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domingo, 28 de junio de 2020

COMUNICACION ANTEQUERA Y ALCALA LA REAL. F. PINO Y FRANCISCO MARTIN

ALCALA LA REAL Y ANTEQUERA, DOS PUEBLOS UNIDOS POR LA HISTORIA
Fernando del Pino Díaz y Francisco Martín Rosales

                         ANTEQUERA Y ALCALÁ LA REAL

 Antequera y Alcalá la Real son ciudades que comparten vivencias, proyectos, empresas, intereses e ilusiones desde sus conquistas. Alcalá está en el camino de la corte hacia Granada, y es Llave para pasar al interior de Granada y Málaga, y vía entre Granada y Córdoba. Antequera está en el cruce de caminos en el eje central del corazón de Andalucía. Cualquier tránsito de mercancías, ejércitos, o autoridades en estas dos ciudades fortalezas puede ser detectado por estas dos ciudades, con lo cual estratégicamente han mantenido su peso social, económico, político e histórico.
            EN TIEMPOS DE FRONTERA








  
 Durante la Toma de Antequera en 1410, el Rey de Granada remitió una carta a don  Alonso de Aguilar, alcalde de Alcalá la Real  para que el Infante Don Fernando enviase un mensajero que tratase concordia en la conquista de Antequera[1].

    Tras las conquistas de Antequera en 28 de septiembre de 1410 por el infante don Fernando, el Emir de Granada Yusuf III temiendo nuevas invasiones y mostrando su furia por la pérdida de Antequera hizo represalias y matanzas en Alcalá la Real desde Granada tras el paso por Moclín, quedando reflejadas en el poema La mañana de San Juan, que no coinciden con el 10 de septiembre día de la toma de Antequera, lo cual genera ciertas dudas. No obstante, podemos establecer que la fiesta de san Juan se usó como recurso estilístico, ya que los granadinos celebraban por estas fechas la Pascua de Asir en tiempos de vendimia.
El tercer episodio de esa época de conquista fue la firma de un tratado de Paz, que se firmó entre el rey Yusuf y Fernando de Antequera el día tres de noviembre de 1410, por la que se entregaron a al alcaide de Alcalá de Aben Zayde de 300 caballeros cautivos dando lugar esta tregua de paz que duró hasta el 1428. En las fuentes literarias, se refleja este momento histórico con este romance comentado:

LA MAÑANA DE SAN JUAN

La mañana de San Juan
al punto que alboreaba,
gran fiesta hace los moros
por la vega de Granada. 
Revolviendo sus caballos
y jugando de las lanzas,
ricos pendones en ellas 
bordados por sus amadas,
ricas aljubas vestidas 
tejidas de oro y grana.


El moro que amores tiene 
señales de ello mostraba,
y el moro que no los tiene
de tenerlos procuraba.
Las damas moras los miran 
desde las torres de Alhambra,
entre las cuales había 
dos de amor muy lastimadas;
la una se llama Jalifa,
la otra Fátima se llama.


También los miraba el rey
de dentro de la Alcazaba.
Dando voces vino un moro 
con la cara ensangrentada.
La rodilla por el suelo
que d´esta manera hablara:
 Con tu licencia, el rey, 
te daré una nueva mala:
el infante don Fernando
tiene Antequera ganada.


Han muerto allí muchos moros,
yo soy quien mejor librara;
y cuatro lanzadas tengo
la menor me llega al alma.
Cuando el rey oyó tal nueva
la color se le mudaba.
Mandó juntar sus trompetas
que toquen todas al arma;
manda juntar a los suyos
para hacer gran cabalgada,


Cuando llegan a Alcalá
que la Real se llamaba,
los cristianos y los moros
una escaramuza traban.
Los cristianos eran muchos,
mas llevaban orden mala,
los moros, que son de guerra, 
dádoles han mala carga,
Con la victoria, los moros
vuélvense para Granada.

UN AÑO DE 1484. ISABEL LA CATÓLICA ENTRE ALCALÁ Y ANTEQUERA

Henriquez de la Jorquera comenta que en el año 1484 tras la toma de Cambil se proseguía tala en la tierra y partido de Málaga y, después de haber puesto en buen gobierno las ciudades de Jaén, Úbeda y Baeza y Andújar como tengo dicho, fortalecido la villa de Cambil (aunque Sedeño y otros autores dicen que se ganó el siguiente año y que agora no tuvo efecto, recibiendo engaño) "partió la reina Isabel para la ciudad de Abençaide, que llaman Alcalá la Real, fronteriça de los moros de Moclín y de otras villas fuertes: hiço su entrada en la dicha ciudad en este dicho  mes de março con grande festejo de sus caballeros y ciudadanos y  después de haber descansado, hiço llamamiento de sus capitanes a donde vino el maestre de Santiago, el Conde de Cabra, el marqués de Cádiz y el marqués de Villena y don Lorenço Suares de Figueroa, conde de Feria, Don Alonso de Aguilar y Córdoba, señores de Priego, el conde de Osorno comendador mayor de Castilla, el conde de Niebla, el conde de Ureña, Juan de Guzmán hijo del duque de Medinaceli, don Juan de Sotomayor señor de Alconchel, Luis Fernández Portocarrero, señor de Palma, Juan de Teba y otros muchos capitanes que juntos con la reina y el cardenal de España se trató de la provisión de la guerra que se había de hacer contra los moros, en el interin que el rey venía del reino de Aragón;y, en esta ocasión, vino don Alvaro de Mendoça conde de Castro ya general de las galeras y de la armada del Mediterráneo, a donde recibió grandes socorros para la paga de sus soldados y para refuerça de ella de gente y municiones,según Nebrija y otros". 

