I. LOJA Y ALCALÁ LA REAL
Formaban parte del mismo corregimiento tripartito junto con Alhama e Granada y Alcalá la Real, que era la capital del distrito. Compartieron desde los Reyes Católicos hasta muy avanzado el siglo XVIII el mismo corregidor que vivía en Alcalá y era represntado en las otra ciudades con un alcalde mayor.
Los artistas alcalaímos Raxis participaron en obras artísticas de Loja como el Pilar de San Juan y en otros monasterios. Por otra parte, un famoso arquitecto lojeño diseño el ayuntamiento actual... y en el siglo XIX, se unieron por la política en las Cortes , desde la llegada de republicanos lojeños a Alcalá al seguimiento de Gregorio Abril con Narvaez...
II EL DIPUTADO ABRIL TRAS
Con
la nueva Constitución y Ley Electoral, de nuevo fue elegido por el distrito de
Alcalá, en diciembre de 1846 con un apoyo del 52.7 % del censo y 99,26 % de los
votantes, a los que corresponde 15 y un voto nulo. Compartió el apoyo de la mayoría con los diputados
jiennenses a Sartorius y al ministro, diputado, banquero, y negociante José
Salamanca, que gravó los caudales públicos a favor de los accionistas del
ferrocarril, indultó a defraudadores aduanas y cobró comisiones de
constructores de buques. Pues estaba
alineado al partido moderado en la facción de corte puritano y, por su amistad,
con el general Narváez. En el año 1848 recibió la Cruz de Carlos III, y su
fortuna se calculaba por su contribución al erario público de 5.097 reales (
unos 50 millones). Tras la persecución
de la que Narváez fue objeto por Espartero,
y que le obligó a exiliarse en Francia durante la Regencia de éste
(1841-43); en los primeros años cuarenta,
Gregorio no participó en la vida
pública y cambió, poco a poco, en su ideología, dado que su rival había asumido
el liderazgo de la rama progresista de los liberales. Narváez se inclinó hacia
la rama conservadora, convirtiéndose pronto en el máximo dirigente del partido
moderado. Dirigió la sublevación militar que derrocó a Espartero en 1843
(encuentro de Torrejón de Ardoz), ascendiendo entonces a teniente general y
capitán general de Castilla la
Nueva.
Desde
1844, Gregorio Abril, como miembro del
partido conservador y seguidor de Narváez,
compartió la línea gubernamental del político lojeño hasta 1851 (y posteriormente en los predios
legislativos 1856-57, 1864-65 y 1866-68), la elaboración de la Constitución de 1845,
que se mantuvo vigente hasta 1868; pero también otras muchas leyes importantes,
como la reforma fiscal de Mon (1845), el Código Penal (1848) o las reformas
administrativas de Bravo Murillo. También le apoyó el Estado español
contemporáneo según la ideología liberal-conservadora de su partido y según el
temperamento autoritario de Narváez ( el Lojeño lo centraba deteniendo el proceso de desamortización
de los bienes eclesiásticos, amordazando la prensa, organizando una
Administración centralizada y reprimiendo
los movimientos populares impidiendo tanto el resurgimiento del carlismo
(Segunda Guerra Carlista, 1849) como la extensión a España de las revoluciones
europeas de 1848) .
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