Merodeando en el
Archivo Municipal de Alcalá la real, he encontrado un documento
sobre una hermandad de la cuerda de Alcalá la Real y las obras del convento
de San Francisco Su fecha y lugar datan
de la reunión del cabildo 20 de diciembre de 1610, en la que encontré una provisión real que decía:
Don Felipe por la gracia de
Dios, rey de Castilla, de Aragón, de las dos Sicilia, de Jerusalén, de Portugal,
de Navarra, de granada, de reino de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de córdoba, de de
Córcega, de de Murcia, de de Jaén, de de los Algarve, de de Algeciras, de
Gibraltar, de las Islas de Canarias, de las
Indias Orientales, y Occidentales,
Islas y Tierra firme del mar Océano, conde de Barcelona, señor de
Vizcaya, de Molina, etcétera, a vos el
concejo y justicia y regimiento de esta
ciudad de Alcalá la Real
salud y gracia. Sepades que, por parte del convento de san Francisco de esa
ciudad, nos fue fecha relación que estaba fundada demás tiempo de ochenta años
a esta parte y la iglesia era muy
pequeña, y se estaba cayendo, y las paredes estaban apuntaladas, y cada día se esperaba ruina en la dicha
iglesia por haberse caído alguna
parte de ella, que había obligado a
hazer se otra respeto de ser frecuencia de la gente muy grande y haber en la
dicha iglesia fundadas dos cofradías, una
de la soledad y otra de la cuerda respecto de lo cual y de que los
vecinos, como iban los años necesitados
y las limosnas eran pocas, era imposible
pasar adelante con la dicha iglesia y, vista la necesidad que de ella había, esa ciudad había acordado de que dando licencia nuestra se arrendasen 300 fanegas
de tierra en su término, en el pago que llamaban la Fuente el Gato, o en el de
Nava el Trillo y Cañada Honda por el tiempo que fuese necesario para sacar del dicho arrendamiento 4.000
ducados para el dicho efecto, los cuales
a dichas tierras arrendadas de cinco
años a esta parte, pues eran rasas y sin monte que en ellas tenían ningún
aprovechamiento otra ninguna persona en
cañada ni paso de ganado y para los de
los vecinos de esta ciudad había pasto muy bastante sin que tuviesen necesidad
de las dichas tierras para él, suplicándonos
confirmásemos el dicho cuidado y diésemos la dicha licencia o como loa nuestra merced fuese lo cual visto
por los de nuestro concejo y cierta
información y parecer que acerca de ello
por provisión nuestra hubo e y envió ante el licenciado Fernando de Meneses,
alcalde mayor de esa ciudad, fuese acordado que debían mandar dar esta
nuestra carta para la voz en la dicha
razón, y nos tuvimos la poner bien: por lo cual os damos licencia y facultad par
que de los maravedíes s que precedieren de los arrendamientos de la bellota que
esa ciudad tiene testimonio para arrendar podáis dar y deis de limosna por una vez a l dicho convento de San Francisco de ella cien ducados
para la ayuda a la obra de la iglesia
del, sin que por ello caigan ni
recurráis en pena alguna, mandamos a la
persona que tomare cuenta de los maravedíes procedida de la dicha bellota que
con esta nuestra provisión original y vuestro libramiento y carta de pago del
guardián del cincho convento o de quien
poder hubiere reciba y pasen en ella los
dichos cien ducados que así le dieredes y pagaredes sin otros recaudos alguno
de lo cual mandamos dar y dimos esta
nuestra carta de sellada con nuestro sello
y librada de los nuestro consejo dada e n Madrid a 5 días del Mes de
setiembre de 1610, el patriarca el licenciado Diego López de Ayala, el ldo. Francisco
de Lerma, de Barrionuevo, el ldo. Diego de Aldete , el doctor Remires de
Arellano, y Juan Gallo de Andrada escribano cámara del rey nuestro señor la fize escribir
por su mandato con recuerdo del su consejo registrada por Bartolomé
de pore3fguera por canciller nb, de protegerá.