çEn el reino de Granada había muchas disensiones, y, detenido Fernando en Tarazona, "estando en la ciudad de Córdoba, casi a postreros de março, dio el cargo de la Capitanía mayor de la guerra para entrar en tierra de Granada y su reino el gran cardenal de España don Pedro González de Mendoça, arçobispo de Toledo; y como la reina avía llamado a los señores y capitanes y para provisión de las cosas tocantes a ella acordó ir a las ciudades de Antequera y  Alcalá la Real para que allí ocurriesen las huestes, porque la presencia de la reina y la forma que tenía en la gobernación de las cosas hacía a sus ministros y servidores ponerlas por obra con grande diligencia; con lo qual se partió para Antequera con el gran cardenal y otros grandes señores  que le acompañaban:mas apenas hubo llegado a Antequera cuando tubo aviso del rey Católico, como ya estaba de partida para Andalucía , con lo  cual, dejando en aquella plaça las cosas militares en buen estado, se encaminó para Alcalá la Real para proveer   en ella las necesidades que ocurriesen par su guarda y defensa, siendo aquella plaça tan frontera de moros, si bien de las fuertes de aquella comarca; y  dejándola  bien gobernada con mucha guarnición y bastimentos dió la vuelta a Córdoba, entrando el mes de abril a esperar al rey su marido y a prevenir con grandísima diligencia los víveres y pertrechos para continuar la guerra siguiente". 
Tras la conquista de Loja se concede la villa de Benamejí al mariscal de Alcalá Fulano Bernuy de Mendoza y el cerco de Íllora y pretendió tomar Moclín que lo hizo  el rey y la  reina "con todo el exercito y se pusieron sobre la villa de Moclín puesta sobre un pico de una sierra a la vista de Granada,a quien los moros llamaban el escudo de Granada por su fortaleça, que se defendió muchos años de todo poder de los reyes de Castilla,estando a tres lenguas de Alcalá la Real; y agora estaba bien fortificada y con mucha guarnición de moros valerosos que defendían sus torres baluartes"echando la gente y tras la explosión del polvorín, rindieron la ciudad.
Después tomaron Colomera, Benalúa, Puerto Lope,  y Montefrío. En la villa de Colomera puso por alcaide a Fernando Álvarez de Alcalá "caballero valeroso, natural de Alcalá la Real”, tras trasladarse la reina a Illora, reunida con sus consejeros de guerra, cabos y capitanes para deliberar si se entraba en la vega de Granada "se acordó que la reina se pasase a la ciudad de Alcalá para desde allí remitir víveres que fuesen menester para el abasto, según Lebrija”. El lunes tres de junio marchó la reina hacia Alcalá y el rey con el ejército hasta los Ojos de Güéjar. (unos dicen que fue primero a Loja y luego a Alcalá. [1]




[1]. Henríquez de Jorquera,Francisco.Anales de Granada.Edición preparada por Antonio Marín Ocete..Granada 1987.

COMPARTIENDO CORREGIDORES

En el cursus honorum, estas dos ciudades se sucedían en el relevo de los corregidores, sobre todo en tiempos de la Ilustración.  Primero ocupaban el cargo en Alcalá la Real y luego pasaban a Antequera. En cuanto al estamento hidalgo, se partía de los corregidores de menor rango como el de Mancha Real (Moreno Villa en 1757 y en Alcalá en 1764) o el de Hellín, Ronda y Marbella, y luego se ascendía como le aconteció al Marqués de Ussel a Écija; en otras ocasiones, se seguía al corregimiento de Antequera.  Écija, Jerez de la Frontera, Córdoba, Jaén, que era el escalón siguiente antes de alcanzar el de Granada, el del más prestigio y emolumentos. sin llegar ninguno de los corregidores a la prestigiosa Intendencia de Sevilla.
Entre ellos, Luis Ignacio de Montalvo gobernó en Antequera desde   1781; mientras lo hizo en Alcalá 1786-88; Vicente de Saura y Saravia en 1787 en Antequera y posteriormente en Alcalá la Real. Fue un caso especial y nos ilustra de su itinerario corregimiento el corregidor Manuel Medina Rincón, maestrante de Roda, cuyo primer mérito radicaba haber sido regidor de Jaén y como regidor de la villa de Mata de Oixi, perteneciente a la villa de Jimena, ambos empleos regentados por su padre en años anteriores, y fue diputado de aquella ciudad en el consejo de hacienda. Con este bagaje, primero obtuvo el corregimiento de Ronda y Marbella en 1778 y luego vino al de Alcalá la Real, continuando su itinerario por el Écija (1787) y Antequera (1790). La mayoría de los corregidores de Alcalá fueron capitanes, por ser corregimiento de capa y espada, sobre todo hasta mediados del siglo XVIII, entre ellos      Juan Pacheco de Padilla (1700), que comenzó su carrera como capitán de Guardias Españolas, luego recibido como capitular de Alhama y volvió a tomar la vara de Antequera, otro claro ejemplo del entronque del cursus honorum. 

