INTRODUCCIÓN
A
través de fotografías relacionadas con
Alcalá la Real ,
vamos a llevar a cabo unos pasajes del mundo del transporte humano y de otras
mercancías en la comarca de la Sierra Sur.
No sólo nos vamos a atener a los vehículos
sino a otros aspectos relacionados con los medios de transporte.
LOS ANIMALES
Los
primeros medios de locomoción y transporte fueron los animales de carga. Los
hay muy variados, desde el camello hasta el elefante, pero son los
caballos y sus engendros de mestizaje,
los que jugaron un papel fundamental en el transporte de mercancías, bagajes, y
personas. Generalmente, los caballos y yeguas suelen reservarse al transporte
personal, y los mulos y asnos se dedican a las labores agrícolas y de mercancías sin olvidar otras facetas. No
pueden olvidarse los bueyes como animales de tracción para los carros. En Alcalá la Real ,, incluso, hubo varias
ferias dedicadas al comercio de estos animales y dehesas donde pastaban en los
predios de Chariilla, Mazuelos, Encina Hermosa,
Hondonera y de los caballos o dehesilla. En la foto se recoge el
Llanillo sin paso de automóviles a
principios del siglo XX Y dos personas conduciendo dos asnos cargados de
mercancías. Sus aperos daban lugar a otros oficios como albardoneros,
herraderos, veterinarios, arrieros, aladreros... Eran muy famosas las compañías
de arrieros que transportaban el vino de Alcalá a otras tierras granadinas, en
manos de los moriscos gaçis. Pero, también, jugaron un gran papel en el
traslado de los cereales a tierras costeñas y su vuelta con el pescado dando
lugar a los playeros.. Jugaron un gran papel en el transporte del agua en la Mota , los aguaderos, y en la
construcción para llevar las piedras de cantería y otros materiales. Pero predominaron los del sector agrícola desde
labores de vendimia, transporte de cereales y hortalizas y medio de traslado a los rincones
más insólitos. s,
LOS CARROS Y
COCHES DE RUEDAS
Uno
de los primeros descubrimientos de los
pueblos indoeuropeos fue el invento del carro de ruedas para transportar a las
personas y sus productos en el momento que descendieron de las estepas rusas a
las tierras del Mediterráneo. Lo localizan en el siglo X y en la
Edad del Hierro. El carro de ruedas pervivió y se mantuvo
hasta los años ochenta en la Sierra Sur , compartiendo
labores agrícolas de transporte de los cereales y de la aceituna, sobre todo.
En su variante de transporte de viajeros, pronto dejó paso por los años treinta, al mundo del
motor con las primeras camionetas y autocares. Esta foto se corresponde a
principios de siglo en la aldea de Santa Ana, donde posa el coche de cuatro
ruedas tirado por un mulo, era un coche de paseo en el que abundaban las
góndolas y jardineras, que transportaban a los hacendados por sus fincas. La
iglesia se encuentra encalada y se forma una unidad entre la iglesia, la casa
del sacristán y las caballerizas adjuntas de la ermita de Santa Ana
DE LAS CABALLERIZAS
A LAS ESTACIONES DE SERVICIO PASANDO POR LOS GARAJES
Cuando la ciudad fortificada
descendió al Llano, las caballerizas de los abades ocuparon una casa adjunta al
actual Palacio Abacial. Estaba claro que el abad y el corregidor necesitaban de
coches de caballos para poder desplazarse a los pueblos de la Abadía ( Priego, Carcabuey,
Castillo de Locubín y Noalejo) y del
corregimiento ( Loja, Castillo y Alhama de Granada). Generalmente disponían de
varios juegos de coches y cocheros que los conducían por caminos de herradura y
carreteros a veces con los firmes más insospechados que nos podemos imaginar.En recintos urbanos reducidos ha sido un problema peliagudo encontrar un lugar para albergar a los animales de carga y transporte o de guerra. En concreto, en la Mota tuvieron que habilitar el sitio más insospechado para ubicar la cuadra o tinado de sus animales de carga o de transporte. Los hay en los sitios más insospechados, en los sótanos, junto a las bodegas, en el recodo de una peña, en una quiebra de un peñasco, y, los menos junto al patio central como habitación independiente. No obstante, las autoridades solían edificar una parte de su palacio, casona o mansión en forma de caballeriza, donde dormían los animales y guardaban los aperes y enseres de los carruajes y carrozas de transporte de viajeros. este es el caso de la casa de los alcaides, como la casa del conde de Cabra, o la del corregidor que se edificó junto a la anterior en la plaza Alta de la Mota o la de los caballeros más importantes como los Aranda y Góngora, en torno a la alcázar. Incluso, el abad edificó un edificio a la entrada de la ciudad fortificada junto a la Puerta del Aire, con el nombre de las Caballerizas del Abad, donde bajo un techo apoyado en columnas centrales y adosado a la roca de la primera línea de fortificación se albergaban todos los animales de tracción y enseres de sus coches de viaje. Curiosamente, bajo las pesebreras se introducían todos esos enseres para ocupar mayor espacio. Y además se observan varios compartimientos. Hay constancia de su existencia a finales del siglo XVI, en tiempos del abad Maximiliano de Austria.
Pero, no sólo disponían de
caballerizas colectivas estos señores sino que las posadas, mesones, hostales y
ventas reservaban una parte de sus instalaciones para albergar a los caballos en el tránsito y
descanso de un trayecto a otro, o , simplemente como cambio de caballos de
postas en el transporte de viajeros y en la estafeta de correos. Estos últimos eran unos servicios estancados
que se concedían por la Corona
desde el siglo XVIII. Célebres son las fotografías de postas de viajeros en los
Álamos, ya que existían varios posadas importantes como la Aurora y los Álamos sin
olvidar las que existían a lo largo del Llanillo y la Tejuela y en las
callejuelas de la Plaza ,
donde destacaba la del Hotel Comercio. Estas fondas daban alojamiento a viajeros,
comerciantes, pasajeros y transportistas
y, además, a sus medios de locomoción,. Por eso, cobraban no sólo por la
pernoctación, comida y alojamiento sino también por la paja y la cuadra de sus animales hasta
muy entrado el siglo XX:
Un paso anterior al establecimiento
de parada de las postas y estaciones de servicios fue la llegada de los
automóviles, autobuses, camionetas y
camiones, fue la presencia de cocheras que se colocaron a las afueras de las
ciudades, para albergar los coches de motor de los primeros propietarios. En
Alcalá en las afueras del barrio de la Tejuela y calle Mesa, así como en la carretera de
Granada se ubicaron y el color grisáceo distinguía en sus puertas que lo
ocupaban coches.
Las antiguas fondas y los mesones dieron lugar a las primeras estaciones de servicios. Es el caso del muy conocido de la Estación de los Álamos
que recibía el nombre de Estación La
Central y que
adjuntamos con la fotografía del margen. Este bello edificio regionalista había
sido un antiguo mesón perteneciente a los Alba,
Se utilizó en muchos momentos
como cuartel para alojamiento de los soldados de los regimientos que
pasaban del Sur al Norte. Nada menos desde los siglos de la conquista hasta el
siglo XX. Junto a él, se encontraba un rincón que se denominaba Juego de Pelota
y, al otro lado la ermita de San Antón.
Esta estación prestó sus servicios
muy avanzada la segunda mitad del siglo XX, e, incluso se utilizó en algunos
momentos de silo antes de la edificación del actual. En la foto, se muestra un
edificio de tres cuerpos con vanos muy equilibrados con arcos de herradura y
algunos con balcón. La entrada es dintelada y sobre ella un gran balcón con
arco de herradura. E En el tercer cuerpo, los vanos son de doble arcada simulando un edificio de
índole nazarí o musulmán. Una caravana se encuentra ante su entrada esperando
ser recepcionados los viajeros cuyo vestido, de los vecinos y pasajeros, nos remontan
a principios de siglo. De este
tiempo , con una portada adintelada y
sollo de dos cuerpos es la estación que
se ubicó en la posada de La
Aurora , frente al Pilar de los Álamos y primera casas de la
calle de los Caños. Muy abierta al paso de los medios de transporte se muestra más como estación de viajeros y no
de caballerizas. Y hay noticias que solía albergar a la gente más pudiente.
Esta estación o zona de paraje se mantuvo muy
avanzado el siglo XX hasta que se inauguró la actual en los terrenos de La
Nueva Orujera. En este sitio, los viajeros
emprendieron nuevos destinos y , a veces, se desplazaron por primera vez a
tierras extrañas en los nuevos autobuses de las marcas más afamadas del mundo.
Desde la antigua Rubia a los modernos Pegaso y Mercedes, la empresas de
Contreras , Graells y de otros lugares como Montefrío los alcalaínos vieron el
progreso de la automoción pública y colectiva.
Este tipo de transporte público
procede de coches de grandes dimensiones y camiones, que se inició en los años
treinta del siglo XX por medio de empresas de personas y mercancías granadinas y jiennenses que llevaban a cabo el
traslado a otras ciudades o romerías como la Virgen de la Cabeza en el Cerro, donde chóferes como los Adolfo
Gutiérrez, empresa de Piñas, Romero, Fuentes, Mateo Barrio, Sánchez
Serrano, y el propio Contreras iniciaron
el transporte público y , luego, introdujeron los autobuses de marcas nacionales e internacionales. es el
momento en que comienza poco a poco a expandirse el automóvil de trabajo y no de lujo y se introducen marcas de otros
sitios junto con la vespa y las motocicletas. Pronto vendrán los tiempos del SEAT, seillas y Citroén, un
paso de automoción en la clase media. CONTINUARÁ
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