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sábado, 18 de febrero de 2017

CONTEXTO URBANO DE PABLO DE ROJAS


CONTEXTO URBANO

ENTORNO DE LA CASA DE PABLO DE ROHJAS
            Profundizando ahora en la figura del maestro  que recibe el aniversario , vamos a destacar algunos nuevos datos de su contexto. Si Pablos de Rojas se dirigía a la ciudad de Jaén con motivo de realizar algún contrato, se encontraba con una puerta de nombre de Villena, que debía este denominación a Tomé de Villena, el cual tenía un mesón cerca de esta puerta. La calle Tejuela, por otro lado,  estaba menos urbanizada y poblada de viviendas que actualmente se encuentra. Se entraba por las Azacallas que eran unas huertas canalizadas por el agua que descendían de los Llanos y  también del remanente de agua que provenía de la fuente de la Mota.  Las tenerías de la ciudad se localizaban por estos lugares y el remojo del pescado y las tintorerías. Por un documento de dación de censo y tributo, conocemos este aspecto entre urbano y rural, que desembocaba en el camino de Jaén.(la antigua  carretera)  “ catorce sogas e media de tierra y solar que he y tengo sobre la Fuente Beber de esta ciudad e Açacayas, junto con una haça, que la solía tener dada a censo a Luís de Torres, y es linde con solar de Andrés López ,albañil, y solar de Alonso López de Linares y solares de vos el dicho Diego Hernández [i].
(A esta calle , entre otras, confluían  la de l jurado Alonso Martínez de Écija, que le dio la denominación por el sitio donde provenía este personaje o su familia, Gala y Antigua ),[ii].
La Mota y su vida comercial, social, religiosa y plaza  estaban  relativamente cerca de la casa de su padre Pedro Sardo y  la de su hermano el pintor y escultor Melchor Sardo, ubicadas  en la calle  Real. Cercanos estaban los edificios religiosos de los monasterios de San Francisco y de la Trinidad y de la Madre de Dios de  Consolación. Cercano estaba el barrero y un horno  encima  del Barrero junto a la haza del Cristóbal Gallego.
Pero, en la calle Real  Pablo de Rojas, donde frecuentemente vivía,  compartía vecindad en su derredor  con personas dedicadas a todo tipo de oficios del sector primario,  secundario y terciario. Partiendo del padrón de los años ochenta y el cruce con  escrituras notariales de los años sesenta, conformamos un arco que nos puede hacer una buena descripción con la que contaba  el joven Pablo de Rojas, teniendo en cuenta que en 1569 su madre se encontraba sola atendida por su hermano Pedro Sardo en la calle de los Relimpios dentro del barrio de San Juan con motivo de una visita de su padre a su tierra natal de Cagliari. El precio de una casa variaba y no encontramos, por contratos de compraventa,  que  Benito de Arjona y su mujer Beatriz de Martos compraban una casa  que vendían  en esta calle, lindera de Juan Padillo  y herederos de Juan García de Hinojosa  por el precio de  34.000 maravedíes[iii].
                                  




PROBABLE CASA DE LOS SARDOS, DONDE NACIÓ  PABLO DE ROJAS
OFICIOS LIBERALES

Desde la Mota se habían bajado hacia la ciudad del valle algunos oficios liberales como los abogados Jerónimo de Torreblanca,  Juan de Aranda o Martín Ruiz de Hermosilla, que compartían vecindad con clérigos como Jerónimo de Hermosilla o Martín Cano, el escribano Pedro de Baena,- por cierto muy colindante con la casa de su padre que heredó su hermano el pintor Miguel de Rages-, el escribiente Hernán Pérez de Jerez o los medidores de tierras como Andrés Martínez de Cazorla, expertos en los recudimentos de los reparticiones  y de las valoraciones de tierras y cosechas a la hora de evitar desfalcos e impagos; no era extraño que algunos médicos como Diego López de Molina viviera junto a su vivienda como  el doctor Civantos  y el boticario Sebastián de Quesada que regentaba una de las boticas principales de la Plaza Baja de al fortaleza de la Mota.
                                  

