LAS CORRIDAS DE
LOS TOROS
A LO LARGO DE LA
HISTORIA
EN
ALCALÁ LA REAL
I
EN
TIEMPOS DE CRISIS
Desde
el año 1597, que hubo grandes lluvias y nevadas, hasta el año 1607 son años de
sequía intensa, sobre todo éste últimos de ahí que es muy significativo el
acuerdo del cabildo del día 23 de abril de 1607, que manifiesta:
“ la ciudad da
así la noticia que la gente está agotada y afligida por los años anteriores y
la falta de temporal”
Y
concluye:
“para que se
alegre y divierta que se hagan fiestas de toros en la plaza de esta ciudad,
donde se acostumbran a hacer las fiestas”
II
CORRIDAS DE TOROS CON MOTIVO DE LA FIESTA DE LA Natividad DE LA VIRGEN
EN SEPTIEMBRE
Como curiosidad
un espectáculo importante de las fiestas, las corridas de toros, comenzaba a
extenderse en las clases populares, lo que no era bien visto por los grupos
privilegiados que se hacían esta reflexión con motivo de unas fiestas de
septiembre de 1628:
"se
quieren hacer fiestas de toros por algunos moços del campo y sacar compañía y
que tratan de pedir licencia a la Real Audiencia de Granada y porque de darla
es la cosa más perjudical que se puede dar en esta ciudad por las muchas
desgracias que en esta fiesta suceden como gente desbastada y sin gobierno y
que la ciudad debe mirar por su república y no dar lugar a semejante cosa"
Por ello, reclamaba
que se impidiera el espectáculo por ser fiestas de poca estima y sin
autoridad y aber começado la bendimia.
III
CORRIDAS DE TOROS EN LA VILLA DEL
CASTILLO DE LOCUBÍN
En
un clima de empréstito y deuda municipal, la situación de la villa castillera dio
lugar a un nuevo e importante incidente
en el que un alcalde ordinario, Salvador del Olmo, fue apresado por el
corregidor Tomas Fontanet en 1648. El motivo no era otro sino que se había
sobrepasado en las competencias de dar licencia para la celebración de una
corrida de toros con motivo de las fiestas de la Virgen del Rosario el día 10
de septiembre. Los siete hidalgos y el clero apoyaron este movimiento de
enfrentamiento del alcalde ordinario frente al corregidor, alegando que
es vergonzoso
lo hecho por el señor corregidor con Salvador del Olmo, teniendo éste el
Gobierno de una Villa tan principal, en donde hay Vicaría del señor Obispo,
mucha clerecía y tantos y tan principales caballeros
No hay que
entenderlo, como el recopilador castillero Rafael Álvarez de Morales y Ruiz
defiende apasionadamente, que era un atentado en una situación en la que la
ciudad no pagó los compromisos de pago de la villa con la Corona hasta el 1698 y el ambiente tenso que reinaba
entre las dos entidades, sino más bien uno de los frecuentes desajustes que se
producían personales y de competencias que dependía más de la autoridad
ejercida por el propio corregidor, ya que los datos son esporádicos de
enfrentamientos. Dentro de este contexto hay que entender que intentaran en
varias ocasiones el pago de contribuciones o donativos como en 1660, sin
embargo la ciudad de Alcalá no permitía la división administrativa ya que se
consideraba la villa del Castillo de Locubín sin concejo municipal y los cargos
de los alcaldes ordinarios y el alguacil mayor simples ministros de escribir
causas y apresar personas en los pleitos para remitirlos al corregidor
alcalaíno.
