SALUD Y MUJER
EN ALCALÁ LA REAL
EN EL PASADO
Hay
aspectos de la vida cotidiana que han estado específicamente ligados al hombre a lo largo de la historia. Nos
referimos al mundo de la milicia, al
trabajo físico y a la representación
institucional en sus diversos ámbitos.
La salud, sin embargo, se ha compartido casi siempre desde los orígenes hasta
hoy día entre el hombre y la mujer. Pues, si la enfocamos desde el punto de
visto preventivo, las mujeres han sabido
aplicar las mejores recetas para el mantenimiento saludable de todos los
miembros de la familia, y, si, por otra
parte, nos referimos a la asistencia
hospitalaria, ellas son las que más han velado por las personas enfermas en sus hogares o en los
hospitales. La función de atención primaria del enfermo, especialización,
tratamientos médicos, cirugía y
traumatología es otro cantar, porque el hombre, que ha tenido reservado
el dominio de la enseñanza, ha sido el
privilegiado de la familia para adquirir títulos de médico o doctor a lo
largo de la historia. No obstante, también hay mujeres autodidactas que han
ejercido de traumatólogas y de médicas
sin más titulación que la experiencia transmitida a través de los padres a
hijos o de madres a hijas.
En
Alcalá la Real ,
son frecuentes las citas de la mujer en el mantenimiento de la salud de las
personas. Ya desde antiguo, hay constancia de dos hospitales en la
fortaleza de la Mota y en sus arrabales. Nos referimos al hospital
de los Monteses, situado junto a la Iglesia
Mayor , y al del Dulce Nombre de Jesús, situado en el barrio
del Albaicín de la Mota y fundado por el vicario Diego Hernández a mediados del
siglo XVI. En ambos, la mujer, acompañando al marido en la asistencia de las
siete u ocho almas allí recogidas,
atendía a los transeúntes y a los pobres enfermos en el tránsito por la ciudad o en los últimos pasos hacia la muerte, aplicaba
la medicina espiritual y sedante en los últimos alientos de vida y desempeñaba todo tipo de servicios de
limpieza y sanitarios para que aquellos recintos estuvieran siempre en las mejores condiciones
sanitarias. No debían alcanzar muchas
comodidades, porque la mayoría de las
personas preferían los últimos cuidados en las casas
particulares, y se reservaba el hospital
para las clases más desfavorecidas: en palabras de un cronista “no siempre los empleados municipales,
sujetos a cambios y vaivenes de la política, extremaron el celo y la caridad
cristiana que dichos cargos requieren, por lo que el pueblo llegó a mirar con
cierta repugnancia su ingreso en las enfermerías”. Pero, la labor de la mujer fue
digna del mayor encomio, cuando ,
con motivo de la fundación del Hospital de Alcalá la
Real , construido en 1878 en la casa del Abad Moya de la
calle Rosario, unas mujeres procedentes, muchas, del norte de España, las monjas mercedarias, se comprometieron, hasta pasada la mitad del
siglo XX, a hacerse cargo de la atención
, del cuidado de los enfermos y de la
asistencia a los ancianos . Y así lo
reconocía su labor el cronista Guardia
Castellanos, aludiendo al año 1884 en el
que se incorporaron a esta faceta asistencial “el Ayuntamiento (…) resolvió conferir dicha administración a la Venerable Orden
de Religiosas Mercedarias, cuyas santas madres llegaron a esta ciudad a
primeros de Julio del expresado año,
haciéndose cargo inmediatamente de dicho benéfico establecimiento”. Su
labor asistencial queda recogida con estas palabras “ Almas grandes y generosas , impulsadas por el deseo de hacer el bien
por el bien mismo, ellas prodigan el consuelo a los enfermos, velando su
cabecera; ellas los cuidan; ellas los asisten sin temor al contagio, de que
muchas son víctimas; ellas cierran sus ojos cuando mueren. Espanta pensar lo
que serían las sociedades si no fuera por la caridad (…) el infeliz desvalido,
sin familia y sin fortuna, que va a acabar sus días en uno de esos lechos
velados por esas abnegadas religiosas, muere tranquilo, asistido su cuerpo y
confortada su alma, viendo revolotear en torno suyo como alas de un ángel, la
cofia nítida y pura de la
Hermanita que inclinada sobre su faz cadavérica, le prodiga
los auxilios de la ciencia y los consuelos de la religión, como promesa de
venturas”. Por citar un nombre
femenino que alcanzó fama, a principios del siglo XX y hasta entrada la Guerra
Civil no podemos olvidar a la directora del hospital sor Margarita Isasmendi,
tal como la citan en los periódicos de la época, que tuvo el gran acierto de
apoyar una iniciativa ligada con la salud cual
era satisfacer el hambre de muchos alcalaínos permitiendo y haciéndose
cargo de la Cocina Económica
dentro de las dependencias del hospital. De la importancia, que significó la
instalación de este edificio benéfico-sanitario atendido por las monjas, se nos
manifiesta con la atención de más de 700 comidas diarias, su labor de
enfermería le valió que asumiera posteriormente la dirección y administración
de un hospital de Santo Domingo en América.
