El segundo asunto conflictivo que tuvo que afrontar tuvo que ver con la masonería.
Desde 1884, corrían malos
tiempos para las personas progresistas,
pues el médico Ruiz Matas fue perseguido, por sus ideas republicanas, masónicas y espiritistas hasta tal punto que el
ayuntamiento le suspendió del cargo de médico del Hospital, A pesar del la
oposición del grupo liberal , constituido por Mármol, Vinuesa, Sanz de Tejada,
Ferreira, Fernando Muñoz, y Alejandro Serrano Coello, los conservadores (
Tapia, Belbel...) impusieron en sus criterios, apartándolo de su oficio por un
fallo administrativo de no haber nombrado
un sustituto en su ausencia de la localidad, y, lo que es más curioso,
porque no se comprendían ni se permitía que se desarrollaran sus ideas en un
ciudad con 17.000 almas católicas..
No era sino el
ambiente político creado por el sector conservador, en el que campaban a sus anchas, en el ámbito local y
provincial, sus miembros, a cuyo frente estaba su tío Rafael Abril y Ávila. Por otra parte, los
masones se reorganizaron, a pesar de que algunos de sus miembros, como Moutón
pertenecía al partido conservador. Pero
comenzaron los ataques a los miembros de la recién nacida la Logia alcalaína. Acacia 170,
perteneciente al Gran Oriente de España.
El primero que recibió los ataques,
fue el doctor y masón Ruiz Matas, según se pone de manifiesto el
siguiente acuerdo de 23 de junio de 1884:
“Por el
señor Alcalde, se expuso que en vista de las repetidas quejas que se le
han dado respecto al descuido con que el
médico titular don Miguel Ruiz Matas tenía a los enfermos pobres a
quienes tiene el deber de asistir, y habiéndose enterado además de que dicho
Profesor al marcharse a Loja con su permiso en el mes de mayo anterior no dejó
ningún compañero suyo en cuanto pudiera
ocurrir de Cirugía, con esta fecha ha decretado
la suspensión empleo y sueldo del
referido Señor Matas en formación del oportuno expediente, cuya providencia somete a la aprobación del Ayuntamiento debiendo hacer presente al
mismo tiempo que el mencionado facultativo se ha ausentado del término
municipal sin licencia alguna en época reciente que por su cargo de forense es
incompatible para el de Titular por depender
de la
Autoridad Judicial quien como viene ocurriendo se ordena la traslación a otros
pueblos del partido o a la
Capital de la
Provincia quedando abandonada su clientela, y que habiendo
adjuntado de sus creencias católicas para aceptar las de la doctrina
espiritista, cuya idea sobre la futura vida
no es la que tiene la inmensa mayoría de los vecinos de esta ciudad yo
que se compone de más de diecisiete mil
almas católicas, y no es el
adecuado para dar a las familias
respectivas los avíos necesarios para
que hagan sus disposiciones religiosas los enfermos que se hallan próximos a abandonar esta vida
temporal, por cuyas razones, propone al Ayuntamiento la separación absoluta del
doctor Matas de sus cargos municipales en su caso y lugar, y para las formalidades
oportunas”.
Por lo tanto, por mayoría de miembros del
ayuntamiento se tomó el acuerdo de suspensión del cargo de médico a Ruiz
Matas con la apertura del expediente.
Pero, el grupo liberal, representado por Manuel del Mármol,
vecino de la plaza, no estaba de acuerdo, y lo expresó de la siguiente manera:
“...en mi concepto el doctor
don Miguel Ruiz Matas lleva con esmerado celo las obligaciones que impone su
cargo de Médico Titular y debiéndose a su nada comunes conocimientos
profesionales la curación de enfermedades muy peligrosas, y sintiendo por esta
razón que los pobres de esta ciudad se vean privados de su asistencia, no puede
de ninguna manera asentir el acuerdo tomado por lo que interesa se haga constar
su voto en contra de la proposición”.
El diecinueve
de julio de este año, a instancia de la minoría liberal, dirigida por Baldomero
Sáenz de Tejada, antecesor del teniente Castillo y, compuesta por Mármol,
Ferreira, Vinuesa, Fernando Muñoz y Alejandro Serrano, se convocó un nuevo pleno municipal para que cada concejal
expusiera su posición ante tan enérgica medida. Los liberales manifestaron;
“Habiendo
dado sus votos para el nombramiento del Señor Matas, su silencio pudiera
entenderse como acto de inconsecuencia consigo mismos, conceptuando que el
mencionado facultativo tiene las mismas
condiciones de aptitud que los días del nombramiento y que nada les consta en
contrario del celo e interés que es debido tener para con los enfermos, antes bien son eco
fiel en este instante del disgusto con que algunos vecinos han visto su
suspensión acordada del cargo que aquel desempeñaba, y opinando sin que por
ello se entienda que su ánimo es lastimar en lo más mínimo ni la rectitud ni la ilustración del señor
alcalde y demás compañeros suyos, que dicho acuerdo no está perfectamente
ajustado a las prescripciones legales vigentes, se ven en la necesidad de
protestar como protestan de aquel
declinando toda la responsabilidad y la indemnización Para en su caso, en los señores concejales
que la tomaron y piden al Ayuntamiento se sirva declararlo nulo y de ningún valor ni efecto, reponiendo en su cargo a l
expresado señor Matas,, y cuando lugar a esto no haya, ruegan al señor Alcaldes sirva suspender el
acuerdo por que no es competencia de esta
Corporación”.
