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martes, 10 de febrero de 2015

EL REPUBLICANISMO ALCALAÍNO: SU COMIENZO

LA REACCIÓN DE LOS CONSERVADORES  ANTE EL MOVIMIENTO REPUBLICANOEl cronista Guardia Castellano llevó a cabo un amplio panegírico al resumir la biografía de Rafael Abril y León en su libro “Nota y Leyenda para la Historia de Alcalá la Real”. Y centró su talento político en la manera que, a su juicio, resolvió este momento de crisis política, que vamos a desarrollar  a continuación, complementado con fuentes no citadas por el autor. Como hemos visto anteriormente, sus dos ejes de  su  éxito político radicaron en la transformación del partido conservador en un solo partido liberal-conservador, y en la anulación de todos los partidos que se apartaban de esta ideología (anarquista, republicanos y socialistas). La primera  se ha comentado sutilmente y era una realidad el segundo decenio del siglo XX.
      La segunda medida fue más premeditada con el fin de abortar el naciente movimiento societario..  Pues, en primer lugar, se produjo una auténtica persecución de los republicanos por diversos medios políticos y judiciales empleando los órganos de la justicia entre  los meses de septiembre y octubre de 1911. A los partidos republicanos se les visitaba y les inspeccionaba sus sedes y sus centros, y  se perseguían a sus afiliados mediante levantamientos de autos judiciales por el juez de instrucción.; se les atemorizaba  recogiendo certificados de conducta y s amillaramientos de sus propiedades; y para atacarlos, denunciarlos y amedrentarlos, solicitaban a los dirigentes  las listas de socios. El Gobernador Civil  requería mensualmente al ayuntamiento para que le informara detalladamente de cualquier reunión o mitin que  celebraran estas asociaciones. Las fiestas aldeanas eran controladas por los  miembros de la Guardia Civil, los alcaldes pedáneos y los guardas locales (  En concreto, el uno de mayo en las Grageras fue objeto de una protección especial la fiesta del uno de mayo).
A finales de septiembre, las primeras que sufrieron el acoso gubernamental fueron las  sedes de la Unión Republicana de Alcalá, la de Unión y Liga Republicana de Charilla, las sociedades republicanas de Santa Ana  y Riberas, a cuyas sedes  acudió el juez, acompañado del teniente de la guardia civil,  y obligaba a que acudiera el presidente  requiriéndole la lista de socios; el siguiente paso lo contemplamos con la Unión Republicana de Mures que fue disuelta por el gobernador civil a instancias del juzgado municipal de Alcalá la Real el ocho de octubre; y, al resto de las agrupaciones republicanas,  se les levantó un expediente y , aún más,  en el mes de agosto el día 29 se comunicó la disolución de la sociedad de Mures ( que por el mes de marzo de 1912 fue sobreseído, lo mismo que el expediente del presidente de la sociedad de Mures).
 Al finalizar el año, la actividad de de los políticos republicanos  habían decaído y tan sólo se comunicaba al Gobierno Civil “ no ha habido mítines”. No obstante, a principios del año 1912 todavía se investigó por el juez el centro de Charilla y a otros republicanos como  Felipe Núñez y Escobar y Moisés Sánchez Garrido. Y el ayuntamiento trasladó al Gobernador Civil algunos datos sobre la Unión Republicana de Alcalá la Real.. Entonces quedaron en la clandestinidad, y no habrá más noticias que el contacto con sus miembros provinciales.
Como consecuencia de ello, Pablo Batmala sufrió en sus propias carnes todo tipo de represión, pues ostentaba la presidencia de la Unión Republicana de Alcalá, cuya sede estaba en la calle Alonso Alcalá. Y, lo mismo le aconteció a sus compañeros republicanos de  Alcalá y de otras aldeas, como Gregorio Barrio Sánchez de Santa Ana,  Dionisio Pérez Trebajano de Ribera Baja, Fernando  Trebajano de la Ribera Alta, o Manuel Álvarez Anguiano de Charilla. Se les levantó el auto judicial  en el mes de octubre de 1911, y se les humilló con el expediente por pertenencias a las ideas republicana, informando el ayuntamiento con un certificado de conducta,   y otro de bienes.. El ocho de mayo de 1912 se le comunicó a los presidentes  de  Unión Republicana de Alcalá la Real, Charilla y Ribera Baja que quedaban disueltas sus sociedades. En el mes de septiembre, incluso un republicano Francisco García Trevijano fue puesto a disposición judicial y encarcelado.   

