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sábado, 17 de agosto de 2024

el corregidor Tomás Fontanet

Le sucedió Lluís de Montsuar de la nobleza de Lérida, quien ejerció el cargo de 1618 a 1640. Esta elección significó un triunfo de las pretensiones de Galcerà Albanell, tio de Lluís Montsuar, quien argumentó que a causa de la muerte de su hijo, el mencionado sobrino pasaba a heredar su casa. Tuvo la ayuda del duque de Lerma, quien comunicó al Consejo de Aragón que, por orden del monarca, tuviera en cuenta esta candidatura. Aun así el Consejo lo propuso en segundo lugar; y en primer lugar se propuso al regente Fontanet del mencionado Consejo. Un caso que tiene una semejanza con las pretensiones de Guardiola, también destacado regente10 . Pero a parte del caso del hijo del regente Fontanet, se presentaron otros candidatos destacados en esta consulta. En segundo lugar iba Berenguer d'Oms, quien 7. Ibidem. 8. ACÁ, CA, Cancillería, r. 4870, f. 59a. Madrid, 2 de junio de 1611. 9. Remitimos otra vez al documento citado en las dos notas anteriores. Con respecto a los datos del segundo conde de Erill, véase otra vez MOLAS RlBALTA, Pere: Catalunya..., op. cit., p. 59. 10. ACÁ, CA, Leg. 271, doc. 70. Consulta de 5 de junio de 1617. También encontraréis información sobre este personaje en MOLAS RlBALTA, Pere: Catalunya..., op. cit., p. 59. © Ediciones Universidad de Salamanca Stud, his., H.a mod., 22, 2000, pp. 53-73 MIQUEL ÁNGEL MARTINEZ RODRÍGUEZ <-„ OFICIALES DE LA BAILÍA Y DE LA OFICINA DEL MAESTRE RACIONAL DE CATALUÑA (1580-1640) -> / fue finalmente escogido después de la rendición de Barcelona en 165211 . Josep de Cardona también era muy valorado por sus propios méritos y por la trayectoria militar de su padre. Y, aunque aparece en última posición de los aspirantes, vale la pena reseñar que Cristofol Icart y de Queralt se apoyó en la trayectoria paterna para intentar conseguirlo, ya que esta familia patrimonializó este oficio en el siglo XVI12 . Y fue precisamente su padre el último Icart quien detentó esta dignidad. Dos personas más entregaron memoriales en aquellas fechas, pero no consiguieron ni tan sólo la consideración de candidatos. Uno de ellos repite la aspiración, me refiero a Alexandre de Alentorn y el otro fue Pedro de Villanueva y Perves, barón de Perves; e hijo de Gaspar de Vilanova. Ambos ocuparon el oficio de lugarteniente de maestro racional. Recordemos que Pedro de Villanueva fue destituido del mismo, motivo por el cual pide este oficio alegando que «(...) fue desposeído sin culpa y ha seis años que esta en esta Corte con muger y hijos padeciendo neçessidad (,..)»13 . Ninguno de los dos pudo hacer realidad el deseo de ser baile general de Cataluña. EL LUGARTENIENTE DE BAILE GENERAL Las primeras referencias que disponemos de los detentadores de este oficio se remontan a finales del Quinientos. Sabemos que en 1594 murió el titu

Fontanet y Savila, Salvador. Gerona, s. m. s. xvi – II.1633. Magistrado, regente del Consejo Supremo de Aragón.

Era hijo de Joan Fontanet, notario de Gerona, y de Isabel Savila, hija a su vez de Benet Savila, mercader también de Gerona. Fue asesor del baile general y del maestro racional antes de pasar a la Audiencia de Cataluña, lo cual se produjo en 1596 al ser nombrado juez de Corte de la misma, por promoción de Juan Gallego a la Sala Civil (12 de enero de 1596).

Fontanet presentó sus méritos para acceder a la Audiencia en un memorial en el que destacó los diez años de “arduos negocios” como comisionado para oficios de la Inquisición y las instancias contra eclesiásticos delincuentes. Añadía sus servicios como asesor del maestre racional de la Casa y Corte y del baile general, además de regente de la Tesorería General.

Su historial responde al del típico letrado que consigue acceder a la Audiencia y después, en virtud de determinados méritos, en este caso su contribución al desarrollo más ágil y fluido posible de las Cortes de 1599, al Consejo de Aragón. Actuó en estas Cortes como habilitador y como uno de los jueces de greuges, y presumía de haber atendido en ellas a graves negocios, sobre todo en orden a la conclusión de las sesiones, cuestión que llegó a ser muy ardua. Ello no le impidió aprovechar la ocasión para presentar un cuaderno, en nombre del Consulado de Mar, en el que se proponían algunas modificaciones y aclaraciones en cuestiones de procedimiento.

