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viernes, 2 de agosto de 2024

BARRIO DE IBEROAMÉRICA

 










 

Si volviéramos a tiempos pasados, podríamos encontrar en el actual barrio de Condepols una ladera surcada por un camino que ascendía hacia la ciudad fortificada y que desembocaba en la Cuesta del  Cambrón. Formaba parte del ruedo de la ciudad, que eran las hazas de cereal que se extendían hacia el sur del casco alcalaíno  de la ciudad fortificada de la Mota. Los viajeros ascendían por aquel camino desde la ruta de Granada a las puertas de la Mota. No era de extrañar que en las ferias fuera ocupado por ganados de toda clase, desde el porcino al vacuno, y escenificara muchos tratos entre payos y gitanos. Era el cuadro pintoresco de la primera mitad del siglo XX, en el que se cerraba este espacio urbano con la carretera de Montefrío, una vía orlada  en sus dos arcenes de álamos negros, que  se mantuvieron hasta finales del mencionado siglo.  Pero, la familia Montañés comenzó a introducir por los años sesenta la gran industria en la comarca alcalaína y fundó la empresa Condepols. En palabra de José Jiménez, en un principio fue una fábrica con 18 personas, pero posteriormente llegó a tener 600 trabajadores. Económicamente le hizo mucho bien al pueblo pues su trabajo no sólo evitó el éxodo rural característico de aquella época, sino que propició la vuelta a Alcalá de gente que estaba fuera. Su trabajo ha aportado riqueza al pueblo y no sólo riqueza, todo el barrio del parque hacia abajo se construyó gracias a la presencia de Condepols y a Montañés, pues él fue el responsable de la creación de la empresa.   Y el pueblo sencillo llegó a denominarlo el barrio de Condepols, pues muchas viviendas surgieron a expensas de los trabajadores de esta empresa. En torno a la carretera de Montefrío y sus calles paralelas y perpendiculares que subían  la ladera hasta el camino del cementerio de Nuestra Señora de las Mercedes fijaron su asentamiento. Un barrio obrero se abrió a otras industrias sobre todo la fábrica de piensos Nanta  y la cooperativa de San José Artesano, dando lugar que  en el entorno se abrieran otros dos viales con el nombre de Cooperativa e Industria. Abundaban las viviendas unifamiliares y escaseaban las casas de vecinos y de  bloques plurifamiliares, Tardaron en  ponerle nombre, aunque incluso en algunos momentos llegó a llamarse de San José Obrero, dando lugar a un debate popular que recogió el nombre del barrio con un intento de acercamiento cultural  al continente americano. Y en un pleno  municipal de 1969 se le denominó barrio de Iberoamérica y se bautizaron las  calles  que engendraron el germen del barrio a partir de la  Avenida de Iberoamérica; denominaron a las calles paralelas a esta avenida  Brasil , Chile, Canadá, Perú, Cuba, Méjico, Puerto Rico,  Uruguay, Panamá y Paraguay ; por otra parte,  a las perpendiculares a esta las llamaron con el de Nicaragua, Colombia, Bolivia, Panamá , Ecuador, Honduras y Jamaica.

En los años primeros de la democracia, comenzaron a edificarse las viviendas plurifamiliares de varios pisos primero, se hicieron los famosos pisos verde en torno al camino del Cementerio y en la calle Costa Rica, y las familias de las clases populares y  del sector de los servicios, de la construcción  y de las aldeas  comenzaron  a ocupar esta nueva forma de asentamiento urbano .En estos años la Asociación de Vecinos San José Obrero nació con gran empuje, realizaba actividades a favor del barro y la fiesta de Primero de Mayo. , Incluso, las monjas de la Sagrada Familia de Burdeos fueron una institución que ubicó su casa en la calle y ejerció una gran labor cultural y religiosa para las nuevas clases populares y de las aldeas que se asentaban en estos ligares hasta  su despedida hace recientes años Su huella quedó grabada en muchas familias gracias a la misión de Lidia, Isabel, María Dolores, Beatriz, Carmen; Julia, Teófila, Albina, Rosa,  María Jesús, dinamizadoras de muchas familias La Casa de la Juventuid, transformada en casa de Cultura, dinamizó este barrio, sobre todo, cuando se convirtió en Escuela de Adultos con el nombre del Arcipreste de Hita.  

