Archivo del blog

sábado, 11 de junio de 2016

FOTOGRAFÍAS ALCALÁINAS DE LOS COCHES DE RUEDAS A LOS AUTOMÓVILES






























INTRODUCCIÓN

A través de  fotografías relacionadas con Alcalá la Real, vamos a llevar a cabo unos pasajes del mundo del transporte humano y de otras mercancías en la comarca de la Sierra Sur. No sólo nos vamos a atener a los vehículos  sino a otros aspectos relacionados con los medios de transporte.
 
LOS ANIMALES

          Los primeros medios de locomoción y transporte fueron los animales de carga. Los hay muy variados, desde el camello hasta el elefante, pero son los caballos  y sus engendros de mestizaje, los que jugaron un papel fundamental en el transporte de mercancías, bagajes, y personas. Generalmente, los caballos y yeguas suelen reservarse al transporte personal, y los mulos y asnos se dedican a las labores agrícolas  y de mercancías sin olvidar otras facetas. No pueden olvidarse los bueyes como animales de tracción para los carros.    En Alcalá la Real,, incluso, hubo varias ferias dedicadas al comercio de estos animales y dehesas donde pastaban en los predios de Chariilla, Mazuelos, Encina Hermosa,  Hondonera y de los caballos o dehesilla. En la foto se recoge el Llanillo sin paso de automóviles a  principios del siglo XX Y dos personas conduciendo dos asnos cargados de mercancías. Sus aperos daban lugar a otros oficios como albardoneros, herraderos, veterinarios, arrieros, aladreros... Eran muy famosas las compañías de arrieros que transportaban el vino de Alcalá a otras tierras granadinas, en manos de los moriscos gaçis. Pero, también, jugaron un gran papel en el traslado de los cereales a tierras costeñas y su vuelta con el pescado dando lugar a los playeros.. Jugaron un gran papel en el transporte del agua en la Mota, los aguaderos, y en la construcción para llevar las piedras de cantería y otros materiales. Pero  predominaron los del sector agrícola desde labores de vendimia, transporte de cereales y  hortalizas y medio de traslado a los rincones más insólitos. s,     
                   
LOS CARROS Y COCHES DE RUEDAS

          Uno de los primeros descubrimientos de  los pueblos indoeuropeos fue el invento del carro de ruedas para transportar a las personas y sus productos en el momento que descendieron de las estepas rusas a las tierras del Mediterráneo. Lo localizan en el siglo X y  en la Edad del Hierro. El carro de ruedas pervivió y se mantuvo hasta los años ochenta en  la Sierra Sur, compartiendo labores agrícolas de transporte de los cereales y de la aceituna, sobre todo. En su variante de transporte de viajeros, pronto  dejó paso por los años treinta, al mundo del motor con las primeras camionetas y autocares. Esta foto se corresponde a principios de siglo en la aldea de Santa Ana, donde posa el coche de cuatro ruedas tirado por un mulo, era un coche de paseo en el que abundaban las góndolas y jardineras, que transportaban a los hacendados por sus fincas. La iglesia se encuentra encalada y se forma una unidad entre la iglesia, la casa del sacristán y las caballerizas adjuntas de la ermita de Santa Ana


DE LAS CABALLERIZAS  A LAS ESTACIONES DE SERVICIO PASANDO POR LOS GARAJES
            Cuando la ciudad fortificada descendió al Llano, las caballerizas de los abades ocuparon una casa adjunta al actual Palacio Abacial. Estaba claro que el abad y el corregidor necesitaban de coches de caballos para poder desplazarse a los pueblos de la Abadía ( Priego, Carcabuey, Castillo de Locubín y Noalejo)  y del corregimiento ( Loja, Castillo y Alhama de Granada). Generalmente disponían de varios juegos de coches y cocheros que los conducían por caminos de herradura y carreteros a veces con los firmes más insospechados que nos podemos imaginar.En recintos urbanos reducidos ha sido un problema peliagudo encontrar un lugar  para albergar a los animales de carga y transporte o de guerra. En concreto, en la Mota tuvieron que habilitar el sitio más insospechado para ubicar la cuadra o tinado de sus animales de carga o de transporte. Los hay en los sitios más insospechados, en los sótanos, junto a las bodegas, en el recodo de una peña, en una quiebra de un peñasco, y, los menos junto al patio central como habitación independiente. No obstante, las autoridades solían edificar una parte de su palacio, casona o mansión en forma de caballeriza, donde dormían los animales y guardaban los aperes y enseres de los carruajes y carrozas de transporte de viajeros. este es el caso de la casa de los alcaides, como la casa del conde de Cabra, o la del corregidor que se edificó junto a la anterior en la plaza Alta de la Mota o la de los caballeros más importantes como los Aranda y Góngora, en torno a la alcázar.  Incluso, el abad edificó  un edificio a la entrada de la ciudad fortificada junto a la Puerta del Aire, con el  nombre de las Caballerizas del Abad, donde bajo un techo apoyado en columnas centrales y adosado a la roca de la primera línea de fortificación  se albergaban todos los  animales de tracción  y enseres de sus coches de viaje. Curiosamente, bajo las pesebreras se introducían todos esos enseres para ocupar mayor espacio. Y además se observan varios compartimientos.  Hay constancia de su existencia a finales del siglo XVI, en tiempos del abad Maximiliano de Austria.

            Pero, no sólo disponían de caballerizas colectivas estos señores sino que las posadas, mesones, hostales y ventas reservaban una parte de sus instalaciones para  albergar a los caballos en el tránsito y descanso de un trayecto a otro, o , simplemente como cambio de caballos de postas en el transporte de viajeros y en la estafeta de correos.  Estos últimos eran unos servicios estancados que se concedían por la Corona desde el siglo XVIII. Célebres son las fotografías de postas de viajeros en los Álamos, ya que existían varios posadas importantes como la Aurora y los Álamos sin olvidar las que existían a lo largo del Llanillo y la Tejuela y en las callejuelas de la Plaza, donde destacaba la del Hotel Comercio. Estas fondas daban alojamiento a viajeros, comerciantes, pasajeros y transportistas  y, además, a sus medios de locomoción,. Por eso, cobraban no sólo por la pernoctación, comida y alojamiento sino también  por la paja y la cuadra de sus animales hasta muy entrado el siglo XX:

            Un paso anterior al establecimiento de parada de las postas y estaciones de servicios fue la llegada de los automóviles, autobuses, camionetas  y camiones, fue la presencia de cocheras que se colocaron a las afueras de las ciudades, para albergar los coches de motor de los primeros propietarios. En Alcalá en las afueras del barrio de la Tejuela y calle Mesa, así como en la carretera de Granada se ubicaron y el color grisáceo distinguía en sus puertas que lo ocupaban coches. 
            Las antiguas  fondas y los mesones  dieron lugar a las primeras estaciones  de servicios. Es el caso del muy conocido de la Estación de los Álamos que recibía el nombre de Estación La Central  y que adjuntamos con la fotografía del margen. Este bello edificio regionalista había sido un antiguo mesón perteneciente a los Alba,  Se utilizó en muchos momentos  como cuartel para alojamiento de los soldados de los regimientos que pasaban del Sur al Norte. Nada menos desde los siglos de la conquista hasta el siglo XX. Junto a él, se encontraba un rincón que se denominaba Juego de Pelota y, al otro lado la ermita de San Antón.  Esta estación  prestó sus servicios muy avanzada la segunda mitad del siglo XX, e, incluso se utilizó en algunos momentos de silo antes de la edificación del actual. En la foto, se muestra un edificio de tres cuerpos con vanos muy equilibrados con arcos de herradura y algunos con balcón. La entrada es dintelada y sobre ella un gran balcón con arco de herradura. E En el tercer cuerpo, los vanos  son de doble arcada simulando un edificio de índole nazarí o musulmán. Una caravana se encuentra ante su entrada esperando ser recepcionados los viajeros cuyo  vestido, de los vecinos y pasajeros,  nos remontan  a  principios de siglo. De este tiempo , con una portada   adintelada y sollo de dos cuerpos es  la estación que se ubicó en la posada de La Aurora, frente al Pilar de los Álamos y primera casas de la calle de los Caños. Muy  abierta  al paso de los medios de transporte  se muestra más como estación de viajeros y no de caballerizas. Y hay noticias que solía albergar a la gente más pudiente.
 Esta estación o zona de paraje se mantuvo muy avanzado el siglo XX hasta que se inauguró la actual en los terrenos de La  Nueva Orujera. En este sitio, los viajeros emprendieron nuevos destinos y , a veces, se desplazaron por primera vez a tierras extrañas en los nuevos autobuses de las marcas más afamadas del mundo. Desde la antigua Rubia a los modernos Pegaso y Mercedes, la empresas de Contreras , Graells y de otros lugares como Montefrío los alcalaínos vieron el progreso de la automoción pública y colectiva. 



            Este tipo de transporte público procede de coches de grandes dimensiones y camiones, que se inició en los años treinta del siglo XX por medio de empresas de personas y mercancías  granadinas y jiennenses que llevaban a cabo el traslado a otras ciudades o romerías como la Virgen de la Cabeza en el Cerro, donde chóferes como los Adolfo Gutiérrez, empresa  de Piñas,  Romero, Fuentes, Mateo Barrio, Sánchez Serrano, y  el propio Contreras iniciaron el transporte público y , luego, introdujeron los autobuses  de marcas nacionales e internacionales. es el momento en que comienza poco a poco a expandirse el automóvil de trabajo  y no de lujo y se introducen marcas de otros sitios junto con la vespa y las motocicletas. Pronto vendrán  los tiempos del SEAT, seillas y Citroén, un paso de automoción en la clase media.  CONTINUARÁ e s

No hay comentarios:

Publicar un comentario