ANTECEDENTES
Se ha profundizado muchos sobre el origen de la iglesia de San Anton, su patronazgo y su construcción. Y quedan muchas lagunas muy importantes sobre sus arquitectos y originalidad de su templo.
La
devoción de San Antón se remonta al año 1562, cuando se fundó la cofradía de San
Antón en Alcalá la Real, con permiso del prelado de aquel tiempo el abad don
Diego de Ávila y se dieron las primeras constituciones relacionadas con la
cofradía baezana de la Orden de San Antón. Estaba formada por un numeroso grupo
de hermanos que elegían cada año priostes, y alcaldes y oficiales; estos declararon en 19 de marzo de 1568
ante el corregidor con motivo de la reunificación de hermandades ordenada por
el rey Felipe II[1] en la persona de su
prioste Diego Ramírez. Sin embargo, ha pasado sin percibirlo la importancia de
esta cofradía , porque, a pesar de su auge en los años de su fundación, ya no alcanzó un grado de influencia en esta
ciudad hasta el siglo XVIII, cuando erigió iglesia en los aledaños del Paseo de
los Álamos. Sin embargo, es notaria su
presencia a mediados del siglo XVI, pues
son muchos los alcalaínos que se
declaraban cofrades de San Antón” se hizo copia de hermanos y an ydo entrado en
ella y dan por ello sus limosnas y no tienen heredad ni renta sino solamente
las limosnas del bacín y la entrada de hermanos” que alcanzaban la suma de
45.000 maravedíes anuales. Estos ingresos se gastaban en cuatro misas por el
alma del hermano que falleciere, doce
misas de réquiem entre los meses del año y las cinco fiestas de Nuestra señora y en cada
semana una por las almas del purgatorio
y en cera, incienso y salario para los
ministriles o muñidores y enterradores, en cera , cruz, paño y ornamentos para
la cofradía- Esta tenía una imagen de
san Antón y su sede en la ermita de San Sebastián, donde se decían las dichas
misas y , por cierto , se tenía mucha devoción. Además de estos gastos, el
prioste debía pagar “diez ducados en cada año al hospital Casa de San Antón de
Baeza en reconocimiento por la dicha cofradía
Debía tener un libro de cuentas que exhibió en este acto,
y donde se encontraban las constituciones de la cofradía ante la presencia de
Juan de de Villalobos Cristóbal Gallego y Blas de Plasencia ante el escribano
Alonso de Castro.
NUEVOS DATOS
Por un documento del notario
Francisco Ruiz Ruano del Archivo Histórico provincial, fechado en 10 de mayo de 1759 y con el título de “Escritura entre el
señor don José Pastrana, comendador del Real Casa Hospital de San Antón Abad de Baeza y don José Ruiz Castellano,
jurado, vecino de Alcalá la Real”, hemos podido sacar las siguientes
conclusiones[2]:
-Los actantes del contrato son : Fray José de Pastrana, que
se presenta como sacerdote comendador de la Casa Hospital de San Antonio Abad
de Baeza, por la parte alcalaína, don José Ruiz Castellano, que era , a su vez,
jurado y síndico colector de las
limosnas de la casa Hospital en la ciudad de Alcalá la Real, que recogía las
limosnas de los fieles del casco de Alcalá la real a dicho santo ( fue nombrado
por el comendador don Juan Seco González y ratificado el nombramiento por fray
José Pastrana ante el notario apostólico de Baeza, Diego Manuel Martínez el 16 de marzo de 1758.
-El Hospital
de San Antón de Baeza se remonta al primer cuarto del siglo XVI, dedicándose a
curar enfermos de "cracel, noli me tangere y fuego sacro, que dizen de San
Anton ; Lo de crancel se refiere a tumoraciones no concretas; noli me tagere
se aplica a una llaga maligna en el rostro, peligrosa de tocar y, finalmente el
fuego de San Antón es el herpes zoster[3].
- Según los datos recogidos en la página de internet
Cofrades de Estepa sobre la Orden
Hospitalaria de Sant Antón [4] :” Los
Hermanos Hospitalarios de San Antonio, también conocidos como Orden de San
Antonio o Antonianos, fueron una congregación católica romana fundada hacia
1095, con el propósito de cuidar de aquellos que sufrían la enfermedad
medieval, por entonces muy común, del Fuego de San Antón.
La congregación fue fundada hacia 1095 por Gastón de Valloire, un noble del Delfinado (en el Reino de Arlés, uno de los tres reinos del Sacro Imperio Romano Germánico), y por su hijo Girondo, en agradecimiento por la cura milagrosa de este último, pues padecía de Fuego de San Antón y fue sanado gracias a las reliquias de San Antón.
Gastón de Valloire viendo peligrar la vida de su vástago, Girondo de Valloire, hizo voto de ofrecer sus personas y bienes a san Antonio si por su intercesión restituía la salud a Girondo. Padre e hijo aceptaron tal voto y al día siguiente el enfermo comenzó a mejorar. Esa misma noche, Gastón tuvo un sueño en el que San Antonio le decía que había curado a su hijo gracias a la petición que había hecho a Dios.
Por tanto, solicitaba que los bienes ofrecidos se emplearan en socorrer a los afectados por el fuego sagrado. Mientras hablaba el santo ermitaño, Gastón pensaba si su hacienda alcanzaría para todos los enfermos y pobres como acudirían de las provincias afectadas. Fue entonces cuando san Antonio le ofreció su báculo en forma de la letra griega «tau» y le mandó que lo hincase en la tierra. Obedeció el noble los santos designios y vio cómo crecía súbitamente un gran árbol cuyas ramas se esparcían en todas direcciones, produciendo gran abundancia de flores y frutos, bajo los cuales se veían muchos pobres sin pies ni manos que, en presencia de tan gloriosa sombra, se recreaban y consolaban. Ante la atónita mirada de Gastón, san Antonio procedió a explicarle tal visión:
“Advierte que tú has de plantar un árbol en el tronco de la piedad y en la raíz de la caridad, y este árbol extenderá sus ramas muy largamente y de sus frutos se sustentarán los pobres”.
La congregación religiosa formada por laicos fue confirmada por el papa Urbano II en el año 1095. Las reliquias se custodiaban en la Iglesia de San Antonio de la villa de La Mota. Dicha iglesia era la iglesia conventual de un priorato benedictino cuyos monjes se ocupaban del santuario. Gastón y su comunidad, que en principio estaba formada por laicos, erigieron un hospital cerca, donde cuidaban de los peregrinos que visitaban el santuario de la Iglesia de San Antonio y de los enfermos, particularmente de aquellos afligidos por el Fuego de San Antón, que fue una enfermedad muy común en la Edad Media, particularmente entre los pobres, por el consumo de cereales contaminados con cornezuelo y la falta de higiene corporal. Las relaciones con los benedictinos residentes en el priorato, sin embargo, no fueron buenas y los conflictos entre ambas comunidades eran frecuentes.
Primero fueron laicos y, más de ciento veinte años después de su fundación, recibieron la sanción en 1218 como orden monástica por bula del papa Honorio III. En 1248 adoptaron la Regla de San Agustín y se constituyeron, ya como religiosos, en canónigos regulares (esto es, seguidores estrictos de la regla: vivir juntos en comunidad y tomar los votos de castidad, pobreza y obediencia) en 1297 por bula del papa Bonifacio VIII. En este tiempo, el conflicto que había crecido entre los antonianos y los benedictinos responsables de las reliquias, alcanzó un punto de ruptura. El papa le puso fin despidiendo a los benedictinos de la abadía y dando la custodia de las reliquias a los Hermanos Hospitalarios de San Antonio.
Debido al éxito de la comunidad, posteriormente se abrieron más hospitales en el Reino de Arlés como los de Gap (Altos Alpes), Chambéry (Saboya) y Besanzón (Franco Condado), y después en Francia, España, Italia, Flandes y Alemania. La congregación creció aún más durante el siglo XIV, durante el cual los Hermanos Hospitalarios también cuidaron de los que sufrían de peste negra, y en su cénit, en el siglo XV, poseyó cerca de 370 hospitales y encomiendas con más de 10.000 monjes. La congregación también tuvo entre sus miembros a un número de eruditos y de prelados distinguidos. Entre sus privilegios estaba el de cuidar de los enfermos de la casa del Papa.
La congregación fue fundada hacia 1095 por Gastón de Valloire, un noble del Delfinado (en el Reino de Arlés, uno de los tres reinos del Sacro Imperio Romano Germánico), y por su hijo Girondo, en agradecimiento por la cura milagrosa de este último, pues padecía de Fuego de San Antón y fue sanado gracias a las reliquias de San Antón.
Gastón de Valloire viendo peligrar la vida de su vástago, Girondo de Valloire, hizo voto de ofrecer sus personas y bienes a san Antonio si por su intercesión restituía la salud a Girondo. Padre e hijo aceptaron tal voto y al día siguiente el enfermo comenzó a mejorar. Esa misma noche, Gastón tuvo un sueño en el que San Antonio le decía que había curado a su hijo gracias a la petición que había hecho a Dios.
Por tanto, solicitaba que los bienes ofrecidos se emplearan en socorrer a los afectados por el fuego sagrado. Mientras hablaba el santo ermitaño, Gastón pensaba si su hacienda alcanzaría para todos los enfermos y pobres como acudirían de las provincias afectadas. Fue entonces cuando san Antonio le ofreció su báculo en forma de la letra griega «tau» y le mandó que lo hincase en la tierra. Obedeció el noble los santos designios y vio cómo crecía súbitamente un gran árbol cuyas ramas se esparcían en todas direcciones, produciendo gran abundancia de flores y frutos, bajo los cuales se veían muchos pobres sin pies ni manos que, en presencia de tan gloriosa sombra, se recreaban y consolaban. Ante la atónita mirada de Gastón, san Antonio procedió a explicarle tal visión:
“Advierte que tú has de plantar un árbol en el tronco de la piedad y en la raíz de la caridad, y este árbol extenderá sus ramas muy largamente y de sus frutos se sustentarán los pobres”.
La congregación religiosa formada por laicos fue confirmada por el papa Urbano II en el año 1095. Las reliquias se custodiaban en la Iglesia de San Antonio de la villa de La Mota. Dicha iglesia era la iglesia conventual de un priorato benedictino cuyos monjes se ocupaban del santuario. Gastón y su comunidad, que en principio estaba formada por laicos, erigieron un hospital cerca, donde cuidaban de los peregrinos que visitaban el santuario de la Iglesia de San Antonio y de los enfermos, particularmente de aquellos afligidos por el Fuego de San Antón, que fue una enfermedad muy común en la Edad Media, particularmente entre los pobres, por el consumo de cereales contaminados con cornezuelo y la falta de higiene corporal. Las relaciones con los benedictinos residentes en el priorato, sin embargo, no fueron buenas y los conflictos entre ambas comunidades eran frecuentes.
Primero fueron laicos y, más de ciento veinte años después de su fundación, recibieron la sanción en 1218 como orden monástica por bula del papa Honorio III. En 1248 adoptaron la Regla de San Agustín y se constituyeron, ya como religiosos, en canónigos regulares (esto es, seguidores estrictos de la regla: vivir juntos en comunidad y tomar los votos de castidad, pobreza y obediencia) en 1297 por bula del papa Bonifacio VIII. En este tiempo, el conflicto que había crecido entre los antonianos y los benedictinos responsables de las reliquias, alcanzó un punto de ruptura. El papa le puso fin despidiendo a los benedictinos de la abadía y dando la custodia de las reliquias a los Hermanos Hospitalarios de San Antonio.