HIDALGOS, REGIDORES Y CLASES PRIVILEGIADAS
HIDALGO

Son varios los regidores e hidalgos que participan de vecindad o naturaleza de origen de ambas ciudades a través de los matrimonios o el de sus padres o hijos. Entre ellos, el vecino número uno del Catastro de la Ensenada, don Antonio Durán Caso y Sotomayor, casado con doña María Mercedes Amate y Pizarro, tuvo por hijos María Francisca y don Francisco de Paula Sotomayor y Amate (casado con la granadina doña Rafaela Ponce de León e hija de Francisco Amate Laborda, de Málaga, y malagueña doña Gaspara Pizarro y Madariaga). Nacido en Alcalá la Real, caballero individuo del Cuerpo de la Real Maestranza de Granada, hijodalgo, regidor perpetuo, natural de Antequera y residente vecino de Alcalá la Real, como regidor que ganaba 44 reales de vellón de los propios de la ciudad, casado con dos hijos menores y tres hijas, tres criadas y dos sirvientes.   Se casó en segundas nupcias Era patrono de Legos de Juan e Mora y ganaba 550 reales. Poseía ganados de un caballo, mulas, nueve borregos, y cerdo.
Para exponer su declaración en el Catastro se dice " lo primero que se pone en el Libro Maestro y asiento de bienes legos ·es una casa vivienda en la calle Llanillo de esta ciudad “, compuesta de un cuarto y sala en bajo, y en alto sala y tres cuartos, cámaras, bodegas, patio, caballeriza y corra, con otra casa accesoria, de once varas de fondo por 17 varas de frente, donde vivía por ser propia. Era lindera con las del presbítero jiennense don Juan de Romero, por la parte alta; y por la baja con la del presbítero don Manuel Cedillo.  Poseía muchos  bienes en el camino que va al Castillo,  Ruedo de San Marcos, en los Morales de Gamboa, ruedo de la ciudad, en Puertollano,  en  La  Acamuña, en el Arroyo del Salograr, y en la Fuente Somera, , junto con  un cortijo en la aldea de Santa Ana rodeado de 90 fanegas de tierra, Se le cargaban las memorias de decir todos los sábados  dos  misas  en la ermita de Santa Ana, una misa cantada en el convento trinitario, cinco misas en el convento franciscano de Consolación, tres misas que se decían en la ermita de Santa María  Magdalena, 11 misas en la iglesia parroquial de San Pedro y  un censo de 100 ducados a favor de doña Baltasara de Sotomayor.
Otro hidalgo antequerano enlazado con la familia alcalaína de los Tapia. Su propietario Fernando Marroun era hijo de los hidalgos, fue Juan Marroun y Juana de Balboa.  Nació en la villa de Frechilla, obispado de Palencia, donde nacieron sus padres y vivieron.  Se casó con doña Antonia Sequera Colon de Portugal, hija de don Julián Sequera y Uribe, caballero de la orden de Santiago, y doña María de Atocha Colón de Portugal en segundas nupcias (en primeras con don Juan de Tapia).  Al casarse vivió en la ciudad de Antequera con sus suegros. Fue regidor del ayuntamiento de Alcalá la Real hasta 1778, con dos honores, el de regidor perpetuo y de privilegio. Vivía en las casas de la calle del Llanillo, linderas con la calle Bordador con casas de don Francisco Javier de Valenzuela, la sede del antiguo Casino Primitivo. Y, por el Llanillo con casas de Bernardo de Mirasol, familiar del Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba.  Estaba relacionado con el industrial don Felipe Mantero, anterior poseedor de las casas. Poseía un cortijo a las faldas de la Acamuña.  Incluso, amplió sus tierras comparando dos fanegas en las Atravesadas por el camino que va a la Acamuña.  Cuando levantó el cortijo, son tiempos en los que muchos edificios religiosos de la ciudad y de la Mota comenzaron a desmontarse y se vieron obligados a trasladarlos a la ciudad llana y a los cortijos. Los escudos, las lápidas con epitafios, los molinos de piedra, las vasijas, la rejería y la madera noble sirvieron de material constructivo para muchos cortijos. El vecino francés afincado en Alcalá Santiago Batmala, padre del alcalde republicano don Pablo Batmala, compró y administró la finca y el cortijo desde finales del siglo XIX. 

