Esta fiesta se celebraba y se celebra dentro del calendario católico, y, así, lo recogen las constituciones abaciales de Ávila y Moya . Y decíamos:
Sin embargo el
calendario festivo se coletaba con el religioso, recogido en las Constituciones
del Abad Moya son las siguientes:
Enero:
Día uno se
celebraba la Fiesta de la Circuncisión del Señor, el día seis, la Epifanía o
Pascua de Reyes; el veinte coincidía con la de San Sebastián y el veintitrés
con San Idelfonso, arzobispo de Toledo.
Febrero:
La fiesta de la Purificación, el día tres la
de San Blas y el veinticuatro san Matías.
Marzo:
Sólo en la
ciudad de Alcalá, el día uno la fiesta del Ángel Custodio, el día diecinueve la
fiesta del glorioso san José, instituida por la Bula de Gregorio XV, el día
veinte, la de San Joaquín, también por bula; y el día veinticinco la de la
Anunciación de Nuestra Señora.
" Es interesante partir de la reglamentación de fiestas establecidas en las ordenanzas recopiladas del año 1751 y en las que el Cabildo tenía obligación de asistir a la función de Iglesia de la mañana y la procesión de la tarde. Allí, aparecen las siguientes fiestas de la Tabla, que fueron despachadas y decretadas por el Real y Supremo Consejo de Castilla:
-Movibles:
La Purísma
Concepción y el Arcángel San Miguel y a cualquier función de iglesia de acción
de gracias o rogativa.
-Inamovibles:
Enero:
La Fiesta de
San Sebastián, el veinte, en la que el alférez mayor lleva el estandarte, y, en
su ausencia, el regidor más antiguo.
Febrero:
El día dos de la Candelaria.
El día tres para la Letanía y la fiesta de San
Blas que tiene voto hecho por la ciudad y se trasladaban en procesión.
Como vemos esta fiesta y celebración lit´ñurgica es oficial y no está relacionada con una cofradía especialmente. La celebraba las cofradías de la Virgen de la Cabeza, de la Caridad, del Dulce Nombre de Jesús, la Aurora....Pero con el paso del tiempo, estuvo relacionada con la Virgen de las Mercedes.Y hay documentos de una justificación de gastos que recogemos:
Curiosamente,
si nos trasladáramos al siglo XIX, en el año 1841, el culto de la Virgen de las Mercedes no habría canbiado salvo en
pequeños detalles de poca importancia. En el mes de febrero, se encargaba de la
fiesta de la Presentación del Niño en el Templo, o La Candelaria, costeando la torta y los
pichones. A lo largo del año, se cantaban misas, salves, en su honor, el día de
la Víspera se mantenían los fuegos y, así, a pesar de que se encontraba en la
Iglesia de la Veracruz, allí se festejó en la noche de la Víspera, ya que era
una tradición el traslado de la imagen a esta iglesia para realizar rogativas.
La capilla de Música de Florencio de Alba
amenizaba la velada de este día, donde la gente bailaba en los
alrededores de la iglesia. También lo
hacía en el resto de la de las funciones de Iglesia, misa, aguinaldos y salves
del sábado. Sin embargo el rezo diario del Rosario se acompañaba del coro de Fernando Bolívar. A
esto hay que añadir, también, otros pequeños gastos de las actividades de la
cofradía, que curiosamente era administrada por el cura Enrique Díaz. Otro día
señalado era la Octava de la fiesta junto con el novenario en el que repicaban
Consolación y la Mota.
Pero no nos extraña que este mismo año, se haga otra justificación de la hermandad de la Aurora y aparezcan estos gastos y esta fiesta:.Nació la
devoción y fiesta de la advocación de la Aurora a principios del siglo XVIII.
Por aquel tiempo se adquirió la imagen, recibió culto en la Iglesia de la
Caridad y otras veces en la Veracruz hasta que en este siglo se trasladó su imagen, primero, a la Iglesia de
san Juan, y tras la posguerra, a la iglesia
de san Antón. Hay constancia de los rosarios de la Aurora a finales de este
siglo, cuando se confunden los hermanos del Rosario con unos escopeteros que
asaltaban las casas en la madrugada.[1]
En este siglo, se mantienen todos los
elementos típicos de la festividad, tenemos noticias del funcionamiento de un
año a través de la memoria que entregó a alcalde constitucional del año 1842.
La hermandad mantenía la tradición de los demandantes por el campo, el canto de
las salves, y la festividad del día de
la Aurora. al frente de la cual había un capellán que celebraba misa en todos
los dís festivos y feriados. En este día, se llevaba a cabo el adorno y la
iluminación de la iglesia y de la portada, la vocación de la fiesta con fuegos
artificiales, una misa con sermón y la procesión; todos los actos eran acompañados por una capilla de música,
que en aquel año era la de Florencio Alba, y por el estruendo de cohetes. Se distinguía entre la interpretada durante la misa en
forma solemne y la marcial en la iluminación y procesión del rosario de la
Aurora en el segundo domingo de septiembre. Un elemento esencial eran los
faroles y, a partir de agosto, se iniciaban los despertadores con sus cantos,
cuya vestimenta era pagada por la hermandad. Como tradición nunca perdida, se
celebraba la fiesta de la candelaria y las misas de sufragio por los hermanos
fallecidos.
[1] AMAR. Acta de
cabildo del veintinco de enero de 1783. En ella se comenta que una noche se
mezclaron los contrabandistas y escopeteros con los hermanos de la Aurora "que iban al
Rosario".
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