LAGUNA Y LA VENTA
La
descripción de la zona de la Laguna nos
sugiere una zona pequeña pantanosa, desde donde salen varios manantiales de
agua superficiales, cubiertos y rodeados exteriormente de juncos, muy cerca del
camino que viene de los actuales Canales, y cerca del camino real que se dirige
hacia el de los Playeros; la Venta se encontraba cerca de esta encrucijada de
caminos. Y no es de extrañar que su ubicación proviniera del asentamiento del
antiguo ribat transformado en venta, y luego,
ermita, ya que una capellanía de la familia de Alonso Ortiz disponía de ella a través de un
capellán:
“Desde la qual esquina a la
parte levante de levante, y desde el camino real, que con ella alinda a la
dicha vereda, hacia el dicho Juncar,
por do los ganados entran en él, y lleva de anchura diez estadales, alinda a la
mano derecha hasta el dicho Juncar con
las paredes de la dicha venta, y luego con las de un cortijo, que está
incorporado con ella, y luego haça de de Catarina Rodríguez , biuda mujer que
fue de Bartolomé López Montijano, y con esta llega al dicho Juncar, y por la mano
izquierda desde el dicho camino hasta el
dicho Juncar alinda con haça , que es de la dicha Catalina Rodríguez biuda, y yendo
al dicho Juncar, , va hazia abaxo sirviendo el dicho Juncar de vereda; y es de saber que este juncar todo es realengo,
común y concegil; para pasto y abrevadero de ganado, como lo dize el libro de Hernán Pérez, en la foja
quinze plana segunda, digo primera , y porque dentro tiene muchos ojos de agua,
que de presente, no se puede andar, no
se mide agora su anchura ni largura, hazerse sea empudiendo, así se encargue lo
manden hazer los señores, Justicia y diputados que les cupiere la primera
visita de veredas y hagan poner en este libro la dicha medida para que por ella se visite ,
siempre , porque no se pueden entrar en el, ni menos a caballo, como agora está como lo van haziendo”. Junto
a la laguna existía un cortijo importante, el de los López Montijano.
DESDE LA LAGUNA HASTA EL CORTIJO
DE LA FESENEDA
Desde el
Juncar o Laguna, partía una vereda de diez estadales, en donde se asentaban por
los lugares más amplios, abrevaderos y
descansaderos de ganado, y, por las partes más altas, de cinco estadales
lindaba con fincas de particulares. Existían dos fresnedas, una alta grande y
otra pequeña, el camino en medio de de descansaderos y abrevaderos, y una serie
de hazas repartidas en anteriores años ( la de la capellanía de Alonso Ortiz ,
la de Diego Cano ( ahora de la viuda de Alonso González de la Hinojosa) , y la
del canónigo Padilla( ahora del capellán Hernando de Gadea). La
Fresneda baja era la más grande, lindera con las tierras del Hospital del Dulce
Nombre de Jesús. FUENTE DE LA ZARZA
Una vez
atravesado el camino de los Playeros por la vereda que provenía de la Laguna y
la Fresneda, se llega, en paralelo con
tierras de Hernando de Gadea y Cristóbal de Frías, al camino de los playeros, y
pasándolo y desde aquí se llegaba a otro
juncal junto a la fuente de la Zarza
entre tierras de Pedro Martínez de Espejo, -con casas y cortijo-, y otras tierras de Juan Sánchez de la
Hinojosa ( que eran de Francisco de Góngora). Habían unas tierras de la familia Espejo y varias
albercas.
CORTIJO DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS
Se encontraba a la otra parte de
la vereda que bajaba entre la Fresneda Alta y la Baja, procedía de los bienes
del provisor Diego Hernández, que había donado para la fundación de este
Hospital. Durante mucho tiempo, fue administrado por el regidor Miguel de Utrilla, un famoso ganadero procedente de tierras granadinas que se había
afincado en Alcalá la real, cuyos ganados pastaban en estos territorios entre
la dehesa de la Rábita y los cortijos del Hospital y las otras fuentes. En 1577
se consiguió que la vereda que bajaba entre un arroyuelo y los cortijos
aumentara a un tamaño de diez estadales con el arroyo en medio para permitir el
paso.
ZONA DEL SORBITO
Era una zona entre
barrancos y veredas que formaban los barrancos de los arroyuelos de Moriana,
Salado y otros y el camino real que se
dirigía a Alcaudete . Son tierras de los Relimpios y de la familia Cabrera.
EL PARTIDO DE LAS
GRAJERAS
Ocupa la parte de la ladera y de
la Sierra de San Pedro, con el importante montículo del Cerro RetamosO (900 m). Desde esta sierra bajaban d los arroyos de los
Pedregales y de la s Grajeras.
A final del siglo XVI, la roturación de los
campos dio lugar al asiento de varios campesinos en algunos cortijos y a la
fundación de una ermita dedicada a San José. También la Dehesa de la Rábita
jugaba un papel importante en aquella zona, junto con la Laguna y un arroyo que bajaba desde ella, porque permitía el laboreo
de la tierra en cereales y huerta ( más tarde, sus frutos los recogía Diego Fernández de Guelte que
disponía en el siglo XVII una huerta que era regada por la laguna del lugar).
