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miércoles, 23 de abril de 2014

HACIA LA ROMERÍA DE LA VIRGEN DE LA CABEZA. UNA FOTO ANTIGUA.

Es verdad que ser hermano de la cofradía de la Virgen de la Cabeza conllevaba que las esposas  disfrutaran de todos beneficios y  derechos. Así, se manifiesta en el articulado de sus estados, tal como se sobreentiende de las mandas testamentarias: el acompañamiento en la exequias fúnebres con el pendón, las misas de réquiem y otros servicios religiosos como el lugar del enterramiento correspondió a las esposas. No digamos esa preferencia especial que  da lugar al título popular de “hermana mayora” Pero,  hasta el siglo XX , no hay constancia de la presencia de una mujer en la lista de hermanos de la Real Cofradía. Curiosamente, topé con ella  en un inventario recogido tras la guerra Civil que remonta a la antigüedad de hermanos del primer decenio del siglo XX. Faltan los fallecidos entre el segundo y  tercer decenio (entre ellos mi bisabuelo José María  Gómez Atienza que fue hermano mayor por aquellos años y  murió en 1936). Curiosamente, entre estos listados, se encuentra una mujer que  ocupa el primer puesto conocido de hermana dentro de la cofradía, la esposa del anterior hermano mayor Adelaida Freijóo Cano , lo hizo en 1936. Además, para rellenar el hueco cofrade en esta familia de la Fuente del Rey,- lo que era un motivo de baja junto con el de falta de pago de cuota- ante se dio de alta  su sobrino Pedro García Freijóo , que  fue hermano mayor  en la posguerras, y, en el mismo año de su muerte, su hijo Rafael  Gómez Freijóo, vecino de la Fuente del Rey lo mismo que su pariente Antonio Escobar Freijóo (1939).


LAS PRIMERAS MUJERES DE LA VIRGEN DE LA CABEZA

 

I

 



           
De todos es sabido que la Real Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Alcalá  la Real siempre contó con la presencia de la mujer en su romería, vida cofrade y devoción a la Virgen Morenita. Incluso, tuvo el honor de contar con el fervor y el canto de fe hacia EL a través de los versos de la poetisa alcalaína  María del Pilar Contreras, que escribió un libreto sobre la romería de Alcalá la Real a principios del siglo XX, le hizo un soneto para el Vía Crucis ( ya editado) y dedicó varios poemas a la Reina de Sierra Morena. Me ha venido a mis manos, gracias a la gentileza del Presidente, un libro que versaba sobre el VII Centenario de la Virgen de la Cabeza, celebrado  en 1927, donde se recoge el desarrollo de aquel gran acontecimiento a través de artículos y fotografías de jiennenses de la época. Entre ellos, aparece la huella de María del Pilar Contreras con este poema , colocado en la página 52 del álbum y referido al  III misterio glorioso “La venida del Espíritu Santo de los Apóstoles, que reproducimos por el interés bibliográfico, porque su contenido y lectura se  ha reproducido anteriormente  en esta revista y se puede llevar a cabo en el  Cerro.                                                                         

                                                                                    

                                               II

LA PRIMERA HERMANA DE LA COFRADÍA CONOCIDA POR DOCUMENTOS

 


 

LA PRIMERA HERMANA CONOCIDA, ADELAIDA FREIJÓO

 

            Mi bisabuela Adelaida debió ser una persona  muy respetada para ser admitida entre aquel grupo predominantemente masculino, compuesto por hombres del campo- campesinos y ganaderos que tenían el domicilio en la calle Abad Palomino, Cervantes, Veracruz, Mesa, Rosario, Horno, Fuente Nueva, (otros muchos de ellos vecinos de los  cortijos del término alcalaíno desde la s Pilas del Fuente el Soto a la Rábita pasando por Cantera Blanca y Santa Ana), destacando el núcleo en torno a la familia de los Freijóo ( 1908), Sánchez y  Garnica  en la Fuente del Rey a partir del año 1939). En la localidad,  Manuel Gámez Sáez, otro bisabuelo que comenté recientemente,  ocupó el cargo primero de la lista de la hermandad, que compartió en sus primeros lugares, con miembros de la familia de Antonio Lizana, Claudio Aguilera, los Cervera, los Valverde  los Pinto Aguado, los Huertes (Vicente Martín, sus tíos Manuel y Francisco Huertes Granada)  m En el periódico  Jaén le hicimos este homenaje: “ Mi  bisabuela Adelaida fue una mujer especial. De mediana estatura,  buen porte,  y  aspecto de  mujer rural como las galleguiñas del norte.  Hacía honor a su apellido Freijóo. Por eso, siempre se han preguntado los miembros de mi familia por sus orígenes,  y al reparar en este extraño nombre,  remontaban intuitivamente a Galicia como patria  de origen de la saga. En las diversas ramas de la familia Freijóo, existen pequeños buscadores e investigadores particulares  que han  tratado de saber cómo vinieron a Alcalá; y además,  entre ellos se ha formado un profundo debate sobre la grafía exacta del apellido: unos decían que  mi bisabuela se apellidaba "Freijóo" y así la rama de los Gómez lo recoge en sus documentos de identidad; otros, por el contrario le quitan la vibrante en contacto con la fricativa y se denominan "Feijóo"( parece como si quisiera entroncar con la familia el actual presidente gallego o  el escritor ilustrado del siglo XVIII); en algunos  libros oficiales, sin embargo se reduce la doble vocal cerrada y quedan como Feijó o Freijó

 Y  hace unos meses, mira por donde que , leyendo  un documento del siglo XIX en el Archivo  Histórico Provincial de Jaén, topé con el Freijóo que caló por primera vez  en tierras alcalaínas.  Y no  coincidía con ninguno de los anteriores nombres de este apellido  ya  que al castellanizarse  su origen gallego dio  lugar a las diversas variantes. En concreto se llamaba Francisco Fraijóo y Ferro;  y fue el primero  que  arribó  por estas tierras  en tiempos de Fernando VI. Provenía, según sus declaraciones en  el  testamento  personal ante  el escribano alcalaíno Sola escrito  en 1800, de la ciudad gallega Santa Comba, perteneciente del Obispado de Santiago de Compostela.  Y cual fue mi suerte que en el mismo documento  encontré que  era hijo de Alberto Fraijóo y María Ferro. Pero se casó por el 1760 en Alcalá la Real y vivió por los barrios de extrarradio  de esta ciudad hasta que una rama de esta familia se instaló en las aldeas de la Fuente del Rey y Santa Ana.  A partir de sus descendientes Fraijóo se transformó Freijóo, lo que debió acontecer también en  Galicia.

Sobre su apellido, gracias a las nuevas tecnologías, he podido descubrir que los Fraijóo y Fraijóo  procedían de Francia, y están extendidos en todo el mundo. No obstante. el origen gallego de mi bisabuela me hizo inclinarme que su auténtica grafía es la actual Freijóo, que, en algunos casos,  se nos muestra como Feijóo, y en pueblos gallegos con las variantes Feixo, Feixóo...

Mi bisabuela Adelaida vivió  los primeros años de su matrimonio con José María Gómez Atienza en Alcalá la Real. Pero, después se fue a Fuente del Rey, donde  su marido se dedicaba al campo y solía vender leche de vaca en las casas alcalaínas. José María el de las Vacas le transmitió el amor a la Morenita, lo que no tuvo dificultad alguna para ello, ya que Adelaida fue siempre una mujer muy religiosa.  Lo acompañó  a la romería del Cerro del Cabezo en muchas ocasiones por los años del primer tercio del siglo XX pues fue hermano mayor. En su casa,  las imágenes de santos  y advocaciones de Jesús y María, siempre ocupaban un lugar destacado. Un Ecce-Homo del siglo XIX se alumbraba con la luz de las mariposas encendidas en un vaso de aceite y agua durante todo el día para imprecar la protección de sus hijos;  una pequeña imagen renacentista de madera de pino, deteriorada  y rescatada de algún desaprensivo, presidía el Ángelus diario y los rezos del mes de mayo A todos los hijos le inculcaba la formación cristiana hasta tal punto que le salió un seminarista en medio de una familia puramente campesina. Pues cada uno debía hacer el rezo del rosario diario  para que se hicieran practicantes de aquel  rito.

En aquella casa arrendada ala familia de los señores González de   Lara, sita en  la aldea de  nombre,  se  formó  una saga al amparo de aquella mujer cariñosa y generosa  con todos los miembros  de su familia y personas indigentes. Muchos acudían bajo su protección y expandía todo lo que en su despensa paliaba el hambre de muchas personas en aquellos años de hambre.  

Quedó viuda en los primeros meses de la Guerra Civil y, años después,  acompañó  a sus hijos solteros en  diversos destinos que tuvo su hijo el maestro Luís: Gómez  Ermita nueva y Santa Ana .  Aquí, fue la mujer servicial y generosa con visos de santidad y acudía a la iglesia de la Abuela diariamente. Me decía un sacerdote joven que frecuentaba su casa que ´ si  el tuviera la posibilidad de canonizar a una persona , lo haría con mi bisabuela Adelaida". A aquel cura le impactó la bondad, sus manos caritativas y su sencillez de las personas rurales que lo daban todo por el seguimiento cristiano y, sobre todo, por los más humildes. Como ella, sencilla y de corazón grande.

Estos nuevos datos nos han completado su biografía y vida de la cofradía. Pues, entre los primeros, sabemos que Adelaida, tras vivir en la Fuente del Rey, se trasladó a la calle Abad Palomino, y, posteriormente acompañó a su hijo Luís, maestro de aldea, a la aldea de Cequia hasta que este último se trasladó por los años cincuenta a la aldea de Santa Ana, donde también ejerció de maestro. En 1947, se pierde la pista de su pertenencia a la cofradía, fecha  en la que falleció.

A esta mujer le siguieron años después Isabel Sánchez Sánchez, esposa de Garnica  en la Fuente del Rey (1939),  Bárbara Moyano Coca ( cortijo Cañambos 1939), la viuda de Antonio Sánchez Ibáñez en la Hortichuela (1939), Eugenia González , del Barroso( 1939). María, la hija de Pedro García, siguió la estirpe y  llegó a ser hermana mayor en años siguientes.

            A mediados de siglo, el fallecimiento de muchos hermanos dio lugar a que las mujeres ocuparan su lugar y siguieran la antorcha de esta pionera de la cofradía alcalaína.  

            Hoy, día afortunadamente se ha conseguido que las mujeres desempeñen en igualdad de condiciones todos los cargos y han ejercido cargas de hermana mayor de fiestas, presidenta y otras secretarías y vocalía.  FRANCISCO MARTÍN ROSALES

 

 

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