PROFESIONALES EL MÉDICO LUÍS SOLANO Y SU HIJO

Fue apodado "el pulsista", nació en Montilla el diez de noviembre

 de 1684 y murió en Antequera el 30 de marzo de 1738. y se le considera un famoso médico e investigador español.
Fue atraído por la Medicina y en la Universidad de Granada en 1704, obtuvo grado de bachiller en filosofía y medicina entre 1707 y 1708.Luego se graduó en medicina en 1709, doctorándose después. En 1710 alcanza la investidura de licenciado en Medicina y enseguida ocupa la plaza de Illora. En esta etapa granadina de su vida profesional alcanza el nombramiento honorífico de catedrático sustituto de la Universidad de la ciudad del Darro y el de socio correspondiente de la Real Sociedad de Medicina de Sevilla, a la sazón refugio de todas las grandes figuras médicas que mantenían abierta contestación con las facultades de Medicina, de típico corte escolástico galénico. Estando aún en Illora, contrae matrimonio con doña Josefa de León y Navajas, natural y vecina de Rute, de la que tendría hasta quince hijos. Entre 1712 y 1717, fue médico de esta insigne villa cordobesa. Allí nacieron algunos de sus hijos, siendo el último bautizado por un antequerano como símbolo de su siguiente lugar de trabajo. Por estos años también, es editado en Córdoba su primer libro, titulado Triunfo de la crisis epidémica sevillana... A este respecto comenta el Dr. Salas y Vaca que es «... un hecho indicador de las actividades de la época, que eran compatibles con las investigaciones, trabajos y labor de Solano en su profesión de médico y marido...». En 1717 recala en Antequera para ocupar una plaza de médico numerario, en la que permanecerá hasta su muerte. En sus veinte años de estancia en la ciudad malagueña, compartiendo con su diaria dedicación a los enfermos, coronará sus investigaciones sobre el carácter de las enfermedades crónicas que resumirá en su libro Origen morboso... y quintaesenciará su doctrina esfígmica que daría a conocer en sus obras Lapis Lydos..., la más importante y trascendente y Observaciones sobre el pulso, complemento y aclaración de la anterior. Su fama llega a la Corte, siendo nombrado, a causa de un notable éxito logrado allí, médico honorario del rey Felipe V y de su familia, pero cuando verdaderamente su nombre y su obra comienzan a difundirse, será a partir de la llegada a Antequera del médico irlandés Jaime Niheli, en 1737. Este, que residía circunstancialmente en Cádiz, atraído por la doctrina solanina que había podido entrever en el Lapis Lydos... publicado seis años antes, decidió conocer de los propios labios del autor todo su profundo pensamiento, para lo cual permaneció dos meses en Antequera aprendiendo y experimentando con el «Pulsista».   Su hijo Pedro Solano de Luque fue médico de Alcalá la Real y se casó con doña Josefa de Torres, vecina de Alcalá la Real, con la que tuvo varias hijas María Josefa, Isabel Nicolasa, Manuela Antonia, Jerónima y Francisco José. todos hidalgos. Estos quedaron muy jóvenes huérfanos, porque la madre se hizo cargo de ellos y se los trajo a Alcalá la Real y fue la tutora de sus bienes y haciendas hasta la mayoría de edad. También recibió en herencia una obra médica manuscrita que conservaba en su casa de Alcalá por el año 1790.  Según un documento del Archivo Histórico Provincial ante el notario José Gutiérrez, estaba insinuada por el dicho Francisco Solano «conteniendo según informes y noticias cosas provechosas a la salud públicas y adelantos de los facultativos en el arte de la medicina ha determinado que se imprima a beneficio de todos los interesados. Le dio la obra ara que se imprimiera poderla usar a su cuñado Sebastián Solano de Luque y al catedrático Joaquín Esquerra del colegio de San Isidro de a Villa y Corte.