Abundan, también los labradores
de cortijos arrendados ( tierra y casa)
con residencia habitual en Alcalá y
estacional en estos cortijos de teja durante la estación del laboreo y
recolección de la tierra.
UNA PLAGA DE
LANGOSTAS EN 1584
En
el censo de 1587 realizado con fines militares y por el cabildo municipal, se
inscribió como ventero al de la Rábita entre los .909 vecinos, concentrados en
la ciudad y los cinco restantes venteros
( uno en Pililla , otro en Acequia, dos en Fuente Granada, y Venta del Carrizal).
LA VENTA DE LA RÁBITA
La
venta de la Rábita se remontaba al medievo,
pero se mantuvo hasta muy entrada la edad Contemporánea. Durante los
años de peste como los comprendidos ente 1599 y
1602, la ciudad intervenía
adoptando medidas de cerrar las puertas de la ciudad, impedía el tránsito de
mercancías, anulación de fiestas, promovía rogativas, prohibía el aso de
pasajeros, transeúntes y caballerizas. pagaba medicinas y enfermos en el
Hospital del Dulce nombre de Jesús y , sobre todo , como en el año 1602, se
cerraban las Ventas , entre ellas la
Rábita, Acequia, Puertollano, y
Fuente Granada.
SIGLO XVII
Se
va forjando la unidad territorial de
campo de la Rábita, en torno a la ermita. Hay un dato esencial referido al clero. Por un pleito en el año 1624
para el pago de la sisa, se encontraban uno cuarenta y uno curatos,
dependientes de la abadía, que administraban todas las capellanías, memorias y
oficios, a los que había que añadir los treinta frailes y diez capuchinos y
veinte monjas. Un grupo especial de
ellos eran los que se van a encargar poco a poco de la administración de las
ermitas de los núcleos rurales como santa Lucía en Frailes, santa Ana, san Miguel
en Charilla, y san José de la Rábita, que subsistían de las limosnas de los
fieles, un tanto por ciento del cobro de los diezmos de los distintos lugares y de
las misas en dichas
ermitas. En el siglo XVIII, aumentarán el número de capellanes en la
Pedriza, san Juan de Valdegranada, la Venta de los Bramaderos, la Hortichuela,
las Ribera Alta, Mures, Ermita Nueva y las Caserías
[1]
Además, otras parcelas fueron repartidas
en los Llanos con 116 suertes a una media de cinco o siete reales por
fanega, el Torviscal con treces suertes a la misma cantidad la fanega, el
Robledo con nueve colonos, Fuente el Gato, con nueve colonos, Guadalcotón con
tres, Majadilla con seis, Cerro de Martín Cano con tres, dehesa de Charilla con
cuatro, Cañada del Infierno con dos, la Torre de Charilla con cuatro, Charilla
con trece, Amoladeras y Zarzalejos con tres, Mirador de Charilla con diez,
Alberquilla con cinco, Portillo de Alcalá y Maleza con siete, Celada con
sesenta, Arroyo de Loberones con una, Peña el Fraile con diez, Hoya Redrada con
dos, Cepero con diecisiete, Loma Pelada y Loberuelas con dos, Cuesta del Fraile
con ocho, Romeral con veintitrés, Solana de Frailes con trece, Hoyos de
Frailes, con dieciséis, Carboneras de Frailes con seis, Almoguel con once,
Hoyuelo alto de Frailes con cinco, Soto
Redondo con cincuenta siete. Todas estas sumaban la cantidad de dos mil
novecientas cuarenta y ocho fanegas y once celemines, que importaban una
cantidad de veintidós mil quinientos once reales y nueve maravedís. Además,
siguiendo el término desde Frailes a Granada:
cuatro en Bohórquez, cuatro en
los egidos de Verdugo, veintiocho en el Chaparralejo, diecisiete en
Alcaiceruela, diez en Llanos de Mazuelos, treinta y siete en el Llano de los
Muchachos, diecisiete en el Espinar de la Peña del Yeso, ochenta y siete en la
Hondonera, diecisiete en la Cañada el Carril, cincuenta y cuatro en la Dehesa
de los Caballos, ocho en el Navazo, dos en
Portichuelo, tres en Yerbatunal, cuatro en Caleruela, treinta y ocho en
Chaparral de Nubes, treinta y dos en Majalcorón. una majada de Ibro, siete en
Cerro Montoso, diez en Majada de los Macheros, cuatro en Carrizalejos, diez en
Cerro Junquillo, ocho en Cuevezuela,
tres en Linarejos, una en Junco Merino, trece en el Retamalejo, tres en
Barranco Blanco y Venta del Carrizal, doscientas veintiséis en Encina Hermosa
divididas en diversos juegos y 13 trances, una en el portillo de Jaén, treinta
en los Coscojares, seis en cerro Acebuchar, ocho en Filique y Cañada del
Muerto, tres Baldío de la Presa, tres en el Llano de la Presa, cinco en la
solana de la Presa, tres en Hituero, ocho en Camorra, tres en Coronillas, una
en el cerro del Águila y arroyo Begijar, cuarenta y seis en Rasillos, veintiuna
en Nava del Peral, Navaltrillo cinco.
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