SOBRE
EL CONVENTO
El alcaide don
Antonio de Gamboa aludió a la necesidad que tenía la iglesia de San Francisco de labrarla y, por eso, se aprobó que, en 1611, se roturaran estas tierras que permitió, tras muchas gestiones el rey, el rey. Se describía que la iglesia estaba
en alberca y totalmente formado el cuerpo del templo porque lo habían hecho los vecinos que tenían capillas; pero faltaban cimbras y tejados y, por no poder
cubrir la dicha iglesia , el Santísimo Sacramento y las imágenes ocupaban un indecente lugar donde los oficios y sufragios se hacían con mucha incomodidad y además el lugar no gozaba
de ellos por la poca capacidad que había
por el momento. Sin embargo, el convento
era el que más servía a la ciudad ,
porque la ciudad
le tenía más devoción y acudían
más a los oficios por estar en medio del
suelo urbano y se componía de religiosos de muy grande probación
.
Otro
regidor, Alonso de Quesada, dijo que los frailes habían derribado la iglesia
por estar muy maltratada, pero se podía haber podido mantener algunos años.
Además, la ciudad había deseado mucho la construcción de la iglesia de San Francisco, y, porque amenazaba una gran ruina, suplicaba licencia
de rompimiento de tierras al rey. Al
principio, se denegó, y el padre cuidador del fraile, temiendo la ruina,
derribó la antigua iglesia. El regidor Diego de Cabrera dijo que se pidió licencia para romper la tierra “para
que los frailes pudiesen labrar casa en que poder vivir y porque la iglesia
estaba muy maltratada, porque tienen que ha muchos años que se comenzó a estar casi acabada y esto ha sido a costa de
ellos que tienen tomadas dos capillas. Esto se denegó por Real Consejo de Justicia por poco tiempo ha y habiendo, hoy el guardián y frailes, arrendado a vecinos del Castillo y
de esta ciudad rotura del Torviscal y Fuente
el Gato”.
Pero,
en una sesión del cabildo del dos de diciembre de 1611, ya se había concedido
la roturación y se hace una referencia al estado desastroso de las tierras
roturadas. En concreto, sobre los baldíos del Torviscal y Fuente del Gato, se formuló una acusación de abuso por el regidor don Pedro de Frías, ya
que los vecinos estaban desmontando el monte
y descascándolo y solicitaba que interviniera la justicia. Y saliera en defensa de la ciudad. Pedro e de Frías. Así, se hizo. Y se buscó quien las rompió y los que estaban casi sembrado en
algunos de ellos como el es Torviscal y Fuente del Gato cas sembrado. Incluso, el corregidor mandó que fuese y trajese presos a algunos de los arrendadores y se trajeron las
cabalgaduras a los mesones de la ciudad .La
ciudad pidió que se saliera en defensa
de los bienes propios, pero consideraba la
gran necesidad que tenían de aquel convento e iglesia.
SOBRE
LA
COFRADÍA DE CUERDA
Hemos
encontrado unos datos de otras cofradías semejantes de nuestra cercanía, en concreto de Granada. La
hermandad se parece a la de la
Cuerda o Correa de San Agustín y equivalía en la práctica a una orden tercera
(según la tenían otras órdenes religiosas, como franciscanos, dominicos o
carmelitas). En este sentido, la franciscana que se dedicaba a transmitir al ámbito seglar las
pautas propias de la religiosidad franciscana, de forma que la vida de estos
hermanos, en el siglo, fuera un espejo o un reflejo del carisma propio de los
frailes franciscanos. La forma de equipararse a ellos era
el uso del hábito franciscano y, más
exactamente, de la cuerda propia de la orden, cinturón que no sólo se nos
presenta, en iconografía, en las representaciones de santos y santas franciscanos,
sino también en la representación de la Virgen con el Niño.
En todo el mundo, aún hoy le
tributan culto las fraternidades franciscanas desaparecidas en nuestra ciudad con motivo de la
desamortización de Mendizábal. No obstante, los dominicos y trinitarios
mantienen este tipo de asociaciones
religiosas laicas que a María con el Niño en brazos ofreciendo la
sagrada correa, como expresión del espíritu primero de San Agustín y luego
transmitido en otras congregaciones como la franciscana en nuestra
localidad.
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