AUTOS, INVENCIONES Y MÁSCARAS
PREDECENTES DE LOS ELEMENTOS DEL
CARNAVAL
A lo largo del siglo XVI, la
tradición teatral de los autos e
invenciones SE FRECUENTABA en
determinadas fiestas extraordinarias ( tratados de paz, nuevos
reyes...) y en las fiestas principales
del calendario religioso ( Navidad, Semana Santa y Corpus)- Sobre
todo, debió influir por su simbolismo en
posteriores pasos de Semana Santa, que provienen del Antiguo Testamento como
Los Planetas, el Árbol de la Vida ,
los Profetas, los Arcángeles, los Ángeles y los Jueces. Todos estos personajes
eran muy típicos de aquellos grandes
altares que se exhibían en el tablado de la Plaza Alta de la Mota desde el día del Corpus
Cristi hasta la Octava. Las
invenciones se desarrollaban por las diferentes comparsas gremiales 8
predominando los campesinos, pero las había de sastres, zapateros, canteros,
herreros, carpinteros)...
Otro factor que juega un gran papel fue lo que el siglo XVII
denominó con el nombre "Máscara".
Los caballeros anunciaban la fiesta el día anterior, luciendo sus hermosas
vestiduras y cubriendo sus rostros con armaduras hasta que fue degenerando en
forma de máscaras. De estas máscaras y de los rostrillos de los personajes del
teatro y de los autos se pasará al de las representaciones de Semana Santa.
Además, se trasladarán otros aspectos como
la comitiva caballeresca que iba anunciando la fiesta entre chirimías y
atabales y paraba en diversos lugares de la plaza alta de la Mota , del arrabal
Nuevo, del Llanillo, y del arrabal de la Veracruz. En esos
lugares, se pregonaban las fiestas solemnemente. Después, en Semana Santa se
pregonarán las fiestas del Señor en medio de rostrillos y la tropa de ciudad. Por lo tanto, a
principios del siglo XVII observamos que el rostrillo de las máscaras y del
Corpus, las representaciones de dicha fiesta, las desfiles de las
mascaradas, la participación de los grupos y danzas en la festividad del Corpus
así como la introducción de personajes simbólicos el día de la fiesta son
los ingredientes y elementos básicos
del teatro EN LA CALLE
( DESDE el pasional en el discurso procesional de la Semana Santa hasta el
profano de los Carnavales). A esto hay que añadir el inicio y expansión del
teatro por medio de la
Cofradía de la
Veracruz en su corral de Comedias desde el año 1587 en
tiempos del abad Andrés de Bobadilla.
Ya entrado el siglo
XVII, cuando muchas cofradías han pasado de
ser disciplinantes a penitenciales, todavía se mantienen muchas de estas
costumbres. El propio Abad Moya recoge la prohibición en las iglesias.
Manifiesta una degradación de los elementos dramáticos en objetos de burla y
decadencia, ya muy lejanos de la época que los creó. Era fiel reflejo de las
mascaradas y las comparsas de los gremios. Y se introducen en los pasos de Semana
Santa de modo que decíamos años antes "
Primero , a través de la
representación de las insignias; después con la representación humana, los
pasos se procesional y se introducen en
la celebración de la manifestación religiosas. De ahí que no nos extrañe que
varios abades incluso hagan edictos para limitar los abusos y los actos
deshonestos que se producían en la Semana Santa. Siguiendo a Domingo Murcia,
cronista de la ciudad, parece que la marcha procesional no se mantenía con el
fervor ni respeto que tales momentos requerían. Por los penitentes "había
risas, escándalos, e indecencias en los participantes y sus vestimentas":
por los cubiertos con rostrillo, se portaban cosas profanas e indecentes y
realizaban acciones y gestos indecentes.[1]
Un siglo después, la misma
ciudad está preocupada por los
rostrillos y en una de sus ordenanzas también los regula de la siguiente
manera:"Otro sí prohibimos el detestable y pernicioso abuso de que en la
fiesta y Octava del Corpus salen por las
tardes y en otras fiestas y procesiones muchas cuadrillas de Diablillos, no
sólo con ropas y rostros de tales, sino con los de los sayones de Semana
Santa y otros ridículos y extraordinarios trajes que no vienen en al caso para el Culto, ni cosa de
razón, sino para ejecutar licenciosamente toda suerte de desórdenes ; y así
mandamos que tan sólo aya ocho libreas
propias de la ciudad, y para una cuadrilla que con licencia del Juez si quisiere darla y reseñados los sujetos en el oficio
del Cabildo, y asistidos de un ministro, y cualquiera que de otra suerte
saliere, será multado en diez ducados, diez días de cárcel, y perdida la ropa o
vestidos, y el que diere alquilados otros que de la Ciudad o prestados, los
perderá y se serán sacados dos mil mrs., todo lo cual se ejecutará con rigor
indispensable"[2].
Se denota en las ordenanzas la mezcolanza de fiesta, rostrillo, ropa y máscara
que se intercambian de unas festividades a otras.
Posteriormente, se mantuvieron
hasta entrado el siglo XIX se mantuvieron los desfiles de Comparsas, pero
predominando las de campesinos, algunas veces las únicas y por aldeas. De ahí ,
se dio un paso a los desfiles multitudinarios
y a las letrillas de carnaval que predominaron en los primeros años del
siglo XX, sobre todo en las aldeas y en las clases populares, y a los bailes de salón en los casinos para
las clases privilegiadas. En el
terreno religioso, cambiará la situación
y predominarán los pasos de tablados o en el decurso de la procesión. La
primera mitad del siglo dieciocho e, incluso, algunas decenas posteriores serán
el pleno auge de representaciones, de renacimiento de cofradías, sobre todo, en
la del Cristo de la Humildad
que había desaparecido, y proliferación de pequeñas hermandades y gallardetes
que inician una nueva forma de organización cofrade. Sin embargo hubo momentos delicados en la mitad
de este siglo , sobre todo, con la llegada del vicario y provisor de don Alvaro
de Mendoza, don Pedro Pablo de Vera y Barnuevo, que emitió varios edictos" para que no se hicieran velas nocturnas en
las Iglesias ni ermitas, procesiones de noche, prescribiendo la forma y modo
que se deberá observar en las procesiones de Semana Santa, desterrando el abuso
de las caras tapadas y otras indecencias".[3]Es
verdad que, algunas veces, muchas hermandades
y cofradías desaparecieron, cuando el rigor
eclesiástico, imbuido del espíritu de la Ilustración ,
interpretaba un atentado con la liturgia todo este tipo de
representaciones, como sucedió en el año 1782 con el Decreto del Obispo- Abad Mendoza y Gatica. O más tarde,
de una manera más estricta, con la aplicación realizada por el espiritualista
Abad Palomino en 1791, que provocó la desgraciada desaparición de una de las
cofradías más importantes del acervo alcalaíno, la de la Santa Veracruz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario