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viernes, 10 de marzo de 2017

EN ALCALÁ LA REAL INFORMACIÓN 10.03.2017. LUMINARIAS O LUMBRÁS.

LUMINARIAS O LUMBRÁS

            Se ha puesto de moda el academicismo por personas ajenas a este organismo de corrección lingüística para zaherir a los demás en los más diversos frentes, y , sobre todo abundan en la lid política entre los del Despeñaperros para arriba: por eso de "limpia, fija  y da esplendor". Sacan su látigo ortográfico y fonético de fustigar al más pintado para echarle en cara  a otros los supuestos malos modos de la praxis lingüística. Es muy típico ejercerlo  entre los señores de la capital de la Corte con relación a la malhablada gente de Andalucía. E, incluso, algún que otro charnego del condado de Barcelona.  De la noche a la mañana,  se convirtieron en censores de cualquier aberración que no ocupara sus casillas de su norma lingüística y se apartara de sus usos fonéticos o léxicos. El colmo de esta situación y esperpéntica fue cuando  algunos llegaron a corregir a la misma academia introduciendo terminaciones  de palabras que chirriaban por eso de que se aprendieron la Gramática Ortodoxa de los Ilustrados. Podrían  ejemplificarse con los participios de la primera conjugación acabado en ado, que dieron lugar a ciertos refinamientos de llamar Bilbado a la capital vasca o comer bacalado en tiempos de Cuaresma.
            No vengo a convertirme en un paladín de los vulgarismos, que abundan, y mucho, en nuestro entorno. Pero, hace más de trescientos años la Academia Española de la Lengua y paralizó o, al menos ralentizó, aquel caótico paraíso de emplear la lengua oral y escrita al gusto de cada persona o escuela de retórica u oratoria.  Con el paso del tiempo reguló el uso de los vocablos, estabilizó las evoluciones lingüísticas y recogió todos los neologismos, extranjerismos o  cambios gramaticales que se han venido produciendo a lo largo de su historia lingüística.
 Viene esto a cuento de que el mes de marzo es el mes , en Alcalá la Real, de las Lumbrás de San José. Antes, se encendían las hogueras de todo tipo ramaje y támaras  de monte bajo en algunos rincones de la ciudad de la Mota. Muy alejadas en el tiempo en lo alto de las torres, almenas y las casas de cabildo de la ciudad fortificada del cerro de la Mota para anunciar las fiestas. Actual y tradicionalmente, se conservan en los derredores del antiguo Pilar de San José y la cruz de la calle Ancha. Y se ha extendido a San José de Huerta de Capuchinos.  El pueblo sencillo nunca llegó a denominar las vísperas de este santo esposo como sus Luminarias; a lo más que se escucha por la vecindad es las Lumbres de San José. Las dos con el sentido de las hogueras de ramón de olivo  que anuncian su fiesta  Y en verdad que Luminarias es una palabra poética y preciosa por su rima final; recuerda históricamente las luminarias que se colocaban en las atalayas alcalaínas para iluminar a los cautivos que procedían de las cárceles enemigas para alcanzar la tierra de libertad. Depende de los lugares para recoger los diversos significados de su campo semántico ; por estos lares, rara es la persona que emplea luminaria  para referirse a una persona lumbrera; también, son muy pocos los que la emplean como aparato de luz (por eso de arium , instrumento de la luz), salvo los nuevos técnicos de electricidad ( para ello disponían antes de  las hachas, hachas, hachones, candelabros y los faroles, y, actualmente, las bombillas, tubos fosforescentes, pantallas y los focos). Lámparas de cera o de aceite  se colocan en las iglesias y no luminarias para las capillas de los reservados.
               Esta luz es ingrediente básico que siempre se mostró en las Lumbrás de nuestro municipio. El pueblo sabio recogía la  connotación  que algunos pretendieron añadir al sentido de calor humano de la fogata colectiva. Nunca se sintieron remisos en deformar aquella palabra Lumbrada. Sabían que aquel fuego era una lumbre grande, pero que, con la caída de la  dental sonora intervocálica y la fusión de las dos, les  parecía como si quisieran  expresar una luz especial y colosal. Sería un vulgarismo , pero lo compartieron esta terminación como otras andaluzas como la espantá, la despertá, la levantá.. Simplemente hacían suyo el rico, expresivo  y complejo sistema vocálico del dialecto andaluz.
               De seguro que algún cortesano ponto pondrá los puntos sobre las íes, y, en vez de quemar en la hoguera los malos espíritus, los enfrentamientos banales, los disensos inútiles  y los ufanos complejos de su ficitcia superioridad territorial, es capaz  de sacar el  lema propuesto para la academia por el conde del Montellano: Con el ocio, lo lúcido deshace, rompe y luce. Pero, ya está la Academia para esos fines, dejemos al pueblo que normalice su norma. Pues , si no, todavía estaríamos hablando latín. De ahí que  propongo que como título de las fiestas de la hogueras como  LAS LUMBRÁS DE SAN JOSÉ.












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