JUEVES SANTO
El triduo Pascual comienza con el día de Jueves Santo desde tiempos
inmemorial en nuestros territorios de la Abadía.
Era una costumbre que se fijó hasta 1895, la obligación del ayuntamiento en pleno con su alcalde de asistir a la Ceremonia del Jueves Santo. Recibir la comunión tras el clero, luego la hermandad del Santísimo Sacramento y el pueblo. A continuación se fijaba la visita estacional de los monumentos, comenzando por Consolación, Rosario, Trinidad, Angustias y Encarnación. Al alcalde se le entregaba una llave del Sagrario y al teniente de alcalde de los otros lugares.
Era una costumbre que se fijó hasta 1895, la obligación del ayuntamiento en pleno con su alcalde de asistir a la Ceremonia del Jueves Santo. Recibir la comunión tras el clero, luego la hermandad del Santísimo Sacramento y el pueblo. A continuación se fijaba la visita estacional de los monumentos, comenzando por Consolación, Rosario, Trinidad, Angustias y Encarnación. Al alcalde se le entregaba una llave del Sagrario y al teniente de alcalde de los otros lugares.
LA MÁS ANTIGUA COFRADÍA DE SEMANA SANTA. LA
SANTA VERACRUZ.
Se conserva la bula de
su fundación del año 155O así como las primeras actas de Cofradías y un Libro de
Inventario y Cabildos. Pero los datos más fidedignos los vamos a recoger en
forma de resumen de la declaración que hace su hermano mayor Antón de Alcalá el
diecinueve de marzo de 1568, ante el corregidor don Gómez de Messía. Estas son
las respuestas a las preguntas emitidas por la cédula de Felipe II:"que podrá aver diez y ocho años poco más o
menos que, a pedimento de algunos vecinos de esta ciudad e con licencia e autoridad del Reverendísimo don Juan de
Ávila, abad que fue de esta abadía, se compró ciertos sitios de casas e solares
para el efecto de hacer y edificar en ello una iglesia y Hospital de la advocación
de la Santa Veracruz
e cofradía de disciplinantes, e ansí, desde dicho tiempo, se comenzó a edificar
e se a ido aumentándose la dicha con la
ayuda e limosnas de los fieles cristianos,. e de los hermanos que han entrado
en la dicha cofradía, de tal manera que siempre ha ido aumentándose la dicha
obra e devoción y está hecha e fundada
una iglesia a donde de ordinario se dice e celebra misa, e, para ello, tiene sus ornamentos e todos
recaudos e se entierra en la dicha
iglesia muchas personas, por estar como está bendecida por el obispo con autoridad e licencia del
prelado e se le guarda inmunidad e privilegio
que a las demás iglesias, e
parece que la costa que tuvo las casas e solares que se compraron , aunque de parte de ello se impuso censo se ha
redimido sino es diez mil mrs. que le
restan por redimir, e todo o demás que ha tenido de costa los edificios de la
dicha iglesia y hospital y
ornamentos y recaudos para celebrar misa
,imagen, e crucifijo que se saca en la procesión del Jueves Santo y en las
demás ordinarias. Todos se han hecho e
comprado e de las entradas de hermanos, e lo que parece que de presente tiene
el dicho Hospital e cofradía de mandas que an hecho algunas personas e lo
siguiente.( con lo que se comprueba el año de su fundación en el año
1550, una cofradía que erigió iglesia y hospital con la ayuda de los hermanos y
su procesión penitencial de disciplinantes el Jueves Santo con la imagen de un
Crucificado).
-Que podrá haber doce o más años
poco más o menos que un Juan Romero , vecino de esta ciudad mandó ciertos
bienes al dicho hospital e cofradía de la Santa Vera Cruz e que estos se vendieron y de su valor se compraron treinta fanegas de tierra en la Fuente el Soto, término de
esta ciudad, las cuales con autoridad del prelado de esta abadía se dieron a
censo perpetuo a Miguel Sánchez Godoy y paga en cada un año doce fanegas de trigo e se dicen por el ánima del dicho
Juan Romero doze misas en el dicho Hospital".
Fue el primer donante y a éste
otros bienes se le añadieron: una media casa de Juan Durete en el arrabal, otra
media casa en el arrabal Nuevo de Pedro Sánchez Talamón, cuatro fanegas de
Diego Hernández Anguita en el arroyo Alamoso. Junto con los enterramientos,
limosnas y cuotas de entradas de hermanos, se juntaban unos cien ducados, que,
en su mayoría se gastaban en los cultos
y misas de hermanos y en los gastos de hospital para los más Pobres y en el año
1667 en una capilla y sus ornamentos. [1]
Son muy importantes sus primeros
cabildos que nos ilustran de la vida , bienes
y objetos cofrades ( dos arcas
para la Cofradía
y el Hospital, una cruz de madera, obra
del pintor Rodrigo de Figueroa que doró y pintó, los ocho cetros del mismo
pintor y las crucetas de las puertas, atriles, la cruz de enterramiento- en una
cara la insignia de Cristo, y en la
otra, la Señora
de la Concepción-
el pendón de la cofradía, un arca pequeña con el Libro de la Regla , escrituras, entre
ellas la Bula
traída de Toledo para ganar indulgencias, ocho ciriales, pintados de verde,
tacillas de madera con la cruz de insignia de la Hermandad y hostiario)
litúrgicos ( frontales de altar, el pendón de lienzo teñido juegos de vestidos
sagrados-) y además se aprecia la introducción penitencial de la Cofradía con el contrato
de un trompeta de Granada, la confección de una
treintena de túnicas negras, las insignias que pintó Pedro Sardo, los
tronos, las andas, los ciriales ( que costaron dos mil ochocientos cincuenta
maravedís que pagó a Rodrigo de Figueroa, amén de la labor de carpintería de
Martín Pérez , entallador que alcanzó la suma de tres mil setecientos ochenta y
dos maravedís para las andas del Crucifijo e imágenes ), las
imágenes (un crucifijo grande de
estatura de un hombre con una corona de espinas con las púas
doradas e está puesta en una cruz de
madera teñida de verde e está nuevo y sano y una imagen de la Señora , con sus ropas,
tocados y cofias). En el año 1578 aparecen nuevas imágenes pasionales como
"un retablo portátil con una imagen
del Cristo de la Resurrección , un crucifijo
o cruz , dorado a la redonda y el campo verde y en el pie cuatro escudos con
cuatro penitentes, Nuestra Señora de La Quinta Angustia ,
el nuevo pendón de la Cofradía con una Cruz y las
insignias de Pasión, también se enriquece la iglesia con la Virgen de las Angustias en
dos tallas, cuadros y capillas como la
de la Cruz o
Jesús Nazareno, Nuestra Señora y San Idelfonso y la De Santa Quiteria.[2]
De los primeros años de la vida
de la hermandad nacen dos aspectos muy importantes de su participación de Semana Santa: el monumento del Jueves
Santo y la procesión del Jueves Santo por la tarde. Del primero hay que
destacar que le dedicaban todo tipo de
gastos en carpinteros, pintores, y luminarias.
Era una cofradía cerrada de una
treintena o cuarentena de hermanos que se rotaban cada año en los distintos
cargos y oficios: hermano mayor,
alcaldes, capellán y patronos de almas.
Solían pertenecer a ella los regidores, jurados y oficiales destacados de la
ciudad, así como algunos clérigos. Dependía totalmente de la Abadía , que asistía a las
reuniones con la supervisión del gobernador o provisor, y se nombraba siempre
capellán. Su festividad inicial era la celebración del día de la Invención de la Cruz.
En el siglo XVII, Fue importante
la unión que mantuvo con la Cofradía de la Santa Caridad ,
formando el Hospital de la Veracruz Santa Caridad, manteniendo
su cementerio y , lo más interesante, creando el Corral de Comedias que sirvió
de fuente de ingresos para la cofradía, aunque parece que ya se regentaba en
muy malas condiciones sobre el 1587, siendo abad Andrés de Bobadilla. Las obras
de restauración se llevaron a cabo en los años 1626 hasta el 1628,
interviniendo los mejores canteros y arquitectos alcalaínos, el veintinueve de
Junio de 1628, siendo hermano mayor Martín Hernández Cantarero, tasó las obras
el maestro de la Iglesia
del Rosario Pedro de Arévalo Portillo, que fue a apreciar" lo que se hizo
a tasación con el cuarto de frente del teatro, que es donde está el aposento de
la ciudad, que son cuatro pilares y sentar las columnas y enlucido y todo lo
demás tocante al dicho cuarto desde el suelo alto en cuanto a la manifactura
son los materiales, yeso y maderas y así como
las demás columnas, corredores y gastos en yeso y aposentos y ventanas y
la escalera". La tasación de las obras alcanzó dos mil cincuenta reales. [3] Solía arrendarlo a una persona, que le
proporcionaba una parte estipulada y la reserva de asientos y determinados días
de fiestas. Como datos de lo que venimos exponiendo, en el año 1623, siendo hermano
mayor Francisco Ramírez Valenzuela, se le arrendó a Juan Alonso de Bustamante
por ciento cuarenta ducados anuales, en
la misma cantidad el año 1626 a Juan
Martín Hernández de Alcántara o Rafael Ventura Martínez en 1629. La hermandad
se dedicaba durante este siglo a la fiesta de la invención de la Cruz , la Candelaria , al
monumento del Jueves Santo, a la procesión del mismo día, sin muchos gastos en
ella, salvo la trompeta contratada y los músicos y ministriles que acompañaban
a la procesión.
A pesar de que el principio de
siglo significó un paso en la reorganización financiera de la cofradía, el
final de siglo supone una gran participación en la vida cofrade de la Semana Santa. Por
estos años, el hermano mayor Juan Manuel Ureña inicia un libro de Cabildos, se
reorganiza la hermandad y se obtiene licencia por el abad don Pedro de Toledo
la facultad de decir misa todos los domingos y fiestas de guardar en la Iglesia de la Veracruz por el capellán
de la cofradía. Tanto el Cristo de las Penas como el de la Columna adquieren una
devoción especial por estos años, además del apóstol San Juan. Con la reorganización
de la Compañía
de soldados se muestran de nuevo los pasos en la calle. Al principio se obliga
el capitán Alonso de Ramos, pero dimite por no poder afrontar los gastos. Los
primeros pasos de esta cofradía que se
mantendrán en todo el siglo diecisiete serán los Azotes, Profetas, Arcángeles,
Planetas y Doce Apóstoles. El paso del gallardete y el del Cristo de la Columna adquirirán una
gran importancia y en el año 1768, se le concede el privilegio de guardar los cordones de plata
de la imagen, algo parecido a lo que sucedió con el Ecce- Homo en las prendas
de Jesús Nazareno.
En los últimos años de vida de
la cofradía, se transforma con el nombre del Santísimo Crucificado de las
Penas, manteniéndose todavía la placa del pendón del siglo XIX. Algunos pasos,
el tambor y la trompeta eran sus elementos básicos en estos años finales ( la imagen de San Juan, La Cruz[4],
el Crucificado de las Penas, la
Soledad y el Cristo de la Columna ). El año 1783 se le hizo una lámpara a la capilla del
Cristo de las Penas y se celebraron Fiestas de Moros y Cristianos para recaudar
fondos. Como cofradía penitencial se
mantiene hasta el decreto del Abad Alonso y Gatica, desapareciendo por completo
con la insistencia en la prohibición de las procesiones, promulgadas por el
Abad Palomino en los años 1791 y siguientes hasta tal punto que no consigue
una renovación posterior como le sucedió
al Dulce Nombre de Jesús. No obstante la imagen del cristo Crucificado de las Penas, de la Columnas y de Nuestra
Señora de la
Soledad siguieron saliendo la tarde del jueves Santo,
salvo el año 1795, que en un nuevo litigio con el abad Palomino transformó esta
iglesia al servicio de la
Parroquia de Santo Domingo de Silos. En el siglo XIX, todos
sus derechos y bienes pasaron a beneficencia municipal y la propia cofradía, ya
simple esclavitud, no tuvo apenas vida, como se comprueba en la declaración de
gastos ante el Alcalde Constitucional de 1840.
Tan sólo el paso del Cristo de la Columna pervivió hasta principios del siglo XIX y en el siglo XVIII volvió
a reconstruir sus estatutos.
Se cambió por la procesión del Señor de la Humildad en el
siglo xx.
LOS MONUMENTOS AL SANTÍSIMO
SACRAMENTO
La visita de los monumentos proviene de una
norma de las constituciones abaciales que obligaba a visitarlos por parte de la curia eclesiástica tras la misa de la Coena
Domini, en la que se solía lavar los pies
a los pobres desde el tiempo de l abad Juan de Ávila,. Hay constancia de
que se levantaban:
-
En Iglesia Mayor
-
-Santo Domingo de Silos
-
Iglesia de la Veracruz
-
-iglesia del Rosario
-
-Iglesia de San Juan
-
Convento de San Francisco
-
Convento de San José de Capuchinos
-
_Convento de Consolación
-
Convento de las RRMM Dominicas y Trinitarias.
-
Nuestra Señor de la Caridad.
-
Posteriormente en iglesia de las Anguustias.
Es sabiddo que cofradías y conventos se
afanaban en montar el monumento con sus
ministriles y aportaban los gastos de
cera, carpintería, adornos, cornucopias….
[1] AMAR. Caja 23.
Pieza 14. Declaración de cofradías y hermandades con motivo de una cédula real
de 1568.
[3] AMAR. Legajo
suelto sobre las obras del Corral de Comedias. Al transcribirlo en el año 1985,
estaba sin catalogar. Es muy interesante, porque los distintos gastos aparecen pormenorizados.
Así, una cruz que hizo Andrés Gutiérrez en la media naranja que cubría el
teatro, el tejado procedente del barro de la Fuente la Encina, la intervención del cantero
Marcos Ruiz en las mil cincuenta medidas de tapias, los pilares de las ventanas
donde se aposentaba el Cabildo, el vestuario y tablado, la participación de
canteros como Miguel de Bolívar, que hizo la portada, Juan Roldán , Miguel
Calvo ( columnas y pedestales) y Juan Pérez, y la importante manufactura de
carpintería de Eugenio de Carrera en bancos, escenarios y puertas. El suelo era
enlosado, las paredes cubiertas y adornadas con lienzos e insignias de la
hermandad y existía unos corredores, que se protegían con unos balaustres. Un
cancel, el antepecho del teatro y el patio constituían las partes más
importantes.
[4] Amar. Caja 243. Recibo de
Juan Gutierrez de 122 reales por dorar las andas de la Santa Cruz y otro de
Cristóbal de Rosales, maestro dorador, y
Pedro Pariente, carpintero de 138 reales por tres libras de oro, asiento,
composición, de las andas del Cristo de la Columna , una tabla de Segura y trabajo en el
trono para asegurar la pierna del señor de la Columna. A principios
de siglo, esta imagen se restauró en e Priego.
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