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domingo, 15 de febrero de 2015

DOMINGO DE CARNAVAL. PRECEDENTES FESTIVOS. Y FOTOS.



AUTOS, INVENCIONES Y MÁSCARAS

PREDECENTES DE LOS ELEMENTOS DEL CARNAVAL
A lo largo del siglo XVI, la tradición teatral de  los autos e invenciones  SE FRECUENTABA  en  determinadas fiestas extraordinarias ( tratados de paz, nuevos reyes...)  y en las fiestas principales del calendario religioso ( Navidad, Semana Santa y Corpus)- Sobre todo,  debió influir por su simbolismo en posteriores pasos de Semana Santa, que provienen del Antiguo Testamento como Los Planetas, el Árbol de la Vida, los Profetas, los Arcángeles, los Ángeles y los Jueces. Todos estos personajes eran  muy típicos de aquellos grandes altares que se exhibían en el tablado de la Plaza Alta de la Mota desde el día del Corpus Cristi hasta la Octava. Las invenciones se desarrollaban por las diferentes comparsas gremiales 8 predominando los campesinos, pero las había de sastres, zapateros, canteros, herreros, carpinteros)... 


Otro factor que juega  un gran papel fue lo que el siglo XVII denominó con el nombre "Máscara". Los caballeros anunciaban la fiesta el día anterior, luciendo sus hermosas vestiduras y cubriendo sus rostros con armaduras hasta que fue degenerando en forma de máscaras. De estas máscaras y de los rostrillos de los personajes del teatro y de los autos se pasará al de las representaciones de Semana Santa. Además, se trasladarán otros aspectos como  la comitiva caballeresca que iba anunciando la fiesta entre chirimías y atabales y paraba en diversos lugares de la plaza alta de la Mota, del arrabal Nuevo, del Llanillo, y del arrabal de la Veracruz. En esos lugares, se pregonaban las fiestas solemnemente. Después, en Semana Santa se pregonarán las fiestas del Señor en medio de rostrillos  y la tropa de ciudad. Por lo tanto, a principios del siglo XVII observamos que el rostrillo de las máscaras y del Corpus, las representaciones de dicha fiesta, las desfiles de las mascaradas, la participación de los grupos y danzas en la festividad del Corpus así como la introducción de personajes simbólicos el día de la fiesta son los ingredientes  y elementos básicos del teatro EN LA CALLE ( DESDE el pasional en el discurso procesional de la Semana Santa hasta el profano de los Carnavales). A esto hay que añadir el inicio y expansión del teatro por medio de la Cofradía de la Veracruz en su corral de Comedias desde el año 1587 en tiempos del abad Andrés de Bobadilla.



Ya entrado el siglo XVII, cuando muchas cofradías han pasado de  ser disciplinantes a penitenciales, todavía se mantienen muchas de estas costumbres. El propio Abad Moya recoge la prohibición en las iglesias. Manifiesta una degradación de los elementos dramáticos en objetos de burla y decadencia, ya muy lejanos de la época que los creó. Era fiel reflejo de las mascaradas y las comparsas de los gremios. Y se introducen en los pasos de Semana Santa de modo que decíamos años antes "  Primero , a través de la representación de las insignias; después con la representación humana, los pasos se procesional  y se introducen en la celebración de la manifestación religiosas. De ahí que no nos extrañe que varios abades incluso hagan edictos para limitar los abusos y los actos deshonestos que se producían en la Semana Santa. Siguiendo a Domingo Murcia, cronista de la ciudad, parece que la marcha procesional no se mantenía con el fervor ni respeto que tales momentos requerían. Por los penitentes "había risas, escándalos, e indecencias en los participantes y sus vestimentas": por los cubiertos con rostrillo, se portaban cosas profanas e indecentes y realizaban acciones y gestos indecentes.[1]            Un siglo después, la misma ciudad está preocupada por los  rostrillos y en una de sus ordenanzas también los regula de la siguiente manera:"Otro sí prohibimos el detestable y pernicioso abuso de que en la fiesta y Octava del Corpus salen  por las tardes y en otras fiestas y procesiones muchas cuadrillas de Diablillos, no sólo con ropas y rostros de tales, sino con los de los sayones de Semana Santa y otros ridículos y extraordinarios trajes que no  vienen en al caso para el Culto, ni cosa de razón, sino para ejecutar licenciosamente toda suerte de desórdenes ; y así mandamos que tan sólo aya ocho libreas  propias de la ciudad, y para una cuadrilla que con licencia  del Juez si quisiere  darla y reseñados los sujetos en el oficio del Cabildo, y asistidos de un ministro, y cualquiera que de otra suerte saliere, será multado en diez ducados, diez días de cárcel, y perdida la ropa o vestidos, y el que diere alquilados otros que de la Ciudad o prestados, los perderá y se serán sacados dos mil mrs., todo lo cual se ejecutará con rigor indispensable"[2]. Se denota en las ordenanzas la mezcolanza de fiesta, rostrillo, ropa y máscara que se intercambian de unas festividades a otras.  
Posteriormente, se mantuvieron hasta entrado el siglo XIX se mantuvieron los desfiles de Comparsas, pero predominando las de campesinos, algunas veces las únicas y por aldeas. De ahí , se dio un paso a los desfiles multitudinarios  y a las letrillas de carnaval que predominaron en los primeros años del siglo XX, sobre todo en las aldeas y en las clases populares,  y a los bailes de salón en los casinos para las clases privilegiadas.    En  el terreno religioso,  cambiará la situación y predominarán los pasos de tablados o en el decurso de la procesión. La primera mitad del siglo dieciocho e, incluso, algunas decenas posteriores serán el pleno auge de representaciones, de renacimiento de cofradías, sobre todo, en la del Cristo de la Humildad que había desaparecido, y proliferación de pequeñas hermandades y gallardetes que inician una nueva forma de organización cofrade. Sin  embargo hubo momentos delicados en la mitad de este siglo , sobre todo, con la llegada del vicario y provisor de don Alvaro de Mendoza, don Pedro Pablo de Vera y Barnuevo, que emitió varios edictos"  para que no se hicieran velas nocturnas en las Iglesias ni ermitas, procesiones de noche, prescribiendo la forma y modo que se deberá observar en las procesiones de Semana Santa, desterrando el abuso de las caras tapadas y otras indecencias".[3]Es verdad que, algunas  veces, muchas hermandades y cofradías  desaparecieron, cuando el rigor eclesiástico, imbuido del espíritu de la Ilustración,  interpretaba un atentado con la liturgia todo este tipo de representaciones, como sucedió en el año 1782 con el Decreto del  Obispo- Abad Mendoza y Gatica. O más tarde, de una manera más estricta, con la aplicación realizada por el espiritualista Abad Palomino en 1791, que provocó la desgraciada desaparición de una de las cofradías más importantes del acervo alcalaíno, la de la Santa Veracruz.






[1] Murcia Rosales, Domingo. Curiosidades de la Semana Santa de Alcalá la Real. Ideal 31 de marzo de 1996.
[2] AMAR. Libro de Ordenanzas de 1751. 3º.Nota final.
[3] Espinosa Garrido de los Monteros, Diego. Historia de la Abadía de Alcalá la Real. Diputación Provincial de Jaén 1996.   













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