TAMBORES Y TROMPETAS EN LAS HERMANDADES DEL GALLARDETE DE JESÚS Y LA DEL ECCE-HOMO Y JESÚS EN LA COLUMNA
Si
hay hermandades que han tenido en sus orígenes la música ca como elemento esencial y organizativo, estas son las hermandades del gallardete de Jesús y la del Ecce-Homo y Señor de ca como elemento esencial y organizativo, estas son las hermandades del gallardete de Jesús y la del Ecce-Homo y Señor dela Columna. La
primera, ligada a los dos nazarenos,
probablemente de túnica larga y de color morado, que tocaban la trompeta haciendo de guión y de
acompañamiento a la procesión del Dulce Nombre de Jesús en la mañana del
Viernes Santo desde tiempo inmemorial; la segunda ligada con la Tropa de la Ciudad esta hermandad
desarrollaba los pasos de Semana Santa, y sus soldados no sólo desfilaban, sino
que eran los personajes principales del
drama de la Pasión. La
música, muy importante dentro de las formaciones militares, siempre ha jugado un gran papel en esta
hermandad por su composición con elementos surgidos de la tropa de la
ciudad. Pero, la música no proviene sólo de esta fuente.
Pues,
por un lado, en forma de canto los textos del drama pasional siempre han sido recitados, leídos o cantados por alguna
persona. Sabemos que hay constancia de que, al principio, solían ser sacerdotes
o ministriles los que acompañaban con la
voz, música o canto a los personajes que desarrollaban las escenas de la
Pasión de Jesucristo dentro de la cofradía de la Santa Veracruz ; después,
ocuparon su lugar los pregoneros, al principio, según consta en actas del Dulce
Nombre de Jesús “para rezar la
Pasión , y luego como
simples recitantes o cantaores en forma
aflamencada de los textos del Nuevo y
Antiguo Testamento convertidos en poesía popular para una mayor comprensión de
todos los espectadores y oyentes del
auto de Pasión. Por las actas de Estos han perdurado hasta hoy día
con la vestimenta cordobesa de traje
negro ribeteado de color morado.
Por
otro lado, los instrumentos musicales son básicos en las formaciones militares
de la antigüedad. Basta con recordar los
heraldos de las legiones o de los palacios imperiales, pasando por las chirimías y atabales que se remontan a las
tropas de la época medieval. Por eso, la
tropa de la ciudad, convertida en parte
esencial de desfile procesional, incluye como elemento
esencial los dos importantes instrumentos musicales: la trompeta y el
tambor. Por otro lado, sabemos que los vecinos solían convocarse en la plaza o
en un mesón a la llamada del aleo del tambor y la chirimía de las trompetas de
hojalata en los días de levas y alistamiento. Como cédula organizativa permanente, l a
tropa se jerarquizaba a las órdenes del
capitán, alférez, sargentos y cabos de escuadra y, como elemento esencial, el tambor. Y, con esta misma organización de mandos, se organiza en la hermandad- Así, se manifiesta su
permanencia a lo largo de los siglos
como cargo dentro del cabildo de suertes de las cofradías del Dulce Nombre de
Jesús y Santa Caridad y la de la Santa Veracruz. Aun más, el rol
procesional simulaba al militar en todos los aspectos: desde la convocatoria de
sus miembros hasta su despedida pasando por el desfile dejando aspectos
intrínsecos a la vida militar como la disciplina y la seriedad que todavía
están presentes en la hermandad.
Pues,
ambas- tropa de la ciudad y formación de la hermandad- coincidían con
“el aleo”, acto de convocatoria para conformar la tropa por medio de
instrumentos musicales a la manera de la mascarada o desfiles de caballeros montados a caballo
para anunciar la llamada militar o procesional. Y, en ambas marchas, tambor y
trompeta son elementos esenciales de este aleo.
