EL TEATRO EN LOS PRINCIPIOS DE LA FERIA
Aunque los últimos años del siglo
XVII fueron bastante difíciles para el desarrollo de las actividades festivas,
sobre todo, por el impedimento de la propagación de la peste en la comarca en
el año 1682 y el deterioro de su obra, no obstante, en el año 1686 se hicieron
varias obras con la ayuda de la ciudad, como alude esta libranza del cabildo:
el aposento que
tiene en las Casas de Comedias de esta ciudad está muy deteriorado, y,
amenzando ruina, assí de tejados como de suelos, y las puertas están carcomidas
y por quanto para el aderezo lcciudad libró 110 reales y, según la obra que
hasta oy se ha hecho y aber puesto con toda dezenzia, fijando en él las amas
Reales a un lado, y, en el otro, el de esta dicha ciudad, y, en medio. la Santa
Cruz, cuyas son dichas Cassas, echándole corredores”.
Hay constancia de la presencia del Cabildo en el
asiento que le correspondía en el Corral de Comedias. Ya en el año 1716 se
lleva a cabo el aderezo de su aposento y colabora con cuarenta ducados. Este
dependía de la Cofradía de la Veracruz, que no podía asumir muchas cargas
porque sus únicos beneficios eran los provenientes de las limosnas.
Pocos datos hay de la actividad teatral en el siglo
XVIII. Solían acudir a partir de la primavera y, tras el agosto, decayendo el
interés del pueblo por este espectáculo hasta tal punto que son muy frecuentes
las ocasiones que el cabildo municipal debe subvencionar el viaje de ida del
autor de comedias.
En 1702, murió en Alcalá y fue enterrado en la iglesia de
Consolación un autor de comedias,
llamado Juan Ruz, que estaba casado con Paulos, natural de Sevilla y había
muerto en Madrid, donde fue enterrada en la iglesia de san Sebastián. Su
compañía se componía entre otros de los siguientes actores: el segundo galán
Francisco Velasco, sobresaliente Ignacio Figueroa, primer galante Juan de
Chaves, tercer galán Gonzalo Espinosa, apuntador Felipe Martínez, músico
Baltasar de Esteban, la quinta dama Catalina Francisco, la primera María Navarrete,
y segundo gracioso Miguel de Castro, todos ellos eran deudores a la jora de morir junto con Francisco de
Arias, arrendador de la Casa de Comedias de Granada, que le debía una sortija
de oro y dos casacas. Por las noticias de su testamento esta compañía residía
en Granada y actuó durante el verano en la localidad[1].
Provenía de Priego, donde estaba de gira antes del quince de agosto y su
representante y cobrador de la compañía Francisco Zapata firmó el concierto de actuaciones con el
hermano mayor José Francisco Jiménez de Aranda. La dificultad del traslado
obligó a este hermano mayor a disponer de cuarenta bagajes para trasladar 333
arrobas de ropa para el día tres de septiembre.
Por la muerte del autor de comedias se anularon las veinticuatro
representaciones comprometidas. La Cofradía recibía un cuarto de entrada de
cada una de las actuaciones[2].
Por el Libro de Bautismos de la
Parroquia de Santo Domingo de Silos, sabemos que en el año 1744 se demolió el
Corral de Comedias, que administraba la hermandad del Cristo de las Penas para
colocar la pila bautismal de Santo Domingo de Silos en la Iglesia de la
Veracruz, transformándose en un camposanto para los fieles y situado dicho
baptisterio entre las capillas de San Catalina y Santa Apolonia. [3]
Tan sólo, a finales de siglo el uno de noviembre de 1781, se celebró una obra
en las azoteas de las Casas del Ayuntamiento.
El siglo XIX, fue harina de otro
costal, se creó un teatro en los bajos de Consolación, el Teatro Leiva.
Comenzaron a llegar las obras líricas y de zarzuela. Y el XX, con el Teatro
Martínez Montañés inaugurado proliferaron las actividades teatrales, sobre todo
con motivo de las fiestas, y qué mejor fecha que la feria, y más entrado el
otoño, la de Septiembre.
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