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lunes, 27 de febrero de 2017

LOS REYES SEGÚN CORNELIO NEPOTE


CON ESTA PINTURA PINTURA DE GAETANO GANDOLFI, Pintor boloñés entre los siglos xviii y xix, recogemos uno de los reyes que relata Cornelio Nepote. En concreto, relata la leyenda entre e Alejandro Magno y el filosofo cínico Diógenes, que intercambió varios diálogos entre la sencillez y el engreimiento con el emperador. El más conocido fue en el momento en el que le solicitó que le pidiera el filósofo algún deseo. Y le espetó con un quiero que me dejes libre para que le diera el sol.
Recoge el boloñés con su arte  el contraste entre el desnudo  del filósofo y la figura esbelta del emperador cubierto de clámide pupúrea, tocado con casco y el resto de la vestimenta militar de rango imperial.    Entre el aposento palaciego del fondo, contrasta la vivienda chabolista de Diógenes, con entrada circular y una cubierta artesanal, todo hecho de retazos de la sociedad ( de algún tonel de vino y cobertizo). Los colores blanco de pureza freten al rojo del poder , logran el contraste de la supremacía del poder frente a la sencillez, lo que se intensifican con las posiciones de uno en situación de un escorzo tumbado  y otro cuadrando el círculo compositivo con un arqueo antinatural del cuerpo erguido, en forma paternalista. lo que contrasta con el asombro de la cara del filósofo El chico de espaldas crea el cierre del ambiente y del escenario junto con el acompañamiento geometrizante de los soldados. 



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LOS REYES

Casi todos éstos fueron generales del pueblo griego, que tal vez parezcan dignos de ser recordados,  sin contar  los reyes. Pues no queremos referirnos  a estos, porque las hazañas de todos los reyes fueron relatadas  en otra obra. Y, sin embargo, estos no son muchos. Pero, el  espartano  Agesilao, de nombre   fue rey, pero  por poder  legítimo como los demás reyes  espartanos. Mas,  de entre estos,  que ocuparon el  mando con poder absoluto, hubo excelentismos, según creemos, Ciro y Darío, Hijo de Histape  entre los persas, cada  uno de los cuales, siendo unos hombres particulares, por su maña y astucia alcanzaron el reino. El primero de estos murió en una batalla, junto a Masagetas;  Darío alcanzó el final de su vida con la vejez. Tres son además del mismo linaje: Jerjes y los  dos Artajerjes: uno de sobrenombre Macrochir, y el otro Menmón. Es una cosa muy ilustre para Jerjes el hecho de que hizo la guerra contra Grecia por tierra y mar con los más grandes ejércitos  que se han conocido por los hombres. Pero Macrochir debe ser muy alabado por la figura  enorme y bellísima de su cuerpo, que honró  con el increíble valor de la guerra.  


Pues ningún persa fue más valiente que él. Menmón, por su parte, brilló  por la fama de ser justo. Pues, como hubiese perdido a su esposa  por el crimen de su madre, se entregó al dolor tanto que pudo más con él la piedad que la venganza. De estos dos con el mismo nombre de Artajerjes murieron de enfermedad natural, el tercero, Jerjes,  fue matado por el prefecto Artabano con la espada.             
II
Por otro lado, dos de los macedonios  excedieron mucho a los demás por la fama de sus hazañas: Filipo, hijo de Amintas y Alejandro Magno. El segundo de estos murió de enfermedad en Babilonia. Filipo,  al ir a ver los juegos, fue matado por Pausanias en Egos junto al teatro. Un solo epirota, Pirro fue el  que hizo la guerra contra el pueblo romano. Este, tratando de asaltar la ciudad de Argos, cayó muerto de una pedrada. Por otra parte, el único siciliano fue el Dionisio el mayor. Pues fue valiente y perito en la guerra, y , lo que no es fácil de encontrar en un tirano, muy poco licencioso, ni  lujurioso, ni avaro de ninguna cosa ni deseoso de nada salvo de mandar él sólo y mantenerse siempre en  el mando, y por esa razón cruel. Pues mientras puso los medios para mantenerse en el mando y asegurarse en él, no perdonó la vida de ninguno que considerase que conjuraba  en contra suya. Habiendo conseguido la tiranía para sí mismo con valor, la retuvo con gran fortuna. Ya mayor, a la edad de 60 años murió  en medio de un floreciente reino. Ni en tantos años  vio entierro de alguno de su linaje, habiendo procreado hijos de tres esposas y de ella le nacieron muchos nietos.  
                                                  III
Hubo además grandes reyes de los amigos de Alejandro Magno que tomaron los mandos  después de su muerte, entre estos Antígono y su hijo Demetrio, Lisímaco, Seleuco y Ptolomeo. De entre estos Antígono, luchando contra  Seleuco y Lisímaco, fue matado en un combate. También Seleuco  mató a Lisímaco  en una batalla, pues rota la alianza entre ellos, se hicieron la  guerra. Pero Demetrio habiendo casado a su hija con Seleuco y no habiendo podido mantener una fiel amistad entre ellos, teniéndole preso  su yerno Seleuco, Demetrio  murió de enfermedad. No mucho después  Seleuco fue matado a traición  por Ptolomeo al que Seleuco, tras ser expulsado por  su padre de Alejandría,  lo había acogido  porque se hallaba necesitado  de tropas extranjeras

Pero, se dice que el propio Ptolomeo, habiendo entregado en vida   el reino a su hijo,  fue privado de la vida por Ptolomeo Cerauno. Puesto que consideramos que bastante se ha dicho sobre estos,  me parece bien  no pasar por alto a Hamílcar y Aníbal, que consta que sobresalieron a todos  en África por su grandeza de ánimo y su astucia. 

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