COMERCIO


             Alcalá la Real se había convertido, a mediados del siglo XVI,  en un gran centro comercial, donde predominaban los mercaderes, comerciantes, tratantes, merchantes y corredores. No sólo,  comercializaban productos  para abastecimiento interno  o externo, sino que intervenían de intermediarios y como centro distribuidor  de otros lugares comarcanos ( hay casos de Colomera, Campotejar, Montejicar, Izanalloz, Priego, Castillo de Locubín, Alcaudete, Montefrío, Moclín…). Sabemos que el comercio del vino, por los datos de profesores como Rodríguez Molina o C. Argente, sabemos se remontaba a tiempos atrás, pero constatamos que nacieron nuevos mercados como el de los pueblos de los Montes Orientales  de Granada y del Obispado de Guadix (sírvanos de ejemplo  que la ciudad de Guadix concedía, en 1562,  el abasto del vino blanco torrontés  era  distribuido por los hermanos Juan y Sebastián Gallego, fiados por Miguel de Utrilla, un accitano afincado en Alcalá[iv] y el de Montejíar por  el comerciante Pedro Hernández de Jaén).Por el contrato con este pueblo se establecían una serie de cláusulas por las que  reconocemos aspectos muy interesantes del comercio del vino: de enero a abril se vendía a 14 maravedíes el azumbre blanco y a 12 el tinto; mayo y junio a 18 maravedíes el azumbre de vino blanco y a l 16 el tinto;  de julio a final de año a 20 maravedíes a 10.  
                                                           ACEITE
Otro  caso  especial fue el comercio del aceite, que tenía como centro de distribución a los comerciantes alcalaínos. Por  el escribano  comentado recogemos un contrato entre Pedro Hernández de Jaén, lo que sería un mayorista de nuestro tiempo, comprometiéndose a abastecer de aceite a la ciudad granadina de Iznalloz, es muy interesante analizar las condiciones de su comercialización. Pues debía atenerse a las siguientes conclusiones: El concierto  se hacía entre dos partes el cabildo municipal y el abastecedor bajo juramento;  el objeto del contrato era el abasto de aceite a todos los vecinos de Iznalloz durante un año , estantes, yentes y vinientes;  las cualidades del aceite consistían en que debía ser:”bueno, dulce, claro y asentado e de buen color y sabor de dar y recibir a contento de los señores oficiales del municipio”;  el precio del aceite  se establecía en 24 maravedíes la libra, lo que costaban dos varas de paño; el abastecimiento debía asegurarse mediante una multa en caso de desabastecimiento de 100 maravedíes por cada vez que faltare a la hora de la comida y de la cena, y est dinero iba destinado a los propios de ala ciudad; se vendía en una sola tienda a contento de los oficiales de la ciudad. ; se sometía a la justicia real y de la ciudad de Granada para conflictos con el precio y con el contrato.[v] .  El comercio del aceite procedía, sobre todo,  de la villa de Luque aunque era un  aceite  que se transformaba en jabón. De ahí el oficio d jabonero[vi]. A veces los comerciantes  unían los abastecimientos del aceite con el del vino: este era el caso de Montejíar, donde el precio  oscilaba entre  24 maravedíes en tiempos cercanos a la recolección de la aceituna y en el resto del año a 26 maravedíes[vii].
           
                                               LA SEDA

            Tampoco, podemos olvidar otros puntos y otros géneros de mercancías, como el comercio de la seda, tanto para abastecimiento como para exportarla a lugares, a veces tan lejanos como Toledo.  Un claro testimonio de ello lo tenemos con la presencia de mercaderes toledanos en los mesones de esta ciudad contratando el transporte de esta valiosa mercancía a su ciudad [1] .

                                               MERCADERES Y LA LANA

No faltaban, en esta calle,  los mercaderes como Martín de Córdoba, Alonso Díaz de Castilla, Gonzalo de Palma, que se especializaría en el comercio de la cera ( velas, velones, hachas, hachones para uso eclesiástico y  doméstico) , Alonso Pérez de Contreras, Rodrigo Pérez. Tampoco, hay que olvidar la presencia de mercaderes foráneos. Entre ellos destacaba el comercio de la lana, en un tiempo en que la ganadería, sobre todo lanar, predominaba frente a la agricultura. Tenemos constancia de la  presencia de comerciantes genoveses, castellanos y sevillanos en la compra de la lanas locales. Entre estos últimos estaba n los hermanos Alonso y Agustín de la Torres, representado por Juan Ramos, que mantenían relaciones comerciales con los hijosdalgos alcalaínos ( muestra de ello es el contrato del beneficiado Pedro de Aranda, tío de Baltasar de Aranda en 1562  de un contrato de 250 arrobas de lana merina al precio de 20 reales cada arroba, por cierto la arroba de lana había que entregarla a sol de corral alto, barrio e no regado  e recibillo desechando  hierro yerba roña daño  y pergamino basto y bastazo y ilesa de lo cadillo y menudeo, lo malo pesado arroba a arroba a uso de mercaderes[2] o en las mismas condiciones con Pero Fernández de Alcaraz ) . Entre  los genoveses hay que destacar a Peligro Maiolo, un gran comerciante financiero afincado en Granda con una red comercial que abarcaba hasta las minas de Almería.

