Pedro Muñoz de los Díez nació en Luque. Su padre era licneciado Andrés Muñoz de los Díez y su madre doña Giomar Ferández (AHPJ 4998. folio 203, 10 de marzo d 1626). Tambien el alcanzó este título y se encontraba en la ciudad de la Mota en 1621, con mpotivo de la posesión de la capellanía de Cristóbal Muñoz. Fue abogado de la ciudad en los momentos difíciles del consumo de oficios de regidores y jurados por los años veinte en una situación en la que existieron muchas rencillas entre los diversos bandos de la ciudad. Se emparentó con la familias de los Valenzuela, de quien tuvo una hija, doña Mariana de Valenzuela, que fue monja del convento de la Santísima Trinidad. Gracias a la colaboración de Luis Méndez de Sotomayor, que posteriormente fue su adversario, consiguió el cargo de regidor del ayuntamiento alcalaíno, por los años treinta y cuarenta del siglo XVII. También, se hizo cura y alcanzó el cargo de provisor de la abadía con el abad anteriormente mencionado. Tuvo gran amistad con don Antonio de los Ríos, notario del Santo Oficio de la Inquisición , con Francisco Montero, vicario y provisor que le sustituyó, y con don Bartolomé de Melgar, que por aquel tiempo era miembro de la iglesia mayor abacial. Sus buenas artes le valieron para llegar a ser posteriormente provisor y gobernador el arzobispado de Sevilla. Mantuvo también buenas relaciones con el corregidor don Diego de Obando y Cáceres. Fundó una memoria de patronazgo con el convento de los capuchinos a quienes ayudó en la obra de su capilla mayor, donde se colocaron sus armas y se reservó una habitación para sí y sus herederos. Murió el dos de febrero de 1669 y fue enterrado en dicha iglesia. Ya hemos tratado , en una ocasión anterior, que llegó a fundar la Catedra de Teología Moral de la iglesia de San Juan. Refiriéndonos precisamente a ésta, fue fundada por el abad don Alonso Antonio San Martín, mediante poder otorgado por el licenciado Pedro Muñoz de los Díez el treinta y uno de enero de 1669 ante el escribano sevillano Juan Rodríguez Serrano. Este abad pudo disponer de sus bienes y hacienda, como manifestaba el testamento realizado uno de junio del mismo año, por el que se creaban cinco capellanías junto con la Cátedra de Teología Moral de la Iglesia de San Juan en el año 1676.
El espíritu que movió a don Pedro a fundar la cátedra de Moral no fue otro sino:
"atendiendo al bien común de esta República, a quien tanto estimó el dicho licenciado Pedro Muñoz de los Díez y cuan inclinado fue a las letras y lo que conviene haya en ellas maestros que instruyan y enseñen, fundamos, y establecemos y señalamos otra capellanía...de dos mil ducados para que con los cien ducados que les corresponden a cinco por ciento se lea y haya Cátedra de Moral en nuestra coadjutriz del señor san Juan Bautista para que esta tenga principio desde luego se fijen edictos en esta ciudad y otras, para que cualquier persona que quisiere hacer oposición a dicha Cátedra la pueda hacer dentro que se señalare con qualidad".
La cátedra fue una realidad y, durante muchos años, sus rentas sirvieron para un censo prestado que pagaba el ayuntamiento alcalaíno al presbítero encargado de la cátedra. Este era elegido mediante un proceso de selección, cuyo requisito fundamental consistía en ser sacerdote y, aparte de cualquier tipo de méritos, debía estar ordenado in sacris. El examen pretendía reconocer la suficiencia del opositor u opositores ante los miembros elegidos por la familia y los sucesores del fundador de la Cátedra. Había una claúsula, en la que primaba los vecinos de Alcalá y Luque:
"en igualdad de ciencia habiendo opositor natural de esta ciudad(Alcalá) y de la villa de Luque, de donde fue el dicho don Pedro Muñoz de los Díez sea preferido a otros de qualesquiera de partes diferentes".
El catedrático elegido se obligaba a enseñar, leer y explicar dos horas cada día de acuerdo con estas condiciones
También fue un abogado del ayuntamiento alcaláino, que ejerció de provisor del abad San Martín, y llegó a alcanzar un puesto de prebendado en el cabildo catedralicio de Sevilla. A su muerte, dejó en su casa una serie de documentos que recogemos por el interés y la desgracia de haberse perdido a lo largo de la historia. Eran tiempos muy lejanos de siglos pasados que se permitían trasladar a los abogados y notarios documentos y papeles del archivo municipal, práctica que ocasionaba el deterioro y la desaparición de una gran parte del Archivo. Se permitía en los autos judiciales, pleitos de hidalguía y presentación de privilegios a otras instancias; incluso a particulares por razones documentales o históricas. de cierta relevancia como un libro de cabildo del año 1491, negociaciones con reyes de Granada, padrones, censos, hidalguías, repartimientos ....Tristemente, se indican en este documento del Archivo Calonje algunos desparecidos.
En el legajo 35, se recoge un Índice de papeles que se hallaron en casa del provisor y abogado Pedro Muñoz de los Diez
Curiosidades:
-Un
legajo grande de todas las premáticas reales, órdenes de su majestad enviadas a
Alcalá desde el 1609.
-Ejecutoria
a favor de la ciudad inmemorial que sólo se admitan a jugar cañas a los caballeros
hijodalgo.
-Título
y privilegio autorizado de la alcaldía de Alcalá y preeminencias.
-Libro
auténtico de cabildo de esta ciudad del año 1491, tiempo de los Señores Reyes Católicos
don Fernando y doña Isabel en é están trasladadas Premáticas y Cartas que sus
Majestades enviaron a esta ciudad.