Conforme avanzaba el siglo,   sobre todos a partir del decenio  de los ochenta,  las empresas sufrieron una primera crisis, pero la fiebre constructiva no decayó. Se cerró el barrio con la calle de  la República de Argentina de modo que  se convertía en una calle singular, rodeada de grandes viviendas plurifamiliares en sus primeros sectores, que se fueron ajardinando con zonas verdes y parterres y la instalación de bares muy frecuentados. Contrastaba la altura de sus edificios  con la baja altura del resto de las viviendas de las otras calles. También ,se extendieron en la carretera de Montefrío junto con nuevos negocios de la repostería, servicios,  garajes, y tiendas de tellas. Y algunas se desplazaron al interior del barrio como la carnicería de Ramón Hinojosa, algunos supermercados,  bares ( el Paraíso será un bastión, potros decayeron con el de la Virgen de la Cabeza… ) 

También en la ladera que se prolongaba hasta cerca de las tierras de Mendal , nació una nueva empresa al cobijo de la antigua Condepols, que había pasado de manos de la familiar Montanés a capital bancario. Era la empresa  Derprosa, que ocupó  terrenos del patronato de las Escuelas Profesionales de la SAFA y negociados por el ayuntamiento alcalaíno a bajo precio.

En el  último decenio del siglo XX, para conservar con zona verde  la corona de la fortaleza de la Mota y sus arrabales, se abrió una importante zona con una gran parte de la ampliación de viviendas unifamiliares en el camino del cementerio y, por encima de este,  los nuevos viales que recordaban a los protagonistas de la conquista, calle el Niño, alcaide Ibrahim, Juan II. También la zona de  la calle Jamaica  recibió una dinamización con una importante promoción de viviendas sociales en la calle Perú,

Se fue transformando este barrio con e un carácter más cosmopolita, donde  ya ha abandonado su origen de obreros induestriales  y se fue transformando en viviendas de antiguos aldeanos, jubilados, clases populares y trabajadores agrícolas  y emigrantes de muchos países y continentes. La presencia del Centro de Día promocionó este barrio gracias al encuentro de los mayores en aquellas dependencias de ocio, transformadas en centros de transeúntes.

 El traslado de la iglesia del Salvador  de las dependencias religiosas de San Antón hasta el otro margen de la carretera de Montefrío le puso identificación al barrio desde su presencia , primero en la Casa de la Juventud, y desde 1994 , inaugurado su templo. La presencia  de su pastoral, vida parroquial y cultos externos, aglutinan  y definen este barrio, que sirve de itinerario procesional de sus advocaciones del Rocío y de Alba con sus rosarios, viacrucis y marcha a romería. El sector servicios y comercial se ha multiplicado con pubs, tiendas de jardinería, deportes, farmacia, zapaterías sin olvidar el tanatorio que estuvo presente en este barrio y,  , sobre todo, en los viales de la República Argentina y carretera de Montefrío, las dos avenidas que cierran por el sur,  y  la de Jamaica que cierra por oeste y estructuran el barrio en su entramado de damero no muy bien diseñado .

 

 

 

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No se ha hechor realidad ni la recalificación de terrenos de Condepols y Derprosa , ni su traslado al Llano Mazuelos por el impacto que este barrio hubiera sufrido. El barrio despertó en los muchos años con nuevas mejoras en sus zonas verdes y la presencia de algunas asociaciones ligadas a los comercios. Nota destacada ha sido la construcción y puesta en ejercicio del Hospital de Alta Resolución son olvidar  la mejora de las zonas verdes, juegos infantiles, las instalaciones deportivas que ocuparon zonas de antiguo tejar, y la presencia de los grandes supermercados como el Día y Mercadona.

          Si levantaran la cabeza aquellos últimos campesinos que bajaban por la Cruz de los Muladares a las eras del Coto para recoger la cosecha de Agosto, se quedarían  estupefactos ante una Cruz de los brazos de hierro rodeada de un barrio populoso sin las viejas tabernas, pero con grandes avenidas transformadas en  la zona comercial del pueblo. No entenderán que ya el Llano de las Aves Frías estaba habitado y la torre del edificio de los bomberos no era un campanario de iglesia. Se satisfaría con las cruces que permanecen levantadas, de piedras y bandas blancas con flores de colores, reme moranza de tiempos pasados.

  

 

 

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