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martes, 6 de enero de 2015

SANTA CARIDAD II

            Hay momentos fundamentales en la historia de las hermandades, tal como  el de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús fue, como nos hemos referido, en los años anteriores, su unificación con la cofradía de la Santa Caridad en los inicios  del siglo XIX. Por eso, si fundamental para la historia cofrade de Alcalá la Real, son los periodos históricos recorridos por esta cofradía- desde que se fundó para venerar el nombre de Jesús con la imagen de un Niño Jesús, hasta que culminó con la bella estampa de Semana Santa, en la que se desarrollan dramáticamente todos los pasos de la Pasión y Muerte de Jesús-, tan importante o más es la vivencia de la caridad por parte de la otra cofradía, que veneraba a la Madre de Dios, con el nombre de , Santa Caridad- y en otros tiempos, Coronada o Desamparados.
                                             
Son varios momentos históricos de esta segunda cofradía, pero los tiempos que corren no nos permiten profundizar en la parte documental sin en  reflexionar sobre sus vivencias cristianas insinuadas por las anécdotas o historia de la hermandad. Es muy ilustrativa que esta hermandad sea una de las primeras de la historia cofrade, pero pasó por varios momentos históricos hasta su unificación con la cofradía del  Dulce Nombre de Jesús. Me refiero a su fundación allá por los albores del siglo XV, su  importante desarrollo  a finales del siglo XVI con el traslado del hospital que regentaba a la calle que le dio nombre; la erección de una ermita con el nombre de la Santa Cariad que pervivió hasta el siglo XX, y  finalmente su etapa de integración.
            En tiempos de crisis, de vacas flacas, nos conviene recoger algunos datos sobre la vivencia del seguimiento de Cristo por parte de los cofrades de la Santa Caridad y apuntamos:
            -Según reflejan sus constituciones o estatutos de 1622,  por las que se interpretaba la opción de Jesús por los excluidos y los pobres, con estos artículos adaptados a la pobreza de aquel tiempo: Que la cofradía está obligada a acompañar a los pobres que murieren en el Hospital con la cruz, paño y cera, que son cuatro hachas (artículo 1), que asimismo está obligada la dicha cofradía a acompañar  los pobres naturales en su entierro con la cruz, paño y cera. Los artículos posteriores se referían al enterramiento de los hermanos o cofrades de la hermandad marcando claramente la prioridad de los de solemnidad y enfermos con respecto a los miembros de la hermandad y haciendo una interpretación muy evangélica de la acción caritativa de acuerdo con los aires de aquellos tiempos. Por cierto, que el enterrador lo vestía la cofradía con una ropa de paño azul.
            -Según refleja el decreto final del vicario  general y provisor, el licenciado don Gómez de Villavicencio, para dar licencia a erigr de nuevo la cofradía ratifica lo anterior y  enuncia que la finalidad de sus constituciones radicaba claramente en lo siguiente: “el levantar la dicha cofradía al servicio de Dios, Nuestro Señor,  y de su bendita Santa Madre y beneficio del sufragio de las benditas almas y ejercitar las obras de caridad  a que estamos obligados”.
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            -La cofradía se reunía en una austera capilla de la santa Caridad de la iglesia de la Santa Veracruz, coadjutriz de la parroquia de santo Domingo de Silos y estaba formada por varios clérigos y muy pocos hidalgos, según  la lista de convocados y el mismo decreto que invitaba a convocar un cabildo para renovar la hermanad y hacer constituciones. Pero, por un cabildo de 28 de febrero de 1627, se  nos ilustra de dar interesante dato con los avatares que pasó la imagen de la Caridad “”Acordose en este cabildo que se nombre un capellán atento que la imagen de Nuestra Señora de la Caridad se ha trasladado  su casa, que es en este Hospital del Dulce Nombre de Jesús, y nombró por capellán al licenciado Luis de Ibáñez y ha de decir misa en el dicho Hospital después de las once y se le han de dar de limosna para da una misa dos reales y las misas han de ser por todos los hermanos de la dicha cofradía y difuntos “
-Por estas constituciones sabemos que su fiesta tenía lugar en el segundo domingo de septiembre con motivo de la Natividad de Nuestra Señora.
-Por el inventario de 1629, nos podemos hacernos  idea de la imagen  y ornamento de Nuestra Señora de la Caridad, según declaraba el hermano mayor Francisco de Medina. “ Se le ha de entregar el tabernáculo y la imagen de Nuestra Señora de la Caridad  con sus colchas e plata sobredorada del collar del Niño Jesús” Además, se encontraba entres sus objetos y vestidos sin             que aludamos a los ornamentos  del sacerdote: una reja del tabernáculo con su llave,  un rosario de granates leonados guarnecido de plata, dos campanillas pequeñas, dos cascabeles de plata, varios  mantos (azul, velos tafetán azul, , carmesí, de colores), tocadizo,  , tres candeleros de azufrar,  un frontal de tafetán colorado, , otro de damasco verde y amarillo, blanco bordado, tafetán verde,  y otro de lo mismo carmesíes,  camas de los mismos colores para cubrir el tabernáculo o las andas, basquiña de color azul para cubrir las ropas interiores, unas andas de palo dorado con sus pirámides doradas, un cielo damasco blanco con sus flecos  de seda y oro, . Todo muy austero, sobrio y sencillo con respecto a otros inventarios de hermandades.















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