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martes, 21 de junio de 2016

II. EL CORREGIDOR FRANCISCO DE CHERINOS



Este corregidor llegó a Alcalá la Real en el 31 de agosto de 1543  nombrando como alcalde mayor a Pedro de Cañete,  y a Loja en nueve de octubre de 1543 nombrando como alcalde mayor al bachiller Bartolomé Leonardo de Soria. Posteriormente, los intercambió de ciudades.
Su labor normativa fue emprendida pronto en la cabeza del corregimiento, porque junto con el concejo dictaron unas nuevas ordenanzas para crear la figura de padre de menores  para poner coto al aprovechamiento de  los guardadores y en  la partición de bienes.En este caso, proveyeron Bartolomé de Santa maría, hombre respetable que llegó a ser mayordomo de la ciudad.Puso un salario de tres reales por cada día de trabajo en realizar el inventario de bienes del fallecido, rebajando a la cantidad a dos reales si tuvieren hasta 20.000 maravedíes y se encargare un día y un real si llegare a diez mil, y nada si no llegare a esa cantidad. La misma cantidad, recibía por el aprecio y revalorización del inventario entendiendo la jornada cuatro horas de mañana y cuatro de tarde. Si llevaba una persona a sueldo,COBRARA UN REAL No podían cobrar en las operaciones ninguna persona aunque la llevaran los guardadores. El cabildo obligaba traer el libro de menores a la ciudad y llevarlo para ejecutar las cuentas si fuere necesario. En el año 1543, la labor legisladora del municipio se plasmó en otras varias ordenanzas. Una de  ellas regulaba la guarda de los términos reformando el nombramiento supervisadora de la Corona  de los antiguos guardas de los monte, que tradicionalmente recaían en los caballeros de la sierra mediante un sistema de arrendamiento que estaba corrompido, pues permitían todo tipo de tropelías y abusos al estar relacionados en connivencia con las autoridades. Otra renovó  la antigua ordenanza de protección de los montes, por la que se impedía talar y cortarlos y se les protegía ante la falta de terreno común para los ganaderos locales y forasteros. La pena era de seiscientos maravedís por cortar árboles y se subió en cuatro mil maravedís además de cien azotes a los reincidentes. Pra  hacer más efectiva la aplicación de las normativas, los munícipes distribuyeron en distintas partes la cantidad de la multa entre los denunciantes o el caballero de la sierra, el juez y la ciudad[1].
Nos demuestra la nueva ordenanza unos montes de encinar, chaparros, quejigos, pinos y fresnos, donde acudían los vecinos para abastecerse de leña y aliviarse del frío y para levantar las casas y edificios importantes de la ciudad; los ganaderos y pastores, por su parte,  para alimento de su ganados y los artesanos de la ciudad y para sus aperos de labranza o de industria  y para los edificios, además de la presencia de otros ganaderos venidos de fuera. La ganadería consistía en su mayor parte en cabras, ovejas y bueyes que tenían reservadas las dehesas boyales. Las armas de proteccion de lo vecinos eran la ballesta, lanza, espada, dardo y las herramientas el hacha, el hozino, el azadón de espeto, el puñal curvo y el cuchillo.
No obstante, la ganadería era una fuente básica de algunos vecinos, pues en las subastas del abastecimiento de la ciudad solían pujar los ganaderos tanto de la villa del Castillo de Locubín como los alcalaínos, según aconteció en el año 1543. También, la presencia de albeizares encargados de la reproducción de los caballos garañones que se echaban a las yeguas.
La ordenanza comentada fue aprobada en Valladolid el dos de diciembre de 1544


[1] AMAR. Legajo 43 Pieza 4. Provisión real para  hacer nuevas ordenanzas.

