OTRAS SOCIEDADES, SINDICATOS Y
PARTIDOS EN EL SEGUNDO DECENIO. LAS ALDEAS.
Las sociedades obreras de las aldeas, en
cambio, en el año 1918, renacieron con otros nombres a los de la primera
fundación. El trece de diciembre, el
gobernador civil aprobó La
Sociedad de Obreros Agricultores el Faro de la Verdad de la Rábita. Unos días después recibieron el reglamento la Sociedad de Santa Ana[1].
Curiosamente, el mensaje de revolución social se encontraba inmerso, incluso en
la denominación, a partir de 1919. La Sociedad Obrera " Esclavitud
Emancipada" de la Pedriza fue una de las más
emprendedoras y las que más se comprometió en la defensa de los campesinos y de
los aldeanos. Fruto de su lucha reivindicativa fue la puesta en marcha de varios caminos que la conectaron con otras
aldeas limítrofes. De ella surgirán
algunos líderes de la
República como el concejal socialista Dionisio Carrillo
o el alcalde pedáneo José Fuentes. Su
centro social era el un lugar de reunión
de esta sociedad obrera que agrupaba tanto a los miembros afiliados del PSOE
como los sindicalistas de la
UGT. El entusiasmo de sus asociados se manifiesta en las
fiestas de primero de Mayo, cuando
entonaban cantos, himnos, y enarbolaban banderas en medio de los discursos:
En este primero de mayo,
Cantemos con alegría,
Que es la Fiesta del Trabajo,
En Europa, España y en
Andalucía.
Cantemos, cantemos,
los himnos de la Libertad ,
que la Pedriza no olvida
a su digna Sociedad[2].
De la misma fecha son las
sociedades ugetistas de Oficios
Varios "Defensa del Oprimido" de la Ribera Alta y Oficios
Varios ´ Los Productores de la Ribera Baja , donde
surgirá un núcleo muy importante comunista en los años treinta con su líder
José Sánchez González. Reminiscencias de la etapa anterior anarquista es la
organización obrera de Mures Liquidación del Derecho, que el uno de marzo de este mismo año se vio
obligada a que se adecuara a la ley.
En esta misma línea, fueron requeridas por el gobierno civil para que se
atuvieran a la Ley
de Asociaciones la Sociedad
La Voluntad Libre de Charilla o la de la
Ribera Alta La
Defensa del Oprimido y los Productores de la Ribera Baja dentro de
los primeros días del año ( del diez al
quince, del mes de enero).
Algunas, sin embargo, se
constituyeron de nuevo como Cultura y Defensa de Valdegranada el treinta
y uno del mismo mes, lo mismo que la comentada Esclavitud Emancipada de la Pedriza.
Pero la huelga de principios de año debió
causar un fuerte impacto en las autoridades civiles, de modo que por el 29 de
marzo, y de un plumazo se cerraron las
siguientes Sociedades: Liquidación del
Derecho de Mures, el Faro de la Verdad de la Rábita , Cultura y Defensa de Valdegranada, Defensa del Oprimido de Ribera Alta, Esclavitud Emancipada de la Pedriza , Agrícola industrial y Voluntad Libre de Charilla, Aromas del Amor y Sociedad
Agrícola de Santa Ana. Incluso
el gobernador civil envió una circular el 29 de abril prohibiendo el primero de
mayo, amenazando con el confinamiento de los convocantes[3].
En 1919, ante el incremento de lo que se denominaba cuestión agraria de
Andalucía, se produjeron algunos acuerdos corporativos que manifiestan que el
clima político y sindical no era muy halagüeño para los conservadores, porque
en varias ocasiones reclamaron del gobierno de la nación el aumento de plantilla y de puestos de las
fuerzas de orden público. Se veían incapaces de controlar con la docena de
miembros la carretera y otros puntos conflictivos.. Por eso, en 24 de
septiembre de 1919, solicitó que se instalara un puesto de seguridad y seis
puestos de guardia civil en Charilla, Pedriza, Mures, Santa Ana, Ribera Alta y
Ermita Nueva. “que es lo que menos puede pedirse para que pueda ser garantizada
la propiedad y seguridad de las personas constantemente amenazadas por la
propaganda sindicalista que en un día no lejano proporcionará un grave disgusto
al pueblo por la impunidad de que goza por ser imposible que con cinco parejas
de ka Guardia Civil, situada en el casco de la población distante de18
kilómetros de algunas aldeas, puedan garantizar el orden, la libertad de
trabajo en su término de 24.000 hectáreas y 25.000 vecinos, pues cuando
tienen que atender a un lado abandonan el otro acabando destrozados y sin
resultado practico alguno”. En el mismo años se pidió el traslado del cuartel
de Mures a Charilla por no encontrar local, y, una año después, la oferta de
local para cuartel en la aldea de la Pedriza (18.8.1920)
También, se produjeron varios
enfrentamientos entre el alcalde en funciones Hinojosa Ríos y un grupo de
vecinos, encabezados por Morente, vigilante de la cárcel, y un tal Barrio. Los
incidentes eran simples pretextos de los republicanos y socialistas, según los
conservadores, para manifestar que existían delitos o abusos de poder ante las inminentes elecciones municipales.
En palabras del alcalde, con motivo de la destrucción de varias cargas de
pescado por estar en mal estado, y la asonada de un grupo numeroso de personas
que levantó acta ante Azpitarte del abuso de poder, decía “parece que estos
señores obedecen a una conjura política de malestar y producir escándalos para
poder abusar en las próximas elecciones municipales o tener motivo para quejarse de imaginarios
atropellos y crueles tiranías”.
Pasaron unos años y algunas
sociedades debieron tener poco desarrollo de vida societaria hasta tal punto que era frecuente
que nacieran y renacieran varias veces durante un pequeño periodo de tiempo y
con el mismo o diferente nombre. Una de ellas fue la Sociedad Obrera La lealtad de Ermita Nueva. Funcionó, a
lo largo de la primera y segunda quincena del siglo veinte con algunos paréntesis como su disolución en
1906. El día doce de enero de 1920, el presidente ordenó la disolución y envió
al alcalde toda la documentación junto con
el acuerdo de extinción. En concreto, con esta fecha se disolvieron las
sociedades El porvenir del Obrero y la mencionada La Lealtad en
Ermita Nueva. Y, el día 17 de enero de 1920,
la Defensa del Oprimido
de la Ribera Alta.
En este año,
precisamente y como contraste, se fundó la Flor Naciente
de las Caserías de san Isidro el
ocho de febrero y se controlaron
por el gobierno civil las cuentas de la Esclavitud Emancipada.
En Alcalá
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