DIPUTADOS LA FAMILIA ABRIL DE ALCALÁ Y ROMERO ROBLEDO DE ANTEQUERA.
Entre 1876 y 1886, por la circunscripción de Jaén, se destacó Luis Abril y León, hijo primogénito de Gregorio Abril, Nació en Alcalá la Real, el 21 de junio de 1846. Se doctoró en Derecho por la Universidad de Granada. Ocupó el sillón de   diputado provincial en 1875, y por el mes de abril fue recibido por el rey Alfonso XIII en audiencia privada, donde le manifestó la lealtad de la ciudad de Alcalá la Real.
            En primer lugar, el año 1876, fue votado diputado a Cortes con el respaldo de   8.643 votantes entre 11,419 electores, ya que era el único candidato que le correspondía, por última vez, al distrito de Alcalá la Real, que desapareció con la Constitución aprobada en dicho año. Se mantuvo  en este cargo hasta   finales de 1878.            En las elecciones de 20 de abril de 1879, Luis de Abril fue elegido dentro del distrito de Jaén,  con el apoyo de 2.561 entre 2.888 electores y se mantuvo como diputado hasta  junio de 1881. . Dentro de la línea conservadora, fue sseguidor del político antequerano Francisco Romero Robledo, con el que compartió la militancia entre los detractores del régimen republicano, en su acercamiento político a Cánovas del Castillo y en su idea de lograr la restauración borbónica.  Participaba en los esfuerzos para conseguir proyectos de la vida local teniendo en cuenta que Francisco Romero fue elegido diputado hasta las elecciones de 1898 y ocupó el cargo de ministro de Gobernación en tres ocasiones: entre 1874 y el 1885 en los que presidió el gobierno nacional Cánovas del Castillo o, en los momentos, lo compartió con Soler. En palabras de Guardia Castellano “comenzó muy joven su carrera política, alternando con su padre e imitándolo en el fervoroso  deseo de ser útil a esta ciudad natal  y servir a sus queridos paisanos por quienes sentía un amor vehemente; por quienes todo lo arriesgaba, y de los que llegó a ser un tiempo querido y reverenciado(…) su alma hidalga y generosa supo corresponder a esta representación  dedicando todas sus actividades y todos sus prestigios al servicio del pueblo, logrando completar las obras de carreteras alcanzadas por su señor padre”.
. Se centró su labor en política en los temas de las carreteras y de los ferrocarriles, sobre todo, la línea de Vadollano a Cartagena y la de Puente Genil a Linares, pidiendo el enlace de Alcalá la Real con Moreda y haciéndose eco de la unión del ferrocarril desde Martos, por Alcaudete, Alcalá y Granada. Pero este tipo de política no impedía que se aunaran esfuerzos entre liberales y conservadores[2]. 
Extinta la república y, de nuevo, diez años después, en abril de 1884, de nuevo Luis Abril y León fue elegido como diputado conservador junto con los también conservadores José Bonilla y Forcada obteniendo 2.992 votos y se mantuvo como diputado hasta marzo de 1886.
Por aquel tiempo, Bonilla era el jefe del partido conservador de Jaén; como doctor en Derecho, funcionario de la Diputación Provincial de Jaén, llegó a ostentar cargos de diputado, y presidente de la entidad; por su parte, el otro diputado fue José Gutiérrez de la Vega que era un poeta sevillano del arte venatorio, muy moderado y defensor a ultranza del partido conservador
Sin embargo, tras la muerte de Alfonso XII se había acordado entre Sagasta y Cánovas en  el Pacto del Prado la cesión del poder a los liberales, lo  que provocó la  ruptura de Francisco Romero  con Cánovas y el acercamiento al general López Domínguez con quien formó en 1886 el Partido Liberal-Reformista  En 1886, de nuevo no hubo representante alcalaíno en las Cortes porque sólo correspondió una acta de diputado a un conservador, el constitucionalista Juan Guerrero Segura, natural de  La Carolina,  y entró, por los liberales, en la política un miembro del distrito natural de Alcaudete Juan Montilla junto con el Miguel de la Guardia y Coherencia, un republicano radical que se pasó al partido liberal de Sagasta, como ocurrió en muchos liberales de la comarca . .

Por última vez, de la mano de Romero Robledo, Luis Abril volvió a las Cortes en este último decenio del siglo XIX, cuando su jefe retornó a las filas del Partido Conservador iniciando una nueva etapa en la que ocupó las carteras ministeriales de Ultramar, entre 1891 y 1892 y el de Gracia y Justicia, en 1895 en ambos casos bajo la presidencia de Cánovas.


LOS PLAYEROS
En Alcalá la Real siempre ha llamado la atención el camino de los Playeros, citados por los libros de Veredas. Camino que recorría la parte oriental del municipio alcalaíno, y, adentrándose por el camino que conducía a Vélez Málaga y las costas malagueñas, servía también de marca de deslinde con las tierras granadinas de la ciudad de Granada, Montefrío y del marquesado de Priego. Incluso conectaba con otras vías hacia el norte en dirección con los pueblos del centro Jaén y de la Mancha. También es de sobra conocida la actividad de los playeros, que respondía al sector terciario, y solía estar copada por arrieros, moriscos, judeoconversos y comerciantes de este pueblo que ampliaron sus labores de la agricultura tras la conquista de Granada y su conversión al cristianismo abriéndose horizontes hacia las rutas mercantiles. 
No es de extrañar que esta ruta de playeros fuera exclusiva de nuestras tierras, sino que Amalia García Pedraza en su libro Actitudes ante la muerte en la Granada del siglo XVI, cita en concreto el testamento de algunos moriscos que ejercían de playeros (Sebastián Oraybit, Alonso Cartit  y Álvaro Xaquiz.
            En el caso de la ciudad de la Mota, era notoria la presencia de estos playeros a través de la ruta comentada, e intercambiaban el pescado de la Costa malagueña con otros productos alcalaínos. Pero no era este el único trato, sino que es interesante comentar la presencia de los playeros y su procedencia. Por un documento del escribano Luís de Pareja, en 24 de noviembre de 1550, se encuentra un poder para la venta de esclavos que nos ilustra de otro tipo de comercio diferente al pescado por parte los playeros. Se trata de la venta de un esclavo indio. Y desvela el entorno de los playeros, ya que no era necesario que procedieran de la costa. En concreto el que porta el poder del contrato de compraventa y el playero procedían de Antequera, el primero era Francisco Maldonado; el playero el antequerano Pedro Díaz. El comprador era el cordonero alcalaíno Alonso del Salto.  Los playeros se mantuvieron hasta el siglo XX, del transporte con animales de carga (mulos, asnos...) se pasó a las carretas y los camiones y solían intercambiar la carga por los cereales de nuestra comarca. Curiosamente los playeros también cambiaron de procedencia y lugar de origen, los arrieros fueron sustituidos por los tenderos del mercado, es verdad que se traía el pescado, pero los transportistas y compradores eran ya alcalaínos, como los Rueda, o los Rosales entre otros, y ya no sólo comerciaban el pescado lo hacían también con las frutas. Atrás quedaron los años en los que introdujeron, junto con sus relaciones comerciales, otras costumbres y elementos del folclore andaluz. Por los playeros, los vestidos y los fandangos de la zona de la Sierra Sur se introdujeron con su canto verdialado, que cantaban los aceituneros en tiempos de recolección, y, en la fiesta del remate, los mozos y las mazas acompañaban con danzas y música de candil. Muy conocido es el de la aldea de Charilla, cuyo encanto se manifiesta en su melodía y en la letra, como estos versos que cantaban: La luna se va, se va, / déjala tú que se vaya, /que la luna que yo espero, /sale por esa ventana…”.