Fu un gobernante que emprendió importantes obras para la mejora de vida de todas las ciudades de su corregimiento. En Loja, compró la casa de Francisco de Corpas, que hacía de uso de Hospital para instalar en ella Las Carnicerías, mudó las Casas de la Mancebía en las casas de Gabriel Fernández de Córdoba y Fernando Álvarez Zapara , junto a la torre de la Mancebía o casa de la Mancebía Vieja en el Arrabal Alto o Nuevo junto a la torre del Cubo. En Alcalá la Real, varias obras engrandecieron la ciudad, entre ellas cada vez la plaza se convertía en el centro neurálgico de la fortaleza y para ello se quitaban las rocas, tierras y cascajo que sobresalía de lo llano. En la casa de la Justicia continuaron su edificación y se hicieron cuatro bastidores grandes y uno pequeño en la Torre Nueva ( la de la Imagen). A su alrededor, se empedró la calle de las Cuatro Esquinas,  se renovaron la torre de la plaza alta,  botica, las casas y tiendas de la botica, ls tiendas de la Mazmorra,  la herrería de Pedro López,  la casas de la mancebía y cinco nuevas tiendas y allano el lugar junto a la Cárcel en la Plaza Alta. Y sobre todo, se construyeron las casas de cabildo cuyos pagos los recibía Martín de Córdoba mercader (15.000 ; 20.000); 
También se realizó el allanamiento y quitar tierra ( 6.000 y 7.5000 maravedíes)  y  la portada de la puerta Zaide y sobre ella un adarve por parte del obrero Lope Garrido, cuyo coste alcanzó los veinte mil quinientos maravedís y 12.000 maravedís respectivamente. Se constataba la presencia de Martín de Bolivar que intervenía en dicha torre (7.500) con un presupuesto de 17.500 maravedies para aposento de la Justicia y el adarve situado cerca de la Torre Nueva (9.000 mars) y su puerta, empedrada por Hernando de Villaviciosa.  Prosiguieron las obras de las Casas de Cabildo  con importantes partidas  que solían pagar a l mercader Martín de Córodba y luego este pagaba a Martín de Bolívar ( 15.000, 20.000) Lo mismo que hizo con la calle de Despeñacaballos.  Fuera de él, las Casas de las Mancwebía ( 6.000)el Rastro era un lugar comercial donde se hicieron varias obras de limpieza y allanamiento, en la calle de la Puerta Nueva, y








 en la calle del Pozuelo de San Juan se llevaron obras de empedramiento por Hernandode Villavisiosa ( 9.7) y en el llano en el puente y los pilares de   la Fuente Beber ( en la Tejuela).
En la Fuente del Rey, se llevaron importantes obras, cuyo maestro de obras fue Martín de Bolivar y en la que se requirió la venida del famoso Francisco del Castillo.
En el terreno militar, debió participar con sus tropas de las ciudades a los ataques del turco Barbarroja, enviando 80 hombres entre ballesteros y arcabuceros con destino a Almuñecar el doce de Noviembre dese Loja. Los alcalaínos acudieron a la guerra y con este motivo se hicieron varios padrones en dicho año antes del mes de agosto. Se elaboraron los pendones y banderas de pendón para la gente de la guerra  (7.500 ms.).
En cuanto a la labor gubernativa, en este año se produjeron varias demandas importantes de terrenos usurpados por los vecinos del Castillo en los terrenos comunales, Peñas de Majalcorón  y, sobre todo, en la Dehesa de Fuente Tétar, por los vecinos de dicha villa a instancias del síndico Pedro Ramos, basándose en unos poderes concedidos en el año 1522 en tiempos del corregidor Andrés de Torres. El pleito contra Grimaldos también ocupó los primeros años del corregimiento en la Chancillería Real. Y otro tanto el pleito del quinto de las cabras contra Juan Cano.

El carácter exento de impuestos de la ciudad creaba algunos conflictos entre los comerciantes y las ciudades donde desarrollaban sus tratos los vecinos alcalaínos. Por estos años, los hubo con la ciudad de Baeza y el regidor don Pedro de Aranda y en Écija con Sebastián de Cámara y Juan de Almagro. Se llevaron a cabo estos pleitos ante la exención de alcabalas por parte de los alcalaínos..

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