Archivo del blog

sábado, 5 de abril de 2014

HACIA LA SEMANA SANTA XXXII. ORÍGENES Y FUNDACIÓN DE LA HERMANDAD DEL SEÑOR DEL ECCE-HOMO Y JESÚS EN LA COLUMNA DE ALCALÁ LA REAL


ORÍGENES Y FUNDACIÓN DE LA HERMANDAD DEL SEÑOR DEL ECCE-HOMO Y JESÚS EN LA COLUMNA DE ALCALÁ LA REAL



 

La Hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en la Columna nació al amparo de la labor catequética de la Iglesia a través de las manifestaciones religiosas de siglos pasados y proviene del espíritu de transmitir, por parte de los pastores de Cristo, los pasajes evangélicos a las personas que necesitaban una formación básica en la doctrina cristiana, por medio de la vivencia de la Pasión de Cristo.

 

I

 

Ya en los lejanos tiempos de 1550, surgió una Cofradía, dedicada a la devoción del «Lignum Crucis», denominada Cofradía de la Veracruz. En sus manifestaciones religiosas, representó, hasta el siglo XIX, varios pasos:  los del  Santísimo Cristo de la Columna, del Gallardete del mismo titular, de los

Judíos, de los Azotes, del Verdugo, el de los Apóstoles, de los Profetas, de los Ángeles, y el de otras figuras del Antiguo y Nuevo Testamento(estos últimos a través de una compañía de soldados con su capitán y alférez).

Con el paso del tiempo, estos pasos, representaciones catequéticas, y el Gallardete del Señor de la Columna, establecieron una serie de conciertos, estatutos y reglamentos con la mencionada cofradía, conventos de la ciudad de Alcalá la Real, y con el Cabildo Eclesiástico de la Abadía de Alcalá la Real, de tal manera que la Hermandad del Ecce-Homo se mantuvo en las familias más modestas, a pesar de que desapareciera la Cofradía matriz de la Veracruz. Muestra de lo anteriormente manifestado son los siguientes datos: licencia del Cabildo de San Juan de Letrán, en el año 1553, aprobando la erección de iglesia, hospital y cofradía, y atendiendo una petición de varios vecinos y del abad Juan de Ávila;  Orden Real de Felipe II, ejecutada por el corregidor Gómez de Messía, por la que manifestaba y confirmaba la existencia de la Cofradía de la Veracruz, con motivo de una refundación o reunificación de todas las Hermandades, promulgadas por la Corona en el año 1568, cuyo contenido es el siguiente «que podría haber diez y ocho años poco más o menos que a pedimento de algunos vecinos de esta ciudad e con licencia e autoridad del Rvdo. don Juan de Ávila abad, que fue de esta Abadía, compró ciertos sitios e solares para efectos de hacer y edificar en ellos una iglesia y hospital de la advocación de la Santa Veracruz e COFRADÍA DE DISCIPLINANTES»; e el Archivo Municipal de Alcalá la Real, se encuentra el Libro de Cabildo y varios inventarios de dicha cofradía, donde aparecen los pasos y las hermandades del gallardete y del Señor de la Columna a lo largo del siglo XVII y XVIII - concretamente, en el acta de 9 de marzo de 1686, se hallan el paso del Señor de la Columna, con su banderola o gallardete, el de los Azotes, el de Judas, la escuadra, el de los Planetas, de los Profetas y Arcángeles.

A principios del siglo XIX desaparece la mencionada cofradía y, sin embargo, la hermandad del Señor de la Columna se mantiene hasta nuestros presentes años por medio del gallardete y el cuadro del Señor de la Columna, al mismo tiempo que conserva varios pasos, entre los que destacan la Hermandad de los Judíos, Azotes, paso de Judas, Tropa, y Capitán, dentro de la Hermandad del Señor del Ecce-Homo; se hallan en el Archivo de Protocolos de Jaén, estatutos y actas de conciertos eclesiásticos entre las congregaciones religiosas y las hermandades, de los que hacemos referencia: fundación de la Hermandad o Congregación de los Judíos, antigua hermandad del Ecce-Homo, con fecha del cinco de abril de 1651 ante el notario Francisco de Velasco, en la que intervienen los frailes del Convento de Consolación, al frente de los cuales está el prior, el Hermano mayor del Santo Cristo de la Humildad y los hermanos fundadores Pedro Bailón y Luis Escobar.

II

 

Está plenamente constatado que, a finales del siglo XVI, se fundó una nueva Cofradía, denominada del Dulce Nombre de Jesús, que representó un papel muy importante para la explicación de la Pasión. Para ello, se crearon también y establecieron varias cuadrillas, pasos o gallardetes. Entre ellos, la Hermandad del Señor del Ecce-Homo logró que se mantuvieran en su seno los que se citan y perduran hasta hoy dentro de ella, tal como se constata con la fecha de su fundación, según las actas de dicha cofradía: Longinos y el Lazarillo,  los sayones y la Túnica (1664); Simón de Cirene (1665);  Ecce-Homo   y la gente armada (1692); los pregoneros ( 1691) ,  verdugo y los reos (1677).