EL PARTIDO LIBERAL-CONSERVADOR


            Por otra parte, la campaña se complementó con la  peculiar política de   los conservadores alcalaínos. Estos se reorganizaron en 1911 con una  fórmula muy original, ya que  se había producido la unión de los partidos liberal y conservador  envuelta en un patriotismo chovinista, al que denominaban "el partido de Alcalá". Temían que estallara el terrorismo y la violencia como en otras ciudades de Andalucía, debido a haber calado más en las clases más desfavorecidas y , para ellos, más analfabetas. Para ello, dispusieron un plan de anulación del incipiente movimiento socialista y anarquista, a  cuyo frente se puso el propio  diputado Rafael Abril y León,  emprendió una dura campaña contra los partidos republicanos y socialistas durante el año 1911, como el propio Guardia  comenta en diversos libros de forma panegírica . Era consciente de la ardua empresa que iba a llevar a cabo y el peligro que corría, pues el gobernador civil le dio permiso a él y tres hijos para el uso de armas particulares en defensa propia .Para ello, se dirigió a cada una de las aldeas alcalaínas, y llevó a cabo acciones de contrapropaganda a favor de  las ideas conservadoras  e impuso medidas coercitivas contra las  incipientes sociedades dentro de la política turnista, típica del momento, dando lugar al cierre de todas las sociedades de todas las aldeas.  Contraatacó, por su parte,  creando  comités y sedes de su partido político conservador en cada una de ellas, y con la ayuda de sus hijos :“sembró los campos de periódicos sanos y de aún más sanas pesetas, (GUARDIA CASTELLANO. Antonio. Notas para la Historia de Alcalá la Real., páginas 319-322)
Para  combatir los partidos republicanos y socialistas  e





n el casco urbano de Alcalá, por otro lado llevó a cabo una labor de sensibilización política  en contra de los nuevos movimientos, dirigido  a los representantes del gobierno municipal y organizó gran número de mítines, en los que  su ideología conservadora contrastaba con el nuevo movimiento social al que denigraba. Tuvo, como es lógico, su reflejo constituyendo el Centro de la Sociedad Obrera de la Paz, en el que se canalizaron las ideas conservadoras para los obreros, que no compartieron las ideas socialistas. Su hijo Rafael Abril y Lozano creó la Juventud Conservadora y fue el principal propagandista de la ideología conservadora de orden y paz, encaminados al fomento y progreso social del obrero. Esta asociación se mantuvo hasta la Guerra Civil y, al final, debió tener algún que otro incidente con las autoridades del momento. Toda esta labor tuvo su premio oficial, concediéndole el gobierno la Cruz Militar a finales del 1912.  Sin embargo, ese hijo en el que se visualizaba la esperanza del conservadurismo local  murió habiendo ejercido la alcaldía de Alcalá la Real y frustrando las esperanzas de su padre.  A pesar de la nueva situación alcanzada, todavía quedaron algunos coletazos de radicalización de los movimientos anarquistas, y el alcalde pedáneo de Mures fue amenazado por varios vecinos de  Mures, a los que se incautaron dos revólveres y siete cápsulas a finales del año.


CON CANALEJAS EN 1913
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No obstante,  con  la llegada al poder del turno liberal en la representación parlamentaria de Jaén  tuvo su respuesta, en el ámbito nacional,  con el gobierno liberal  que  abrió en 1913 una puerta a los republicanos de tinte posibilista. Y así se entiende que el socialismo jiennense se extendiera en muchos núcleos industriales y mineros y también nacieron nuevas asociaciones socialistas en la comarca, como en el 1912, la de Oficios  Varios Amantes del Progreso, de tendencia ugetista. En esta misma línea, el año 1913, se fundó la Agrupación Socialista de la Venta de los  Agramaderos y la de la Unión General de Trabajadores de la Pedriza. A principios de este año, la situación debió ser alarmante, porque un gran número de braceros acudieron ante el alcalde demandándole  trabajo y pidiéndole ayuda  para sus familias. El alcalde no pudo ofrecer sino las gestiones con el Gobernador Civil para que le indicara la forma de socorrerlos. La situación debió ser tensa pues se enviaron parejas de las Guardia Civil a las aldeas de Santa Ana, Mures, la  Rábita, Caserías , Ermita Nueva, Cantera Blanca y Ribera Alta con motivo de las fiestas o acompañando al agente ejecutivo para cobrar los impuestos y no se alterara el orden público y, acabada la temporada de aceituna por el mes de febrero, los braceros exigieron al gobernador que les permitiera salir fuera de Alcalá. El mismo carisma tomaron los acontecimientos en 1914. Se controlaron todo tipo de sociedades y reuniones por la guardia civil con motivo del tres de mayo, la fiesta de la Cruz. El golpe sufrido por el republicanismo debilitó a los dirigentes locales  de la Unión Republicana hasta tal punto que pocas noticias se refieren a sus actividades  durante este tiempo. Pablo Batmala se dedicó intensamente a sus negocios. 

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