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jueves, 2 de febrero de 2017

LA CANDELARIAA. HISTORIA. CON FOTOS. DE AYER Y HOY FENTILEZA DE JOSÉ MESAS

LAS FIESTAS DE FEBRERO
Tablas de la antigua iglesia de Santo Domingo de Silos.
Actualmente en el >Sagrario de  la iglesia de Angustias.
 Son unas falsificaciones de la original.
Obras de los Raxis.  Se ven las palomas
El día dos de la Candelaria.
El día tres para la Letanía y la fiesta de San Blas que tiene voto hecho por la ciudad y se trasladaban en procesión.

                                                                                                 
CALENDARIA Y LA COFRADÍA DE LA  VIRGEN DE LAS MERCEDES
Curiosamente, si nos trasladáramos al siglo XIX, en el año 1841, el culto de la Virgen de las Mercedes no habría cambiado salvo en pequeños detalles de poca importancia.
En el mes de febrero, se encargaba de la fiesta de la Presentación del Niño en el Templo, o La Candelaria, costeando la torta y los pichones. A lo largo del año, se cantaban misas, salves, en su honor, el día de la Víspera se mantenían los fuegos y, así, a pesar de que se encontraba en la Iglesia de la Veracruz, allí se festejó en la noche de la Víspera, ya que era una tradición el traslado de la imagen a esta iglesia para realizar rogativas. La capilla de Música de Florencio de Alba amenizaba la velada de este día, donde la gente bailaba en los alrededores de la iglesia. También lo hacía en el resto de la de las funciones de Iglesia, misa, aguinaldos y salves del sábado. Sin embargo el rezo diario del Rosario se acompañaba del coro de Fernando Bolívar. A esto hay que añadir, también, otros pequeños gastos de las actividades de la cofradía, que curiosamente era administrada por el cura Enrique Díaz. Otro día señalado era la Octava de la fiesta junto con el novenario en el que repicaban Consolación y la Mota.
Los ingresos para afrontar todos estos actos consistían en las limosnas de los fieles tanto en dinero como en especie( cera, trigo y cebada, sobre todo, sin olvidar animales como el cerdo, chotos, corderos, gallinas e, incluso, patos) recogidas por el campo y en la ciudad. La lámpara de aceite de la Señora no se apagaba durante todos los días del año, que eran costeada por distintos devotos. Solía alquilar una casa en la calle Caridad que le servía de granero donde se almacenaba el trigo para venderlo. Las estampas se encargaban en Granada y eran otra fuente de ingresos. En aquel tiempo, se pagaba el cuidado de las imágenes y tronos y los costaleros de la Virgen, como se mantuvo hasta cierto tiempo. En este año 1841 se celebró una especial rogativa y la cera se mantuvo desde abril hasta agosto en la Iglesia de la Veracruz 1.También en los años posteriores, abundan los datos de rogativas en las distintas epidemias, períodos de sequía o terremotos entre las que destaca la de 1885.
En esta doble línea de patronazgo y rogativa, se mantuvo el culto de la Virgen de las Mercedes durante los siglos XVIII, XIX, y XX, permaneciendo casi como única patrona y única mediadora en las rogativas, aunque a veces lo compartiera con Santa Ana, Jesús Nazareno, Santo Domingo de Silos, el Cristo de la Salud, San Blas y San Roque.
El quince de Agosto va a delimitar el período festivo y no es extraño que se celebraran corridas de toros y las compañías de Teatro acudier








an por esta fecha a representar sus obras de teatro. Claro ejemplo fue el año 1729, la propia ciudad le concedió licencia a la Compañía de Comedias del granadino Juan de Ordóñez2.

El declive del teatro y los toros con Carlos III va a suponer un gran detrimento de las actividades lúdicas que ya no se reavivaron hasta el siglo pasado y se mantuvieron hasta el presente.
1 AMAR. Cuentas de la administración de Enrique Díaz en el culto de la Virgen de las Mercedes.
2 AMAR. Acta del cabildo del dieciocho de julio de 1729.


LA CANDELARIA Y VIRGEN DE LA AURORA

Nació la devoción y fiesta de la advocación de la Aurora a principios del siglo XVIII. Por aquel tiempo se adquirió la imagen, recibió culto en la Iglesia de la Caridad y otras veces en la Veracruz hasta que en este siglo se trasladó su imagen, primero, a la Iglesia de san Juan, y tras la posguerra, a la iglesia de san Antón. Hay constancia de los rosarios de la Aurora a finales de este siglo, cuando se confunden los hermanos del Rosario con unos escopeteros que asaltaban las casas en la madrugada.1
En este siglo, se mantienen todos los elementos típicos de la festividad, tenemos noticias del funcionamiento de un año a través de la memoria que entregó a alcalde constitucional del año 1842. La hermandad mantenía la tradición de los demandantes por el campo, el canto de las salves, y la festividad del día de la Aurora. al frente de la cual había un capellán que celebraba misa en todos los dís festivos y feriados. En este día, se llevaba a cabo el adorno y la iluminación de la iglesia y de la portada, la vocación de la fiesta con fuegos artificiales, una misa con sermón y la procesión; todos los actos eran acompañados por una capilla de música, que en aquel año era la de Florencio Alba, y por el estruendo de cohetes. Se distinguía entre la interpretada durante la misa en forma solemne y la marcial en la iluminación y procesión del rosario de la Aurora en el segundo domingo de septiembre. Un elemento esencial eran los faroles y, a partir de agosto, se iniciaban los despertadores con sus cantos, cuya vestimenta era pagada por la hermandad. Como tradición nunca perdida, se celebraba LA FIESTA DE LA CANDELARIA y las misas de sufragio por los hermanos fallecidos. Caso típico de todas cofradías alcalaínas llevaban a cabo la demanda por el mes de agosto recogiendo cereales, y ofreciendo las cuarteleras y faneguueras a los devotos.
Curiosamente, esta hermandad tenían un aspecto familiar que se ha mantenido hasta el siglo XX, aunque se renovó por los años treinta, imitando a los de Priego bajo el mandato de hermano mayor Francisco Huertes Granda. Los Vegas solían ser sus hermanos mayores, los depsertadores y los portadores de los faroles, que desparecieron por los años cincuenta de este siglo, lo mismo que la hermandad.
LA CANDELARIA Y EL DULCE NOMBRE DE JESÚS
o.
El final de siglo XVIII significó la desaparción de muchas cofradías y la reunificación en la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús. Es digno de destacar que en esta labor de depuración participaron las directrices de la política nacional, en la que el propio cabildo se obligaba a emitir su informe como hace con la anterior cofradía en 1808 a requerimiento presentado por el regidor don Miguel de Cisneros y encargado del caso.1 En este tiempo en el que se trasladó la parroquia de santa María al convento del Rosario dio lugar a celebrarse otras fiestas religiosas por la cofradía, como era la de la Candelaria, la de santo Domigno de Guzmán, los oficios del Jueves y Viernes Santo, perdiéndose practicamente la del Dulce nombre de Jesús. La labor benéfica de atención a los pobres transuntes fue característica de esta cofradía, ayuda de beca a los niños mediante compra de libros de enseñanza, .
1 AMAR. Acta del 17 de octubre de 1807.
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1 AMAR. Acta de cabildo del veintinco de enero de 1783. En ella se comenta que una noche se mezclaron los contrabandistas y escopeteros con los hermanos de la Aurora "que iban al Rosario".


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