-Padrón
autorizado que esta ciudad hiço en el año 1496 para la distinción de los
caballeros hijosdalgos en el qual se declaran los que lo son y los hombres
llanos y pecheros.
-Un
traslado autorizado de la cédula Real de las catorce casas nobles.
-Un
legajo pequeño de letra muy antigua tocante a esta ciudad.
-Un
memorial que el marqués de Mondejar embió al Señor Emperador Carlos Quinto
representando a sus cesárea Majestad los grandes servicios que Alcalá la Real
abía fecho a los Señores Reyes sus
antecesores en la Conquista del Reino de Granada y copia de las cartas
inmemoriales que se dieron por esta ciudad y el duque de Sesa(?)representando
dichos servicios y una instrucción que la ciudad dio a Pedro de Pineda y Cartas
para los Ministros del Señor emperador.
-
Copia de carta y pleito homenaje que
esta ciudad envió con orden de su majestad el año 1442 a el Rey moro de granada
y al infante don Mahomat, su sobrino y heredero de su reino asegurándole
que por tiempo de cinco años no se le haría mal ni daño ni a las
ciudades y lugares de su reino.
-Un
papel muy antiguo que tiene por título Sentencia por el Rey de Granada
Alvohacen dada entre los Señores don Diego fernández de Córdoba, mariscal de
Castilla y don Alonso de Aguilar sobre la questión y Retto entre los susodichos
y parece que fueron los devates en tre estos señores sobre la alcaldía de esta
ciudad y el casso que en él passó.
-
-Copia
y carta de Provisión de el Rey Enrique en que da por nulos los contratos y
pleitos menajes y escripturas que los dichos señores habían hecho sobre lo
referido y assí mismo una copia de una carta de el dicho don Alonso de Aguilar
escripta a don fadrique Enríquez.
-Un
quaderno antiguo de la información y autos de la causa criminal porque
degollaron a los caballeros de esta ciudad.
-Un
traslado por autorizar del padrón que se hizo en el año 1496.
-Un
tanto de las cédulas reales que se despacharon en los ajustes y pagas de la
villa del Castillo y facultad para tomar los censos sobre los arvitrios.
-Un
informe que por mandato del Consejo hiço Antonio Sánchez de Tavo sobre los
asientos que esta ciudad tiene fechos con
su majestad sobre el pleito de la composición de alcavalas y villa del
castillo.
-Un
traslado autorizado de los autos fechos en el consumo de regidores de esta
ciudad.
-Autos
y provisiones para que se buelban todos los malos que se hubieren librado de
los arbitrios sin tener facultad para ello.
-Auto
de don Antonio Terrones para que se quite ejecutor de quiebras de millones.
-Relación
jurada que dio a la ciudad don Sebastián de Agüero juez de arbitrios a los
gastos y salarios que le pertenecían.
-Un
testimonio auténtico de él en lo tocante a la pretensión de esta ciudad sobre
la Salina de Filique.
-Un tanto de memorial que se dio a su Majestad
por parte de los compradores de montes y tierras en la provincia de Andalucía.
-Un
tanto de memorial que se dio a su Majestad por parte de esta ciudad en lo
tocante a la venta de tierras.
-Un
traslado simple de la consulta que hiço al Consejo de hacienda Alonso López de
Obregón, juez de tierras por lo tocante a esta ciudad y respuestas que el dicho
consejo dio a dicha consulta.
-Un
traslado autorizado de la provisión y
título Real que se despachó del oficio de fiel ejecutor de esta ciudad.
-Un
requirimento fecho a esta ciudad y a don Luis Méndez por don Rodrigo de
Sotomayor en lo tocante a la saca de dinero del arca de arbitrios.
-Un
testimonio con que se declara de lo que se deve pagar uno y dos por ciento.
-Un
requerimiento público don Rodrigo de Sotomayor rexidor a el alcaide don Antonio
de Gamboa para que no dejase sacar dinero del arca de arbitrios.
-Razón
de la conformidad en que se an de cobrar los doce maravedies impuestos a cada
arrova de vino.
ç -Testimonio de la presentación de la cédula real a esta ciudad en que se le
pide la concesión del donativo.
-Testimonio
de lo que se sacó de dinero de las arcas de arbitrios del año 1634.
-Ajustes
de los corridos del censo que esta ciudad devía a don Gaspar de la Cueva y Ludeña,
vecino de Jaén.
-Un
memorial y raçón de los negocios y pleitos que esta ciudad tenían pendientes en
la Corte de su majestad y encargados a don Matheo serrano de Contreras su
rexidor.
-Un
legajo pequeño que tiene por título papeles de la moneda forera tocante a esta
ciudad.
-Autos
y sentencias contra algunos vecinos de Acaudete por la tala de los montes de
esta ciudad.
-Auto
del síndico de esta ciudad y a su pedimento sobre que los vecinos de la villa
de Martos an mudado los mojones del término de ella.
Libranza
de la ciudad para que Juan Baptista Valençuela pagasen ciertos mrs. de
arbitrios cabeças y asaduras.
-Facultad
para que la ciudad pudiese comprar con la sobra de arbitrios quinientos ducados
de rentas para incorporarlos a los
propios de esta ciudad.
-Un
legajo de provisiones y otros papeles tocantes a millones.
-Un
protocolo y legajo de escrituras y particiones
ante Alonso de Castro, escribano de cavildo y de número.
todos
los papeles referidos se entregaron de orden del Señor don Alonso Antonio de
San Martín abad de esta Abadía del Consejo de Su Majestad a Domingo de
Santiago, escribano mayor de este cavildo de esta ciudad. Firmado Licenciado Bartolomé de Melgar.
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