay vino. Se hacen itinerarios para degustar el
caldo de fulano o zulano, en la calle tal o cual. Este ha salido dulce y
clarete, aquel, seco y blanco; este otro, tinto y áspero...Con categoría
profesional se presentan los vinos elaborados n la Fuente del Rey, en la bodega
de don Pedro Garnica, que completa su industria con la destilería de
aguardientes y licores. Se comercia con sus productos en la comarca entera,
siendo afamada a la denominación de Cometa Haxley.
SIGLO XX
De ahí que surgieron nuevas
plantaciones, lejanas al sistema anterior, que se basaba en los sarmientos de
las antiguas variedades y con un sistema caduco de trabajo con escaso laboreo,
introduciendo nuevas plantaciones con vides americanas. Esto dio lugar a un
gran empuje y, a principios del siglo XX, ya se observa una tendencia hacia una
mayor producción hasta tal punto que la
mitad del consumo se lograba con las nuevas plantaciones de alto precio y elaboración costosa y el
resto era vino de la Mancha. En Alcalá se consumían 39.,900 arrobas de vino,
que la mitad era de importación y el resto del vino del país.
En
los años cincuenta, había sólo en Alcalá
147 Has de viñas y se exportaba a Córdoba frente a las dos Has de Alcaudete.
Por
los años treinta, se temía que aquellas producciones dieran lugar a una nueva
depreciación de aquellas vides y la ruina correspondiente de los nuevos
propietarios de viña. Cosa que ocurrió en los años setenta, que se incrementó
con las nuevas medidas procedentes de la Comunidad Económica Europea, dando
lugar al decepado de las viñas por medio de subvenciones. En 1977, el mapa del
Ministerio de Agricultura elaboró 19
hectáreas de viñedo repartidos en los términos de Íllora, Priego y Córdoba. En
cultivos asociados existían entre los almendros y olivares existían 16 Has en
Priego y Alcalá. Generalmente plantaciones pequeñas, adultas y caducas,
próximas a los caseríos y de carácter familiar, tendentes a desaparecer. Las
variedades más frecuentes Pedro Jiménez y Castilla Blanca, aprovechados para
vinificación y plantados del 1.5 por el 1.5. frente a loas 20.000 fanegas de
olivares, y una mezcla de olivar viñedo
8 has, 13 Has, Olivar y Almendro. Que representan el 0.2 de la extensión
de cultivos de la provincia.
HACIA UN NUEVO DESARROLLO DEL VINO
.Frailes, es el pueblo que más ha avanzado
en extensión en los últimos años. A las tradicionales Martina y Nogueruelas, se suma la Dehesilla.
Los puntos de venta se hacen en casas particulares. Ha surgido una cooperativa , hoy Bodegas Campoameno, en Alcalá Bodegas Marcelino.
Alcalá
|
Castillo
|
Frailes
|
12.62 /50.12
dos bodegas
|
10.47
|
41.77
|
Titulares
33/160
|
43
|
156
|
Total
64.96 /102
|
|
|
-Las jornadas del Vino son una de las promociones que se realizan anualmente.
-Las nuevas iniciativas se basan en la selección
de la uva, nuevos productores, mejora de la calidad de la elaboración. Hace años había un rendimiento por
Ha de 10.000 y 15000 lkilos.
-Han surgido Nuevas
variedades: Blanc, verdejo, garnacha blanca, chardoner, tintas garnacha,
tempranillo, gracián, cabernet, sauvignño, merlot, pinot noir-El vino espumoso porfía con el cava.
-Se expande y comercializa el vino en otros lugares y cada vez son más conocidos los vinos de Alcalá la Real. B ODEGAS MARCELINO Y GRUPO SIERRA SUR.
-HAN ALCANZASO VARIOS PREMIOS A NIVEL NACIONAL Y TIENEN UN GRAN RECONOCIMIENTO.
Bodegas
en Frailes: El Panza. Vino joven Rosado
Cortijo El Nogueral. Afrutado semiseca, y el Fonta
-Denominación
de Origen.
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