Cada uno de ellos se organizaba también de acuerdo con unos estatutos de régimen interno y, se renovaban sus constituciones, como lo demuestran los recientes documentos: ante el notario Felipe Monte Lezcano, hicieron un concierto el Convento de la Orden Dominica de Nª Sª del Rosario, Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y la Hermandad de los Discípulos en el día 17 de marzo de 1646. (AHP); e Escritura entre el Dulce Nombre de Jesús y la Hermandad del Apostolado y de los Evangelistas, donde se manifiesta su fundación del año 1639 y su nueva refundación el día seis de abril de 1649. (AHP).

 En todas estas confirmaciones se establecía una relación inter pares, que obligaba al Convento o Cofradía al enterramiento y misa de sufragio y, por otra parte, la nueva hermandad se obligaba a la salida en las manifestaciones religiosas, actos internos religiosos, cuota y representación dramática religiosa.

La hermandad del Ecce-Homo, comprendida en la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, databa de un pequeño Oratorio, que todavía existe y en el que se iniciaba un Vía Crucis, fundado en el año 1640, según constatan las actas del Cabildo Municipal, y en el que hubo hasta un capellán que ejercía la labor pastoral hasta el siglo XIX.

 

III

 

En el comentado siglo XIX se mantuvo la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, pero las normativas y leyes regias hicieron desaparecer la mayoría de cofradías y hermandades en Alcalá la Real. No obstante, la Hermandad del Ecce-Homo aparece en un documento de desamortización de Manos Muertas con la posesión de una casa en la calle de Peso Viejo, ermita, que todavía se mantiene, aunque su titularidad ya no se ha incorporado a la parroquia. Dentro de la Cofradía, tan sólo pervivieron dos hermandades de entre todos los pasos y gallardetes comentados, la del Gallardete de Jesús, que todavía se mantiene, constituida recientemente en hermandad, y la del Señor del Ecce-Homo, que se refundó con la del Señor de la Columna.

A principios del siglo XX, se constituyó en Hermandad del Señor del Ecce-Homo y de Jesús en la Columna, por la desaparición del Señor de la Columna y con motivo de la destrucción de la Iglesia de la Veracruz.

A pesar de que por los años setenta desapareció la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, la hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en la Columna siempre subsistió. Prueba de que no ha desaparecido es el mantenimiento de sus devociones en los hogares de sus hermanos, y la manifestación pública en las procesiones de la noche del Jueves Santo con la Cofradía del Señor de la Humildad y en la mañana y noche del Viernes Santo con la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, -y en otros tiempos con la de la Soledad y del Santo Sepulcro-. Incluso ha mantenido su tipología especial, a pesar de los cambios que se hayan producido en sus antiguas Cofradías matrices, como sucedió durante los años de la preguerra y posguerra. Aún más, recientemente por los años sesenta, el culto, la vida de hermandad y la devoción familiar no se perdieron en muchas familias, celebrando manifestaciones públicas religiosas y realizando actos de culto como el quinario dedicado a sus titulares.

Posee la Hermandad un hermoso patrimonio religioso, formado por dos gallardetes del Señor de la columna, uno del siglo XVII y otro de reciente creación, un cuadro barroco del Ecce Homo y un gran acervo de personajes del Nuevo Testamento, formado por su vestimenta, signos de Pasión, y textos y escenificaciones que se desarrollan durante la Semana Santa, ofreciendo el mensaje de Cristo a la población alcalaína y despertando a sus hermanos el fervor y devoción durante todo el año. Al mismo tiempo que, por su carácter familiar ininterrumpido, ejerce los lazos de la solidaridad cristiana y la atención a los más débiles y sencillos, muestra de que no se ha perdido nunca esta Hermandad a lo largo de la Historia.

                                                                                 IV

Aunque, como hemos comprobado, los distintos pasos de la Hermandad mantuvieron una compleja relación con las cofradías de la Veracruz, el Señor de la Humildad, y Soledad, así como con los Conventos de Consolación, San Francisco, y de la Orden Dominica, siempre predominó el espíritu de hermandad, de culto a estas advocaciones, de convivencia en la desgracia y en los momentos más trascendentales de la vida con el sufragio y misas de los hermanos fallecidos. Y es una demostración palpable que todos los anteriores han desaparecido a lo largo de estos siglos (los conventos, y la Cofradía de la Veracruz y la de la Soledad) y la hermandad del Ecce-Homo ha perdurado a lo largo de la historia, transmitiendo el mensaje catequético que en los templos se representaba en los retablos.

Con la promulgación del Derecho Canónico y las posteriores normas promulgadas por el Excmo. Sr. D. Santiago García Aracil, obispo de Jaén, se redactaron los Estatutos actuales con fecha de dieciocho de febrero de 1999. Fueron aprobados dichos estatuto  en 20 de marzo de 2000, fecha que también se consideró  erigida como Hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en la Columna, de tiempo inmemorial y " no pudiéndose emitirse testimonio literal de su erección canónica, por haber extraviado el documento, por el presente, y para suplir la falta de documento acreditativo de la erección". 

 

 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario