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domingo, 1 de febrero de 2015

SEGUNDA PARTE DE RAFAEL ABRIL COMO ALCALDE Y DIPUTADO PROVINCIAL. FOTOS DE ESTOS TIEMPOS.



            ALCALDE Y DIPUTADO PROVINCIAL, TRAS SU TÍO RAFAEL ABRIL ÁVILA   

          Retirado su padre Gregorio Abril de la vida  pública, en 1884, fue elegido alcalde  de la ciudad  su tío Rafael Abril Ávila y se produjeron elecciones a diputados a Cortes y compromisarios al Senado. En dichos comicios resultó elegido diputado su hermano Luís Abril León en un año de intensas lluvias sobre todo,  por el mes de abril y hubo que ayudar a la clase jornalera con los medios de asistencia municipal. Un acontecimiento importante fue el establecimiento, por el 12 de mayo, de las hermanas mercedarias en Hospital Civil ubicado en la calle Rosario Los bienes de la desamortización daban lugar a  la apertura de nuevas vías urbanas y rústicas junto con la roturación ilegal de lugares cercanos al ejido, vereda real y pardos de Puertollano:  alteración y aprovechamiento del callejón de San Francisco y camino de Fuente Álamo por Cornicabra; comienzo de las edificaciones en el Camino Nuevo,  empiedro  de las calles  de las  Angustias, Veracruz y Braceros; así como el  traslado de  la cruz de Villena, emplazada en el cruce de la nueva carretera de Jaén y la de  Monturque,   junto al molinillo aceitero de Buenaventura Sánchez-Cañete, arreglo de  los cementerios de Charilla y otras aldeas, y plantación de álamos junto los arcenes de la carretera. .           E l mes de julio fue muy agitado  ya que se clausuró la Casa de los Expósitos por parte de la  Diputación Provincial de Jaén, y se comenzaron a tomar medidas preventivas contra el cólera. A finales de año el ayuntamiento arrendóa al Obispado de Jaén el Palacio Abacial para convertirlo en Juzgado de Primera Instancia, Estación Telegráfica y ubicación de escuelas secundarias y sustitución de  la Cárcel Eclesiástica para Escuela de Instrucción Primaria, reservándose tan sólo el obispado de Jaén el resto de la mansión  para residencia de verano. Pero el año acabó con un importante terremoto, acrecentado por varios movimientos sísmicos a partir de el  25 de diciembre, por los que  se resintieron las iglesias de Rosario y Consolación,  y se provocó un gran desperfecto en la Puerta de los Arcos que daban entrada a la ciudad por la carretera de Granada, de modo que en muchos hogares se ocasionaron  un inminente  peligro de ruina y abandono de varias casas en medio de un  frío intensísimo, lumbres en las calles, angustia, y  terror  de los vecinos, lo que se tuvo que afrontar  con  las partidas de emergencia del  presupuesto municipal, libramientos para calamidades, , prohibición de paso por los Arcos y hacerle  una empalizada,  amén de las frecuentadas rogativas a Nuestro Padre Jesús Nazareno, ya los patronos Virgen de las Mercedes y Santo Domingo, que se  trasladaron en procesión a la iglesia de San Anton que ofrecía mayor seguridad.

                                   DECLARADO SALVADOR DE LA PESTE DE 1885

            Muy típico de los conservadores era la exaltación del patriotismo local, que conllevaba numerosos cambios de calles con nombre tradicional. De este tiempo, proviene el cambio de  nombre de las calle Llanillo por  Mercedes, Juego Pelota por Santo Domingo, Braceros por Alonso Alcalá, Bordador por General Lastres,  Tapia,  Pedro de Moya por Lecheros  y Gregorio de Abril por Tejuela. Atendiendo a  la alternancia turnista, fue elegido   alcalde por primera vez en julio de 1885  Rafael Abril y León. Coincidió con un año, clave para alcanzar su madurez y prestigio político entre la población alcalaína  y para  alcanzar el éxito de evitar las defunciones a consecuencia del cólera, ya que se acabó la peste en noviembre de 1885.  Y así lo recogen las palabras de Guardia Castellano “santa amistad y que de la niñez venía,  y tuvo plena confirmación, allá en los tiempos de nuestra iniciación en la vida pública como concejal del ayuntamiento , y por él regido a la sazón como Alcalde Presidente,  en cuya actuación pudimos apreciar  el hidalgo sentir de su alma generosa y excelsas condiciones de gobernante y patriota,  en la campaña austera, enérgica, y viril para librar al pueblo , puesto bajo su  égida, de los enérgicos estragos  del cólera morbo”.          

Pues la ciudad se vio atacada por el cólera y tuvo que llevar a cabo una  planificada campaña preventiva en  la que supo coordinar todo tipo de recursos humanos, materiales e, incluso, espirituales para conseguir que los efectos fueran los más benignos posibles para la población alcalaína. Todo ello en  medio de un panorama que no era muy desconsolador, como manifiesta el cronista alcalaíno en la comentada revista de Lope de Sosa:”Las defunciones que se registraban en Córdoba y Jaén, llegaban a cifras aterradoras. Granada era un vasto camposanto, donde los servicios cristianos ni la caridad cristiana eran bastantes a dar sepultura a los cadáveres que, formando pilas macabras,  rebosan por cima de las tapias de los cementerios y los pueblos, villas y caseríos cercanos a nuestra ciudad sufrían el cruento contagio de la peste”.Rafael Abril propuso con un acuerdo de pleno de 13 de julio el asilamiento de la ciudad como medida preventiva evitando el  contacto con el exterior. Y, en consonancia con  la anterior medida, colocó  puntos de fumigación y de análisis de aguas y estableció  un cordón sanitario de vigilancia de entradas y salidas de la ciudad formado por una cuadrilla de guardia integrada por los concejales  que recorrían todas las fuentes, fondas, posadas, establos, puestos de guardias, lazaretos  y el día ocho de noviembre  con una función de iglesia de Te Deum  con asistencia de la capilla real de Granada , Oración sagrada a ilustre predicador, veladas, cucañas, toros  y procesión “ a Nuestra Señora de las Mercedes asistiendo la mayoría de los habitantes del término municipal  en el testimonio más elocuente de la gratitud  que el pueblo de Alcalá la Real guardaba para su excelsa Patrona por su singular beneficio  que les había dispensado librándonos del cruel azote que ha diezmado las capitales de Jaén y Granada y los pueblos limítrofes no habiendo permitido un solo caso en esta población  siendo escaso de los que han fallecido en las aldeas, según señalaba el acuerdo municipal”. Y en medio  de una gran labor del equipo municipal que marcó huella, porque contribuyeron a todas la acciones el señor alcalde, tenientes alcalde y el síndico y  señores concejales abandonando sus casas para entregarse a esta labor











se centró en los puntos más relevantes  de posible  infección impidiendo la entrada de cualquier forastero, tal como se acostumbraba en situaciones parecidas de epidemias. Por eso, cuando acabó el peligro,  se celebró el éxito final

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