ARTISTAS
En los años ochenta del siglo XVI, comienza a trascender la fama del alcalaíno Pablo de Rojas en territorios lejanos a la capital granadina y no es extraño verlo relacionado en la ejecución de imágenes que posteriormente otros artistas compartieron en distintos momentos de la elaboración artística.
   Uno de estos casos es el recientemente descubierto círculo antequerano en los últimos decenios del siglo XVI. A su sombra- y no olvidamos que por los años cincuenta en casa de su padre Pedro Sardo apareció un hijo de un tal Pedro López de Antequera para enseñarle el oficio como aprendiz y anteriormente a un tal Juan.
También, un gran número de imagineros, escultores y pintores manifiesta la huella de Pablo de Rojas. Entre ellos, destacan Juan Vázquez de la Vega, Diego de la Vega, Andrés de Iriarte, Baltasar López, Luis de Haya, y Alonso Martín Alamilla. Claro ejemplo de ello es la imagen del Virgen del Rosario del convento de Santo Domingo de Antequera, una imagen de bulto redondo, de 130 de altura con drapeado de paños muy clásico y ricamente estofado, erguida y sosteniendo al Niño en la mano izquierda y el cetro en la derecha, cuyo rostro ofrece una gran serenidad, toda ella de gran delicadeza, que a José Escalante López le hace pensar en el estilo de Pablo de Rojas y su escuela. Sin embargo, el mencionado investigador recientemente descubrió que en el año 1587 se le encargaba a Juan Vázquez de la Vega.  aún más, este imaginero se encuentra muy relacionado con el maestro de cantería Francisco Gutiérrez Garrido en diversas obras y retablos de la ciudad de Antequera, el mismo personaje, de origen norteño y residente en Antequera, que se le ve interviniendo en los años finales del siglo XVI y principios del siglo XVII en la capital granadina y en la abadía de Alcalá la Real. Y lo que es más evidente, de la colaboración entre los artistas, en el año 15690, Pablo de Rojas realizó una imagen de San Pedro para la cofradía del mismo nombre de Lucena y fue pintada por Antonio Mohedano y el mencionado Juan de la Vega, naturales de Lucena y residentes de Antequera.    
     Antonio Mohedano, pintor lucentino, y  siempre vinculado con el círculo sevillano, nos ilustra, con esta imagen, de un momento en el que colabora con una obra de Pablo de Rojas, el mencionado san Pedro. No es ésta la única atribución de obras de dicha ciudad a Pablo de Rojas en esta ciudad cordobesa, un Crucificado del antiguo monasterio de Santa Clara refleja también las huellas del escultor alcalaíno, lo que demuestra evidentemente que su influencia se propagó en otros lugares. Al mismo tiempo, la huella del idealismo renacentista de Pablo de Rojas, tan típica de su escultura se hace palpable en la obra de Mohedano durante su estancia en Antequera, donde pudo contemplarlas directamente o a través de las enseñanzas y colaboraciones con los discípulos Pablo de Rojas y del propio padre Pedro Sardo, como hemos indicado anteriormente. Por eso no es de extrañar que en futuros años el propio Juan Martínez Montañés le fiara en contratos durante su estancia sevillana, como fue el caso de la Asunción fray Mateo de Recalde, pues las relaciones de los artistas y la influencia del maestro debían ser básicas a la hora de contactar entre ellos.
     Está claro que los descubrimientos recientes de arte han dejado en evidencia anteriores atribuciones con las que otros aseguraban la autoría de Pablo de Rojas. Tan sólo, nos constata que su obra imprimió una importante difusión en los pueblos de la Andalucía Oriental. El carácter enigmático de los años treinta de Pablo de Rojas es el que ha provocado todos estos desajustes, como el de otro entallador antequerano Diego de la Vega, que debió compartir con el alcalaíno algunos años de formación. Pues, hasta recientemente, muchas obras de la ciudad de Antequera se le venían atribuyendo a Pablo de Rojas y, sin embargo, es hoy una realidad que son obra del antequerano. Claro ejemplo es un contrato Crucificado, una Dolorosa, un sepulcro, tres pares de parihuelas, y una cruz con su calvario que la cofradía antequerana de la Soledad y Santo Entierro, que, hasta contrato ahora, se habían atribuido a Pablo de Rojas, un reciente descubierto por el investigador José Escalante manifiestan que eran obra de Diego de la Vega por la firma de un contrato de 1578. 