Debido al éxito de la comunidad, posteriormente se abrieron más hospitales en el Reino de Arlés como los de Gap (Altos Alpes), Chambéry (Saboya) y Besanzón (Franco Condado), y después en Francia, España, Italia, Flandes y Alemania. La congregación creció aún más durante el siglo XIV, durante el cual los Hermanos Hospitalarios también cuidaron de los que sufrían de peste negra, y en su cénit, en el siglo XV, poseyó cerca de 370 hospitales y encomiendas con más de 10.000 monjes. La congregación también tuvo entre sus miembros a un número de eruditos y de prelados distinguidos. Entre sus privilegios estaba el de cuidar de los enfermos de la casa del Papa.
Las actividades caritativas y curativas de la Orden antoniana atrajeron regalos abundantes y donaciones, pero sus rentas disminuyeron perceptiblemente después de la Reforma protestante, y más particularmente una vez que finalmente se realizó la conexión entre el Fuego de San Antón y el cornezuelo de centeno, y la incidencia de la enfermedad entre la población bajó abruptamente. En 1616 se ordenó una reforma de la Orden y fue realizada parcialmente. En 1777 la congregación, enormemente reducida,[] fue canónicamente unida a la Orden de Malta. En Francia, solo un número minúsculo de casas-hospital permaneció abierto después, y los remanentes de la orden fueron finalmente suprimidos durante la Revolución francesa y en los años siguientes. En el Sacro Imperio Romano Germánico las últimas 33 casas-hospital alemanas fueron unidas a la Orden de Malta por el decreto papal de 1777 y perdieron sus últimos monasterios en el periodo de Mediatización y Secularización del Sacro Imperio Romano Germánico de 1803.
La historia de los antonianos en España está directamente relacionada con el Camino de Santiago, pues Castrogeriz, pueblo emblemático del Camino a su paso por la provincia de Burgos, fue el lugar elegido para establecer el primer convento español. Fundado en 1146, bajo el patrocinio de Alfonso VII de Castilla, se transformó en la casa madre de la orden en España y en la Encomienda de Castilla. El convento, hoy en ruinas, disponía de un espléndido santuario y de un hospital donde los peregrinos encontraban alivio a las muchas dolencias ocasionadas por la dureza propia del Camino, pues la orden antoniana fue creada con fines hospitalarios, si bien su especialización estaba en la curación del “fuego sagrado”. Los Hermanos Hospitalarios de San Antonio tuvieron desde el siglo XII en Castilla y desde el siglo XIII en el Reino de Navarra dos grandes encomiendas generales (o provincias) para todos los reinos de la península. El obispo de Tortosa a principios del siglo XIV difundió la devoción por San Antonio Abad en tierras valencianas. En España, la Orden fue extinguida a petición del rey Carlos III por un breve pontificio del papa Pío VI, publicado en 1791, repartiéndose sus bienes y rentas entre hospitales, iglesias locales y ayuntamientos, que estaban encargados de seguir con el servicio prestado por la Orden de atención a los enfermos.
La orden de los antonianos se ha especializado desde el principio en la atención y cuidado de enfermos con dolencias contagiosas: peste, lepra, sarna, venéreas y sobre todo el ergotismo, llamado también fuego de San Antón o fuego sacro o culebrilla. Se establecieron en varios puntos del Camino de Santiago, a las afueras de las ciudades, donde atendían a los peregrinos afectados. Durante la Edad Media además tenían la costumbre de dejar sus c****s sueltos por las calles para que la gente les alimentara. Su carne se destinaba a los hospitales o se vendía para recaudar dinero para la atención de los enfermos.
El hábito de la orden es una túnica de sayal con capuchón y llevan siempre una cruz de color azul en el pecho en forma de tau, también conocida como Cruz de San Antón.
- El Hospital de Baeza
recibió privilegios apostólicos y
reales para recoger limosnas en diversos lugares del reino de Jaén , y, en
concreto, Alcalá la Real pertenecía a ella por tres razones: “ las
limosnas pertenecían a la Real
Casa Hospital del Señor San
Antonio Abad de Baeza, y a los comendadores
e fuerza de los privilegios reales y apostólicos que tiene ; por
estar dicha ciudad en el distinto y demarcación de dicha encomienda; y
finalmente ya si mismo la discreción y
gobierno de la referida iglesia por ser erecta en la advocación del señor abad
san Antonio Abad” Tan sólo se nombraba un sindico recolector que debía dar cuentas de la
recolecta.
- En concreto esta devoción
y cofradía se remontaban a mediados del siglo XVI, porque muchos vecinos
de Alcalá la Real eran cofrades de este santo.
-Lo novedoso del documento
radica que, a la hora de recoger las limosnas y controlar las cuentas,
se encuentra lo siguiente: “ el dicho señor comendador dio por bien gastadas y
consumidas las limosnas recogidas en nombre del señor san Antonio Abad, en la fábrica
de una hermita o Iglesia que a construido en el sitio de los Álamos,
población de esta ciudad con el título
del Señor San Antonio Abad, y en ella a
colocado la efigie del dicho santo”. Todo ello lo aprueba el comendador de
Baeza en un retablo sobredorado y de pintura que ha puesto en la capilla mayor o principal de las tres que tiene la dicha iglesia”.
- Y añade: otros gastos “ en un púlpito de talla de madera ,
en un cancel de madera que a puesto a la entrada de la iglesia, en dos campanas
que a puesto en el campanario, en una lámpara de plata y otras alajas que más
por menor consta por inventario que se a entregado al dicho frauy Jose Pastana y todo hecho
con las limosnas y licencias que para ello tubo de los dichos señores
comendadores.
-La escritura que permitió el gasto de las limosnas para la iglesia prevenía del comendador fray
Antonio Velázquez ante el notario pedro Juan de
Cózar a 13 de noviembre de 1726
en Baeza.
Comenzaron las obras , pero debio ser un sitio poco
apropiado, y en el año 1741, el mayordomo José Ruiz Castellano solicitó el
cambio de lugar entre la calle la Peste
y Lecheros en la zona de los älamos , lo que al ciudad se lo permitió sin perjuicio de terrceros [5]
-Por esta fecha de 1759 , la iglesia no está terminada, ya
que se manifiesta “ se dan por bien gastadas y empleadas que han entrado por él síendo colector las
limosnas y dio las gracias por el fervorosos celo y cuidado y le suplica que continúe en él hasta la perfección de la iglesia y su adorno para lo que se continúa el dicho nombramiento
del síndico colector de las limosnas y las cede para que a su voluntad las
emplee en dichos fines a excepción de
100 reales que reserva para la
manutención y cura de los enfermos de su
Casa Hospital a de entregar cada año al
religioso que con poder del señor comendador se las pidiere( por nombramiento o
sucesión” .
-Una obligación de las limosnas
de San Antó reservadas consistía en el
gasto de la “ para que haga la fiesta del dicho santo en su propio día u otro que mejor le pareciere".
–En el documento se ratificaba el
nombramiento de síndico colector de las limosnas de san Antón en la persona de
Ruiz Castellanos, pero con la condición de la reserva anterior ara estos fines
y los restantes para la construcción de una escalera del choro que está
haziendo en la dicha iglesia y hazer
sacristía, atrio o lonja , adorno de ella y otras cosas necesarias para el mayo
aseo y culto del señor san Antonio Abad
y hacer su fiesta como se le concede” .
.-Y se manifiesta que no dependía de la abadía con estas
palabras: “y con las limosnas pedidas y ofrecidas a su nombre sin que ninguna
Jurisdicción alguna ni la Ordinaria pueda entrar , y por el mismo hecho zede al
misnmo Comendador a sus comendadores
sucesores qualquier derecho que le pueda tocar o pertenecer que no lo juzga
tener por aver sido solo administrador de las referidas limosnas y instrumento para la erección de la dicha iglesia
en virtud de las lizencias que se le a concedido por los expresados comendadores y entrega al referido comendador
presente el título de posesión de dicho sitio
que esta ciudad concedió para la remoción de la dicha Iglesia por no ser
bueno y apto el que primero avía concedido a Antonio Velásquez .Se ele entregó definitivamente el cuatro de diciembre de 1724, en el que se
hace constar que la dicha iglesia a de se libe y propia e independiente de la dicha encomienda”.
[1] Caja 72. Pieza 10-
[2] AHPJ. Legajo 47 año 1759. Escribano Francisco José Ruiz
Ruano.
[3] En
1532, fray Lucas Fernández de Almenara, Comendador de San Antón de Baeza se
presenta en Valladolid con una bula de Clemente VII para que no se impida pedir
limosna. En 1596, se dan en Toledo sus estatutos, que aún se conservan y son de
curiosa lectura. En 1791, el Papa Pio VI extingue la orden de San Antonio Abad
y en este mismo año se hace una relación de bienes de la orden en Baeza y se
incorporan al Hospital de la Concepción. La iglesia fue demolida, por amenazar
ruina, a finales del siglo XIX, quedando solo el edificio hospitalario, que el Ayuntamiento
transformó en casa de Niños Expósitos y más tarde en casa de vecinos. Restaurando
el edificio en 1976, ha sido acondicionado para Casa de la Juventud. La
puerta, en el lateral derecho, es dintelada, con doble moldura a modo de
entablamento y encima, balcón con hueco rectangular. En el lateral izquierdo
dos ventanas con rejas.. Aún conserva el hueco cegado del torno de cuando fue
casa de Niños Expósitos.
.
[4] http://cofrades.pasionensevilla.tv/profiles/blogs/la-orden-de-san-antonio-abad
[5] AMAR. Acta del cabildo
de 3 de diciembre de 1741.
Saludos a la población en general, quiero informar al público cómo me curé del virus del herpes simple por un doctor llamado Osas. he visitado diferentes hospital, pero me dieron la lista de medicamentos como Famvir, Zovirax y Valtrex que es muy caro para el tratamiento de los síntomas y nunca me curó. Estaba mirando a través de la Internet en busca de remedio en HERPES y vi comentario de la gente hablando de cómo el doctor Osas los curó. Yo tenía miedo porque yo nunca creí en la Internet, pero yo era convencer a darle una oportunidad porque yo estaba teniendo ninguna esperanza de haberse curado de herpes, así que decidí contactar con él en su correo electrónico que se cotiza en el comentario (doctorosasherbalhome @ gmail. com) i buscó en su correo electrónico en la red y vi un montón de gente que testifican acerca de su bondad. Cuando me puso él, me dio esperanza y enviar un medicamento a base de plantas para mí que me tomó en serio y funcionó para mí, soy una persona libre ahora sin problema, mi resultado HERPES salió negativo. Rezo por vosotros Dr. Osas Dios le dará vida eterna, no morirás antes de tu tiempo por ser un hombre sincero y grande. Estoy tan feliz, también puede ponerse en contacto con él si usted tiene cualquier problema por correo electrónico: doctorosasherbalhome@gmail.com
ResponderEliminarDOCTOR SAOS puede también curar la enfermedad SIGUIENTE: -
1. VIH / SIDA
2. HERPES
3. GONORREA
4. ALS
5. bajo conteo de esperma
6. MENOPAUSIA ENFERMEDAD
7. EPILEPSIA
8. ASEPSIS
9. CÁNCER
DEPRESIÓN 10. ANSIEDAD
PROBLEMA 11. EMBARAZO
12. miopía PROBLEMA