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viernes, 20 de febrero de 2015

ENTRE CARNAVALES Y MIÉRCOLES DE CENIZA en alcalá información de hoy



            La vida, dicen, es un carrusel,  la naturaleza es todo movimiento, lo proclama Heráclito. Tesis y  antítesis, según Hegel. Alegría y desgracia. Ocio y Trabajo. El péndulo de la historia acosa a todo el mundo. Vacas flacas y vacas gordas. Crisis y anticrisis. Fiesta de triunfo y exaltación de la  desgracia, según los movimientos cíclicos de  Julio Caro Baroja. Primero, pasión y  penitencia en Cuaresma; luego la resurrección por Pascua. Tras los carnavales, viene el Miércoles de Ceniza. Momentos de acción y meditación . El alma dualista se hace evidente en la sociedad, Zoroastro con su teoría del Bien el Mal.
            Parece que el individuo y la sociedad no tiene momentos intermedios, sino que estamos abocados al extremismo. Y, a esta  interpretación vital y social merece ponerle muchas apostillas. Pues, si tan sólo existiera nacimiento o creación de alguna cosa o persona, y posteriormente, la muerte o destrucción, ¿qué importancia tendría el trayecto entre los dos puntos equidistantes?
            No hay que fijarse más que  a nuestro alrededor. Dejando a un lado el carácter multicolor  de la naturaleza, incluso, en la oscuridad, predomina el blanco y el negro, pero nadie puede olvidarse de los tonos grises. Estos suelen ser los que dan perfil, contorno, tridimensionalidad  y contexto a los seres y objetos.
            Viene esto a cuento de que en el Carnaval se manifiesta la fuerza dionisiaca del ser humano, convirtiendo a las  personas en unas máscaras que ridiculizan hasta el más pintado. No es una exclusiva de Andalucía, Cádiz o Alcalá. En los momentos más lejanos, allá por las Saturnales romanas el patrón romano se veía víctima de la jocosidad de los esclavos romanos; durante el medioevo, los recintos religiosos representaban los autos de diversión en los que el abad se convertía en monaguillo y éste, por el contrario, en obispo. En el Renacimiento, los gremios y comparsas no tenían reparos en fustigar a las autoridades públicas ( corregidores,  jurados o regidores), y en épocas posteriores, aún en los bailes de Salón el villano se hacía rey y el poderoso se vestía de bandolero bajo el disfraz de encanto carnavalesco. Esto es lo que ha recorrido por las calles de Alcalá este fin de semana: los dioses cupidos en trajes de niños y la diosa y  corte de Venus  representadas por  ciudadano/as del pueblo, el ilusionante mundo de la ficción y anhelos personales o grupales.
            Mas. no se esperó a celebrar el Domingo de Piñata, sino que se respetó el Miércoles. de Ceniza, como frontera  o muro de contención para despojar al pueblo del aspecto festivo. Con ello, se volvió al espíritu  de hombre a secas, de pura existencia y cruda realidad, y, en estos momentos, víctima de los  dolores de  cabeza que ha provocado la Gorgona Medusa,  que es la crisis sistémica que nos tiene embaucados, con su cabeza tupida de las serpientes de la destrucción económica, política y social dando lugar a la pobreza, la exclusión de muchas familias y la ruptura de un referente nítido a donde agarrarse.
            Por eso, el tiempo de meditación  viene como anillo al dedo en estos momentos, en los que la población se ve acosada por el espíritu dualista de muchos propagandistas, cuando es más importante un Perseo que nos libere de la crisis y colocar su escudo como su antídoto para defendernos en futuras ocasiones. Pero, siempre, aunque  que  reconocer  que hay crisis/ anticrisis, tesis y antítesis, nacimiento y creación y muerte y destrucción, mejor nos valdría considerar que son más frecuentes  momentos intermedios y de bienestar; sin olvidar el mantenimiento, la conservación y la perseverancia de los proyectos y objetivos, y la  síntesis de las posturas contrapuestas porque esta trae mucho mejor beneficio que volver al pasado suicida de la tesis y al futuro sin rumbo de la antítesis.



















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