 Francisco Gutiérrez insigne constructor maestro alarife de Antequera que hizo en Alcalá la Real obras en la cubierta de la Iglesia Abacial de la Mota. Continuando la labor de los anteriores abades prosiguió la fábrica de la nueva Iglesia Mayor, en cuyo tiempo derribó la iglesia gótica antigua y comenzó la cabecera de la capilla mayor así como la bóveda de toda la nave central bajo la dirección de Ginés Martínez de Aranda , las trazas de Alonso de Vico y la ejecución de Francisco Gutiérrez, maestro de albañilería y cantería[3]
Parecía que las familias jienenses se agotaban con los miembros de los Solís, los alcalaínos Raxis de ascendencia sarda o los descendientes baezanos de la saga de los Aranda. Y mira por donde que me viene a mi serie los miembros de la familia de los Primos, originarios de la zona de la campiña y de Andújar Unos desconocidos para el profano en arte y, sin embargo, desarrollaron una importante producción artística a lo largo del siglo XVIII. Tras la muerte del retablista Manuel del Álamo acudió a Alcalá la Real para sustituirlo como maestro mayor de obras del ayuntamiento.  Mateo Primo, y e n 1724, se reconocía todavía como vecino de la ciudad de Arjona. Se acercó a la ciudad con nuevas iniciativas trazando el proyecto constructivo del nuevo ayuntamiento, que se reubicaba desde la ciudad fortificada a las calles céntricas de la ciudad del valle o del llano. Tuvo su hijo Antonio Primo que debió formarse en los talleres de este escultor, retablista y maestro de obras durante su estancia en Alcalá la Real.
Antonio se trasladó a Baena, y posteriormente a Andújar, donde se casó en 1731 con Teodora María Garrote Córdoba, llamada también Juana Córdoba. Tuvo una hija de nombre Mariana, y debió fallecer el 14 de enero 1753, y testó por aquel tiempo ante José Pelayo (12 de enero de 753).  
Antonio no fue el único hijo, artista y escultor, de Mateo, sino que, junto con su padre, su hermano Francisco formó parte de este círculo de los Primo, que trabajaron en los retablos barrocos de las ciudades del centro de Andalucía, Antequera, Lucena, Estepa y Écija. Francisco dejó su huella en la parroquia de Santa Ana y Santo Domingo de Archidona, o en la ermita de la Veracruz de Estepa.  Muy relacionados con la orden carmelitana descalza engrandecieron con su gubia muchos de sus capillas y altares y formando e triángulo artístico de estos lares con los miembros de la familia Diego Márquez y Vega y José de Medina. En la iglesia del Carmen de Antequera, se encuentra el mejor exponente artístico de estos tres famosos retablista: el padre Mateo trabajó en el retablo de San Elías, Francisco puso sus manos en el Cristo de las Penas y Antonio culminó aquel cielo barroco del altar mayor, donde se desarrolla un programa celestial exuberante y de soberbia perfección. Según el célebre crítico Taylor figura entre las más grandiosas máquinas de este género en Andalucía. 




FERNANDO MARÍN, PINTOR DEL CUADRO DE CARLOS IV.

Fernando Marín Chaves, pintor de corte académico, recibió el título de la Real Academia de San Fernando de Madrid y se trasladó a tierras granadinas, donde, al amparo de la Sociedad de Amigos del País de Granada, se crearon   la Escuelas de Artes Nobles, y allí, los pintores expandieron sus obras en la provincia granadina, y cómo no, en Alcalá la Real, muy cercana a la capital granadina. De este autor, es el cuadro de la Anunciación de la parroquia Loja y una serie muy   importante de siete lienzos que hizo para Santa Fe y el cuadro de Carlos IV del ayuntamiento alcalaíno. Su academicismo se refleja en el eje frontal de la pose del monarca, hierático, muy dibujado, casi inexpresivo, y acompañado en su decoración en la parte inferior por los símbolos de las artes, pincel, compás y busto.
La partida o factura número nueve hacía referencia al retrato del Rey, que se colocaba en el balcón central de las Casas Consistoriales. “A don Fernando Marín, Pintor de la Academia de Madrid por el retrato de Su Majestad, (que Dios Guarde) según el recibo nº 9:1.400 reales”.




RELACIONES CONTEMPORÁNEAS

Recogidas por Fernando del Pino, siempre han existido relaciones entre las dos ciudades. Entre ellas, las escuelas taller desde sus inicios. Desde Alcalá la Real se vino a Antequera para aprender ediciones gráficas. Luego se dio estos cursos en Alcalá y actualmente hay una gran empresa Alcalaína con estos temas. El primer programa en Alcalá la Real sobre taller de edición se aprendió en Antequera.

Son varios los programas y proyectos que comparten las dos ciudades. Entre ellos, la Fundación de Caminos de Pasión, o el de ciudades medias que impulsó Antequera.  Con objetivos culturales y turísticos para que algunas ciudades medies compartieses circuitos turísticos. En concreto, el programa Andaluz TU HISTORIA. Programa de la Junta de Andalucía entre Alcalá, Antequera y Lucena para fomentar el turismo interior y atenderlo con personal adjudicado y tiendas de venta de recuerdos en la Mota y en la Alcazaba de Antequera. Hay personal y monitores que hacen de cicerones, y conocen muy bien las dos fortalezas. En su carácter organizativo, los alcaldes tienen reuniones periódicas para impulsar esta alianza y rotan la presidencia.

