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martes, 21 de noviembre de 2017

UN SORCHANTE EN LA CALLE DEL BORDADOR.

BUFETE  DE SORCHANTE
  Otro hidalgo don Felipe Monte Lezcano (998), más por su oficio de escribano de cabildo que por su linaje , que también lo era. Le ganaba 2.200 reales  por su ejercicio al ser arrendado a la Real Hacienda. Lo era público y de número de la ciudad (998) Viudo, convivía con su hijo, clérigo y capellán , mayor de 18 años, y otros dos con otro hijo ( nieto, que eran cuatro, todos mayores de edad formaban el bufete de pluma. Y otro menor y dos hijas.Poseía una memoria de una  huerta en propiedad, fundada por doña Beatriz de Valdivia, de cinco fanegas y cinco celemines y medio( tres de regadío en el Arroyo de las Parras que se riegan con el agua de la presa; una noguera  que ocupa un celemín, de árboles frutales celemín y un cuartillo, todas  tierras de segunda calidad) dos fanegas y nueve celemines y tres cuartillos de hortaliza y sembradura ( a mitad de segunda y tercera calidad). Linderas con tierra del castillero don José de Aranda (E), convento trinitario(O),  huerta de don Juan de Arjona (N) y camino que va a Alcaudete ( S). También poseía  dos fanegas de la misma memoria y fundadora en la cañada de los Frangollos ( una fanega de viña y otra de secano de dos cosechas de trigo y cebada en cinco años). Lindera con el camino que va a las Lagunas(E), tierra de de María Antonia Logroño (O), viña de los beneficiados de la iglesia de San Pedro (S) del Castillo. La memoria obligaba a cuatro misas con una limosna de ocho reales en dicha iglesia. Poseía un censo a favor de 5.400 maravedíes sobre una casa situada en el Pilarej situado en lo alto de la calle de las Parras, que llaman de las Tórtolas ( por un vecino de apellido Fulano de las Tórtolas), la que poseía Juan de Arroyo, vecino de Moclín, rentará 4.6 reales. 

Don Juan Mateo de Valladares (1002) era hidalgo y sorchantre de la parroquia de Santo Domingo Silos ( qué pena que este oficio se extinguió´ño con Juan de De Dios por los años sesenta del siglo pasado, su canto y armonio retumbaban ceremoniosamente en los entierros). , era viudo y le cuidaba su hija y una nieta.
Otro hidalgo muy importante fue don Manuel de Lastres, caballero de la Orden de Calatrava, alférez mayor con un hijo mayor de 18 años, otros dos menores y una hija, un criado mayor, tres de librea y dos criadas.
Don Juan Mateo de Valladares (1002) era hidalgo y sorchantre de la parroquia de Santo Domingo Silos ( qué pena que este oficio se extinguió con Juan de De Dios por los años sesenta del siglo pasado, su canto y armonio retumbaban ceremoniosamente en los entierros) Por renta recibía 16 fanegas de trigo que alcanzaba la suma de  288 reales a 18 reales/fanega, y de obvenciones unas 440 ( lo  que sumaba 838 reales anuales). , era viudo y le cuidaba su hija y una nieta. Para conocer su oficio hay que partir del chantre o capiscol " El chantre o capiscol, dentro de la Iglesia católica, es el nombre de una dignidad eclesiástica dada dentro de algunos cabildos de colegiatas. Es un cargo que designaba al maestro cantor o del coro en los templos principales, especialmente en las catedrales. En algunos lugares, este término hacía igualmente referencia al sochantre que regía el coro gobernando el canto llano.
Este cargo también existía dentro de algunos monasterios, encargándose además de organizar las procesiones de los clérigos y conservar los libros en ausencia de bibliotecario.1​ Debía vestir con capa e indumentaria especial y portar la batuta o bastón cantoral de maestro durante el cumplimiento de sus funciones. Su equivalente en las sinagogas sería el Hazzán.
Esta dignidad eclesial está en desuso.


Taburete de chantre
El nombre chantre proviene del francés «chanteur», que se traduciría como «cantor». La primera aparición del término en castellano está recogida en la Primera de las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio​
Chantre tanto quiere decir como cantor, et pertenesce á su oficio de comenzar los responsos, et los himnos et los otros cantos que hobieren á cantar también en las procesiones que fecieren como en el coro».

Por lo que respecta al Sochantre

El Sochantre (proviene de "So" debajo y "Chantre") sería el siguiente cargo por debajo del Chantre y este último sería el responsable de elegirle, nombrarle y remunerarle. En ocasiones también es nombrado como Chochantre.
Además de como auxiliar del Chantre, solía encargarse de la enseñanza del canto a niños y capellanes.

Origen de la dignidad Los canonistas no convienen acerca de su origen. Unos la confunden con la de primiciero y otros presumen que el capiscol era antiguamente un individuo del cabildo que cuidaba de los ornamentos y vestidos sacerdotales y de los ministros del altar, según la opinión de los benedictinos.

San Gregorio el Grande le atribuye una especie de jurisdicción en el coro a fin de velar para que se guarde la mayor decencia en el servicio divino. También parece que tenía derecho de imponer penas a los clérigos que cometían alguna falta y denunciarlos al obispo si no mudaban de conducta. Como el derecho que tienen las dignidades se arregla por la costumbre particular de los cabildos, no se pueden determinar exactamente los diversos privilegios que gozan los capiscoles en las iglesias donde los hay. Varios canonistas afirman que sus funciones eran en lo antiguo las de colectar los impuestos personales, pero en el día de hoy ya no existen semejantes atribuciones en ellos.
Curiosamente, en Alcalá no era el director del coro, a lo más una pequeña  capilla de música que cantaba en las iglesias, más bien, en mis tiempos,  era el músico y cantor de las ceremonias religiosas, (de tipo funerario / entierro y misas) y así lo conocimos sin vinculo con el coro ni  con las horas divinas ni otras imposiciones. Su voz de bajo y con su capa española negra le daban un porte becheriano y despertaba las golondrinas de las iglesias con su rasgadora voz cimentado por los muchos oficios cantados. Muchas anécdotas se le aludían a sus cantos en un latín eclesiástico deformado, al que cada uno le asignaba una nueva versión. De ad portas inferi, se pasaba aporta, infeliz  los Cinco duros, cinco duros esos sí que son seguros.

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