En
la labor traumatológica, hay noticias de mujeres curanderas y del formulario que llevaban a cabo a la
hora de curar quebracías y roturas de
huesos. Todavía nos quedan recuerdos de personas en el siglo XX que compartían
el trabajo con médicos e, incluso con
traumatólogos, como Mercedes la Cantera, mujeres que habían recogido el
ceremonial y protocolario de colocar las vendas y tablillas de una medicina rural que se remontaba a la época
catoniana. No digamos la especialidad
ginecológica reservada a las matronas a la hora de la asistencia de los partos
que ya desde el siglo XIX figuraba como una plaza municipal-citemos a doña Ana
y a la última matrona en casa, doña
Prudencia Ratia- y la de las madres de cría que cuidaban de la asistencia a los
niños expósitos. También había mujeres e
incluso hoy día también practican los remedios caseros de curar “el mal del ojo, las culebrillas, las verrugas, las eczemas.
A
lo largo de los siglos pasados, la mujer sufría las mismas enfermedades que los
hombres, las ordinarias y las extraordinarias como en los tiempos de las pandemias, peste o epidemias. Muchas de las enfermedades, cuando
se escriben en los libros de defunción no
adquieren las connotaciones de estos tiempos ni su denominación, pero
hoy podíamos definirlas como el cáncer, o infartos. Las mujeres coadyuvaron
mucho a la introducción de la vacunación ante el recelo de la incultura del
tiempo y al fomento de aplicar nuevas medicinas a sus hijos como la penicilina,
pues muchos eran reacios a aplicar medicamentos ajenos a los herbolarios y
caseros.
EN EL PRESENTE
La
mujer ha incidido y es partícipe de todos los campos de la sanidad desde la
prevención hasta la investigación pasando por el ejercicio de las distintas
especialidades. Las enfermedades de la mujer se han identificado mucho más que
en siglos anteriores y se han concretado en algunas específicas.
En
la previsión de la salud destaca por excelencia su lucha por prevenir
enfermedades coronarias, la obesidad y exceso de colesterol: practican el
deporte diario de marcha individual y en
grupos haciendo las rutas saludables;
proliferan en los gimnasios; son miembros de talleres como de yoga, etc. Hoy
día, han salvado los prejuicios de aquellas mujeres decimonónicas que no
querían que sus hijos se vacunasen, y saben perfectamente cronometrar los tiempos y ciclos de las distintas
vacunaciones para sus hijos; con los enfermos
y personas de la tercera edad muchas se
han convertido en auténticas auxiliares de enfermería a domicilio.
Ellas mismas acuden a las citas de reconocimientos y diagnosis preventivas como contra el cáncer
de mama u otras enfermedades más propias del mundo de la mujer.
En
una zona como la alcalaína, el mundo de la mujer ha avanzado mucho en el
tratamiento de la salud mental. Muchas actividades han servido para
prevenir las depresiones, psicosis,
estados ansiolíticos y neurosis frecuentes en todos los tiempos.
Desde el
Ayuntamiento alcalaíno y a través de la Concejalía de
Salud se ha pretendido, en estos últimos
cuatro años, que se contemple la
Salud desde la óptica de
la Información ,
formación, prevención y participación de
toda la población, pero especialmente de las mujeres. Con estas premisas se ha
trabajado intensamente a través de jornadas específicas de Salud y Mujer, junto
a la concejalía de Igualdad. De este modo se han llevado a cabo cuatro
ediciones de estas JORNADAS con motivo del Día Internacional de la Salud de la Mujer, el día 28
de mayo, con temas importantes y
actuales. Así, Las Primeras Jornadas celebradas en 2008 trataron los siguientes
temas alimentación saludable, estrés,
ansiedad y depresión, menopausia, una nueva etapa en la vida local. En 2009, se
celebraron las II jornadas con los siguientes temas, “Una mirada violeta a los
malestares de las mujeres, Las Asociaciones de las Mujeres como agentes de
promoción de la salud, cáncer de Mamá y Fibromialgia. En 2010, se llevaron a
cabo las III Jornadas tratándose sobre detección precoz del cáncer genital en
mujeres, mujer y deporte, el desafío `positivo de las pérdidas afectivas. En
2011, se han llevado a cabo las IV Jornadas y se han hechos talleres sobre
detección precoz del cáncer de cerviz con la prueba de citología pelvis y se ha tratado sobre reproducción, edad y
fecundación natural y asistida, beneficios de la corresponsabilidad para la
salud.
