EL CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS
1. PRIMEROS PASOS
El convento
trinitario de Nuestra Señora de los Remedios de Alcalá la Real se situó a los
pies de la fortaleza de la Mota y, en concreto, se ubicaba en el solar que
lindaba por la parte oriental con la
calle Llana de la Trinidad ( actual calle de Mazuelos), al norte con la calle Real, por la parte del
poniente probablemente con una calle
desaparecida de la Cruz del Cristo de la Piedra (Mesones Bajos) y al sur con la calle de la
Zubia ( denominada actualmente como calle del Romancero). El convento se
hallaba encerrado por varias casas. Estas eran
propiedad del jurado Juan de Aranda y estaban gravadas con un censo para
una memoria de aportar cera. También eran linderas con las casas de Alonso
López de Antequera, Gutierre de Burgos y Francisco López Navarro. Además daba
con un tejar, un taller de cantarería, según
testimonio de Alonso López (aludiendo que estos edificios estaban
habitados y estaban bien cercados con sus paredes y bien tratados[1])
y una tinajería de un Aranda, tal como
no lo describen algunos testimonios posteriores con motivo de la ampliación del
convento. En concreto, el testimonio verbal de
Aparicio Martínez de Colomo se
refería con estas palabras a los
alrededores del convento:
" este testigo a oydo
dezir de muchos años a esta parte que ha
Elbira Monte , difunta, dexó unas casas y un texar e cantarerías, que está en
linde con el dicho monasterio de la Santísima Trenidad, que sobre ello quedó
ciertas memorias de cera, lo qual a entendido este testigo poseyó el jurado
Juan de Aranda , difunto, vezino que fue de esta ciudad, y después lo ha poseydo
Juan de Aranda Monte su hijo, vezino que es de la villa del Castillo
Locubín, jurisdicción de esta ciudad; e
que dicho testigo conoció la dicha casas e cantarería, bien adereçada e
reparada, e se se abitaban e bibían en
la dicha casa, e se hazían obras de barro, y, por no repararse ni tener cuenta con ella los
prosehedores, se a caydo y a venydo a
menos acabando de tal manera que se a venido a perder y hundir, y solamente
sirve de muladar , e que se an fecho en los solares de ella muchas ynmundicias , y está todo fecho
solares e solamente se a abitado de presente
de toda la dicha posesión una
casilla muy pequeña, la qual ansimismo muy pequeña, la qual está muy maltratada
, para se caer e que lo susodicho a redundado e redunda en
mucho daño y perjuizio del dicho monasterio , porque las dichas inmundicias,
que es los que los dichos solares sean echado y echan, an subido tanto que casi se señorea el guerto
que tiene las monjas y patio del dicho monasterio porque la pared que está
entre el dicho monasterio y los dichos
solares se está muy maltratada y muy baxa,
por donde por ser el dicho monasterio de monjas esta muy a peligro ".[2]
El convento de Nuestra Señora de los Remedios
fue fundado en 1528, según Diego Espinosa de los Monteros, por Cristóbal
Gallego, escribano de la ciudad, con el permiso y licencia del abad don Juan
de Ávila. Según las crónicas,[3]
parece que al principio era de carácter mixto y fue regido por el prior fray
Juan de Castañeda. Fueron sus monjas fundadoras María de Arrabal, María de
Montiel y Aldonza de Rivas, hermana de Francisco Vallejo Rivas, que fue patrona
y abadesa del citado convento[4].
Estaba situado a extramuros de la ciudad fortificada de la Mota, en la
expansión del Arrabal Nuevo junto al barrio
de San Juan. Por el testamento de Toribia Sánchez, viuda de Miguel Sánchez
Villoslada, el cuatro de agosto de 1529,
en unas de sus cláusulas testamentarias se refiere que su cuerpo fuera
sepultado en la iglesia y monasterio de la Santísima Trinidad, en una sepultura
que debía comprarse. Pero unos días después, en concreto el siete del mismo mes,
`por el codicilo del mismo se manifiesta “dicho convento no estaba bendito ni consagrado,
ni hechas las ceremonias ni solemnidades que se requerían , que, hasta que ello
se ejecutare, fuese sepultada en la
capilla de su yerno en Santo Domingo de
Silos, y, cuando hiciesen las referidas solemnidades, se trasladase al dicho
monasterio ”.
Sin
embargo, aún con estos datos, algunos investigadores todavía tienen dudas sobre
la fecha de fundación del convento y cuestionan su composición aludiendo a su carácter mixto en sus primeros tiempos. Para ello se atienen a los documentos del
AMAR y Carmen Juan afirma rotundamente
" en espera de que estas bula puede
ser localizada ( se refiere a una bula del papa Sixto IV sobre la primera fundación del
convento) damos a conocer hoy datos de nuestro AMAR, que
certifican la existencia del convento de la Trinidad antes del año 1528 y que, por lo tanto, el
dato aportado por el historiador de la Abadía [5], Agustín Garrido
Espinosa de los Monteros , de que fue fundado ese año por Cristóbal Gallego no
es exacto". Pues estaban sujetas a la corrección, visita y obediencia
del provincial y vicarios nombrados por él. De un modo claro cree que se manifiesta su
carácter mixto con este acuerdo de 12 de noviembre de 1529:
"el dicho alcaide Juan de Aranda hizo relación a la ciudad de como
concertó con el monasterio de la Trenidad la cantidad de la refacción de la
sisa , e concertó con el dicho monasterio que se le dé por año a nueve personas
que presente están en el dicho monasterio, con monjas e frailes, tres
maravedíes por cada uno día".