El alcalde se
ratificó en el acuerdo anterior, sobre la suspensión del facultativo, los
argumentos aducidos para tomarla, y la validez del acuerdo, tampoco escuchó las quejas de los vecinos y además
enfatizó con lo siguiente:
“ Y en
evitación de su necesarias ausencia por razón de su cargo de forense, prive de
su asistencia a los enfermos confiados a su dirección facultativa; Y en cumplimiento por último de
su deber de representantes de una
población de 17.000 almas y católica, por excelencia que ve no ya con
desagrado sino con horror la propaganda
que está haciendo dicho facultativo contra la religión del Estado y teme con
fundamento que no dé a sus enfermos los avisos necesarios para hacer sus disposiciones espirituales en el último
trance de la vida”.
Ante esta
tensa situación, los concejales conservadores (Fernando Belbel, Pedro
Rodríguez Tapia, Manuel Muñoz, Pérez
Aguilera, González Robles, Félix Martínez, Córdoba y López Salado) apoyaron la
postura del alcalde, y, los liberales, dimitieron de sus cargos aduciendo
motivos de salud y edad.
En
1885, el nuevo alcalde Rafael Abril León, sobrino del anterior se encontró con este delicado asunto de
separación del servicio de Miguel Ruiz-Matas, (que continuaba con el cargo de Alysatra y con el nombre de Miguel Servet en la logia, y que acrecentaba
diariamente el número de asociados o
hermanos hasta la cantidad de 35). Por eso, no es de extrañar que por el mes de julio, el propio alcalde admitiera
al doctor Matas como facultativo y derogara el anterior acuerdo ante el informe de la Comisión de Beneficencia, que manifestaba la validez del acuerdo, pero
no probados los cargos, “ aconsejaba la
reposición de dicho profesor Ruiz Matas en
su empleo y sueldo con los
pronunciamientos favorables a su buen nombre y fama e indemnización de los
perjuicio que podido irrogársele de conformidad con el dictamen de la referida comisión”. Y
bien que le correspondió el médico Ruiz Mata
que recibió a finales de años una felicitación especial por sus trabajos con motivo de la
erradicación de la peste anteriormente comentada.
RAFAEL
ABRIL LEÓN, LIDER COMARCAL CONSERVADOR
Si importante para la formación práctica del nuevo
alcalde fueron estas dos actuaciones en este año peculiar con el ejerció de
este cargo municipal (y más tarde lo
haría de diputado provincial), en el organigrama del partido conservador fue
un momento fundamental y trascendental
para sus alineaciones y
liderazgo políticos dentro de las diversas tendencias que surgían entre los conservadores. Pues, su
padre Gregorio Abril Ávila, líder
comarcal desde mediados de siglo XIX, convocó una asamblea de todos
sus partidarios, en la que analizó la
difícil situación en la que atravesaba el conservadurismo dividido
entre partidarios de Cánovas y Romero Robledo y propuso a su hijo Rafael como jefe
conservador de la comarca de Alcalá
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Pues,
por aquel
tiempo, Bonilla era el jefe del partido conservador de Jaén; ( además era
doctor en Derecho y funcionario de la Diputación Provincial
de Jaén) , y controlaba toda la
maquinaria conservadora llegando a ostentar cargos de diputado, y presidente de la entidad provincial ; por otra parte, el otro diputado fue José Gutiérrez de la Vega que era un poeta sevillano del arte venatorio, muy
moderado y defensor a ultranza del partido conservador
. Fu un
paréntesis en la vida política municipal
de Rafael Abril que, alineado junto con su hermano Luís en el apoyo a Romero,
tuvo que dejar la alcaldía al veterinario Antonio del Espino a partir de marzo de 1886, dando paso a otras ramas de los conservadores
alcalaínos, entre ellos Pedro Rodríguez, Retamero, Suárez. Además, cuando volvió el turno de la
representación parlamentaria los
conservadores alcalaínos de la mano de
Romero Robledo, su hermano Luis
Abril volvió a las Cortes en este último decenio del siglo XIX y, por su mayor
experiencia, ocupó el puesto de la familia de los Abril en la participación política provincial (
cuando su jefe nacional retornó
a las filas del Partido Conservador iniciando una nueva etapa en la que
ocupó las carteras ministeriales de Ultramar, entre 1891 y 1892 y
el de de Gracia y Justicia, en 1895
en ambos casos bajo la presidencia de Cánovas). Son años que el Partido Conservador aparece más dividido que nunca, en vísperas del
desastre colonial, y el antequerano no
parecía estar de acuerdo con una serie de medidas propuestas por Cánovas para
las reformas antillanas, afirmándole que con ellas no conseguirá la paz. Tras
el asesinato de Cánovas en 1897, inició una nueva etapa en los rumbos del
Partido Conservador, en la que Romero Robledo tuvo que hacer frente a diversas
vicisitudes, que coincidieron con el triunfo de los liberales por este distrito
jiennense y la ausencia de los conservadores en
la representación parlamentaria. .
Hola Paco, quisiera saber el parentesco de Baldomero Sáenz de Tejada con el teniente José Castillo Sáenz de Tejada, y también quien era el Tapia y el Vinuesa que mencionas. Gracias, saludos.
ResponderEliminarAcabo de ver el comentario, ahora mismo no tengo datos, pero intentaré hacer una pequeña invesigación de ese linaje.Saludos.
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