Ha
pasado el catorce de abril y se celebró el día de los Enamorados, con motivo de
la festividad de San Valentín. Estamos acostumbrados a celebrar rutas
turísticas o leer diarios de viajes, cuyo tema se centran en acontecimientos
bélicos, monumentales o históricos. A lo largo de la provincia de Jaén se desarrollan diversas rutas: del Olivo, del Califato,
Nazarí, Almohade, Carolina o Imperad de
Carlos V, Íbera, Caminos de Pasión,.
Ciudades Medias, Turismo Interior, O la
más reciente de los Castillos y las Batallas. Ofrecen a muchos turistas y viajeros unos itinerarios
para recorrer y conocer la historia y las costumbres de los pueblos de la
provincia de Jaén.. Invitamos, para el próximo año, a nueva propuesta de ruta jienense, la de la
Ruta del Amor por la provincia de Jaén. Idilios amorosos
haberlos haylos, enamoramientos apasionados como los de Romeo y Julieta abundan
en todas las partes y en muchos pueblos
de este reino, desenlaces trágicos y románticos
se prodigan por rincones y
palacios de las ciudades
jiennenses y, no solo se centran en
el amor de parejas, sino en su más
amplio sentido de la relación amorosa desde la paternal hasta la filial,
pasando por la matrimonial, incluso sin olvidar su antídoto del odio y del
rencor. Pues ya lo decía Octavio Paz: en efecto el
amor es una pasión misteriosa, hecha de opuestos, deseo y temor, ternura y
celos, ferocidad y caricias, egoísmo y desinterés. Es difícil establecer una ruta por varias etapas, más
bien hemos comarcalizado esta ruta y
fijamos varios días e itinerarios correspondiente. Iniciamos una etapa con el
amor serrano. Y nos quedamos recreándonos con la poesía amorosa del segureño Jorge Manrique, esa poesía de reminiscencia
provenzal, en búsqueda de la amada:
Quien tanto veros desea,/ señora, sin conoceros,/ qué hará después que os vea/ cuando no pudiere veros?/ Y siguiendo
con el amor ausente y
metamorfoseado en una forma alargada y escamada, la Tragantía nos recibirá
en el castillo de Cazorla emitiendo hálitos fantasmales. Algo más lírica, el
Castillo de la Iruela
invita a otro episodio mistérico entre Rosaura, el joven plebeyo, los padres
severos y la sirvienta Y
desentrañaremos el enigma de ¡Al mezclarse la
cera /con los granos de sal/perderás la materia/y encantada serás! .
Otra
segunda etapa tiene su parada en el centro
de la provincia para tratar el
amor en tiempos de los pueblos prerromanos, en este caso íbero y púnico, y, acercándonos
a Cástulo, rememoramos el amor diplomático entre la pareja formada por la oretana Himilce y el
púnico Áníbal, una historia de amor, guerra y
de desposorios políticos, cerca quedan las ciudades patrimoniales para
recordar a Machado con su recuerdo de Leonor, y Úbeda con tres variantes legendarios
de relaciones amorosas, el Cristo de los
Cuatros Clavos, La mujer emparedada de la Casa de las Torres y La Casa del Ahorcado. Y de allí
, haremos una escapa de la leyenda musulmana de la fuente de la Minga por tierras de
Iznatoraf y Villacarrillo .
Por tierras del Guadalquivir,
Andujar nos recibe con los amores entre el hijo de Muza y la hija de don
Rodrigo, por las ruinas de la muralla. En esta etapa, Egilona y Agilazis hacen
vivir un intenso amor entre apostasías religiosas y odio de sus vecinos por sus
renuncias ante la pasión amorosa. Cercana Arjona saca el amor de los cangilones
de un pozo, donde resuenan los ecos de una cristiana que sufrió las garras de
la esposa de su esposo musulmán. Y, para broche de oro, en la torre del
castillo de Arjonilla, Macías el
Enamorado nos envuelve con estos versos
Con tal alto poderío, /Amor nunca fue juntado/ni con tal orgullo e brío/cual
yo huí por mi pecado/contra mí, que fui sandío/ denodado en ir a ver/su gran
poder/e muy alto señorío./
Bajar a la Sierra Sur es adentrarse en el
amor de los últimos momentos de frontera. Sobresalen las leyendas de la antigua
ciudad calatrava de Alcaudete, entre ellas las de los amores entre Zayde y
Aixa, donde en la fuente del amante se escuchan sus últimos gemidos ante las
manos del señor de Alcaudete. Y, ya cercana a la frontera con el reino de
Granada, el Arcipreste de Hita recita versos "Fija, vos, os saluda, uno que es de Alcalá", e introduce en
leyendas amorosas. Estas se remontan a los amores trágicos entre el poeta Abu
Yafar y la poetisa Hafsa, que acabaron con la muerte del descendiente de la
familia de los Banu Said de manos del gobernador granadino. O las más tradicionales
que se desenvuelven en el castillo de la Mota como la de la mora Cava y el capitán don Diego
de Haro.
Jaén será la última etapa, porque rincones de leyendas de
amor abundan por muchos lares. Desde el castillo de Santa Catalina hasta las
cercanías de la catedral. Los amores
entre Jazmina y el condestable Lucas de
Iranzo recogen los tiempos de la difícil convivencia del amor entre
civilizaciones diferentes paseando por los alcázares. Y, junto a la sede
catedralicia, los conflictos del amor entre
la hidalguía y las no privilegiados se hace presente en las mansión y
casa de los Vélez y recuerdan tiempos las de la princesa del palacio moro y la
fuente del Caño Quebrado entre otras
muchas. Con estas leyendas, la ruta del amor por tierras jaeneses no se
celebrará solamente el día de San Valentín sino se alargará en una semana, y,
en tiempos de desasiego amoroso cubrirá
varias etapa para renovarlo e, incluso servirá de terapia amorosa. Pues, como
decía Manrique: Allá está mi libertad,/ allá
toda mi cordura;/ tiénelo en cargo
bondad,/ catiuólos hermosura.
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