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jueves, 9 de noviembre de 2017

Un catalán entre Gerona y Alcalá. el corregidor DON JOSÉ OLIVERAS Y CARBONELL




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 Hijo de Francisco de Oliveras y Prat y Teresa Oliveras y Carbonell , su padre como  capitán de granaderos  apoyó la causa borbónica contra el Archiduque en las campañas de la guerra de Sucesión  y durante los años  comprendidos entre 1715 y 1727 en el regimiento de Guadalajara. En septiembre de 1728 era capitán de la plaza de Gerona y manifestaba que era comandante del regimiento de Guadalajar, 9
Consejero del rey Carlos IV, regidor de Gerona desde 1762 hasta llegar a ser  decano de la ciudad de Gerona, diputado del Principado de Cataluña y del Reino de Mallorca en el periodo 1770-1776, y comenzó su carrera de corregimiento en Cáceres desde 1779 a 1782 , posteriormente pasó por Salamanca y finalmente arribó en la ciudad de la Mota.
Tras su paso por el corregimiento de Alcalá la Real, puesto muy importante en el currículo de los corregidores, se le accedió al cargo de alguacil mayor de la Audiencia de Barcelona en 1894

ORDEN PÚBLICO Y SEGURIDAD

            El cabildo municipal estaba dividido entre los partidarios del corregidor y su alcalde mayor don Félix de la Plaza Isasi, un hombre ya mayor casi octogenario y prácticamente  e incapacitado para ejercer el cargo , ya que recaía en las parcialidades a la hora de gobernar  y en ejercer el favoritismo con los vecinos; además prácticamente estaba manipulado por el abogado  y un escribano de la ciudad: el primero siempre se beneficiaba de las tierras comunales en detrimento de la cría y fomento de la ganadería y disminución de los pastos; el segundo fue acusado de malversación pública y notaria. A estos miembros administrativos se añadía el grupo de regidores que amañaban las elecciones para los diputados del común y síndico personero con el fin de seleccionar en estos cargos a sus partidarios. Además, no sólo la edad sino que su inoperancia daba al aumento de multa y apercibiéndoos contra el alcalde mayor en la nefasta tramitación de pleitos civiles y criminales que se juntaba en su tribunal; al mismo tiempo que amenazaba la economía de la ciudad con su nefasta administración de los asuntos económicos y rentas.  El episodio más espìnoso fue el levantamiento de este grupo de regidores del cabildo municipal, promovido por  el alcalde mayor con el pretexto de transformar el corregimiento de capa y espada en corregimiento de letras. Los precedentes del conflicto fueron provocados por el alcalde mayor al nombramientos de  varios cargos  de la Justicia en ausencia del corregidor en 1791,  de modo que , a su llegada, fueron cesados de sus cargos el alguacil mayor de la ciudad, los comisarios del Pósito, a aceite y  aguardiente; también amenazó con la  anulación de los cargos de diputados del común y síndicos personeros. Pero se reverdeció  el conflicto con el intento de los diputados de común y el personero síndico de iniciar el proceso de cambio de tipología de corregimiento para favorecer al letrado alcalde mayor, lo que fue cortado de raíz arrestando por el corregidor  a un regidor y al síndico personero, por otro lado trató de atraerse al resto de los regidores y jurados alcalaínos a su causa y poniéndose a las reformas.  Y así se pusieron de su parte siete corregidores, tres jurados, los diputados del común, el alcaide, el alférez mayor, y el  síndico personero de anteriores gobiernos de modo que firmaron una carta en contra del alcalde mayor don Félix de la Plaza  Isasi solicitando fuera apartado del puesto, lo que consiguieron gracias a l apoyo de sus argumentaciones.  

            No acabaron los pleitos ni los enfrentamientos con la carta dirigida a la Corona, sino que prosiguieron hasta el año 1794 promovidos por parte del vecindario y  algunas autoridades que se sentían esperanzados en iniciar una nueva forma de gobierno que  unificara en un solo corregidor de letras  estos dos corregimientos encubiertos entre el corregidor de espada y el alcalde mayor de Letras. Se produjo el enfrentamiento entre las mismas familias  por los partidarios de una u otra autoridad de modo que se hacía imposible la paz entre los vecinos y se producían grandes altercados favorecidos por las medias parciales. . A punto de resolver la sentencia de la Chancillería, se trasladó al alcalde mayor Felix de la Plaza y vino a la ciudad como alcalde mayor Nicolás de Mella . 

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