En cuanto a esta primera línea se han llevado
a cabo varias charlas-coloquio a lo largo de estos años como “Alquimia de la
Felicidad ” o “Los Tiempos de la Vida ” impartidas por don Antonio Gonzáles Iglesias,
psiquiatra del distrito Sanitario Jaén
Sur. Siempre hubo una gran asistencia de
mujeres, y el doctor dio las claves de cómo sentirse bien consigo misma y ser
feliz con la realidad de cada una de las personas, partiendo de cosas sencillas
y cotidianas. Y todo se basaba en una premisa fundamental, en que la salud de la mujer, en este caso, debe ser
tanto física como psíquica.
En cuanto
a la línea de la prevención e información de la salud, la mujer ha
centrado muchas acciones de la
concejalía de salud y se han llevado a cabo varios talleres
ginecológicos, impartidos por doña Pilar Rayo, ginecóloga del Distrito Sanitario
Jaén- Sur, así como doña Josefa
Pérez, matrona del mismo
Distrito, y doña María del Mar Pulido DUE del Centro de Salud . Entre ellos, destacamos
“Suelo Pélvico”, “Osteoporosis”, “Menopausia”, “Prevención del cáncer de
Cerviz”, “Prevención del Cáncer de
Mama”- tan frecuente en las mujeres,
ya que una de cada ocho mujeres lo padecería, pero atendiendo a la práctica de
un Diagnóstico precoz, que es la mejor
arma para prevenir dicho cáncer, por
ello más del 70 por ciento se curaría. Por lo tanto, tratamos de paliar los efectos nocivos de
esta enfermedad con esta línea informativa y preventiva, acompañada de las pruebas que se hacen cada dos años a las
mujeres a partir de 50 años de edad. (Antes se realizaba en la unidad Móvil que
se instalaba en el Convento de Capuchinos, y a partir de este año en el recién
inaugurado Centro De Alta Resolución con un mamógrafo de última tecnología.)
Con relación a
la promoción de la Salud de la mujer, varias
acciones han coadyuvado para mantener los hábitos saludables de las mujeres.
Entre estas, hemos llevado a cabo un programa “Al cuidado de las cuidadoras “en el que se han realizado una serie de
talleres como los de Autocuidados, Chikung/taichi, Gimnasia
terapéutica, Natación terapéutica, Rutas de senderismo, Cursos de Cocina Saludable,
porque es muy importante para las mujeres buscar espacios propios, para
sentirse bien consigo mismas, relacionarse con las demás mujeres en sus mismas
circunstancias, relajarse y compartir actividades beneficiosas para SU SALUD. Con los talleres de cocina
saludable, se pretende cocinar de una
forma más sana que beneficie a toda la familia (con menos grasas, fritos,
productos elaborados, o dulces) y promocionar nuestra dieta mediterránea que tan beneficiosa es para nuestra salud. Para ello
se ha editado un libro sobre COCINA
TRADICIONAL Y SALUDABLE, que se ha
distribuido a todas las madres y
padres de niños de todas las guarderías de nuestra ciudad, así como a los padres/madres de niños de tres, cuatro y cinco años en todos
los colegios de Alcalá y Aldeas..
Hay que
destacar en todas estas actividades la excelente colaboración que hemos mantenido entre los profesionales del
Distrito Sanitario Jaén Sur,- con los dos Centros de Salud, Alcalá Norte y
Alcalá Sur -y el Ayuntamiento, prueba de ello es la última iniciativa “Por un millón de pasos” que se está
llevando a cabo durante este mes de
Mayo. Durante su desarrollo, se han implicado
más de quince asociaciones de
mujeres, tanto de Alcalá como de las Aldeas, (y aprovecho desde aquí para
darles las gracias a todas ellas por la magnífica respuesta que siempre han
demostrado en todas las iniciativas que hemos llevado a cabo).
Y para
finalizar resaltar que haber tenido una mujer como Alcaldesa y médica, que siempre
apoyó e impulsado cualquier iniciativa
que hemos llevado a cabo las distintas concejalías, salud, servicios sociales,
educación, Igualdad, etc. en beneficio de la salud de la mujer, y de toda la
población en general
(REVISTA PASAJE DE LA CIENCIA IES ANTONIO DE MENDOZA)
CRISTINA PÉREZ SÁNCHEZ Y FRANCISCO MARTÍN ROSALES
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