IV
CORRIDAS CON MOTIVO DE FIESTAS EXTRODINARIAS
El
triunfo real en las plazas de Gerona Granada y Córdoba junto con la vuelta a la
Corte se celebra el tres de diciembre de 1710.[1]
Algunos Te deum y misas de acción de gracias se celebran en su honor por el
Tratado de Paz de Viena en el 1725, que se acompañaron del repique de campanas,
entre ellas las del Reloj de las Casas Capitulares, luminarias y fiestas de
mojigangas, toros, fuegos artificiales y desfile de la Compañía, Coronel y
Tropa del Regimientos de Dragones de Pavía. La fiesta de toros se celebró en la
plaza de la calle Real junto a las casas capitulares, que habían sido
alquiladas por aquel tiempo. El cabildo del día cinco de junio así describe las fiestas del día veintisiete de
mayo de dicho año, que se iniciaron con la misa de Te deum en la Iglesia Mayor
y por la noche:
“asimismo
hallándose la Plaza a donde por la festividad del Corpus se iluminó con más de mil luces por tres noches, tanto
por la ciudad como por los vecinos desde las nueve de la noche hasta las doce y
asistiendo a dicha plaza en los balcones
que caen en ella , la capilla de Música de la Santa Iglesia y los cuatro oboes
del Regimiento de Dragones del Regimiento de Pavía, que se halla en nuestra
ciudad, alternando con canciones el tiempo que estuvo iluminada la plaza.
e mandose en
ella no sólo la pólvora que se gastó por los dichos soldados, que la ciudad
pregonó con salvas de fusilería y en
cada una de las tres noches se ejecutaron.
y a las doce
del día se reunieron las tropas y elevaron tres salvas.
en las tres
noches se quemaron invenciones de fuego.
El día
veintiocho se llevó a cabo la misa de Te Deum en los conventos, el día treinta
se volvió a
iluminar esta noche la plaza y también lo hicieron los vecinos con asistencia
de la capilla de Música y Abies del Regimiento de Dragones.
Y lo más curioso:
Se matan doce
toros, quebrándose con ellos lancillas
burlescas y, habiéndose prevenido veinte cuatro toros, y, en la misma
conformidad se mataron y corrieron el día siguiente dos de junio los otros doce y asistió la ciudad en público
Y se dispuso el
dicho día una mojiganga y máscara por todos los gremios, que se ejecutó con
vistosos disfraces así suyos como
diferentes invenciones de dichos gremios sacan
con muchas aclamaciones al Rey Nuestro Señor y Príncipe que Dios guarde
muchos años. [2]
V
Fueron
numerosas las fiestas de acción de gracias con motivo de los nacimientos del
Príncipe, aunque algunos años por circunstancias climatológicas tan sólo
quedaron reducidas a las celebraciones espirituales como en los años del primer
decenio del siglo XVIII. En 1709 se celebraron corridas de toros y lo que
más convenga para el regocijo de la fiesta[3].
Esta
variante destacaba por la suma
trascendencia de la familia real en el mantenimiento de la Corona. Aunque la
protectora de los partos era la Señora Santa Ana, pronto se va a acudir a la
Virgen de las Mercedes. Es significativa la celebración del año 1712 , se
ordena que se comunique el nacimiento el día catorce en la plaza, acompañada la
corporación de una compañía de arcabuceros y gastando un gran número de
pólvora. También se encendieron luminarias durante tres noches en los sitios
acostumbrados y en las casas de vecinos. Se celebró tan sólo una fiesta
espiritual en honor a la Virgen de las Mercedes y además hubo una corrida de
toros.[4]
Un caso especial fue el casamiento del Príncipe Manuel Luis en el año 1722,
celebrado con luminarias, repique de campanas y demostraciones de alegría.
[1] Martín Rosales, Francisco. La fiesta de a
Virgen del 1710 con motivo de una Victoria Real ( Morfología y precedente de
una fiesta religiosa). Revista de la Patrona. Año 1991. Hay un
pormenorizado análisis de los elementos formales de la fiesta que se repetirían
en el día quince del mes de agosto y en las fiestas de acción de gracias. Nos
lo vamos a repetir por deducirse de ellas.
[2] AMAR. Actas de los cabildos
del día veintidós de mayo cinco de junio de 1725.
[3] AMAR. Acta del
cabildo del cuatro de junio de 1709.
[4] AMAR. Acta del
cabildo seis de mayo de 1712.
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