En
un periodo de una gran crisis hacendística y una gran voracidad por conseguir
recursos del municipio,- ya por los propios reyes españoles, ya por los
franceses invasores-,, en la primera mitad de este siglo, se llevaron a cabo
varios repartimientos de impuestos. En 1812, en el repartimiento mensual del
campo aparecen los partido de Fuente Álamo y de las Caserías juntamente con los de la
Rábita y Grageras. con 90 impositores. Unos años
después, por la contribución general del
Reino de 1817, en el que
participaban todos los ramos
artesanales, en este término los labradores y pegujareros, sumaban una cantidad
de ingresos de 14.654 reales, Se sacan, además, las siguientes conclusiones:
-Existían 67 hacendados
-Se nota que algunas familias comparten cortijos con los
lugares de Córdoba ( Cuesta Blanca y las Hileras, las familias Moral y Bermúdez).
En 20 de
abril de 1822, se hizo un padrón por los párrocos del arciprestazgo y se delimitaron claramente
La
Rábita , de las
Caserías ( José Serrano) y de las
Grageras ( Lucas Britz).Y aparece un padrón sin firmar por el párroco,
que se compone de 85 cabezas de familias y 6 viudas. Esto daría una población
aproximada de 350 habitantes y no se distinguen el núcleo y diseminados. En 1837,
el cura Bruno González Molina llevó a cabo colmo capellán un padrón, muy completo distinguiendo
vecinos, habitantes y oficios y edades. En 1840, se encuentra separado el núcleo del diseminado..
En tiempos de Madoz, el núcleo de
la Rábita lo
remonta a su antiguo nombre Aravita y la considera como uno de los partidos de
campos, tiene alcalde pedáneo, está a dos leguas de distancia con
respecto a Alcalá la Real
y se encuentra ubicada en el NO del término municipal. Curiosamente, tiene 18 casas, dos pertenecen a Alcaudete y el resto a Alcalá la Real. Sitúa la ermita en el
núcleo de San José y acreciento sus viviendas en 38 casas diseminadas a lo
largo de este partido considerando como cortijos más importantes: las 4 de la Fresneda , el
del Fraile, el Mármol, los Agustines, Juan Blanquillo, dos de la Laguna , Tres Cortijos Altos
y San José. Había dos molinos harineros: uno de San José y otro de la Fresneda. Un paraje muy importantes era una laguna, que se encontraba en medio de este
partido de campo. La calidad de los terrenos
se clasificaban de mediana categoría ( 2ª y 3ª) y existía un cahiz de
tierra de regadío con bastantes frutales.
En 1857, la
Rábita es una realidad,
porque se llevó a cabo una censo de población, entre los siete distritos de
campo y se definía claramente cual era el de la Rábita y el de Las
Grageras. En la primera, afloraron 96
casas, ninguna manzana, 19 cortijos y 27 cuevas, y, tan sólo, se mantenía una venta.
En 1864, se produjeron
importantes destrozos en los caminos y
se llevaron a cabo unas obras valoradas en 2.000 reales con relación al camino
de las Grageras.
Conforme
avanza el siglo, nuevos servicios se establecieron, entre ellas, las tiendas de
comestibles, correos, los estancos. En 1870, este existía
ya antes de este año cuando se llevó cabo el traspaso de los estanco de Antonio
Serrano por José Escribano. En 1899, asistió una comisión del ayuntamiento junto con la del Alcaudete, por el
alumbramiento de agua que se habían
verificado junto a fuente pública y se quedó el alcalde pedáneo encargado por
los que pudiera afectarle.
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