EL COFRADE DEL ECCE-HOMO EN EL
MUNDO DEL HOY
Nos vienen las
palabras del papa Francisco en su Exhortación Pastoral Evangeli Gaudium para comentar
el significado y la importancia
de ser hermano en el siglo XXI, perteneciendo a una cofradía que se remonta a
mediados del siglo XVI y que ha
mantenido muchas vivencias, costumbres y prácticas religiosas a lo largo de más de c cuatro siglos.
Nos alientan
estas palabras recogidas en uno de sus párrafos ( 126): “En la
piedad popular , por ser fruto del Evangelio inculturado, subyace una fuerza
activamente evangelizadora que no podemos menospreciar”. Y , en esta línea,
la hermandad del Ecce-homo fomenta la piedad
hacia Jesucristo con la presencia de sus cuadros y láminas en las casas
de los mayordomos de cada año no olvidando y ejerciendo practicas piadosas como
los Quinarios y los rezos del Rosario de cada mes, ofreciendo las casas donde
se albergan estas imágenes de la hermandad para fomentar la oración entre
hermanos, devotos y vecinos que acuden a
ella durante muchos días del año. Las
mismas manifestaciones no deben quedar
en puras representaciones sino en catequesis que despierte el fervor hacia el
seguimiento de Jesucristo, teniendo en cuenta las adaptaciones que se han tenido
realizando cada años ( sirva por ejemplo la imagen del Cristo de la Expiración
de el paso de la Lanzada). Un cuadro del Ecce-Homo o de Jesús en la
Columna y el gallardete de esta última
advocación no son unas imágenes con unos valores simplemente estéticos e
históricos sino que, para los hermanos, comportan un significado especial , le despiertan
un espíritu especial y una disposición personal para acercarse al
seguimiento de Jesús.
Por otro lado, nos anima
aún más este articulado de su
Exhortación (124), cuando la piedad popular se califica y eleva a la categoría
de la mística, porque Jesús nos ha dado
la gracia y la gratuidad de pertenecer a este
mundo cofrade de la gente sencilla
: “…se
describen las riquezas que el Espíritu
Santo despliega en la piedad popular con su iniciativa gratuita. En ese amado
continente, donde gran cantidad de cristianos expresan su fe a través de
la piedad popular, los Obispos la llaman también espiritualidad popular » o « mística popular ». Se trata de
una verdadera « espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos ».
En este año de celebración del V Centenario de la
mujer mística por excelencia Santa Teresa de Jesús, hacemos nuestras las
palabras del Papa, porque nuestra
pertenencia y esencia de ser cofrade Ecce-Homo(124): “ No está vacía de contenidos, sino que los descubre y expresa más por la
vía simbólica que por el uso de la razón instrumental, y en el acto de fe se
acentúa más el credere in +Deum que
el credere Deum. Y además, pPor la historia de la cofradía y el pasado de nuestros cofrades vivos o ya
fallecidos, damos testimonio de que “ Es
« una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia,
y una forma de ser misioneros”.
Y nos incita cumplir las palabras del Papa, porque, a
veces, no nos damos cuenta de la pobreza que existe en nuestro derredor y, sin
embargo, nuestra práctica cofrade
auténtica puede convertirse en el
acicate de seguir a Jesús siempre que no la edulcoremos ni la convirtamos en un mero exhibicionismo : “conlleva la gracia de la misionariedad, del
salir de sí y del peregrinar: « El caminar juntos hacia los santuarios y el
participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a
los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador. ¡No coartemos ni pretendamos controlar esa
fuerza misionera!
Finalmente, agradecemos las
palabras del Papa, para que la mirada hacia nuesto mundo cofrade sean con los
mismos ojos que solicita para todo el
que ejercita la pastoral cofrade(125): “ Para entender esta realidad hace falta
acercarse a ella con la mirada del Buen Pastor, que no busca juzgar sino amar. Sólo
desde la connaturalidad afectiva que da el amor podemos apreciar la vida
teologal presente en la piedad de los pueblos cristianos, especialmente en sus
pobres.
Movidos por esa “ manifestación
de una vida teologal animada por la acción del Espíritu Santo” realizamos
los pasos de la Pasión y Muerte de Jesús, nos vestimos de los personajes de este
auto y con esa mirada de amor puesta al
Ecce-Homo , como dice el Papa, nos disponemos
a estar abiertos a la labor pastoral que nos alienta la Nueva
Evangelización. Y lo hacemos con el
espíritu de este poema de Santa Teresa:
¿Qué mandáis, pues, buen Señor,
Que haga tan vil criado?
¿Cuál oficio le habéis dado
A este esclavo pecador?
Veis me aquí, mi dulce Amor,
Amor dulce, veis me aquí,
¿Qué mandáis hacer de mí?
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