Desde asociaciones de Alcalá la Real, se apoyó la candidatura de los dólmenes para su reconocimiento de patrimonio mundial. Varios colectivos y personalidades firmaron y visitaron estos monumentos para contribuir a su reconocimiento la agrupación socialista de Alcalá la Real, AA. VV Huerta de Capuchinos, Agrupación Musical Cristo de la Salud, IES Alfonso XI, IES Antonio de Mendoza, Adrumel, Toral y Soler. Comparten encuentros fotográficos los aficionados de ambas ciudades y realizan actividades conjuntas.

          Algunos consejeros y directores generales de ambas ciudades  de la Junta de Andalucía asumieron  proyectos y realizaciones, como los antequeranos  Rosa Torres Aguilar, consejera de Cultura,  Paulino Plata consejero de Cultura,  en  temas de Agricultura, y  Jesús Romero como director de bienes culturales de la  Junta; por parte de la ciudad de la Mota,    Felipe López, consejero de Fomento de la Junta de Andalucía firmó  el convenio para edificar en Antequera unas viviendas de VPO en Antequera  
 para 13 familias que sufrieron destrucción de sus viviendas por causas de la red      pública de aguas y con dos viviendas para personas con discapacidad    intelectual, que se encuentran en la fase actual de terminación, camino de la Campsa; también el proyecto de puerto Seco en Antequera y el puerto de almacenaje de containers con destino desde el puerto   de Algeciras u otros, Antonio Ávila, consejero de Economía y la consejera de Agricultura   Elena Víboras en el tema del PAC.
Hay personas que han compartido el trabajo como el inspector en Antequera de Seguridad Sanidad actual que viene todos los días desde Alcalá la Real. José Antonio Sánchez, o el profesor Rubio Piqueras en el siglo pasado.
Se apoyó el primer Encuentro de Ongs y colectivos de voluntarios en Alcalá la Real con amplia participación del tejido Asociativo y actos expositivos en Capuchinos y el grupo Facebook Alcalá la Real Foto creado y administrado por Fernando del Pino natal Antequerano, también la Primera página web de Mures, en Facebook creada y administrada por el mismo antequerano.

En Antequera, se llevaron a cabo encuentro varias reuniones de la Asociación de profesores de historia de institutos Hespérides en la que Antonio Heredia profesor e historiador Alcalaíno participó como presidente

Alcalá la Real se integró en la unión entre cooperativas olivareras. Antes era Hojiblanca, ahora DCOOP antequerana, curiosamente Mercadona vino a Andalucía a Antequera al fusionarse con supermercados Más y Más, el fruto de comercial Gómez Serrano. Actualmente en Alcalá la Real hay un Mercadona y la empresa eléctrica Marpemac hace la electricidad a Mercadona de Alcalá. Conservas Alsur tiene sede en Antequera y vende sus productos en Mercadona de Alcalá maíz, espárragos, alubias, guisantes, los horticultores el Torcal de Antequera venden productos en Alcalá, una vez vimos patatas en Frutas y Verduras Lozano en su nave del polígono hacia Granada.

En los deportes, están ligadas y relacionadas como en La vuelta ciclista a España de 2017, cuando pasó por Antequera y días siguientes por Alcalá la Real

 


[1] LÓPEZ ESTRADA, Francisco. La Toma de Antequera. Antequera 1964.
[2] En 1879, gobernando los conservadores, un claro síntoma de ellos fue la llegada de los liberales Joaquín Ruiz Jiménez y don Antonio de Gregorio, ambos miembros destacados de la Real Sociedad de Amigos del País de Jaén para informar y pedir apoyo de los hombres emprendedores de Alcalá en proyectos fundamentales de la provincia de Jaén: el ferrocarril de Espeluy-Jaén, que intentaba enlazar desde esta última a Alcalá, y la creación del Banco de Positos y Ahorros de Jaén. En dicha reunión, acudieron conservadores como el exdiputado Gregorio Abril, que hizo valer sus gestiones sobre el primer asunto, su hijo Luis,  Pedro Camy, los liberales Francisco Batmala, Pedro Utrilla, Bernardo Sánchez Molina, José Vinuesa, Agustín Sánchez Molero, el juez José Salas Castillo, el masón Miguel Ruiz Matas y otros personajes como Valeriano Castillo, José Retamero, José María del Mármol .Aquella reunión no alcanzó los resultado apetecidos, pero  Ruiz Jiménez “ con elevado estilo, correcta frase y lúcidos conceptos, llenó de su contenido altamente satisfactorio que le granjeó los plácemes de todos los concurrentes”.   
[3] AHPJ. Legajo 4743. Folio 218 y siguientes. Escribano Alonso Ramírez . Año 1599.Se describe la construcción de la bóveda de ladrillo y el escudo del abad. En el folio 495 del mismo legajo, el blanqueo de la iglesia y el derrumbamiento de la iglesia vieja. En el legajo 4744, folio 147. Año 1600 del mismo escribano. Finiquito de las teriores obras.  

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