Pasó al Consejo de Aragón, como abogado fiscal, seguramente en 1605, pues es de esa fecha una consulta de 12 de mayo de 1605 que hace referencia a su petición de ayuda de costa para trasladarse de Barcelona a Valladolid. Ascendió a regente en 1611, por privilegio dado en Aranjuez el 3 de mayo de 1611 (decidido en consulta de 15 de marzo de 1611). Paralelamente ascendió en la escala social, primero como ciudadano honrado (1600) y luego como noble (1614). Es de destacar que en el nombramiento como regente del Consejo de Aragón medió “billete” favorable del duque de Lerma (privilegio dado en Aranjuez el 3 de mayo de 1611; consulta del Consejo de Aragón que lo decide de 15 de marzo de 1611). Sustituyó como regente al fallecido Juan Sabater. Por esas fechas, se le encomendó, junto al obispo de Marruecos, la delicada misión de investigar extrajudicialmente la conducta del regente de la Audiencia de Valencia Joaquín Real, sobre el que pesaban acusaciones muy graves en cuanto a su conducta privada en materia de relaciones con mujeres.

Teresa Canet ha seguido el proceso en el que parece ser que las acusaciones llegaron a ser probadas (haber tenido un hijo con una sobrina suya, así como relaciones con tres moriscas recogidas en su casa, con la mujer de un reo y con las esposas de dos escribanos) y así constó en los informes correspondientes, pero la resolución punitiva no pasó de una amonestación que, además, apenas tuvo efecto, pues Real murió al año siguiente. En abril de 1613 pidió una ayuda de costa para dotar a su hija Francisca en su matrimonio con Diego Pallás, paje que fue del Rey, y en ese momento caballero de la Orden de Calatrava. En febrero del mismo año propuso a su hijo como adjunto del lugarteniente del baile general de Cataluña, Garau de Guardiola, hijo a su vez de Montserrat de Guardiola, regente del Consejo de Aragón hasta 1612. Su caso puede ser ilustrativo en materia de aposento, sobre lo que formuló diversas quejas por la incomodidad de la casa que ocupaba en la calle de Ronda, donde ya llevaba más de seis años, lo que le había llevado a alquilar otra casa, la que había ocupado Zúñiga, del Consejo de Indias, y luego la que había tenido Diego de Alarcón, del Consejo de Castilla (consulta de 20 de septiembre de 1615).

Siendo abogado fiscal fue encargado junto con Sabater, al que después sucedería como regente, del cálculo de los censos del reino de Valencia en la repoblación subsiguiente a la expulsión de los moriscos.

Fue uno de los encargados de la difusión, a instancias del conde-duque de Olivares, de la idea de la llamada “Unión de Armas”, en la Corona de Aragón, en su caso en el principado de Cataluña, junto con Navarro de Arroita, Castellví y Blasco, enviados por Olivares a Aragón, Valencia, Mallorca y Cerdeña respectivamente.

Al igual que sus colegas en sus respectivos reinos de origen, se dedicó a preparar las Cortes en las que se expondría el proyecto. De hecho, tuvo luego intensa participación en las Cortes catalanas de 1626, llegando a prorrogarlas en alguna ocasión. A pesar de estar en el círculo de Olivares, fue objeto de duras acusaciones por parte de Silverio Bernat, que fijó su atención en Fontanet como prototipo de ministro del Rey cuyo grado de adhesión no era suficiente. La disputa con Fontanet formaba parte de los intentos de Olivares de imponer un presidente castellano al Consejo de Aragón, en la que Bernat trataba de aportar argumentos favorables, lo que le llevó a enfrentarse con todo el Consejo, pero particularmente con Fontanet. Si Bernat era muy duro con la situación que, en su opinión, vivía el Consejo, Fontanet se llevaba la palma, acusado de enriquecimiento a costa del cargo y de favorecimiento a amigos y familiares, como en el caso de su propio hijo, que fue apoyado para llegar a lugarteniente del baile general de Cataluña aunque no tuviera la edad exigida, ante el silencio, “unos por amor otros por temor”, de los colegas catalanes. Fue una vez nombrado regente cuando propuso a su hijo como adjunto al lugarteniente del baile general de Cataluña, como queda dicho, en febrero de 1613.

Por comisión del Rey armó caballero a su nieto Jusepe Lledó (12 de diciembre de 1621). Fontanet fue objeto de una investigación para calcular las “rentas y aprovechamientos” que, según los datos que obraban en los registros de cancillería correspondientes, había obtenido durante su estancia, primero como fiscal y luego como regente, en el Consejo de Aragón. La investigación había sido ordenada por el vicecanciller Pedro de Guzmán, y no pudo ser evitada por sus colegas del Consejo de Aragón. El resultado de la investigación refleja bien el aprovechamiento que un ministro de un tribunal de alta jerarquía de la Monarquía podía obtener de su cargo. Nada menos que tres letrados casados con sendas sobrinas suyas hizo Fontanet que ingresaran como jueces de la Audiencia catalana, según esta relación, en la que se cita también su intervención para favorecer al doctor Monsar, familiar suyo, con un arcedianato y canonicato en la catedral de Lérida, así como a un tío de su nuera con el obispado de Elna (4.000 ducados), y a un sobrino suyo, Miguel Prats y Fontanet, hijo de su hermana, con el arciprestazgo de Villavertrán. La lista de favorecidos con plazas por la intervención de Fontanet, según la relación acusatoria, se extiende a diversas Audiencias, como la, de Valencia, Cerdeña y Mallorca, además de la de Cataluña; abadías, obispados, como el de Alguer en Cerdeña, un canonicato en Orihuela, a pesar de no ser el beneficiado hijo de la ciudad, como exigía el Fuero de Valencia; oficios menores de Barcelona como maestro de la fábrica de moneda, baile de las aguas y otros; procurador patrimonial de Cataluña; hábitos como el de Calatrava o el de Santiago, con 6.000 ducados de renta cada uno. Es cierto que la investigación estaba impulsada por Olivares y su brazo ejecutor, Silverio Bernat, por lo que puede estar muy inflada, pero lo es también que la acusación más grave no es de carácter económico sino político, pues apunta a la falta de colaboración con la Monarquía cuando, “según la conveniencia de los tiempos” o “por buen gobierno” quiere el Rey “dispensar o mandar algo que tenga asomos contra constitución”.

Se resume todo ello en que, gracias a su fuerte personalidad o a su capacidad de inducir miedo, se señala que Fontanet “tiene tiranizadas las voluntades de aquella Corona”, expresión que será repetida textualmente por Olivares en el “Gran Memorial”, de modo que los que se movían en su entorno no se atrevían a contradecirle. Todos los interesantes detalles, tan ilustrativos del microcosmos de este magistrado, que puede servir también para otros muchos casos similares, no impiden que en el ejercicio de su labor como alto magistrado regio discurriera por los cauces normales.

En esa línea, sirvió de manera normal en el Consejo de Aragón presidiendo las causas de justicia con motivo del fallecimiento del vicecanciller Roig, como se le reconoce en consulta de 28 de septiembre de 1623. Determinados aspectos de su pasado en cuestiones económicas pudieron quedar pendientes, pues en un decreto de 28 de octubre de 1624 se le excluía expresamente de estar presente en la consulta del Consejo en la que se tratara del memorial del agente del real patrimonio de Cataluña Pedro Alós.

En abril de 1627 reclamó el cobro del derecho de la cuarta décima del sello y los emolumentos que le correspondían por su asistencia al Consejo de Cruzada, en un momento en que se encontraba fuera de la Corte, alegando que esa ausencia estaba justificada y que contaba con licencia real, al igual que la de los regentes Francisco Castellví y Baltasar Navarro. Finalizaba su reclamación en términos interesantes para el conocimiento de cómo funcionaba el cobro por algunos conceptos relacionados con la faceta cancilleresca del Consejo de Aragón. Fontanet alegaba que: “[...] fuera muy iusto que en mi ausenzia se me huviessen pagado los drechos que se han cobrado por los despachos o titulos de notarios legitimaciones y averias de que hasta agora no he querido tratar eficasmente (sic) aguardandolo para otra ocasion en la qual se podra tratar de todo o con declaracion expressa de la voluntad de su Magd. o po via de iusticia declarada por iuezes en quien no se pueda considerar que esten interessados en lo que se trata los quales oydas las partes puedan descargar su conciencia y de su Magd. la divina guarde a V. Mgd. En Barcelona a 24 de abril de 1627. Don Salvador Fontanet”En 1628 volvió a reclamar que se le retribuyera la cuarta décima como regente más antiguo (16 de abril de 1628), mientras que, en 1630, renunció a favor de su hijo a una renta de la que disfrutaba (consulta de 16 de noviembre de 1630). Participó también en algunas juntas, como cuando en 1632 se convocó varias veces una junta especial formada por los regentes catalanes del Consejo de Aragón, lo que hizo que se reunieran exclusivamente Magarola y Fontanet para tratar asuntos catalanes, como la concesión de títulos de doctor en la Universidad de Barcelona (consulta de 8 de octubre de 1632). Esta Junta podía adquirir la condición de mixta si se unían miembros de la Audiencia de Cataluña, como Felipe Viñes o Ramón Rubí (consulta de 22 de junio de 1632).

Hizo testamento el 13 de febrero de 1633 y parece que falleció enseguida. Al poco de su muerte, su viuda, Isabel Fontanet, exponía los méritos de su esposo, entre los que proponía haber asistido al cardenal infante en Cortes, haber participado en el Consejo de Cruzada y, en suma, sus treinta y ocho años de servicio (consulta de 14 de marzo de 1633). Fontanet es citado por Josep Ramon en su Consilia (1683-1695, I: 309). Su sobrino Jussepe Lledó de Gerona pidió una merced alegando ser sobrino de Salvador Fontanet, en ese momento el regente más antiguo del Consejo de Aragón (consulta de 26 de octubre de 1621).

 

Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Registro de Cancillería, n.º 4294, fols. 194r.197r., Madrid, 12 de enero de 1596; n.º 4871, fol. 28, decidido en consulta de 15 de marzo de 1611; n.º 4871, fols. 23v.27v., decidido en consulta de 15 de marzo de 1611; Consejo de Aragón, leg. 268, doc. 83; leg. 27, privilegio dado en Aranjuez el 3 de mayo de 1611; leg. 270, 31 y leg. 270 consulta de 20 de septiembre de 1615; leg. 273, doc. 13; leg. 133, consulta de 16 de abril de 1628; leg. 276, 53, consulta de 16 de noviembre de 1630; leg. 277, doc. 50, consulta de 8 de octubre de 1632; leg. 282, doc. 33, consulta de 22 de junio de 1632; leg. 134, consulta de 14 de marzo de 1633; Registros de Cámara, 34, fol. 75, 12 de diciembre de 1621; Archivo General Simancas, Gracia y Justicia, leg. 879.

J. Ramon, Consilia et Sententia Senatus Regii Barcinonensis, Bononiae, B. Recaldini, 1683-1695; R. Gibert, Historia General del Derecho Español, Granada, 1968; J. Casey, El Reino de Valencia en el siglo xviiMadrid, Siglo XXI, 1983; J. Arrieta Alberdi, “El Consejo de Aragón y las Cortes catalanas”, en VV. AA., Les Corts a Catalunya. Actes del Congrés d’historia institucional, Barcelona, 1991, págs. 245255; J. Arrieta Alberdi, El Consejo Supremo de la Corona de Aragón, 1494- 1707, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1994; “La disputa en torno a la jurisdicción real en Cataluña (1585- 1640): de la acumulación de la tensión a la explosión bélica”, en Pedralbes, 15 (1995), págs. 33-93; “Las regalías en la Corona de Aragón del siglo xvii. A propósito de un dictamen de Silverio Bernat de 1624”, en Anuario de Historia del Derecho Español, 66 (1996), págs. 365-443; P. Molas, Catalunya i la Casa d’Austria, Barcelona, Curial, 1996; J. L. Palos, Els juristes i la defensa de les Constitucions. Joan Pere Fontanella (1575- 1649), Vic, Eumo, 1997; P. Molas, “Letrados y nobles en la Corona de Aragón”, en J. Martínez Millán (dir.), Felipe II (1523-1598). Europa y la Monarquía Católica, vol. II, Madrid, Parteluz, 1998, págs. 571-584; A. Simon i Tarrés, “Salvador Fontanet i Savila (1560?-1633). Un jurista gironí a la cort dels Austria”, en Quaderns de la Selva, 12 (2000), págs. 79-89.

 BAYLE GENERAL DE CATALUÑA




 Las construcciones más importantes las emprendieron en di¬ cho año 1636, merced al impulso que dió a las obras el reveren¬ dísimo padre general fray Dalmacio Serra, natural de Olot, hijo de hábito del mis¬ mo convento. Desde agosto trabajaron en hacer todo nuevo el puente que comuni¬ ca la Capitanía con la iglesia por la parte de la sacristía, para el cual el maestro Dates, escultor, labró dos piedras donde es¬ taban las armas de la Orden del Rey, las cuales debieron ser arrancadas, si no las dejaron ocultas al en¬ lucir posteriormente El trono las paredes, pues boy no existen. En ese puente trabajó el maestro de obras Jaime Granger, y es lo más probable que él lo hizo por contrata, ya que en condiciones semejantes dirigió después otras construcciones, según veremos. A fines del mismo año o principios de 1637, debieron construir el segundo puente que une la Capitanía con la iglesia por la parte del coro, para lo cual dió su permiso en septiembre de 1636 Tomás Fontanet, baile general de Cataluña, porque antes ese paso no existía. Entretanto el maestro de obras Salanova bacía por contrata la sala 'De profundis', situada ante la puerta de entrada del refectorio, con ventanas a la calle de Bajo Muralla, boy paseo. Entre el refectorio y esta sala dejaron un corredor que aun existe, el cual, desde el claustro, paralelamente a la fachada que da al paseo, va a encontrar y formar ángulo en el extremo sudeste con el otro corredor, que desde la puerta del 'tragí', en la calle de la Merced, va de El Palacio de la Capitanía general de Cataluña 43 norte a sur. En- mayo de 1637 parece que ya estaba terminada, pues el 17 de este mes pagaron 130 libras por la baldosa valenciana que pu¬ sieron en ella, para arrimadillo seguramente. La sala 'De profundis', así llamada porque allí se rezaba este salmo antes de entrar en el refec¬ torio, totalmente desfigurada por los tabiques que la cruzan, queda ahora inmediatamente a la derecha entrando por la puerta principal que da al Paseo de Colón, abierta después de haber marchado los religiosos. El portal de la portería, que actualmente es el de la puerta principal que da a la Plaza de la Merced, lo construía en diciembre de 1641 el maestro Jaime Elori, quien se comprometió a picar y asentar los sillares por 500 libras. En enero de 1649 habían construidos los arcos y bóvedas de dos alas de claustro, probablemente los de oriente y sur, en los que ya tra¬ bajaban el 1637, pues encuentro que por julio de este año .pagaron el acarreo de algunas columnas. El ala del lado norte, paralela a la calle de la Merced, Jaime Granger se comprometió a levantarla hasta el primer piso, según estaban las otras dos, en 24 de enero de 1649, recibiendo pA la nit arribaven els terços a Vidreres, aquests escrivien al lloctinent del batlle general Tomàs Fontanet (administració reial):

Al Sr. D. Tomas Fontanet .- Llegamos anoche en este lugar de Vidreras con los seis tercios que estaban juntados cerca de Gerona que fue fuerza marchar de alla por los desafueros que esta gente de la tierra alborotada nos han hecho, y por no incurrir en mayores desgracias se a resuelto retirarnos a Blanes aguardando la orden de su Ex.( el virrei) donde V. Señoria se servira de allarse con el governador y juez de la tierra para que nos agan dar pan con nuestro dinero, i dar orden a los lugares circumvecinos para que lleven todo genero de bastimientos. 

Del Sr. Governador (Ramon de Calders) no tenemos aviso, si le han muerto o lo tienen detenido poque nos aze gran falta, mas lo suplira el zelo i cuidado de V. Merced que lo tiene mucho en servicio de su Magd.

Los terzios de Molinguen i Modeneses con la demas cavalleria que avisa la Exa. viene marchando a esta vuelta, no sabemos de ella, y así V. Merced se sirva de lo sucedido abisarle de ello para que se vengan a ajuntar con nosotros: así de esto como de lo demas ara V.Merced grandisimo servicio a su Magd. como de remitir este pliego a su Exa. con un correo a toda diligencia que importa mucho. Guarde a V. Merced como deseo de Vidreras Maio 19 de 1640. Juan de Arce, Leonardo Moles, Conde de Tyrconnell.

Lo haver marchado a Blanes se tomo essa resolucion por lo que nos ha escrito el Sr. Governador, como V.S. Vera por la copia de ella que se le remite y sirvase avisar luego de todo y examinar el despacho para Su Exa. que necessita mucho la brevedad.” ACA, Generalitat, virrei, carta 10369

En rebre aquesta carta Tomas Fontanet sortia a cavall des d’Hostalric cap a Blanes. Els terços continuarien la seva marxa cap a Blanes, a on ja s’estava preparant el seu aprovisionament, el governador quedava atrapat a la ciutat de Girona.

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