Al año siguiente, el13 de abril de 1530, el convento entró en conflicto con los
intereses de la ciudad, que impedían que se ampliara la plaza y se extendieran
sus servicios fuera de la fortaleza de
la Mota: “ se cometió al regidor Alonso
de Cabrera escriba al letrado de la
ciudad licenciado Cerrato, sobre los oficiales, que sea impedido que están
abajo, e lo que el frailes de la Trenidad fa fecho sobre qué querían hacer
plaza en los mesones, e ansimismo que escriba esta al ministro e juez de la
Trenidad..."
En
1531 volvieron a pedir la refacción de la sisa, y en 1533, tenemos referencia de su posible
carácter mixto por esta acta de cabildo[6]:
"En este cabildo se vido una petición del ministro del Monasterio de la Santa Trinidad de esta ciudad, sobre que pide que se faga la
Junta de Ganados que se solían fazer e se dé alguna parte de las p(artid o presas)as e, vistos
por los dichos señores se acometió a los
señores Alonso Cabrera e al alcalde Juan de Aranda regidores para que hablen al dicho ministro, e se sepa lo que podrá fazer e lo concierten como convenga
a la ciudad e a todos faziendo lo que se pueda fazer de ello e
fagan de todo relación a la ciudad”.
En palabras
del cronista trinitario Porres
Alonso, se afirma rotundamente sobre estos
hechos: "los vicarios provinieron
durante muchos años dicho monasterio. Después , por graves discordias surgidas
entre los vicarios y las religiosas, estas, con licencia del General de la Orden,
traspasaron el convento a los
religiosos. Las monjas quedaron abandonadas a su suerte, sin que les procuraran
otra morada".
Por eso,
concluimos que probablemente, el
convento se fundó o refundó por este año, solo, con mujeres, pero las monjas
debieron recibir la jurisdicción de la Casa de Jaén y del provincial de Jaén y,
por ello, era frecuente la presencia de estos en la ciudad a la hora de representarlas ante la
Justicia, el ayuntamiento o cualquier registro público , porque son varios
documentos los que se han encontrado en documentos de los protocolos notariales
de los primeros momentos de la fundación Más explicito es un documento de poder de representación de las monjas que
conceden en 1534 fray Juan Castellanos, "frailes de la Orden de la Santísima Trinidad en nombre de las monjas de
la Santísima Trinidad"; dicho contrato de arrendamiento se llevó a
cabo ante el escribano Juan Blázquez y se refería a una finca de 17
fanegas que poseía el convento en el
paraje del Rosalejo para que se beneficiase
Mateo Ruiz Gallardo[7].
En1538, se
fundó la cofradía de Nuestra Señora de los Remedios por Juan Vázquez Mesía con
licencia del abad don Juan de Ávila en el convento trinitario[8]..
Todos sus fondos se dedicaban a los cultos de de La Virgen de los Remedios y concretamente se celebraban los sábados por la mañana. Pues, tan sólo adquirieron una "imagen
de bulto" que colocaron en el altar mayor con la advocación mencionada.
En 1542,
haciéndose eco de las Constituciones del
abad Juan de Ávila, el templo del convento trinitario es ya una realidad,
porque es una estación importante en las procesiones que se celebran en la
ciudad. Se explicita exactamente el segundo
día de las Letanías de Mayo, que
“ ha de yr la processión a sant Joan ,
con las dichas cruces y clerezías, y han de yr por el Postigo e por Sancto
Domingo, y salir por la Puerta de Martín Ruiz, y bolber por la Trinidad e la calle de los Mesones”.
Era frecuente
que los hermanos del a cofradía se
enterraran en dicha iglesia, en1545 lo
hizo Martín Calvo [9]" mando asy que de mi acaeciere
finamiento de esta enfermedad do estoy ocupado, mi cuerpo sea sepultado
en el monasterio de la Santísima Trinidad de esa ciudad en una sepultura si me
quisiere dar Pedro de Anguiniano, al
qual le ruego por guardadas alguna designe entre tres".
[1] AMAR. Caja 24, legajo 10.
19 de noviembre de 1570. Información de
Alonso López de Antequera, lindero y vecino
en diciembre de 1570.
[2] AMAR. Caja 24, legajo 10.
19 de noviembre de 1570. Información de
Aparicio Martínez de Colomo, vecino en
diciembre de 1570.
[3] Garrido Espinosa de los
Monteros, Diego. Historia de la Abadía
de Alcalá la Real. Pág. 64. Diputación provincial de Jaén. Rendición. 1996. Domingo
Murcia Rosales y Francisco Toro Ceballos.
Dice que se hizo el documento de fundación ante el notario Alonso de
Jaén. Se basa en un traslado de este documento del siglo XVIII, con motivo de
un pleito levantado por Antonio Picardo de Utrilla en 1715. Hay que desechar
las malas transcripciones que atribuyen la fundación del convento a Luis
Gallego.
[4] Programa de la Virgen " Don Antonio
de los Ríos, patrono del convento de la SS Trinidad de Alcalá la Real ".1987.
[5] JUAN
LOVERA, Carmen, Algunos datos del AMAR (Archivo municipal de Alcalá la Real ) sobre el más antiguo de
los conventos alcalaínos, el de las Trinitarias. PV. Alcalá la Real
1988.
[7] AHPJ. Legajo 4566.
Folios y 712 vueltos. 25 de agosto de 1534.
[8] Amar. Legajo 23. Pieza 14.
[9] AHPJ. Escribano Francisco
de Jaén. 0 de septiembre 1545.
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