EL
TAMBOR Y LA ROMPETA EN
LAS COFRADÍAS
Del
tambor tenemos noticias numerosas en
las actas cofrades sobre su presencia en
los primeros pasos de los disciplinantes, también se comprueba que iban
vestidos al principio con túnicas moradas tal como se citan en los inventarios
de la cofradía de la Veracruz tocando el
tono lastimero y de acompañantes
de los nazarenos flagelantes. Recorrían las calles alcalaínas en la noche del
Jueves Santo (Famosos tamborileros fueron
unos esclavos negros procedentes de Granada o el amante de Rosa, la de la Cruz
del Ecce-Homo, que, con su tambor, enamoró a aquella joven y que, al mismo tiempo, fue víctima del triángulo amoroso de la
célebre leyenda de la Cruz
de loa Blanquitos).
La
trompeta formaba parte de las chirimías que anunciaban la presencia solemne del
desfile municipal del cabildo municipal
y era elemento esencial en las
corridas de toros y juegos de cañas (este mismo carácter anunciador y heráldico
lo asume en la recitación y acompañamiento de los pasos)
Así,
a la llamada del tambor y las trompetas,
solían convocarse los soldados en la plaza
Alta de la fortaleza de la
Mota con motivo de una leva o quinta ante una incursión
enemiga, primero desde el Reino de Granada,- luego, desde las costas granadinas
o por las guerras de cristiandad-; estos conformaban la tropa ordenadamente en un número aproximado de doscientos soldados de
dos compañías que se dirigían a las
órdenes de los jefes anteriores a los
puntos de la campaña.
EN LA HERMANDADES DEL
GALLARDETE Y ECCE-HOMO
Por lo que respecta al desarrollo
de la manifestación religiosa, en la cofradía del Dulce Nombre de Jesús, desde
la salida de la imagen de Jesús Nazareno se extendió la misma tradición de los
heraldos, en forma de dos penitentes portando la trompeta marcando el paso de
las procesiones e imponiendo el silencio religioso.
En
la del Ecce-Homo y Jesús en la
Columna , la tropa
siempre ha sido convocada por la Diana , y, una vez reunida, adquiere dos funciones: una de desfile y
acompañamiento de los paso; y otra representativa del drama pasional asumiendo
los más importantes aspectos o escenas en forma de cuadrillas (del Antiguo,
Nuevo Testamento o, simplemente, pasionales). El tambor suele ser ceremonioso: con tres simples
golpes llama la atención de toda la
tropa o simplemente anuncia un paso.
También, puede convocar a los presentes, casa por casa, y los conduce hasta la Casa del Capitán, donde se
organiza el desfile y se asumen las
funciones representativas. La trompeta,
por su parte, siempre se manifiesta gallarda y esbelta, a pesar del
sonido sordo de su metal, simula a las
chirimías de las corridas de
toros anunciando algo importante, para que
se perciba más allá de los
presentes y espectadores del auto. Finalmente, trompeta y tambos se conjugan en la parte final de un pregón para redundar y realzar un verso final o una
sentencia cruel.
A lo largo del desfile, los tambores y trompetas marcan el paso de la tropa,
anuncian los pasos, redoblan el sentimiento de las escenas y dramatizan las escenas con sones de sentencia, de
azotes y de condena. Tras el desfile procesional, se puede observar el cambio
de ritmo y, frente al pausado y ceremonial de la
manifestación religiosa, se aligera y se hace más rápido y ligero, ritmo que se
emplea ante situaciones de adversidad climática.
Si
a estos elementos musicales se le añade el carácter arcano de sus toques y lo vetusto de sus materiales, la música de la tropa del Ecce-Homo nos remonta a los orígenes de la Semana Santa y se
erige como elemento singular de una tradición no mediatizada ni inculturizada
por influencias de otras semanas santas. Ojala, su música perviva por muchos
años. Por otro lado del Gallardete, le añade el carácter puramente penitencial,
que adquirió los modelos sevillanos con la magnífica banda que siempre lució
en la semana Santa alcalaína desde su
renovación a finales de los años cuarenta.
Nuestro agradecimiento por
acompañarnos y estar siempre dispuestos con
nuestra hermandad, sobre todo en la Fiesta del Ecce-Homo y Jesús en la Columna.
F.Martín
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