Pero los oficios manuales  como los de la rama textil ocupaban las principales casas de su vecindad; se  elaboraba paño pardo a precio de  siete reales la vara y cada paño alcanzaba unas 22 varas en telares veintedocenantes con tres peines y una retiña de siete mil canes  con sus  aderezos[viii]. En esta calle, se  podrían encontrar el calcetero Juan Rodríguez,  los sastres Bartolomé Rodríguez, Carranza y su mujer Anda de Narváez, Pedro de la cruz, Cristóbal Camacho, Hernán Martínez[3];  los tejedores de paños, seda, terciopelo, tafetán estaban presentes como Francisco Mariscal, con un comercio que derivaba incluso a tierras americanas, o Juan de Jaén, tejedor de sedas, el tejedor Garci Navarro, el estebador Pedro Fernández,  el tintorero Domingo Moreno ( para ello  usaban tintes basados en  la ceniza del lentisco, como hemos podido comprobar en algunos documentos de contrato [ix]), en la rama de la piel ,  el tundidor Cristóbal Gallego, los zapateros Martín de Peñalver y Pedro Álvarez Cañuelo; la rama del metal  estaba presente en la familia “del Moral”,  herreros que brillaron en  el manejo del hierro destacaban en la cerrajería de las capillas de las iglesias, entre ellas la de la Iglesia Mayor Abacial con Andrés y Miguel  del Moral, o Francisco López, otro herrero compartió vivienda como Pedro Martínez


[1] AHPJ. Contrato entre  el toledano Francisco de la Torre y  Gonzalo Hurtado  ya arrieros alcalaínos, Antón  Jiménez y pedro del Moral , vecinos de Jaén  para transportar nueve fardos de seda que se encontraba en el mesón de Francisco Muñoz. 12 de junio de 1562.
[2] AHPJ. Ante Hernán Sánchez 560 vuelto. 22 de junio de 1562.
[3] Contrato de aprendiza entre Juan Niñez de Villareal, especiero y Gaspar gallego, para su hijo Martín, de doce años, le tenía que dar de comer, beber, calzar, vestir y cama. ( una capa, un sayo, unas calzas, caperuza,  de paño,  de la tierra as seis reales la vara,  e un jubón y dos camisas de lienzo triradizo y unos zapatos18 de julio de 1563



[i] AHPJA. Censo  que recibe Hernando Cano de Diego Hernández Toledano, mesonero, ante Hernán ¿Sánchez, el  12 de octubre de 1562.
[ii] AHPJ. Su mujer era Catalana Martínez, que sabemos esto por un ceno que otorga Su hijo era del mismo nombre  que el padre.
[iii] AHPJ. Contrato entre estos en Hernán Sánchez  en 21 de enero de 1562.
[iv] AHPJ. Contrato con el concejo de  concejo de la villa de Guadix, se hacía por un año, 13 de febrero de 1562.
[v] AHPJ- Contrato entre Pedro Hernández d Jaén y la villa de Iznalloz a 11 de abril 1562 ante Hernán Sánchez.
[vi] AH`PJ. Contrato ente un comerciante de Luque con el jabonero Juan García  Venta de 100 arrobas a ocho arrobas la reales.20 enero 1567.
[vii] Contrato entre Pedro Hernández de Jalen y el pueblo de Montejíar. 2 de abril 1562.
[viii] Ibídem  Dote de Antón Muñoz,  hijo de Blas y Gutiérrez López. 15 de julio de 1562.
[ix] AHPJ. Contrato entre Alonso Peláez y Juan García Espejo por compra de ceniza de lentisco. 30 de marzo de 1562.







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